William Shakespeare, Julio Cesar, III Acto, Escena II
Nuevamente
es 12 de octubre, Día de la Hispanidad, Día de la Raza y algunos epitomes más
para conmemorar el aniversario nacido en 1492, hoy deseo invitarles a
reflexionar sobre esta fecha, los muertos fueron demasiados, por eso presento
algunos datos de la población indoamericana anterior a Colón y algunos que se
ubican un poco más de los 100 años de la llegada de Cortes a las playas de
Yucatán.
Desde
hace varios años se ha hablado del genocidio cometido, los millares de muertes,
no voy a tratar si este suceso puede ser clasificado como tal, pero si puedo
decir que la sangre lavo el continente y que no hubo nación, reino o imperio
europeo que no se hiciera rico con esa sangre, con el despojo y la humillación,
con el dolor.
Más
hay que ubicarse en el contexto de la época, Bizancio (Constantinopla) en 1453,
quedando bajo el dominio Otomano la ley
del Islam, el baluarte del cristianismo que en sus últimos casi 500 años fue
despojado por sus hermanos cristianos (el saqueo de Bizancio por los Venecianos
al mando del Dux Dondolo es una referencia de la avaricia, del despojo y del
desprecio), en la península Ibérica, ese año, pero en uno de enero Al-Andalus
deja de existir, Granada ve por última vez a su Emir y queda en manos
cristianas, la de sus majestades Isabel de Castilla y Fernando de Aragón y
León, en ese mismo año sus majestades hacen del conocimiento el Edicto de
Granada, con lo cual la nueva Diáspora inicia, los judíos son expulsados de
Sefarad.
Quienes
vienen a estas nuevas tierras son estos hombres que no terminan de salir de la
edad media y de comenzar a vivir el Renacimiento, estos hombres ambiciosos,
deseosos de fama y fortuna conseguida a través de las armas, cosa de harto
honor, llenaron las naos todo tipo de personas, filibusteros, aventureros, reos,
porquerizos, leguleyos, pero con algo en común, ambiciosos.
Con
ellos vinieron también el idioma, que considero el máximo y mejor legado que
nos fue dado, la palabra y la posibilidad de leerla, de escribirla, de
hablarla.
Pero
la palabra llego convertida en evangelio y los Dioses antiguos fueron
derrotados, la guerra había llegado al alma de los vivos, de las mujeres,
niños, la antigua religión fue enclaustrada, encadenada, experiencia conocida
por los europeos, lo mismo habían hecho durante el medioevo, destruir la
antigua palabra.
Hoy
a 522 años de distancia pareciera que la única heredad que ha sido fija
permanece y permea la vida y los corazones de cada persona que vive en esta,
nuestra América.
Así, llegaron los europeos, pero hubo
quienes marcaron e hicieron la diferencia, acaso por ser ellos y su
circunstancia, acaso por convicción, lo importante es que esos pocos lograron
modificar la visión y ya sea con su actuar o con sus escritos o las memorias
que algún cronista recoge, dejaron una posibilidad y una esperanza abierta.
Cuenta Bernal Díaz del Castillo en su “Historia
verdadera de la conquista de la Nueva España” que cuando en 1519 Hernán Cortés
llegó a la isla de Cozumel, en la península de Yucatán, se enteró de que en
aquellas tierras se encontraban varios náufragos españoles, miembros de
expediciones anteriores, que habían sido tomados prisioneros por los mayas.
Dispuso
entonces que los buscaran y que los rescataran para que se unieran a su
expedición; fue así como uno de aquellos náufragos, Jerónimo de Aguilar,
oriundo de Ecija, se enteró de la llegada de Cortés y fue a otro pueblo en
busca de Gonzalo Guerrero, nacido en Palos, para llevarle la grata nueva.
Menuda sorpresa debió de llevarse Aguilar, pues ante la noticia de que naves
españolas los esperaban en Cozumel, Guerrero respondió con estas palabras, que
han quedado grabadas en la historia y que llegan a nosotros gracias a Bernal
Díaz del Castillo, quien las relata en su Historia verdadera de la conquista de
Nueva España:
“Hermano
Aguilar, yo soy casado y tengo tres hijos, y tiénenme por cacique y capitán
cuando hay guerras. Id vos con Dios, que yo tengo labrada la cara y horadadas
las orejas. ¿Qué dirán de mí cuando me vean esos españoles ir de esta manera? Y
ya veis estos mis hijicos cuán bonicos son”.
La
mujer de Gonzalo Guerrero no se quedó atrás e increpó así a Jerónimo:
“Mira con qué
viene este esclavo a llamar a mi marido; íos vos y no curéis de más pláticas”. Aguilar tornó
a hablar a Gonzalo, que mirase que era cristiano, que por una india no se
perdiese el ánima, y si por mujer e hijos lo hacía, que los llevase consigo si
no los quería dejar. Y por más que le dijo y amonestó, no quiso venir.
Al
final, la historia se convierte en leyenda, hoy uno es un héroe para los
mexicanos (chovinismo puro) y el otro un conquistador, pero ambos tuvieron la
oportunidad de decidir y así lo hicieron.
A
lo largo de poco más de un siglo, la brutalidad, la barbarie, la violencia han
ido convirtiéndose en las formas de expresión, las Dictaduras, que
prácticamente cubren un poco más de las dos terceras partes del siglo XX,
Se
calcula que la población del flamante continente Americano cuando fue descubierto
(sic) un 12 de octubre del año del señor de 1492 era de aproximadamente de 13.385.000 de almas (referencia en internet en: http://pueblosoriginarios.com/textos/rosenblat/1492.html)
Se considera que tan solo en lo que es
el Valle del Anáhuac (Valle de México). Para 1595 la población indígena había
disminuido de ente un 45 a un 70% De acuerdo a los datos del Padre De las
Casas, extracta de su Destrucción el siguiente resumen
de los indios muertos por los conquistadores:
ü En Santo Domingo.
|
3
millones y más.
|
ü En San Juan, Jamaica, Cuba, Lucayas y otras
islas.
|
3
millones.
|
ü En Nicaragua.
|
1 millón y más en sólo 14 años.
|
ü En Méjico.
|
4
millones y más en sólo 12 años.
|
ü En Honduras.
|
2 millones y más en menos de 20 años.
|
ü En Guatemala.
|
5
millones y más.
|
ü En Costa de Paria.
|
2 millones y más
|
ü En el Perú.
|
4
millones y más
|
Total:
24 millones y más, sin contar los muchos millares exterminados en Quito, en
el reino de Granada, en Popayán, Xalisco, costa de Santa Marta, etc. y los
muertos después de esos 14 años en Nicaragua, de los 20 en Honduras y los 12
en Méjico.
|
Entre
1519 a 1535 murieron más de 20 millones de personas originarias de Mesoamérica
y un siglo después solo sobrevivía el 3% del total de la población
mesoamericana a la llegada de los europeos, estas muertes básicamente
sucedieron por tres epidemias de viruela, enfermedad importada de Europa y
contra la cual los pobladores originales no poseían elementos biológicos de
defensa.
Enfermedad
|
Fechas
|
Porcentaje de mortandad
|
Gripe
|
1494-1514
|
20%
|
Viruela
|
1519-1528
|
35%
|
Sarampión
|
1531-1534
|
25%
|
Tifus
|
1545-1546
|
20%
|
Peste
neumónica
|
1545-1546
|
15%
|
Sarampión
|
1557-1563
|
20%
|
Viruela
|
1576-1591
|
20%
|
Sarampión
|
1576-1591
|
12%
|
Tifus
|
1576-1591
|
15%
|
Sarampión
|
1595-1597
|
8%
|
Sarampión
|
1611-1614
|
8%
|
Tifus
|
1630-1633
|
10%
|
Georges Montandon, en la Enciclopedia
Italiana, XII, 112-113 (s. v. cicli cultarali), dice que los sacrificios
humanos costaban entre los aztecas de Méjico 100.000 vidas por año, de donde
deduce que esta civilización estaba condenada y que su destrucción por la
conquista española era inevitable. Sobre los cautivos de guerra y los
sacrificios sangrientos, véase también Carlos Bosch García, La esclavitud
prehispánica entre los aztecas, Méjico, 1944, págs. 91-105.
Hoy
coloco esto, no en memoria, no como acto de redención o de venganza,
sencillamente lo coloco aquí, porque después de 522 años, de 190,530 días, el
dolor y el sufrimiento siguen en pie en esta América, al igual que en África y
Asia.
Octubre 2014
“Devolver odio
por odio multiplica el odio, añade una oscuridad más profunda a una noche ya
desprovista de estrellas. La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad: sólo
la luz puede hacer eso. El odio no puede expulsar al odio: solo el amor puede
hacer eso.
“Where Do We
Go From Here?: Chaos or Community?” (1967)
Martin Luther King
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