Hace
mucho tiempo me preguntaba ¿Dónde estaba Dios?, realmente no lo sé, hace muchos
años no creía que existiera, hoy lo he aceptado, acaso por comodidad, en fin, sé
que Dios invento el pecado, de hecho, entre los musulmanes la yihad es la forma
de enfrentar el pecado, está es la batalla contra la tentación y el pecado por
el auto-control.
Así
el pecado es básicamente el alejarse de Dios, el desobedecerle, el hacer caso
omiso a sus preceptos, sin embargo, por su omnisciencia es imposible tan
siquiera suponer que pudiese haber un error que no fuese concebido como tal por
su inmensa mente, de tal suerte que él no se desvía jamás de sus propios
preceptos.
Yo
soy un pésimo pecador, cuando me animo a hacerlo, es tal mi miedo que me sale
mal y como estoy arrepentido desde antes, sufro demasiado, realmente siento que
tengo marcada en la frente cualquier acción que cometa y que yo (como parte de
Dios –esto puede ser o no una herejía-) no logro obtener un más mínimo alivio y
mucho menos placer, de ahí que el pecado adquiera en mi caso dimensiones épicas.
Y
traigo esto a colación, porque si Dios no siente vergüenza ni arrepentimiento
por que sus pecados no son tales, nosotros, su creación debemos de velar por
que esto no suceda.
Él
en cierto sentido, firmo un pacto con la humanidad, si queremos redimirnos (el
pecado original) debemos de sufrir y reconciliarnos a través de nuestros
pensamientos y acciones con Dios, sin embargo, si ese pacto se rompe, si ese
pacto de altera por decisión unilateral de quien detenta el poder ¿no deberíamos
poder enjuiciarlo?, ¿no deberíamos poder saber por qué haciendo uso de su
inmenso poder nos corrompe?.
Hace
cosa de dos años, por casualidad me encontré en la TV un film en este sentido, está
basado en uno de los actos más vergonzosos y ominosos de la humanidad, el deseo
y procedimiento de exterminio de un pueblo entero, no por sus creencias
religiosas o ideológicas de cualquier índole, sino por sus características genéticas.
Hoy
en día, en mi país, en mi ciudad la violencia, el despojo, el desprecio por la
vida y la dignidad humana son el fruto prohibido, atractivos que son
tentadores, lugar de homicidios, trata de personas, perdida de todo lo humano-
Por
esto, les comparto esta película, la cual, les recomiendo que vean sin
prejuicios, solo como lo que es, un simple juicio, un juicio a Dios.
Alejandro.
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