Soy así
¿Que yo del vino soy devoto ciego?
Y bien, lo soy.
¿Que soy infiel, idólatra del fuego?
Y bien, lo soy.
Y bien, lo soy.
¿Que soy infiel, idólatra del fuego?
Y bien, lo soy.
Cada uno de mí en su idea fía;
mas yo, dueño de mí, tengo la mía:
Soy lo que soy.
mas yo, dueño de mí, tengo la mía:
Soy lo que soy.
Mi pobre corazón de angustia herido
y de locura, no podrá curarse
de esta embriaguez de amor, ni libertarse
de la prisión donde quedó sumido.
y de locura, no podrá curarse
de esta embriaguez de amor, ni libertarse
de la prisión donde quedó sumido.
Pienso que el día de la creación
en que el vino de amor fue al hombre dado,
el que llenó mi copa fue esenciada
con sangre de mi propio corazón.
en que el vino de amor fue al hombre dado,
el que llenó mi copa fue esenciada
con sangre de mi propio corazón.
Omar Khayyam
De autor desconocido
Por eso el corazón tiembla ante el amor,
como si tuviera ante sí la
amargura de la muerte.
Porque en donde el corazón
despierta, muere
el yo, el sombrío déspota.
Oigo tus cabellos
cuando caen como lluvia
y me pregunto si tú lo
sabes.
Vive felizmente con las de ojos negros
que el mundo no es nada más
que viento y fábula.
Alégrate de lo que has
conseguido
y no recuerdes el pasado.
Para mí aquel rizado y
perfumado cabello,
para mí aquella cara de
luna que es de raza de ángeles.
Afortunado es el que
utiliza y obsequia,
desafortunado el que no
utiliza y no ofrenda.
Este mundo de anhelo es
como el viento y la nube,
acerca el vino, ¡pase lo
que pase!
شاد زي با سياه چشمان شاد
كه جهان نيست جز فسانه و باد
زآمده شادمان ببايد بود
وز گذشته نكرد بايد ياد
من و آن جعد موي غاليه بوي
من و آن ماهروي حور نژاد
نيكبخت آن كسي كه داد و بخورد
شور بخت آن كه او نخورد و نداد
باد و ابر است اين جهان فسوس
باده پيش آر ، هرچه بادا باد
رودکی سمرقندی
Otras señales son: que el amante vuele presuroso hacia
el sitio donde está el amado; que busque pretextos para sentarse a su lado y
acercarse a él; y que abandone los trabajos que le obligarían a estar lejos de
él, de al traste con los asuntos graves que le forzarían a separarse de él, y
se haga el remolón en partir de su lado.
No está reprobado por la fe
ni vedado en la santa Ley, por cuanto los corazones se hallan en manos de Dios
Honrado y Poderoso, y buena prueba de ello es que, entre los amantes, se
cuentan califas y rectos imanes.
¡Oh tú, en cuyas mejillas
ha escrito el vello dos líneas que,
al destruir tu belleza,
despiertan ansias y cuidados!
No sabía que tu mirada era
un sable, hasta ahora
que te he visto vestir los
tahalíes del vello.
Le di aquello que me pedía,
le hice mi señor...
El amor ha puesto bridas en
mi corazón
como un camellero pone
bridas en su camello.
¡Cuántas noches me han
servido las copas
las manos de un corzo que
me compromete!
Me hacía beber de sus ojos
y de su mano
y era embriaguez sobre
embriaguez, pasión sobre pasión.
Yo tomaba los besos de sus
mejillas y mojaba mis labios
en su boca, ambas más dulces
que la miel.
Turbado por las miradas, te
parecería
que acaba de despertarse
del sopor del sueño,
la blancura y rubicundez se
asocian en la belleza,
sin que sean contrarias,
pues son semejantes;
como cadenas de oro rojizo
sobre un rostro de plata,
así la aurora, blanca y
rubia,
es la que parece imitarle.
Cuando aparece el rubor en
sus mejillas
es como el vino puro en
cristal de roca.
Yo le seguí hasta la puerta
de su casa,
porque hay que seguir a la
pieza hasta alcanzarla,
le até con mis riendas
y fue dócil a mi bocado.
Fui a beber a los pozos del
deseo
y pasé por encima de la
vileza del pecado...
Tengo un amado alto,
blanco, rubio.
¿Has visto de noche la
luna? Pues él brilla más
Me dejó el traidor y luego
vino a verme y saber mis nuevas:
tapó mi boca, calló mi
lengua,
hizo como la lima con mis
barruntos.
Desde que nací hasta ahora,
pláceme el descoco,
y hay algunas cosas que
nunca me faltan:
con todo bebedor y
fornicador me junto.
Cuando alguien le recordó
que quien es serio en esta vida será recompensado con el Paraíso, el
irreverente Ibn Quzman respondió estar en el Paraíso en esta vida, vindicando
su libertino estilo de vida
Si el paraíso me dieran,
vino sería
y amar beldades.
Allí fuimos de broma y
desenfreno,
ora con mozos, ora con
mujeres;
corrieron copas y hubo lo
que hubo.
Consejeros, dejaos de monsergas:
¡mi vicio es virtud!
Al recordar el tiempo de mi
juventud, es como si se encendiese
el fuego del amor en el
pecho.
Aquellas noches en que no
hacía caso de la sensatez del consejo
y seguía los errores de los
alocados;
condené al insomnio a los
párpados somnolientos
y recogí el tormento de las
tiernas ramas.
Te abrazaba la cintura
tierna,
bebía de la boca agua
clara.
Yo me contentaba con lo
permitido,
pero tú querías aquello que
no lo es.
Expondré aquello que
ocultas:
¡Oh gloria de la
caballería!
Defendiste las aldeas,
pero violaste a las
personas
El vino es abatido y cae de
bruces,
expulsando por su boca un
aroma violento;
la copa es un caballo
alazán que da vueltas,
con un sudor en el que
fluyen las burbujas;
corre con el vino y la
copa, una luna
de rostro hermoso y sonrisa
mielada;
armado de punta en blanco,
en su cintura y en su mirada,
hay también armas y espadas
penetrantes.
Gacela llena de coquetería,
que a veces nos agrada y a
veces nos asusta;
arroja naranjas en una
alberca
como el que mancha de
sangre una cota de malla.
Es como si arrojase los
corazones de sus amantes
en el abismo de un mar de
lágrimas.
Aprendió el oficio de
carpintero y me dije:
«Quizá lo aprendió del
aserrar de sus ojos en los corazones»
¡desgraciados los troncos
que se apresta a cortar,
unas veces tallándolos y
otras a golpes!
Ahora que son maderos,
comienzan a coger el fruto de su delito,
de cuando, siendo ramas, se
atrevieron a robar la esbeltez de su talle.
¿Es un sol con la túnica de
púrpura
o una luna ascendiendo
sobre una rama de sauce?
¿Muestra unos dientes o son
perlas enfiladas?
¿Son ojos lo que tiene o
dos leones?
¿Una mejilla de manzana o
una rosa
que de los escorpiones
guardan dos espadas?
Ésa es la razón que me
impide dormir:
cuando suelta sus bucles
sobre el rostro,
parece la luna en las
tinieblas de la noche;
es como si a la aurora se
le hubiese muerto un hermano
y la tristeza se hubiese
vestido de luto.
Me voy a profundizar la poesía persa. Puede ser una excelente fuente de inspiración.
ResponderEliminarLos musulmanes siempre han sido muy sensuales.
Saludos.
Hola Marta, eso me parece muy bien, la poesía persa tiene el encanto del desierto y la frescura aromática del Jazmín, es suave, tersa y envolvente, como el canto, en fin, espero que tu experiencia con los persas sea hermosa y si es posible, el mundo musulmán tiene maravillas, para mi gusto, sobre todo las de Al-andalus.
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