“Creo que en la vida existen varios lugares, algunos íntimos, otros abiertos, los primeros son solitarios y únicos, los segundos son de todos, lugares donde todos podemos reinventarnos, recrearnos, redimirnos, lugares para compartir, para ser generosos, lugares para amar y reír, lugares donde llorar y estar con alguien, lugares para construir entre todos” Alejandro
viernes, 3 de junio de 2011
El Inca también es nuestro pasado y presente
El texto de la HR ya ha sido publicado por completo, pero todavía no en edición facsímil (cfr. Laurencich-Minelli et al., 1995). Del ms. EI se ha publicado, hasta hoy en día, solamente esta carta que el conquistador Francisco de Chávez escribió al Rey en 1533, para denunciar las malas acciones de Francisco Pizarro en su conquista, y se ha presentado una síntesis del ms. EI el 29 de setiembre 1999 en el coloquio internacional de Roma sobre Guaman Poma y Blas Valera, del cual salieron recientemente las actas (Laurencich-Minelli, 2001b) .
Ambos documentos fueron regalados al Mayor Riccardo Cera, tio de la actual proprietaria Clara Miccinelli, por el Duque Amedeo de Saboya Aosta, que perteneció a una rama colateral de la entonces familia reinante italiana, cuyo abuelo, Amedeo I, había sido rey de España durante un tiempo muy breve (1870-1873): el Duque regaló la HR el 11 de noviembre de 1927 y el EI el 10 de Abril de 1930 (ibd.).
Los dos documentos narran, con distintos detalles, los mismos acontecimientos, modificando una serie de hechos hasta ahora afianzados por la historiografia colonial peruana: por un lado, tomando como testimonio la carta de Francisco de Chaves, se acusa a Francisco Pizarro de haber derrotado a Atahualpa brindándole vino envenenado a los oficiales del Inca. Por el otro lado revelan que el mestizo P. Blas Valera fue encarcelado, y luego desterrado a España, en el año 1587, no por un asunto de mujeres, como se consideraba hasta ahora, sino por un delito mucho más grave, que parece haber sido herejía y subversión política: una primera investigación reveló que tras este “delito” se esconde el intento del P. Blas Valera de realizar su utopia, la que llamo movimiento neo-inca cristiano, que buscaba establecer un estado inca pero cristiano en el ámbito del gran imperio de España (Laurencich-Minelli, 2000a,2001c). Todo esto colocó a toda la Provincia jesuítica peruana en grave tensión con la Inquisición, situación que llevó el P. General Claudio Aquaviva primero a desterrar el P. Blas, luego a decretar su muerte jurídica: lo que ocurrió el 2 de abril 1597 en el colegio de Málaga, como testimonian las listas de difuntos conservadas en el Archivo Romano de la Compañía, en la sección Historia Societatis (Borja de Medina, 1999, 262). Muerte que hasta ahora había sido considerada real. La HR y el EI narran sin embargo que después de haber recibido la muerte jurídica, el año 1598, el P. Blas zarpó de Cádiz para regresar a escondidas al Perú, donde llegó el año 1599, y donde fue ayudado por algunos de sus compañeros jesuítas enterados de la situación y por los indios que, a pesar de ser él mestizo, consideraba “su gente”. Nuevamente instalado en el Perú, permaneció ahí hasta el año 1618 momento en que volvió a España donde murió realmente en el año 1619. Los dos manuscritos también relatan que durante su estadía en el Perú, como hombre jurídicamente muerto, el P. Blas Valera concibió Nueva Coronica y Buen Gobierno (NC de ahora en adelante) escondiéndose detrás del nombre de Guamán Poma y, para que la simulación resultara aún más verosímil, el mismo Guamán actuó como informante de su propia vida y de sus andanzas mientras que el H. Gonzalo Ruiz prestó su mano como escriba y dibujante y el P. Anello Oliva le brindó ayuda para enredar aún más las cosas, de manera que no se entendiera que el P. Valera (cuyo nombre aún permanecía entre los condenados por la Inquisición y ya había sido declarado muerto) fue quien concibió la obra. Además los dos documentos nos informan que los Comentarios Reales de Garcilaso de la Vega son un plagio y deformación del trabajo que Valera le había confiado para que lo imprimiera, bajo la condición que respetara al P. Blas como autor y a sus ideas.
¿La conquista del Perú con el veneno? La inquietante denuncia del conquistador Francisco de Chaves a su Majestad el Rey (Cajamarca 5 de agosto 1533)por Laura Laurencich-Minelli [*]
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