domingo, 23 de marzo de 2014

Poemas mios



Decía León Felipe que el poeta escribe desde el lugar exacto del hombre, los poetas son seres que pueden interpretar y hacernos mirar la vida desde cualquier ángulo, son los poseedores de la palabra, por eso nunca he publicado nada mío, de hecho prefiero leer poesía que escribirla, pero hoy deseo compartirles algunos Haikús y un par de breves poemas, lo hado con todo mi respeto hacia ustedes y por supuesto a los poetas.

Alejandro.
 
Para Sabines, desde la luna, la de Lorca, la de él, la de todos.

La Luna está ahí, cuidando que siempre puedan ver en la noche, que quienes se cobijen con ella puedan tener hermosos sueños, deliciosas fantasías, grandes esperanzas, que sientan que ella está ahí para acompañarlos, para que quienes tengan hambre tomen un pedazo de luna y lo coman y así sacien su apetito, para que quienes se sientan solos se llenen sus almas y para que los amantes gocen y se duerman en una cama de luna.

Por eso la Luna tiene tantos hoyos, porque todos le hemos comido y probado un pedacito.
 

Vida
Caen las frutas.
El tiempo sigue,
semillas germinan.
Rocío matutino.

Amanece
Tu cuerpo.
Sabanas desnudas,
una que acaricia.
Amanece, no estas.

Dolor
Destrucción,
Violencia encendida,
Poema de sangre y dolor.
El cisne calla.

Tú y yo
Yo uva que es vino,
tu trigo que es pan,
alimento del deseo.
Borrachos de placer.

Gota
Gota que cae,
Lenta,
Suavemente.
Humedece,
deslizándose,
en el cristal.

Constanza
Flor que crece,
aroma que llena,
niña que asoma,
sorpresa y asombro.
  
Luna
Guando no estas,
es como esas tardes
que de pronto se oscurecen y
todo se ve negro,
sin embargo, más arriba,
el cielo está inmenso,
lleno de estrellas y la luna,
la hermosa luna ilumina todo,
que siempre está ahí,
aunque no la veamos,

jueves, 20 de marzo de 2014

La felicidad, un día, una vida



Hoy ingresa la primavera, el equinoccio abre nuevamente la vida, hoy 20 de marzo resulta ser el día mundial de la felicidad, pareciera ser algo baladí, tan trivial en un mundo tan lleno de muerte, dolor y tristeza.

Felicidad viene de fértil, de lograr un estado que se reproduce, que crece, que vive y que muere para volver a surgir con mayor fortaleza, sueños y esperanza.

Más por ello creo que es relevante, de hecho desde hace muchos años estoy firmemente convencido de que una (si no la única) razón y sentido de nuestra existencia, así, en la Declaración de Independencia de los EUA los hombres escribieron:

Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.

Sin embargo, la búsqueda de la felicidad es al parecer una quimera, un salmo extraviado, hay quienes han buscado su felicidad como ogros, devorando la felicidad de los otros, su poniéndose, por alguna extraña razón mejores que los otros o bien viviendo de rodillas y encadenados, comiendo y agradeciendo las migajas que benévolamente sus amos les dan, así caminan y son como Tantalo, nunca logra calmar su hambre, siempre desea más.
 
A veces creo que buscamos la felicidad sin saber exactamente que buscamos, lo hacemos con miedo, porque cuando realmente encontramos lo que nos provoca felicidad, las más de las veces lo tomamos entre las manos, sin embargo es como humo, se esfuma, agua que humedece pero que se desliza y desvanece entre los dedos.

El budismo dice que el sufrimiento existe, y es por qué tiene una causa, por tanto también tiene solución, ello implica que la felicidad es posible.

Más como llegar a la felicidad, yo creo que ese camino debe partir del no huir ni tener miedo, del ánimo para caminar, que la felicidad no es gradúa le, no se compara entre mi felicidad y la tuya y la mía es mejor que la tuya.

La felicidad debe ser sencilla, como la luna, debe ser sentida como el amor, la felicidad debe ser un báculo para el camino, no el camino en sí mismo, la felicidad no es perenne, dura lo suficiente para recordarnos nuestra humanidad, por eso a lo largo de la vida se va encontrando la felicidad vestida de maneras diferentes, a veces como saltimbanqui, pero siempre ahí está, dispuesta a acompañarnos y hacernos sentir completos, ligeros, alegres, compasivos, capaces de ser tolerantes, de amar y ser amados, de saber que un abrazo puede llenar el universo.

Espero que la felicidad sea el hito para la paz y el amor en cada vida, que la alegría haga el camino ligero, que el amor sea un abrazo y que miremos las cosas sencillas con esperanza y fantasía.

Alejandro.

lunes, 17 de marzo de 2014

Las 13 rosas, 75 años que llegaron a México los "Refugiados Españoles" un camino andado


 

El 75 Aniversario del exilio republicano español en México (1939-2014), la llegada de la mayor parte de los 25 mil refugiados de la Guerra Civil española en 1939,obreros, poetas, escritores, profesores, médicos, campesinos, comerciantes, políticos, militares, ingenieros, periodistas, mujeres, niños e incluso algún bebé se inició una nueva etapa.

El exilio significó el gran rencuentro de España y México tras una historia de conquista, colonia y guerra de independencia (…) Como ha dicho el escritor mexicano Juan Villoro, tras el triunfo de los generales golpistas en España, la República española pasó a llamarse México, y comenzó entre ambos pueblos una historia en común que abonó a la superación de enconos y prejuicios.
 
Fecundidad creativa
La tragedia española trajo un enorme empobrecimiento de la cultura para España, pues no sólo se perdía una apuesta por la democracia y la educación, sino que se rompieron importantes líneas de desarrollo social, científico, artístico. Pero también es cierto que la derrota de la República significó el desarrollo en México de muchas de sus ideas, de su fecundidad creativa y generosidad humana. Por eso conmemoramos en México no una derrota sino la llegada de mujeres y hombres que vinieron a enriquecer nuestra sociedad y que hoy forman parte de la diversidad cultural y del patrimonio histórico de nuestra nación.

Y trajo el fenómeno al presente con la existencia de instituciones educativas, académicas y culturales activas, así como un patrimonio cultural, afectivo y familiar, no sólo de los cientos de miles de descendientes que viven en México, América Latina y otros rincones del mundo, sino de círculos sociales, profesionales o culturales mucho más amplios.

Este exilio llegó porque el gobierno de México en aquellos años era un gobierno que cumplió con sus compromisos internacionales. Tenía el compromiso de brindar solidaridad a todos aquellos gobiernos con los que tenía relaciones, a todos aquellos con los que tenía amistad (...) No fue un acto de generosidad, fue un acto de responsabilidad, de amistad, a pesar de que los gobiernos de la mayoría de los países dieron la espalda al gobierno republicano.

Por eso, en México la idea de "refugiado" adquirió un nuevo matiz, el de la solidaridad, el del aprendizaje, el de los obreros, campesinos, amas de casa, intelectuales, de todos aquellos que no aceptaron el fascismo.

Les dejo con la memoria del poeta exiliado y la entrañable fortaleza de las mujeres republicanas, las 13 Rosas.

El 9 de marzo del 2013 publique algo sobre Adolfo Sánchez Vázquez y Pedro Garfias, dos poetas del exilio, dos puentes.

http://alejandro-ellugardetodos.blogspot.mx/2013/03/dos-poetas-del-exilio-dos-puentes.html

 
Algunos poemas del exilio:

Para inventar a Dios, nuestra palabra
Busca, dentro del pecho,
Su propia semejanza y no la encuentra,
Como las olas de la mar tranquila,
Unas tras otras, iguales,
Quieren la exactitud de lo infinito
Medir, a la par que cantan...
Y Su nombre sin letras,
Escrito a cada instante por la espuma,
Se borra a cada instante
Mecido por la música del agua;
Y un eco queda solo en las orillas.
¿qué número infinito
nos cuenta el corazón?
Cada latido,
Otra vez es más dulce, y otra, y otra;
Otra vez ciegamente desde dentro
Va a pronunciar Su nombre.
Y otra vez se ensombrece el pensamiento,
Y la voz no le encuentra.
Dentro del pecho está.
Tus hijos somos,
Aunque jamás sepamos
Decirte la palabra exacta y Tuya,
Que repite en el alma el dulce y fijo
Girar de las estrellas.
Lepoldo Panero, Escrito a cada instante, 1940

ooOOoo
 
Cuando era primavera en España:
Frente al mar los espejos
Rompían sus barandillas
Y el jazmín agrandaba
su diminuta estrella
hasta cumplir el límite
de su aroma en la noche...
¡Cuando era primavera!

Cuando era primavera en España:
Junto a las orillas de los ríos
Las grandes mariposas de la luna
Fecundaban los cuerpos desnudos
De las muchachas,
Y los nardos crecían silenciosos
Dentro del corazón
Hasta taparnos la garganta...
¡Cuando era primavera!

Cuando era primavera en España:
Todas las playas convergían en un anillo
Y el mar soñaba entonces,
Como el ojo de un pez sobre la arena,
Frente a un cielo más limpio
Que la paz de una nave, sin viento, en su
pupila.
¡Cuando era primavera!
Literatura española del siglo XX.
Cuando era primavera en España:
Los olivos temblaban
Adormecidos bajo la sangre azul del día,
Mientras que el sol rodaba
Desde la piel tan limpia de los toros
Al terrón en barbecho
Recién movido por la lengua caliente de la
azada...
¡Cuando era primavera!

Cuando era primavera en España:
Los cerezos en flor
Se clavaban de un golpe contra el sueño
Y los labios crecían,
Como la espuma en celo de una aurora,
Hasta dejarnos nuestro cuerpo a su espalda,
Igual que al agua humilde
De un arroyo que empieza...
¡Cuando era primavera!

Cuando era primavera en España:
Todos los hombres desnudaban su muerte
Y se tendían juntos sobre la tierra
Hasta olvidarse el tiempo
Y el corazón tan débil por el que ardían...
¡Cuando era primavera!

Cuando era primavera en España:
Yo buscaba en el cielo,
Yo buscaba
Las huellas tan antiguas
De mis primeras lágrimas
Y todas las estrellas levantaban mi cuerpo
Siempre tendido en una misma arena,
Al igual que el perfume tan lento,
Nocturno, de las magnolias...
¡Cuando era primavera!

Pero ¡Ay!, tan solo
Cuando era primavera en España...
¡Solamente en España
antes, cuando era primavera!
Emilio Prados, Penumbras I, 1939-1941

Las 13 rosas



¡Ay! Carmela

Canciones de los combatientes republicanos.


martes, 11 de marzo de 2014

No se puede vivir asi 8 de marzo 2013


Morir No Duele Mucho
Emily Dickinson


Morir no duele mucho:
nos duele más la vida.
Pero el morir es cosa diferente,
tras la puerta escondida:
la costumbre del sur, cuando los pájaros
antes que el hielo venga,
van a un clima mejor. Nosotros somos
pájaros que se quedan:
los temblorosos junto al umbral campesino,
que la migaja buscan,
brindada avaramente, hasta que ya la nieve
piadosa hacia el hogar nos empuja las plumas.


To make a prairie (1755)
To make a prairie it takes a clover and one bee,
One clover, and a bee.
And revery.
The revery alone will do,
If bees are few.


Cuentan que Dios nos hizo a todos iguales, es decir, con inteligencia, habilidades y destrezas, capaces de mirar, de conocer, de sentir, Dios nos creó diferentes para hacer de la vida algo más ligera, más amable, nos dio la posibilidad de reproducirnos, pero también de gozar y de amar.

Dios nos hizo humanos, de barro y maíz, agrego el sexo para condimentar la vida y hacer más sencillo el andar, Dios nos hizo iguales.

Pero con eso del libre albedrio, nos dio la posibilidad de ser ambiciosos, de ser egoístas, de creer que podemos ser mejores que los otros, es más, nos dio la terrible opción de negar la existencia del otro, así inventamos la subordinación, la conquista y la esclavitud, donde el otro existe en función de nuestros deseos y necesidades sin importar de que índole puedan ser.

Nos dio el parto como el inicio, así nació el cosmos, de un gran e inmenso estallido y de ese dolor surgió la luz, el sonido, los colores, las formas y lo tangible y lo intangible, así surgimos nosotros, del polvo de estrellas, somos nuestro pasado y futuro.

Nos dio la muerte para indicar que ese camino ya ha sido concluido, que ha sido andado, así podemos regresar a ser lo que siempre hemos sido, polvo de estrellas, música de las esferas.

Hace unos días se dio testimonio una vez más de por qué debemos de abrir las puertas y las ventanas y permitir que entre el viento freso y la luz, que la luna nos acompañe mientras dormimos.

Se dio testimonio de por qué no somos libres, de por qué no podemos amar y tratar de ser felices, una vez más.

Lo ominoso, lo indignante y la infamia nos hacen bajar la cabeza por vergüenza, aquí, en mi ciudad, en mi país, todavía el 8 de marzo se pueden leer notas como esta: Después de 84 días a la joven Yakiri Rubí Rubio Aupart, un juez determinó modificar el delito de homicidio doloso por homicidio con “exceso de legítima defensa”, el argumento fue que la joven de 20 años actuó en defensa propia contra su presunto violador, Miguel Ángel Ramírez Anaya, quien murió a causa de las heridas que ella le provocó.

En este caso como en muchos (demasiados creo yo), la víctima se convierte en victimario y se una un eufemismo por damas grotesco para no retenerla pero tampoco exonerarla y pueda defenderse no de la inocua justicia, sino del acto violento del cual fue sujeta.

Si, resulta que la violación existe solo existe si la victima (que seguramente anhelo ser ultrajada, violada, humillada) llega golpada, con las ropas rasgadas, los huesos rotos, cubierta de heridas, llagas y sangre, ah! y claro, lo más importante, si fue penetrada y se eyaculo dentro de ella, así es posible que se valore si merece ser atendida y se inicie el proceso contra su agresor.

En todo caso si no se presentan estos síntomas, no hay violación, con un poco de suerte acaso algo de acoso, bendita sabiduría de quienes determinan si se es o no víctima.

Pero claro, y las miles de mujeres secuestradas y violentadas, vendidas, prostituyéndose y muriendo porque ya no sirven y pueden ser desechadas, de hecho, el tráfico de personas es mejor negocio que el narcotráfico, aquí una víctima puede ser utilizada muchas, demasiadas veces, algunas de ellas lo son por años, pero claro, son solo mujeres, son pobres, son marginales, son como muchos millones en este nuestro planeta, prescindibles.

No puedo dejar de escribir esto, por que cada una de las victimas es un grito que llena el mundo, es un sueño que muere de dolor y soledad, de tristeza.

Yo quisiera que el año próximo fuese diferente, yo quisiera que ya no hubiese lágrimas y dolor, yo quisiera que las diferencias son puentes, que son el condimento y el sabor de la vida, que son la riqueza.

Para todas las mujeres, para quien lo necesite...

Ciudad de México escrito entre el 9 y el 11 de marzo del 2014

Para hacer una pradera
Emily Dickinson

Para hacer una pradera
toma un trébol y una abeja
y un sueño.
El sueño por sí solo bastará
si te faltaran las abejas.



martes, 4 de marzo de 2014

Desde el Islam, 8 de marzo del 2013




“La feminización de la pobreza es un hecho. La falta de oportunidades de empleo acordes con la formación, otro. El acoso y, cuando cabe, la violencia, otro más. Todo ello para un colectivo cuyo único defecto visible parece ser el no haber tenido la previsión de nacer con otro sexo”
Amelia Valcárcel

“Sólo cerrando las puertas detrás de uno se abren ventanas hacia el porvenir”

Françoise Sagan

El ocho de marzo de celebra el “Día Internacional de la Mujer”, en este día, por alguna razón que desconozco se felicita a las mujeres por ser eso, mujeres, a mí en lo personal no solo me parece ridículo sino un poco grotesco, es sencillamente imaginar que ser mujer es algo sencillo, que no requiere de nada.

Hoy en día, ser mujer es difícil, ser gay es peligroso, ser una persona joven es, por ese solo hecho población de alto riesgo.

Por ello mi reflexión sobre este día está tomada de un Blog de una mujer, una mujer joven, educada, musulmana y gay, de una mujer que cuestiona lo necesario para que las puertas y ventanas se abran y entre el sol y el viento y la vida se refresque y se llene de luz. Una disculpa por las deficiencias de la traducción, es versión libre y la hice yo.

Alejandro.


Tomado del Blog de: Aaminah Khan


ooOOoo

Days Like Crazy Paving

The life, times and ramblings of jaythenerdkid. probably not safe for children.

Muslim, queer, feminist: it’s as complicated as it sounds.

There are three aspects of my identity that really can’t be untangled from each other:

I am a queer woman.

I am a feminist.

And I believe that there is no god but Allah, and that Muhammad is Allah’s messenger.

Yeah, it’s the third one that usually gets the record-scratch reaction.
 
I was raised Muslim, but in my teens, I became severely disillusioned with the faith. Having finished reading the Qur’an in English for the first time, I started to fully appreciate just how easy it was for people to twist and re-interpret the book to serve their own needs. I realised my father had been doing that to me for years, with his rules that he swore came “from God” and his restrictions on my behaviour that were all part of me being a good Muslim girl. Cover yourself so men don’t stare at you; do not draw attention to yourself; avoid the company of men, for being around them will always be a temptation to the both of you. Obey your elders in all matters, even when you know they’re wrong. Abstain not only from sex, but from any kind of intimacy outside of marriage. Be chaste. Be a credit to your family. Be the version of good the people running your life expect you to be.

It all seemed so convenient, the way every time my dad wanted me to do something, he could find a religious reason for it, but when I pointed out things in the Qur’an that seemed to contradict him, he had a way of twisting the words so that he was in the right. It was frustrating, infuriating. It was around this time that I stopped trusting my father all together.

But that’s another story.
 
I think I was sixteen when I made the choice to give Islam another try – on my own terms, this time. By this time, I’d made gay friends; nurtured quiet, unrequited crushes on both boys and girls; sung in choirs and acted on stages without my father’s knowledge; cultivated friendships with boys and even flirted a little, though all in secret. I’d taken to studying my developing form – coltish and awkward, but with a hint of a promise of what it would eventually become – in the bathroom mirror late at night when everyone was asleep, wondering about how it might feel to have someone else see it, even desire it. And I thought about reading the Qur’an as a child and how it had made me feel like I was connecting with something bigger than myself, something that had space for a square peg like me. I wondered if I could find that connection again, if maybe there was more to Islam than authoritarian men telling me what to do. Maybe there was a message for me in there, and I could find it.

So I looked. I read the Qur’an in Arabic, then in English again – more critically, this time, my mind free of the expectation that I would find things that would confirm what I’d been told as a child. I read about Islamic history and the development and stagnation of Sharia law. And while I did all of that, I looked inward. I prayed. I meditated on who I was and what I wanted and where I was going and where my path might lead. I did as Allah instructed me: I questioned everything. I did as my Prophet instructed me: I sought knowledge. I sought it everywhere – in the Qur’an, in religious commentaries, in the Hadithes, in the sacred texts of other faiths, in discussions with friends who thought the concept of a creator was as ludicrous as the idea that the world was flat. I drank all of it in, filtered it through the lens of my own reality, searched for the things that I felt were meant just for me.

It was a long process. I haven’t finished yet. I don’t know if I’ll ever finish. I’ve spent many, many hours buried in books or deep in prayer or engaged in long conversations with my partner about the nature of good and evil and the meaning of life and what God’s purpose for us is, or if there’s a purpose at all. I think I’ve found some of the answers, and I think there are some I’ll never find, not that it’ll stop me from looking. But here is what I’ve found out so far:

It’s possible to be queer and Muslim. This was actually the easiest thing. Restrictions about pre-marital sex and sex with people of the same gender made plenty of sense in a society without contraception or antibiotics, where there were no paternity tests or laws guaranteeing child support (though Islam does have provisions for spousal support in the event of a divorce). I have access to condoms, dental dams, the oral contraceptive pill, penicillin, STD testing. I can terminate unwanted pregnancies safely if need be. Islam, Allah says, is a religion for all people in all times. I do not believe the Creator meant for us to live forever as though scientific progress never happened. And more importantly, I believe that my god is a god of love, and that expressions of love between people of any and all genders are one of the holiest acts that we as human beings can perform. The love between two men or two women or a couple of varying non-binary genders, or even that of a group of consenting adults of various genders, is a holy and sacred thing. The love a gay couple has for an adopted or surrogate child is a holy thing. The love a parent has for a gay or trans child is a holy thing. I do not believe that my God, the Most Beneficent, the Most Merciful, would ever begrudge human beings any acts of love. I believe, in fact, that it is through love that we express the part of ourselves that is closest to Allah in both substance and likeness. We were meant to love. We were meant to express that love and share it with others.

It’s possible to be feminist and Muslim. It’s possible to be sex-positive, to support the rights of sex workers, to support the rights of women to work or stay at home (both protected in the Qur’an), to support the rights of women to demand sexual satisfaction (also guaranteed in the Qur’an), whilst being Muslim. It’s possible to support both the right of a woman to wear a burqa or niqab or dupatta and the right of a woman to wear a miniskirt and high heels. I believe the concept of hijab is about more than modesty – I think it’s about comfort, boundaries and deciding for ourselves what we will and won’t let other people see. Not all Muslim women cover their hair – not even all Muslim women who are pious, devout, practising mumineen cover their hair. I believe, for the same reasons I outlined above, that a woman can enjoy intimate relations with a partner outside of marriage, provided she does so safely. I believe women have the right to live their lives without fear of harassment from men, another right enshrined in the Qur’an. Islam is, Allah tells us, a permissive religion. It is meant to make our lives easier, happier and more peaceful. Feminism is also meant to make our lives easier, happier and more peaceful. Islam is also a religion of justice (the Most Just is one of Allah’s ninety-nine names), and feminism is a movement for justice. Islam, I believe, is – or can be – an inherently feminist faith.

It is possible to be me and be Muslim. I wear miniskirts. I flirt with cute girls in bars. I drive my mother to distraction with my scoop-neck t-shirts and exposed legs. I have male friends. I have loved women and men and people who are neither or both or a complex mixture. Islam is not my father telling me that I can’t join the choir because good Muslim girls don’t sing in public. Islam is not a man telling me I need to cover myself or feel ashamed. Allah does not ask me to be ashamed of myself. Allah asks me to love, to feel compassion, to be empathetic, to give my life in service to the creator and to creation. These are things I can happily and willingly do.

The word “Islam” means “peaceful submission to Allah”. The word “Muslim” means “one who has submitted”. I have opened my heart to the love of Allah and it has enabled me to be a more loving person. I have submitted peacefully to the idea that I must live in service of the creator and creation, and it gives me joy and peace to do so. I have a path and a purpose. I understand some of why I am here and what I must do. I do not know everything. In fact, I do not even know if what I do know is correct. But I know that whatever decisions I make, however I let Allah into my life, it will be on my terms – as a feminist, as a queer woman. As a Muslim, devoted to Allah, carrying the message of love and hope and compassion and peace of the Qur’an in her heart always and forever. As a servant of creation: a speck living on a speck orbiting a speck in a cluster of specks surrounded by other specks, a whole so large that only one outside it could see all of it.
 
I do not speak for Islam. I do not speak for Muslims. I speak for one Muslim: myself. There are as many interpretations of the Qur’an as there are readers of the text. This is mine: a queer, feminist interpretation for my queer, feminist life. It is my path to peace. It is freedom from the shackles of uncertainty. It is my greatest and purest love.

And it is mine. Not my father’s or my mother’s or anyone else’s. Mine alone. My Islam. My way of life.

ooOOoo

Días como loca pavimentación
 
La vida, los tiempos y divagaciones.

Musulmana, maricón, feminista: es tan complicado como parece.

Hay tres aspectos de mi identidad que realmente no se puede desenredar el uno del otro:

ü  Soy una mujer extraña.

ü  Soy feminista.

ü  Y creo que no hay más dios que Allah y que Mahoma es el mensajero de Allah.

Sí, es la tercera que consigue generalmente la reacción récord de cero.

Fui criada musulmán, pero en mi adolescencia, me convertí severamente desilusionado con la fe. Después de haber terminado de leer el Corán en Inglés por primera vez, comencé a apreciar lo fácil que era para que la gente se retuercen y re- interpretar el libro para servir a sus propias necesidades. Me di cuenta de que mi padre me había estado haciendo eso a mí durante años, con sus reglas que juró vinieron "de Dios" y sus restricciones a mi comportamiento que eran parte de mí ser una buena chica musulmana. Cúbrete, así los hombres no te miran, no llamar la atención sobre sí mismo, evitar la compañía de los hombres, para estar cerca de ellos siempre será una tentación para ambos. Obedece a tus mayores en todos los asuntos, incluso cuando sabes que están mal. Abstenerse no sólo de sexo, sino de cualquier tipo de intimidad fuera del matrimonio. Sé casta. Sea un crédito a tu familia. Sea la versión de buena la gente que tu vida espera que seas.

Todo parecía tan conveniente, la forma en que cada vez que mi papá quería que yo hiciera algo, él podría encontrar una razón religiosa para ello, pero cuando le señalé las cosas en el Corán que parecían contradecir, él tenía una manera de torcer las palabras para que él estuviera en lo correcto . Fue frustrante, exasperante. Fue en esta época que dejé de confiar en mi padre, en todos.

Pero eso es otra historia.

Creo que tenía dieciséis años cuando tomé la decisión de dar otra oportunidad al Islam - esta vez, en mis propios términos. En ese momento, yo había hecho amigos gays. Sobre los niños y las niñas; cantaba en coros y actuaba en escenarios sin el conocimiento de mi padre; tenia amistades con chicos cultivé e incluso coquetee un poco, aunque todo en secreto. Había decidido estudiar el desarrollo de mi forma juguetona y torpe, pero con un toque de una promesa de lo que eventualmente se convertiría - en el espejo del baño a altas horas de la noche, cuando todos dormían, preguntándose acerca de cómo se puede sentir que alguien más verlo, aunque lo deseen. Y pensé en leer el Corán como un niño y cómo me había hecho sentir como si me estaba conectando con algo más grande que yo, algo que no tenía espacio para una clavija cuadrada como yo. Me preguntaba si podía encontrar esa conexión de nuevo, si tal vez había algo más en el Islam que los hombres autoritarios diciéndome qué hacer. Tal vez había un mensaje para mí allí, y pude encontrarlo.

Así que busqué. Leí el Corán en árabe , luego en Inglés de nuevo - de manera más crítica, esta vez, mi mente libre de la expectativa de que iba a encontrar cosas que confirmarían lo que me habían dicho cuando era niña. He leído sobre la historia del Islam y el desarrollo y el estancamiento de la sharia. Y mientras yo hacía todo eso, miré hacia adentro. Oré. Medité sobre quién era y lo que quería y hacia dónde iba y dónde mi camino podría conducir. Hice lo que Dios me instruyó: cuestioné todo. Hice lo que me ordenó mi profeta: He buscado el conocimiento. Busqué por todas partes - en el Corán, en comentarios religiosos, en el Hadithes, en los textos sagrados de otras religiones, en las conversaciones con amigos que pensaban que el concepto de un creador era tan absurda como la idea de que el mundo era plano. Bebí todo ello, se filtra a través de la lente de mi propia realidad, busqué las cosas que sentía estaban destinados sólo para mí.

Fue un proceso largo. Todavía no he terminado. No sé si volveré a terminar. He pasado muchas, muchas horas enterrados en los libros o en profunda oración o se involucró en largas conversaciones con mi pareja acerca de la naturaleza del bien y del mal y el sentido de la vida y lo que el propósito de Dios para nosotros es, o si hay un propósito en absoluto. Creo que he encontrado algunas de las respuestas, y creo que hay algunos que nunca encontraré, no es que me va a dejar de mirar. Pero aquí es lo que he encontrado hasta ahora.

Es posible ser homosexual y musulmán. Este fue en realidad la cosa más fácil. Restricciones sobre el sexo antes del matrimonio y relaciones sexuales con personas del mismo sexo hacen mucho sentido en una sociedad sin anticonceptivos o antibióticos, en donde no había pruebas o las leyes que garantizan la manutención de menores (aunque el Islam tiene disposiciones para la manutención del cónyuge en caso de un divorcio). Tengo acceso a condones, protectores dentales, la píldora anticonceptiva oral, penicilina, pruebas de ETS. Puedo interrumpir embarazos no deseados de forma segura en caso necesario. Islam, Allah dice, es una religión para todas las personas en todo momento. No creo que el Creador quiera decir que vivamos para siempre, como si el progreso científico nunca hubiera sucedido. Y lo más importante, yo creo que mi Dios es un Dios de amor, y que las expresiones de amor entre personas de cualquier y todos los géneros son uno de los actos más sagrados que nosotros, como seres humanos podemos realizar. El amor entre dos hombres o dos mujeres o un par de diferentes géneros no binarios, o incluso la de un grupo de adultos que consienten de diversos géneros, es una cosa santa y sagrada. El amor de una pareja gay para un niño adoptado o en una familia sustituta es una cosa sagrada. El amor de un padre ha para un niño gay o trans es una cosa sagrada. No creo que mi Dios, el Compasivo, el Misericordioso, jamás habría evitado a los seres humanos los actos de amor. Creo que, de hecho, que es a través del amor que expresamos la parte de nosotros que está más cerca de Dios, tanto en sustancia y semejanza. Estábamos destinados a amar. Estábamos destinados a expresar ese amor y compartirlo con otros.
 
Es posible ser feminista y musulmana. Es posible ser el sexo -positivas, para apoyar los derechos de las trabajadoras del sexo , para apoyar los derechos de las mujeres para trabajar o quedarse en casa (tanto protegidos en el Corán) , para apoyar los derechos de las mujeres para exigir la satisfacción sexual (también garantizado en el Corán), siendo musulmán. Es posible apoyar tanto el derecho de una mujer a llevar un burka o niqab o dupatta y el derecho de una mujer a llevar una minifalda y tacones altos. Creo que el concepto de hijab es algo más que la modestia - Creo que es la comodidad, las fronteras y decidir por nosotros mismos lo que vamos y no vamos a permitir que otras personas vean. No todas las mujeres musulmanas cubren su cabello - ni siquiera todas las mujeres musulmanas que son piadosos, devoto practicando Mumineen cubren su cabello. Creo que, por las mismas razones que he descrito, que una mujer puede disfrutar de las relaciones íntimas con su pareja fuera del matrimonio, siempre lo hace de manera segura. Creo que las mujeres tienen derecho a vivir su vida sin temor al acoso de los hombres, otro derecho consagrado en el Corán. El Islam es, Dios con nosotros, una religión permisiva dice. Tiene el propósito de hacer la vida más fácil, más feliz y más pacífica. El feminismo también tiene el propósito de hacer la vida más fácil, más feliz y más pacífica. El Islam es también una religión de justicia (la más justa es uno de los noventa y nueve nombres de Allah), y el feminismo es un movimiento por la justicia. Islam, creo, es - o puede ser - una fe intrínsecamente feminista.

Es posible ser yo y ser musulmán. Llevo minifaldas. Coqueteo con las chicas lindas en bares. Conduzco con mis cuellos redondos camisetas y las piernas al descubierto. Tengo amigos varones. He amado mujeres y hombres y las personas que no son ni o ambos, o una mezcla compleja. Decía mi padre que yo no puedo formar parte del coro porque las buenas chicas musulmanas no cantar en público. El Islam no es un hombre que me dice que tengo que cubrirme o sentir vergüenza. Allah no me pide que avergonzarse de mí misma. Allah me pide amar, de sentir compasión, ser empático, a dar mi vida al servicio de la creadora y la creación. Estas son cosas que puedo hacer feliz y de buena gana.
 
La palabra" Islam" significa "sumisión pacífica a Alá". La palabra significa "musulmanes", "uno que ha presentado". He abierto mi corazón al amor de Dios y me ha permitido ser una persona más amorosa. He sometido pacíficamente a la idea de que debo vivir al servicio del creador y la creación, y me da alegría y paz para hacerlo. Tengo una trayectoria y un propósito. Yo entiendo algo de eso que estoy aquí y lo que debo hacer. Yo no lo sé todo. De hecho, ni siquiera sé si lo que sí sé es correcta. Pero yo sé que todo lo que las decisiones que tomo, sin embargo dejo Allah en mi vida, será a mi manera - como feminista, como una mujer extraña. Como musulmán, dedicada a Dios, llevando el mensaje de amor y esperanza y la compasión y la paz del Corán en su corazón siempre y para siempre. Como siervo de la creación: una mota de estar en una mota en órbita una mota en un racimo de motas rodeada de otras partículas, en su conjunto tan grande que sólo uno fuera de ella podía ver todo.

Yo no hablo en nombre de Islam. Yo no hablo en nombre de los musulmanes. Hablo en nombre de una mujer musulmana: yo misma. Hay tantas interpretaciones del Corán, ya que hay lectores del texto. Esta es la mía: una extraña interpretación feminista para mi raro, la vida feminista. Es para mí un camino hacia la paz. Es la libertad de los grilletes de la incertidumbre. Es mi mayor y más puro amor.

Y es el mío. No es mi padre o de mi madre o de cualquier otro. Sólo mía. Mi Islam. Mi forma de vida.
 ooOOoo

Otro post que ahí mismo pueden leer y que es interesante es:

Dear white people: STOP TALKING. (Just for a second. Please?)

Posted by jaythenerdkid

Take a seat, white people. Take a stadium full of seats, actually, because we have a lot to discuss.

Let’s take a quick look at what white feminists have been doing on Twitter so far in 2014:

La querida gente blanca: CONVERSACIÓN DE PARADA. (Solamente durante un segundo ¿Por favor?)

Toman un asiento, la gente blanca. Tome un estadio lleno de asientos, en realidad, porque tenemos mucho para hablar.

Vaya a tomar una mirada rápida en lo que feministas blancas han estado haciendo sobre el twitter hasta ahora en 2014.