Cada
año, al terminar, en la Noche Vieja dicen en España y algunos lugares de América
Latina y de Europa y curiosamente en México y en otras partes es el Año Nuevo.
Así,
que como Marx decía “
Así,
regresando al tema de los deseos, estos están llenos de fe, esperanza, deseo,
sueños y a veces de lujuria y avaricia, están llenos del alma del hombre.
En
ese mundo viejo los deseos parten del recuerdo, de lo que se es, en el nuevo
mundo, los deseos parten de lo que somos, del olvido, de la memoria guardada y
oxidada, mirando un amanecer que será siempre mejor.
Este
construir los deseos es volver a construirlos como lo hicieron hace más de 1000
años con Prisciliano y Santiago, desear es volver a hacer cada año el Camino a
Santiago, esperando andar, tener amigos y amores, sueños y aventuras para que
cuando llegamos a Santiago los deseos sean siempre el horizonte y nuestros
pies, nuestra fe y nuestra esperanza el camino.
Por
ello creo que nuestros deseos deben de estar llenos de nuestros recuerdos, de
lo que fuimos y de lo que somos, de nuestros pecados y redenciones, de nuestros
actos gentiles y los ominosos, creo que los deseos deben de estar llenos de
aquello que nos hace felices y generosos, de aquello que nos permite amar y ser
amados, de amigos y alegrías, de tristezas, dolores y soledades, creo que
nuestros deseos deben ser ligeros para que no nos pesen mientras caminamos,
creo que deben de contener algunas nubes, un poco de cielo y estrellas, algo de
tierra y plantas, arcoíris y cascada, viento de cada lugar del universo.
Por
último, debemos de saber que nuestros deseos son el camino que dejamos para que
nuestros hijos, aquellos que están cerca de nuestro corazón lo caminen, es
nuestra heredad, solo eso dejamos, sueños, solo sueños.
Que
este año que termina hayamos aprendido lo suficiente y tengamos el valor de
romper las convenciones para abrir las puertas y pasar por ellas, que el año
entrante, nuestro camino sea digno, justo y sobre todo ligero, alegre, que haya
compañía, que haya esperanza de alimento y sueños de abrigo, un buen vino, una sabrosa charla, una gran compañía y un buen café con un delicioso brandy.
Alejandro.
Alejandro.
Un fuerte y solidario abrazo, diciembre 27, 2013
Sólo tu corazón caliente,
Y nada más.
Mi paraíso, un campo
Sin ruiseñor
Ni liras,
Con un río discreto
Y una fuentecilla.
Sin la espuela del viento
Sobre la fronda,
Ni la estrella que quiere
Ser hoja.
Una enorme luz
Que fuera
Luciérnaga
De otra,
En un campo de
Miradas rotas.
Un reposo claro
Y allí nuestros besos,
Lunares sonoros
Del eco,
Se abrirían muy lejos.
Y tu corazón caliente,
Nada más.
Deseo
Federico García Lorca
Sólo tu corazón caliente,
Y nada más.
Mi paraíso, un campo
Sin ruiseñor
Ni liras,
Con un río discreto
Y una fuentecilla.
Sin la espuela del viento
Sobre la fronda,
Ni la estrella que quiere
Ser hoja.
Una enorme luz
Que fuera
Luciérnaga
De otra,
En un campo de
Miradas rotas.
Un reposo claro
Y allí nuestros besos,
Lunares sonoros
Del eco,
Se abrirían muy lejos.
Y tu corazón caliente,
Nada más.
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