En
el cerro del Tepeyac se encuentra el templo católico más importante en America
Latina, la Basílica de Guadalupe, antiguo lugar donde los Mexicas adoraban a
Tonatzin “Nuestra Madre”, lugar que después del 13 de agosto de 1521 la Virgen
María se aparece a Juan Diego, morena ella del color de los naturales de estas
tierras, con los colores que casi 300 años más tarde serian los de la nación mexicana,
constelaciones la bordean querubines la sostienen, el cielo y la tierra nuestra
madre surge nuevamente en el imaginario indígena y de la colonia, virgen india
que se enfrenta a la blanca virgen de los Remedios, señora de los nuevos
señores de lo que ahora es América Latina.
Se
calcula que anualmente visitan el santuario mas de diez millones de personas,
el 12 de diciembre se le festeja, bailes de antiguo cuño, con chirimías,
teponaztles y caracoles, danzantes recreando el mundo desaparecido en la sangre
y el fuego, recordando a Tonatzin, a nuestra madre, la Virgen de Guadalupe.
El
9 de diciembre del 2010, transcribí un breve cuento que ya es viejo en mi mente
y mi mano: El milagro, El Dolor, La esperanza.
El
10 de diciembre del 2011 hice un breve recuento de algunas cosas escritas en
derredor de la Virgen de Guadalupe, tratando de ubicar a la Malinche “Malinalli”
con la pstrona de las Américas: “Gualalupe y Malinalli, dos mitos, dos madres,
una nación”.
Hoy
quiero escribir acerca del origen del Nicam Mopahua, sobre todo del ejemplar
trabajo que hizo el Dr. Ángel Maríaa Garibay SJ y el Dr. Miguel Leòn Portilla.
El Nican Mopohua es un
poema escrito en náhuatl que narra las cuatro apariciones de la Virgen de
Guadalupe a Juan Diego. Además de ser el texto relativamente más cercano a la
fecha del suceso que relata. El texto fue escrito por un natural del valle de
México, no únicamente por haber sido escrito en náhuatl, sino porque “presenta
atributos que lo acercan a las formas de expresión muy frecuentes en los
relatos debidos a autores indígenas.” (León Portilla, 2001: 22).
Antonio Valeriano fue discípulo del Colegio de Santa Cruz de
Tlatelolco, donde estudió las artes liberales, historia y filosofía (León
Portilla, 2001: 35). Valeriano por lo tanto posee no únicamente el dominio
literario del náhuatl, su lengua materna, sino que maneja las destrezas expresivas que la educación europea otorga mediante la disciplina liberal de la Retórica.
Ello, en cierta medida, hace al texto un documento sincrético, en virtud de que
el texto fue escrito en lengua vernácula amerindia, pero la composición del
poema atiende a la elocuencia latina.
Antonio
Valeriano, nacido alrededor de 1522, depositario en su niñez de tradiciones
indígenas, estudiante destacado del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco,
admirado por Bernardino de Sahagún y Juan de Torquemada, “que no era pilli [es
decir noble] sino un gran sabio”, a la sazón gobernador de Azcapotzalco y
posteriormente de los indios de México-Tenochtitlan. Aunque los franciscanos
eran adversos al culto de Tonantzin-Guadalupe (Sahagún lo llamará ‘invención
satánica’ y el provincial atacará al arzobispo por favorecer la adoración de la
pintura mariana en la ermita del Tepeyac, lo que “provocó grande escándalo en
la ciudad”), causado una conmoción en la audiencia porque
planteó lo opuesto al mito, a la tradición, a la creencia popular y aceptada de
facto por la iglesia católica. Sabemos que lo logró especialmente entre los
clérigos y los políticos, porque fray Servando fue severamente castigado.
La característica más evidente
del Nican Mopohua es la oralidad. La estructura textual combina la
descripción con los diálogos, pues éstos contienen frases comunicativas que
indican los turnos y expresiones metacomunicativas que al definir el acto
verbal correspondiente denotan la personalidad divina de la interlocutora del
indígena Juan Diego.
Ahora transcribo del texto: “Nuestra Señora de
Guadalupe. Mito-narración-argumentación”, de Sara Martínez, publicado en : Decires, Revista del Centro de Enseñanza para
Extranjeros. ISSN 1405-9134, vol. 12, núm. 15, segundo semestre, 2010, pp.
53-70.
Dos
siglos después, un religioso criollo fray Servando Teresa de Mier habrá de
producir otro texto oral, un sermón. La inserción de narraciones en
este tipo de textos es común y funciona como estrategia argumentativa
Fray
Servando enunció cuatro proposiciones que planteaban otro origen de la
presencia de la Virgen en la América hispana, fundamentando esa acción en el
interés del monarca en conocer la verdadera historia “de este reino”. Es
pertinente recordar que fue el virrey quien le pidió al Padre Mier que pronunciara
el sermón el día de la Virgen de Guadalupe.
He aquí las cuatro proposiciones
que desarrolla a lo largo de su discurso: En primer lugar afirma que la
historia de la imagen de Guadalupe aún no se acaba de escribir y concordar…
porque no se ha dado en el punto céntrico de la realidad” (Teresa de Mier) para
dar como realidad una negación del mito de referencia, a saber que la imagen no
está “pintada” en la tilma de Juan Diego, sino en la capa de Santo Tomás
apóstol de este reino.
En la segunda proposición, este
fraile tan singular explica como el propio Santo Tomás, el más incrédulo de los
doce discípulos de Jesús, trajo la imagen de María hasta la sierra de Tenayuca
y cristianizó a los indios.
La tercera proposición acusa a
los indios apóstatas de maltratar la imagen por lo que Santo Tomás debió esconderla
y la ocultó tan bien que tuvo que venir la mismísima “Reina de los Cielos” a
entregársela a Juan Diego y a pedir su templo. "mi casina divina" del
Nican Mopohua.
Y para que no quedara duda de su
argumentación el sacerdote que desde el púlpito explicó que: La
imagen de nuestra Señora es pintura de los principios del siglo primero de la
iglesia, pero así como su conservación su pincel es superior a toda humana
industria, como que la misma Virgen María se estampó naturalmente en el lienzo
viviendo en carne mortal.
Al Nican Mopohua se le puede encontrar
una intención propagandística o una mera publicidad del milagro, en tanto que
la intención de fray Servando, aparentando ser una herejía, no es más que una
intención política, a saber: Demostrar que los americanos (en tanto que habitantes del nuevo mundo) no le
debían a los españoles peninsulares la aparición de la Virgen de Guadalupe.
Dice Héctor Perea (2001) “El vuelco al sentido de la leyenda era en el fondo el
vuelco
El Sermón tiene tres
destinatarios marcados sintácticamente: 1. el rey Carlos III, 2. la feligresía
asistente a la misa de Guadalupe y 3. la misma Virgen de Guadalupe o Tonantzin o Coatlicue, tratadas como
si fueran la misma persona, atrevimiento que debió provocar conmoción en las
mentes de muchos de quienes escucharon el sermón.
El punto central de la
argumentación es la puesta en duda del origen de la imagen de Guadalupe. Aquí
es importante detectar los puntos de transformación del mito. En el Nican Mopohua se narran tanto las
cuatro apariciones como el milagro de la tilma, en donde aparece la imagen de
la Madre Santísima. En la narración contenida en el Sermón guadalupano se cuestiona el origen de la imagen estampada
en la tilma, pero no se niega la aparición de la Virgen:
Comencemos
a probar, y desde luego nadie se
equivoque pensando que yo niego las apariciones de María Santísima a Juan
Bernardino y Juan Diego,* antes creo; firmísimamente que
negarlas es una temeridad hija de la ignorancia y de la malignidad. Lo que yo constantemente niego es que
María Santísima se pintase en la tilma de Juan Diego. Y en esto no hago sino
seguir la genuina tradición. (Teresa de Mier, 2001: 32)
Por
lo tanto, el Sermón guadalupano aporta
tres acontecimientos previos al mito de referencia: en primer lugar, la
presencia de Santo Tomás en tierras americanas; en segundo lugar, la existencia
de la imagen de la Virgen desde los primeros años del cristianismo y
finalmente, su ocultamiento a raíz de la apostasía de grupos indígenas.
Asimismo, cuestiona el origen y el modo de factura del ayate, siendo que se
trata de una imagen estampada y no entramada. Por otra parte, no sólo no niega
la aparición de Guadalupe, sino que tal acontecimiento constituye el último
episodio de su narración.
El Nican Mopohua pone en imagen una
creencia que durante siglos no fue reconocida por el Vaticano; es la puesta en
imagen de un ideal. El Sermón de fray Servando pone en imagen la mexicanidad y
antigüedad de la creencia en María, frente a la supuesta autoadjudicación
española de haber salvado a estas tierras de la idolatría. Aquí opera la
figuración simbólica de un catolicismo mexicano, figuración que no fue
cabalmente comprendida, más bien fue castigada. Este atrevimiento inusitado
ante una sociedad tan rígida, religiosamente hablando, como la sociedad
virreinal y en un momento político, en el que el inconformismo de los criollos
y las ideas de la ilustración eran peligrosos para la Corona ocasiono el
encarcelamiento de este singular personaje de nuestra historia.
Se nos viene a la mente una hipótesis. Conociendo la fama de que gozaba Valeriano como hombre sabio y maestro en el dominio de su lengua y antigua cultura, ¿pudo ser que, en el contexto de esta notoria atracción que ejercía la ermita de Guadalupe en el Tepeyac, donde como él bien lo sabía, se había Adorado a Tonantzin (…) se sintiera atraído a escribir un relato que hablara sobre el origen de la pintura y la consiguiente devoción?
Valeriano había estado presente en algunos neixcuitilli, representaciones
teatrales compuestas por los frailes, en las que se hacía ver a los indios cómo
Dios, la Virgen su madre y los santos favorecían de muchos modos a quienes
acudían a ellos. Lo que estaba ocurriendo en el Tepeyac parecía probar que la
Madre de Dios había escogido ese lugar para manifestar allí su amor y
protección a cuantos a ella acudieran. Si por eso tantos iban al Tepeyac, no
era una suposición pensar que se estaba cumpliendo el deseo, la voluntad de
Tonantzin, Nuestra Madre de Guadalupe, de tener allí su santuario. Valeriano
(…) debió conocer también algunos relatos acerca de apariciones de la Virgen
María en distintos lugares, principalmente de España. En esos relatos es muy
frecuente encontrar que la Virgen, deseosa de que se le edifique un santuario,
encarga a un pastor o un jornalero, en fin, a una persona del pueblo, sea su
mensajero ante quien habrá de cumplir su voluntad. (…) Valeriano compondría
entonces su relato, a la vez de gran fuerza teatral, en torno a un indio macehual,* hombre del pueblo, cuyo
nombre hubo de dar. De no haber existido éste, su relato corría el peligro de
ser tenido desde un principio como mera fantasía. (…) En realidad, más que
inventar una historia, pudo conjugar varias tradiciones.
Nikan Mopoua
1. Nikan
mopoua, motekpana, in kenin yankuikan ueytlamauisoltika monexiti in senkiska
ichpochtli Sankta Maria Dios Inantsin tosiuapilatokatsin, in onkan Tepeyakak,
moteneua Guadalupe.
|
1. Aquí se
cuenta, se ordena, cómo hace poco, milagrosamente se apareció la perfecta
virgen santa María Madre de Dios, nuestra reina, allá en el Tepeyac, de
renombre Guadalupe.
|
2.
Akattopa kimottititsino se maseualtsintli itoka Juan Diego; Au santenpan
monexiti in Itlasoixiptlatsin in ixpan yankuikan Obispo Don Fray Juan de
Zumarraga.
|
2. Primero
se hizo ver de un indito, su nombre Juan Diego; y después se apareció su
Preciosa Imagen delante del reciente Obispo Don Fray Juan de Zumárraga.
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3. Ye yu matlak xiuitl in
opeualok in atl in tepetl Mexiko, in ye omoman in mitl in chimali, in ye
nouian ontlamatkamani in auakan in tepeuakan.
|
3. Diez
años después de conquistada la Ciudad de México, cuando ya estaban depuestas
las flechas, los escudos, cuando por todas partes había paz en los pueblos,
|
4. in maka
san ye opeu, ye xotla, ye kueponi in tlaneltokilistli, in iximachokatsin in
Ipalnemouani, neli Teotl Dios.
|
4. así
como brotó ya verdece, ya abre su corola la fe, el conocimiento de Aquel por
quien se vive: el verdadero Dios.
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5. In uel
ijkuak in ipan xiuitl mil y kinientos y treinta y uno, kin iu ikeskiluiok in
metstli Disiembre mochiu: onkatka se maseualtsintli iknotlapalsintli.
|
5. En
aquella sazón, el año 1531, a los pocos días del mes de diciembre, sucedió
que había un indito, un pobre hombre del pueblo,
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6. itoka
katka Juan Diego, iu mitoa ompa chane Kuautitlan,
|
6. su
nombre era Juan Diego, según se dice, vecino de Cuauhtitlan,
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7. au in ika Teoyotl , ok
mochompa pouia in Tlatilolko.
|
7. y en
las cosas de Dios, en todo pertenecía a Tlatilolco.
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8. Au
Sabado katka, uel ok youatsinko, kiualtepotstokaya in Teoyotl iuan in
inetititlanis.
|
8. Era
sábado, muy de madrugada, venía en pos de Dios y de sus mandatos.
|
9. Au in asiko in inauak
tepetsintli in itokayokan Tepeyakak, ye tlatlalchipaua,
|
9. Y al
llegar cerca del cerrito llamado Tepeyac ya amanecía.
|
10. konkak
in ikpak tepetsintli kuikoa, yukin nepapan tlasototome kuika; kakauani in
intoski, iukin kinanankilia tepetl, uel senka teyolkima, teuelamachti in
inkuik, kisenpanauia in koyoltototl, in tsinitskan iuan in oksekin
tlasototome ik kuika.
|
10. Oyó
cantar sobre el cerrito, como el canto de muchos pájaros finos; al cesar sus
voces, como que les respondía el cerro, sobremanera suaves, deleitosos, sus
cantos sobrepujaban al del coyoltototl y del tzinitzcan y al de otros pájaros
finos.
|
11.
Kimotstimokets in Juan Diego, kimolui: "—¿Kuix noluil, kuix nomaseual in
ye nikkaki ¿Aso san niktemiki ¿Aso san nikkochitleua
|
11. Se
detuvo a ver Juan Diego. Se dijo: ¿Por ventura soy digno, soy merecedor de lo
que oigo? ¿Quizá nomás lo estoy soñando? ¿Quizá solamente lo veo como entre
sueños?
|
12. ¿Kanin
ye nika, kanin ye ninotta ¿Kuix ye onkan in kitoteuake ueuetke tachtouan
tokokoluan, in xochitlalpan in tonakatlalpan, kuix ye onkan in iluikatlalpan
"
|
12. ¿Dónde
estoy? ¿Dónde me veo? ¿Acaso allá donde dejaron dicho los antiguos nuestros
antepasados, nuestros abuelos: en la tierra de las flores, en la tierra del
maíz, de nuestra carne, de nuestro sustento; acaso en la tierra celestial?
|
13. Ompa on itstikaya in
ikpak tepetsintli in tonatiu ikisayampa, in ompa ualkistia in
iluikatlasokuikatl.
|
13. Hacia
allá estaba viendo, arriba del cerrillo, del lado de donde sale el sol, de
donde procedía el precioso canto celestial.
|
14. Au in
oyuseutikis in kuikatl, in omokaktimoman in yeekikaki ualnotsalo in ikpak
tepetsintli, kiluia: "—Juantsin, Juan Diegotsin".
|
14. Y
cuando cesó de pronto el canto, cuando dejó de oírse, entonces oyó que lo
llamaban, de arriba del cerrillo, le decían: "Juanito, Juan
Dieguito".
|
15. Niman
san yemotlapaloa inik ompa yas in kanin notsalo, aken mochiua in iyolo,
manose itla ik misauia, yese uel paki uelamachtia; kitlekauita in tepetsintli
ompa itstia in kampa ualnotsalok,
|
15. Luego
se atrevió a ir a donde lo llamaban; ninguna turbación pasaba en su corazón
ni ninguna cosa lo alteraba, antes bien se sentía alegre y contento por todo
extremo; fue a subir al cerrillo para ir a ver de dónde lo llamaban.
|
16. au in ye asitiu in ikpak
tepetsintli, in ye okimottili se Siuapili onkan moketsinotikak,
|
16. Y
cuando llegó a la cumbre del cerrillo, cuando lo vio una Doncella que allí
estaba de pie,
|
17. kiualmonochili inik
onyas in inauaktsinko.
|
17. lo
llamó para que fuera cerca de Ella.
|
18. Au in
oyuasito in ixpantsinko, senka kimomauisalui in kenin uelasenpanauia in ik
senkiska mauistikatsintli;
|
18. Y cuando
llegó frente a Ella mucho admiró en qué manera sobre toda ponderación
aventajaba su perfecta grandeza:
|
19. in itlakentsin yukin
tonatiu ik motonameyotia, inik pepetlaka;
|
19. su
vestido relucía como el sol, como que reverberaba,
|
20. au in tetl in texkali in
ik itech moketsa, inik kimina;
|
20. y la
piedra, el risco en el que estaba de pie, como que lanzaba rayos;
|
21. in itlanexyotsin yuki in
tlasochalchiuitl, makistli, in ik nesi;
|
21. el
resplandor de Ella como preciosas piedras, como ajorca (todo lo más bello)
parecía
|
22. yukin
ayaukosamalokuekueyoka in tlali.
|
22. la
tierra como que relumbraba con los resplandores del arco iris en la niebla.
|
23. Au in miskitl, in nopali
iuan oksekin nepapan xiutototin onkan mochichiuani yukin ketsalistli, yuki in
teoxiuitl in iatlapalo nesi. Au in ikuauyo, in iuitsyo, in iauayo yuki in
kostikteokuitatl ik pepetlaka.
|
23. Y los
mezquites y nopales y las demás hierbecillas que allí se suelen dar, parecían
como esmeraldas. Como turquesa aparecía su follaje. Y su tronco, sus espinas,
sus aguates, relucían como el oro.
|
24.
Ixpantsinko mopechtekak, kikak in iyotsin in itlatoltsin in uel senka
teuelamachti in uel tekpiltik yuki in kimokokonauilia, kimotlatlasotilia.
|
24. En su
presencia se postró. Escuchó su aliento, su palabra, que era extremadamente
glorificadora, sumamente afable, como de quien lo atraía y estimaba mucho.
|
25.
Kimoluili: "—Tlaxikkaki noxokoyou Juantsin, kampa in timouika "
|
25. Le
dijo:—"escucha , hijo mío el menor, Juanito. ¿a donde te diriges? "
|
26. Au in
yeuatl kimonankilili: "—Notekuiyoe Siuapile, Nochpochtsine, ka ompa
nonasis mochantsinko Mexiko Tlatilolko, nokontepotstoka in teoyotl, in
techmomakilia, in techmomachtilia in ixiptlauan in Tlakatl in Totekuiyo, in
toteopixkauan".
|
26. Y él
le contestó:—"Mi Señora, Reina, Muchachita mía, allá llegaré, a tu
casita de México Tlatilolco, a seguir las cosas de Dios que nos dan, que nos
enseñan quienes son las imágenes de Nuestro Señor: nuestros Sacerdotes.
"
|
27. Niman
ye ik kimononochilia, kimixpantilia in itlasotlanekilistsin,
|
27. En
seguida, con esto dialoga con él, le descubre su preciosa voluntad;
|
28.
kimoluilia: "Maxikmatti, ma uel yu ye in moyolo, noxokoyou, ka neuatl in
nisenkiska semikak Ichpochtli Sankta Maria, in Inantsin in uel neli Teotl
Dios, in Ipalnemouani, in Teyokoyani, in Tloke Nauake, in Iluikaua, in
Tlaltikpake. Uel nikneki, senka nikeleuia inik nikan nechkechiliske
noteokaltsin,
|
28. le
dice: "sábelo, ten por cierto hijo mío el mas pequeño, que yo soy la
perfecta siempre virgen santa María, madre del verdaderísimo dios por quien
se vive, el creador de las personas, el dueño de la cercanía y de la
inmediación, el dueño del cielo, el dueño de la tierra. mucho quiero, mucho
deseo que aquí me levanten mi casita sagrada
|
29. in
onkan niknextis, nikpantlasas.
|
29. en
donde lo mostrare, lo ensalzare al ponerlo de manifiesto:
|
30. Niktemakas in ixkich
notetlasotlalis, noteiknoitlalis, in notepaleuilis, in notemanauilis,
|
30. lo
daré a las gentes en todo mi amor personal, en mi mirada compasiva, en mi
auxilio, en mi salvación:
|
31. Ka nel neuatl in
namoiknouakanantsin,
|
31. porque
yo en verdad soy vuestra madre compasiva,
|
32. in teuatl iuan in
ixkichtin in ik nikan tlalpan ansepantlaka,
|
32. tuya y
de todos los hombres que en esta tierra están en uno,
|
33. iuan in oksekin
nepapantlaka, notetlasotlakauan, in notech motsatsilia, in nechtemoa, in
notech motemachilia,
|
33. y de
las demás variadas estirpes de hombres, mis amadores, los que a mi clamen,
los que me busquen, los que confíen en mi,
|
34. ka onkan nikinkakilis in
inchokis, in intlaokol, inik nikyektilis nikpatis in ixkich nepapan
innetolinilis, intoneuis, inchichinakilis.
|
34. porque
allí les escuchare su llanto, su tristeza, para remediar, para curar todas
sus diferentes penas, sus miserias, sus dolores.
|
35. Au
inik uelneltis in niknemilia in noteiknoittalis ma xiau in ompa in
itekpanchan in Mexiko Obispo, au tikiluis in kenin neua nimitstitlani inik
tikixpantis in kenin uel senka nikeleuia inik nikan nechkalti, nechkechili in
ipan in tlalmantli noteokal; uel moch tikpouilis in ixkich in otikittak,
otikmauiso, iuan in tlein otikkak.
|
35. y para
realizar lo que pretende mi compasiva mirada misericordiosa, anda al palacio
del obispo de México, y le dirás como yo te envió, para que le descubras como
mucho deseo que aquí me provea de una casa, me erija en el llano mi templo;
todo le contaras, cuanto has visto y admirado, y lo que has oído.
|
36. Au ma
yu ye in moyolo ka uel niktlasokamattis, au ka nikixtlauas
|
36. y ten
por seguro que mucho lo agradeceré y lo pagaré,
|
37. ka ik
nimitskuiltonos, nimitstlamachtis,
|
37. que
por ello te enriqueceré, te glorificaré;
|
38. iuan
miek onkan tikmaseuaik nikkuepkayotiin mosiauilis, in motekipanoliin ik
tiknemilitiu in tlein nimitstitlani.
|
38. y
mucho de allí merecerás con que yo retribuya tu cansancio, tu servicio con
que vas a solicitar el asunto al que te envió.
|
39.
Okayeotikkak, noxokoyou, in niiyo, in notlatol; ma ximouikatiu, ma ixkich
motlapal xikmochiuili."
|
39. ya has
oído, hijo mío el menor, mi aliento, mi palabra; anda, haz lo que este de tu
parte".
|
40. Au
niman ik ixpantsinko onmopechtekak, kimoluili: "—Notekuiyoe, Siuapile,
ka ye niyau inik nikyektilis in miiyotsin in motlatoltsin, ma ok
nimitsnotlalkauili in nimoknomaseual".
|
40. E
inmediatamente en su presencia se postró; le dijo:—"Señora mía, Niña, ya
voy a realizar tu venerable aliento, tu venerable palabra; por ahora de Ti me
aparto, yo, tu pobre indito".
|
41. Niman
ik ualtemok inik kineltilitiu in inelitlanis: konnamikiko in kuepotli,
ualamelaua Mexiko.
|
41. Luego
vino a bajar para poner en obra su encomienda: vino a encontrar la calzada,
viene derecho a México.
|
42. In
oasiko itik altepetl, niman ik tlamelau in itekpanchantsinko Obispo, in uel
yankuikan ualmouikak Teopixkatlatoani, itokatsin katka D. Fray Juan de
Sumarraga, San Fransisko Teopixki.
|
42. Cuando
vino a llegar al interior de la ciudad, luego fue derecho al palacio del
Obispo, que muy recientemente había llegado, Gobernante Sacerdote; su nombre
era D. Fray Juan de Zumárraga, Sacerdote de San Francisco.
|
43. Au in oasito niman ik
moyeyekoa inik kimottilis, kintlatlautia in itetlayekoltikauan in
itlanenkauan, inik konittotiue;
|
43. Y en
cuanto llegó, luego hace el intento de verlo, les ruega a sus servidores, a
sus ayudantes, que vayan a decírselo;
|
44. ye
achi uekautika in konnotsako, in ye omotlanauatili in Tlatouani Obispo inik
kalakis.
|
44.
después de pasado largo rato vinieron a llamarlo, cuando mandó el Señor
Obispo que entrara.
|
45. Au in
onkalak niman ixpantsinko motlankuakets, mopechtekak, niman ye ik
kimixpantilia kimopouilia in iiyotsin in itlatoltsin Iluikak Siuapili in
inetitlanis: noiuan kimoluilia in ixkich okimauiso, in okittak, in okikak.
|
45. Y en
cuanto entró, luego ante él se arrodilló, se postró, luego ya le descubre, le
cuenta el precioso aliento, la preciosa palabra de la Reina del Cielo, su
mensaje, y también le dice todo lo que admiró, lo que vió, lo que oyó.
|
46. Au in okikak in mochi
itlatol, inetitlanis, yukin amo senka monelchiutsino,
|
46. Y
habiendo escuchado toda su narración, su mensaje, como que no mucho lo tuvo
por cierto,
|
47.
kimonankili, kimoluili: "—Nopiltse ma okseppa tiualas, ok iuian
nimitskakis, uel ok itsinekan nikittas, niknemilis in tlein ik otiuala in
motlanekilis, in motlaeleuilis".
|
47. le
respondió, le dijo: "Hijo mío, otra vez vendrás, aun con calma te oiré,
bien aun desde el principio miraré, consideraré la razón por la que has
venido, tu voluntad, tu deseo".
|
48. Ualkis; tlaokoxtiuits,
inik amo niman oneltik in inetitlanis.
|
48. Salió;
venía triste porque no se realizó de inmediato su encargo.
|
49. Niman ualmokuep is sa ye
ikuak ipan semiluitl; niman onka ualamelau in ikpak tepetsintli,
|
49. Luego
se volvió, al terminar el día, luego de allá se vino derecho a la cumbre del
cerrillo,
|
50. au ipantsinko asito in
Iluikak Siuapili, is san ye onkan in kanin akattopa kimottili,
kimochialitika.
|
50. y tuvo
la dicha de encontrar a la Reina del Cielo: allí cabalmente donde la primera
vez se le apareció, lo estaba esperando.
|
51. Au in
oyukimottili, ixpantsinko mopechtekak, motlalchitlas, kimoluili:
|
51. Y en
cuanto la vio, ante Ella se postró, se arrojó por tierra, le dijo:
|
52.
"—Notekuiyoe, Tlakatle, Chiuapile, Noxokoyoue, Nochpochtsine, ka oniuia
in ompa otinechmotitlanili, ka onikneltilito in miiyotsin in motlatoltsin;
masiui in ouiuitika in onikalak in ompa iyeyan in teopixkatlatoani, ka
onikittak, ka oixpan niktlali in miiyotsin in motlaltotsin in yu
otinechmonanauatili,
|
52.
"Patroncita, Señora, Reina, Hija mía la más pequeña, mi Muchachita, ya
fui a donde me mandaste a cumplir tu amable aliento, tu amable palabra;
aunque difícilmente entré a donde es el lugar del Gobernante Sacerdote, lo
vi, ante él expuse tu aliento, tu palabra, como me lo mandaste.
|
53.
onechpakkaseli, au okiyekkak; yese inik onechnankili yukin amo iyolo omasik,
amo monelchiua.
|
53. Me
recibió amablemente y lo escuchó perfectamente pero, por lo que me respondió,
como que no lo entendió, no lo tiene por cierto.
|
54.—Onechilui:
—Okseppa tiualas, ok iuiyan nimitskakis, uel ok itsinekan nikittas in tlein
otiuala, motlayeleuilis, motlanekilis.
|
54. Me
dijo: Otra vez vendrás; aun con calma te escucharé, bien aun desde el
principio veré por lo que has venido, tu deseo, tu voluntad.
|
55.—Uel
itech onikittak in yu onechnankili ka momatti in moteokaltsin tikmonekiltia
mitsmochiuililiske nikan, aso san neuatl nikyoyokoya, akasomo
motenkopatsinko;
|
55. Bien
en ello miré, según me respondió, que piensa que tu casa que quieres que te
hagan aquí, tal vez yo nada más lo invento, o que tal vez no es de tus
labios;
|
56. ka
senka nimitsnotlatlautilia Notekuiyoe, Siuapile, Nochpochtsine, manoso aka
seme in tlasopipiltin, in iximacho, in ixtilo, in mauistilo, itech
xikmokauili in kitkis in kiuikas in miiyotsin in motlaltoltsin inik neltokos.
|
56. mucho
te suplico, Señora mía, Reina, Muchachita mía, que a alguno de los nobles,
estimados, que sea conocido, respetado, honrado, le en—cargues que conduzca,
que lleve tu amable aliento, tu amable palabra para que le crean.
|
57. Ka nel
niknotlapaltsintli, ka nimekapali, ka nikakaxtli, ka nikuitlapili, ka
natlapali, ka nitko ka nimamaloni, kamo nonenemian, kamo noneketsayan in ompa
tinechmiualia, Nochpochtsine, Noxokoyoue, Tlakatle. Siuapile.
|
57. Porque
en verdad yo soy un hombre del campo, soy mecapal, soy perihuela, soy cola,
soy ala; yo mismo necesito ser conducido, llevado a cuestas, no es lugar de
mi andar ni de mi detenerme allá a donde me envías, Virgencita mía, Hija mía
menor, Señora, Niña;
|
58. Ma
xinechmotlapopoluili niktekipachos in mixtsin in moyolotsin, ipan nias, ipan
niuetsis in mosomatsin in mokualantsin, Tlakatle, Notekuiyoe".
|
58. por
favor dispénsame: afligiré con pena tu rostro, tu corazón; iré a caer en tu
enojo, en tu disgusto, Señora Dueña mía".
|
59.
Kimonankilili in Senkiska Mauisichpochtsintli:
|
59. Le
respondió la Perfecta Virgen, digna de honra y veneración:
|
60. "Tlaxikkaki
noxokoyou ma uel yu ye in moyolo kamo tlasotin in notetlayekoltikauan in
notititlanuan, in uel intech nikkauas in kitkiske in niiyo in notlatol, in
kineltiliske in notlanekilis:
|
60.
"escucha, el mas pequeño de mis hijos, ten por cierto que no son escasos
mis servidores, mis mensajeros, a quienes encargue que lleven mi aliento, mi
palabra, para que efectúen mi voluntad;
|
61. yese
uel yu moneki inik uel teuatl ik tinemis, ipan titlatos, uel momatika neltis,
mochiuas, in nosialis, in notlanekilis.
|
61. Pero
es muy necesario que tú, personalmente vayas, ruegues, que por tu intercesión
se realice, se lleve a efecto mi querer, mi voluntad.
|
62. Au uel
nimitstlatlautia noxokoyou, iuan nimitstlakuaunauatia ka uel okseppa tias in
mostla tikittatiu in Obispo.
|
62. Y
mucho te ruego, hijo mío el menor, y con rigor te mando, que otra vez vayas
mañana a ver al obispo.
|
63. Au
nopampa xiknemachti, uel yu xikkakiti in nosialis, in notlanekilis, inik
kineltilis inik kichiuas noteokal nikitlanilia.
|
63. Y de
mi parte hazle saber, hazle oír mi querer, mi voluntad, para que realice,
haga mi templo que le pido.
|
64. Iuan
uel okseppa xikilui in kenin uel neuatl nisemikak Ichpochtli Sankta Maria in
niinantsin Teotl Dios in ompa nimitstitlani".
|
64. Y
bien, de nuevo dile de que modo yo, personalmente, la siempre virgen santa
María, yo, que soy la madre de dios, te mando".
|
65. Au in
Juan Diego kimonankilili kimoluili: —"Notekuiyoe, Siuapile, Nochpochtsine,
makamo niktekipacho in mixtsin in moyolotsin, ka uel nosenyolokakopa nonyas,
nokonneltilitiu in miiyotsin in motlatoltsin ka niman amo niknokakaualtia,
manose niktekokokamatti in ojtli.
|
65. Juan
Diego, por su parte, le respondió, le dijo:—"Señora mía, Reina,
Muchachita mía, que no angustie yo con pena tu rostro, tu corazón; con todo
gusto iré a poner por obra tu aliento, tu palabra; de ninguna manera lo
dejaré de hacer, ni estimo por molesto el camino.
|
66. Ka
nonyas nokonchiuatiu in motlanekilistsin, san uel ye in aso kamo niyekkakos;
in tlanose ye onikakok akasomo nineltokos.
|
66. Iré a
poner en obra tu voluntad, pero tal vez no seré oído, y si fuere oído quizás
no seré creído.
|
67. Ka tel mostla ye teotlak
in ye onkalaki tonatiu nikkuepakiu in miiyotsin in motlatoltsin in tlein ik
nechnankilis in Teopixkatlatoani;
|
67. Mañana
en la tarde, cuando se meta el sol, vendré a devolver a tu palabra, a tu
aliento, lo que me responda el Gobernante Sacerdote.
|
68. Ka ye
nimitsnotlalkauilia, Noxokoyoue, Nochpochtsine, Tlakatle, Siuapile, ma ok
ximoseuitsino".
|
68. Ya me
despido de Ti respetuosamente, Hija mía la más pequeña, Jovencita, Señora,
Niña mía, descansa otro poquito".
|
69. Au
niman ik in ya ichan moseuito.
|
69. Y
luego se fue él a su casa a descansar.
|
70. Au in
imostlayok Domingo, uel ok youatsinko tlatlayouatok, ompa ualkis in ichan
ualamelau in Tlatilolko, kimattiuits in teoyotl iuan inik tepoualos: niman ye
inik kittas Teopixkatlatoani.
|
70. Al día
siguiente, Domingo, bien todavía en la nochecilla, todo aún estaba oscuro, de
allá salió, de su casa, se vino derecho a Tlatilolco, vino a saber lo que
pertenece a Dios y a ser contado en lista; luego para ver al Señor Obispo.
|
71. Au aso
ya ipan matlaktli jora in onesenkaualok inik omokak Misa, iuan otepoualok, in
ualxin in ixkich maseuali.
|
71. Y a
eso de las diez fue cuando ya estuvo preparado: se había oído Misa y se había
nombrado lista y se había dispersado la multitud.
|
72. Au in
yeuatl Juan Diego niman ik ya in itekpanchantsinko in Tlatoani Obispo.
|
72. Y Juan
Diego luego fue al palacio del Señor Obispo.
|
73. Au in oasito ixkich
itlapal okichiu inik okimottilis; au uel ouitika in okseppa kimottili;
|
73. Y en
cuanto llegó hizo toda la lucha por verlo, y con mucho trabajo otra vez lo
vió;
|
74. ikxitlantsiko
motlankuakets, choka, tlaokoya in ik kimononochilia, in ik kimixpantilia in
iiyotsin in itlatoltsin in Iluikak Siuapili,
|
74. a sus
pies se hincó, lloró, se puso triste al hablarle, al descubrirle la palabra,
el aliento de la Reina del Cielo,
|
75. inik
aso sanen neltokos in inetitlanis in itlanekilistsin Senkiska Ichpochtli,
inik kimochiuililiske, inik kimokechililiske in iteokaltsin in kanin
omotlateneuili in kanin kimonekiltia.
|
75. que
ojalá fuera creída la embajada, la voluntad de la Perfecta Virgen, de
hacerle, de erigirle su casita sagrada, en donde había dicho, en donde la
quería.
|
76. Au in
Tlatoani Obispo uel miak tlamantli inik kitlatlani, kitlatemoli, inik uel
iyolo masis, kampa in kimottili, kenamekatsintli; uel moch kipouilili in Tlatoani
Obispo.
|
76. Y el
Gobernante Obispo muchísimas cosas le preguntó, le investigó, para poder
cerciorarse, dónde la había visto, cómo era Ella, todo absolutamente se lo
contó al Señor Obispo.
|
77. Au
masiui in uel moch kimomelauilili in yukatsintli, iuan in ixkich okittak,
okimauiso inka uel yu nesi ka Yeuatsin is Senkiska Ichpochtsintli in
Itlasomauisnantsin in Totemakixtikatsin Totekuiyo Jesukristo;
|
77. Y
aunque todo absolutamente se lo declaró, y en cada cosa vió, admiró que
aparecía con toda claridad que Ella era la Perfecta Virgen, la Amable,
Maravillosa Madre de Nuestro Salvador Nuestro Señor Jesucristo,
|
78. yese
amo niman ik omonelchiu.
|
78. sin
embargo, no luego se realizó
|
79. Kito ka amo san ika
itlatol itlaitlanilis mochiuas moneltilis in tlein kitlani,
|
79. Dijo
que no sólo por su palabra, su petición se haría, se realizaría lo que él
pedía,
|
80. Ka uel
ok itla ineska moneki inik uel neltokos in kenin uel Yeuatsin kimotitlanilia
in Iluikak Sipuapili.
|
80. que
era muy necesaria alguna otra señal para poder ser creído cómo a él lo
enviaba la Reina del Cielo en persona.
|
81. Au in
oyukikak in Juan Diego kimoluili in Obispo:
|
81. Tan
pronto como lo oyó Juan Diego, le dijo al Obispo:
|
82.
"Tlakatle, Tlatoanie, ma xikmottili katleuatl yes in ineska tikmitlanilia
ka niman niyas nikitlanililitiu in Iluikak Siuapili
onechualmotitlanili."
|
82.
"Señor Gobernante, considera cuál será la señal que pides, porque luego
iré a pedírsela a la Reina del Cielo que me envió".
|
83. Au in
okittak in Obispo ka uel monelchiua ka niman atle ik meleltia, motsotsona,
niman ik kiua.
|
83. Y
habiendo visto el Obispo que ratificaba, que en nada vacilaba ni dudaba,
luego lo despacha.
|
84. Au in
ye uits, niman ik kinmonauatili keski in ichantlaka, in uel intech
motlakaneki, kiualtepotstokaske, uel kipipiaske kampa in yau, iuan akin
konitta konnotsa.
|
84. Y en
cuanto se viene, luego les manda a algunos de los de su casa en los que tenía
absoluta confianza, que le vinieran siguiendo, que bien lo observaran a dónde
iba, a quién veía, con quien hablaba.
|
85. Tel iu mochiu. Au in
Juan Diego niman ik ualamelau, kitokak in kuepotli.
|
85. Y así
se hizo. Y Juan Diego luego se vino derecho. Siguió la calzada.
|
86. Au in
kiualtepotstokaya onkan atlautli kisa inauak Tepeyakak, quaupantitlan kipoloko,
manel ok nouian tlatemoke aokkan kittake.
|
86. Y los
que lo seguían, donde sale la barranca cerca del Tepeyac, en el puente de
madera lo vinieron a perder. Y aunque por todas partes buscaron, ya por
ninguna lo vieron.
|
87. San yu
ualmokuepke, amo saniyo in ik omoxixiutlatito, noiuan ik okimelelti
okinkualankakuiti.
|
87. Y así
se volvieron. No sólo porque con ello se fastidiaron grandemente, sino
también porque les impidió su intento, los hizo enojar.
|
88. Yu
kinonotsato in Tlatoani Obispo, kitlauelalilike inik amo kineltokas, kiluike
inik san konmostlakauilia, san kipipiki in tlein kiualmoluilia, anose san
okitemik, san okikochitleu in tlein kimoluilia in tlein kimitlanililia;
|
88. Así le
fueron a contar al Señor Obispo, le metieron en la cabeza que no le creyera,
le dijeron cómo nomás le contaba mentiras, que nada más inventaba lo que
venía a decirle, o que sólo soñaba o imaginaba lo que le decía, lo que le
pedía.
|
89. Au uel
yu kimoluike intla okseppa ualas, mokuepas, onkan kitsitskiske, iuan chikauak
kitlatsakuiltiske inik aokmo seppa istlakatis, tekuamanas.
|
89. Y bien
así lo determinaron que si otra vez venía, regresaba, allí lo agarrarían, y
fuertemente lo castigarían, para que ya no volviera a decir mentiras ni a
alborotar a la gente.
|
90. In okixkichika
Juan Diego kakta ixpantsinko Semikak Ichpochtsintli, kiluiaya itenankililis
in kitkilito itenkopa Uey Teopixkatlatoani;
|
90. Entre
tanto, Juan Diego estaba con la Santísima Virgen, diciéndole la respuesta que
traía del Señor Obispo;
|
91. in oyukimokakilti in
Tlatokasiuapili kilui:
|
91. la
que, oída por la Señora, le dijo:
|
92.
"—Ka ye kuali, ka ye yuki, noxokoyou, nikan mostla okseppa tiualas inik
tikitkilitiu Uey Teopixki in tlaneltilistli in neskayotl in mitstlatlanilia;
|
92.
"bien esta, hijito mío, volverás aquí mañana para que lleves al obispo
la señal que te ha pedido;
|
93. Ik niman
mitstlatolkakilis, iuan itechpa ayokik mitschikomattis, nion motech
chikoyolouas;
|
93. con
eso te creerá y acerca de esto ya no dudará ni de ti sospechará;
|
94. Iuan
ma uel yu ye in moyolo, noxokoyu, ka nimitstlaxtlauis monetlakuitlauilis,
motlatekipanolis mosiammikilis, in nopampa titlapopolotok.
|
94. y
sábete, hijito mío, que yo te pagaré tu cuidado y el trabajo y cansancio que
por mí has impendido;
|
95.
Tlakuele, notelpotsin, ka tel mostla ye nikan nimitsonchixtos".
|
95. ea,
vete ahora; que mañana aquí te aguardo".
|
96. In imostlayok Lunes in
ikuak kiuikaskia in Juan Diego in itla ineska inik neltokos aokmo oualmokuep:
|
96. Y al
día siguiente, lunes, cuando debía llevar Juan Diego alguna señal para ser
creído, ya no volvió.
|
97. Ye ika in ikuak asito in
ichan, se itla, itoka Juan Bernardino, oitechmotlali in kokolistli, uel
tlanautok.
|
97. Porque
cuando fue a llegar a su casa, a un su tío, de nombre Juan Bernardino, se le
había asentado la enfermedad, estaba muy grave.
|
98. Ok
kitisinochilito, ok ipan tlato, yese aokmo inman, ye uel otlanau:
|
98. Aun
fue a llamarle al médico, aun hizo por él, pero ya no era tiempo, ya estaba
muy grave.
|
99. Au in
ye youak, kitlatlauti in itla in ok youatsinko, ok tlatlayouatok ualkisas,
kimonochilikiu in onkan Tlatilolko seme in teopixke inik mouikas,
kimoyolkuitilitiu, iuan kimosenkauilitiu,
|
99. Y
cuando anocheció, le rogó su tío que cuando aún fuere de madrugada, cuando
aún estuviere oscuro, saliera hacia acá, viniera a llamar a Tlatilolco algún
Sacerdote para que fuera a confesarlo, para que fuera a prepararlo,
|
100. ye
ika ka uel yuka in iyolo ka ye inman, ka ye onkan inik mikis ka aok meuas
aokmo patis.
|
100.
porque estaba seguro de que ya era el tiempo, ya el lugar de morir, porque ya
no se levantaría, ya no se curaría.
|
101. Au in Martes, uel ok
tlatlayouatok in ompa ualkis ichan in Juan Diego in kimonochilis teopixki in
ompa Tlatilolko,
|
101. Y el
martes, siendo todavía mucho muy de noche, de allá vino a salir, de su casa,
Juan Diego, a llamar el Sacerdote a Tlatilolco,
|
102. au in
ye asitiuits inauak tepetsintli Tepeyakak in ikxitlan kistika ojtli tonatiu
ikalakiampa, in onkan yeppa kisani, kito:
|
102. y
cuando ya acertó a llegar al lado del cerrito terminación de la sierra, al
pie, donde sale el camino, de la parte en que el sol se mete, en donde antes
él saliera, dijo:
|
103.
"Intla san nikmelaua ojtli, manen nechualmottiliti is Siuapili, ka yeppa
nechmotsikaluis inik nik uikilis tlaneskayotl in teopixkatlatoani, in yu
onechmonauatili;
|
103.
"Si me voy derecho por el camino, no vaya a ser que me vea esta Señora y
seguro, como antes, me detendrá para que le lleve la señal al gobernante
eclesiástico como me lo mandó;
|
104. ma ok techkaua in
tonetekipachol, ma ok nik nonochilitiuetsi in teopixki motolinia, in
notlatsin amo sa kimochialitok".
|
104. que
primero nos deje nuestra tribulación; que antes yo llame de prisa al
sacerdote religioso mi tío no hace más que aguardarlo"
|
105. Niman
ik kontlakolui in tepetl; itsalan ontlekok yenepa sentlapal, tonatiu
ikisayampa kisato, inik isiuka asitiu Mexiko inik amo kimotsikaluis in
Iluikak Siuapili,
|
105. En
seguida le dio la vuelta al cerro, subió por en medio y de ahí, atravesando,
hacia la parte oriental fue a salir, para rápido ir a llegar a México, para
que no lo detuviera la Reina del Cielo.
|
106. in momatti ka in ompa
in otlakolo ka auel kimottilis in uel nouiampa motstilitika.
|
106.
Piensa que por donde dio la vuelta no lo podrá ver la que perfectamente a
todas partes está mirando.
|
107. Kittak kenin
ualmotemoui ikpak in tepetsintli ompa ualmotstilitok in ompa yeppa
konmottiliani.
|
107. La
vio cómo vino a bajar de sobre el cerro, y que de allí lo había estado
mirando, de donde antes lo veía.
|
108.
Konmonamikiliko in inakastlan tepetl, konmotsakuililiko, kimoluili:
|
108. Le
vino a salir al encuentro a un lado del cerro, le vino a atajar los pasos; le
dijo:
|
109. "—Aux noxokoyou,
kampa in tiyau; Kampa in titstiu "
|
109.
"¿Qué pasa, el mas pequeño de mis hijos? ¿A dónde vas, a dónde te
diriges? "
|
110. Au in
yeuatl kuix achi ik melelma Kuix nose pinauak kuix nose ik misaui, momauti
|
110. Y él,
¿tal vez un poco se apenó, o quizá se avergonzó? ¿o tal vez de ello se
espantó, se puso temeroso?
|
111. Ixpantsinko
mopechtekak, kimotlapalui, kimoluili:
|
111. En su
presencia se postró, la saludó, le dijo:
|
112.
"Nochpochtsine, Noxokoyoue, Siuapile, maximopakiltitie, ken
otimixtonalti Kuix tikmouelmachitia in motlasonakayotsin, Notekuiyoe,
Nopiltsinsine
|
112.
"Mi Jovencita, Hija mía la más pequeña, Niña mía, ojalá que estés
contenta; ¿cómo amaneciste? ¿Acaso sientes bien tu amado cuerpecito, Señora
mía, Niña mía?
|
113.
Niktekipachos in mixtsin in moyolotsin: ma xikmomachiltitsino, Nochpochtsine,
ka uelanautok se momaseualtsin notla,
|
113. Con
pena angustiaré tu rostro, tu corazón: te hago saber, Muchachita mía, que
está muy grave un servidor tuyo, tío mío.
|
114. Uey kokolistli in itech
omotlali; ka yeppa ik momikilis.
|
114. Una
gran enfermedad se le ha asentado, seguro que pronto va a morir de ella.
|
115. Au ok
nonisiutiu in mochantsinko Mexiko, nokonnonochilis seme in itlasouan
Totekuiyo in toteopixkauan, konmoyolkuitilitiu, iuan konmosenkauilitiu,
|
115. Y
ahora iré de prisa a tu casita de México, a llamar a alguno de los amados de
Nuestro Señor, de nuestros sacerdotes, para que vaya a confesarlo y a
prepararlo,
|
116. ka nel ye inik
otitlakatke in tikchiako in tomikistekiu.
|
116.
porque en realidad para ello nacimos, los que vinimos a esperar el trabajo de
nuestra muerte.
|
117. Au
intla onokonneltilito, ka niman nikan okseppa niualmokuepas, inik nonyas
nokonitkis in miiyotsin in motlatoltsin, Tlakate Nochpochtsine.
|
117. Mas,
si voy a llevarlo a efecto, luego aquí otra vez volveré para ir a llevar tu
aliento, tu palabra, Señora, Jovencita mía.
|
118. Ma
xinechmotlapopoluili, ma ok ixkich xinechmopakkaijiyouilti kamo ik
nimitsnokeluia, Noxokoyoue, Nopiltsine, ka niman mostla
nikistiuetsikiu."
|
118. Te
ruego me perdones, tenme todavía un poco de paciencia, porque con ello no te
engaño, Hija mía la menor, Niña mía, mañana sin falta vendré a toda
prisa".
|
119. Au in
oyukimokakiti itlatol in Juan Diego kimonankili in
Iknouakasenkiskaichpochtsintli:
|
119. En
cuanto oyó las razones de Juan Diego, le respondió la Piadosa Perfecta
Virgen:
|
120.
"Maxikkaki, ma uel yu ye in moyolo, noxokoyou, maka tle tlein mitsmauti,
mitstekipacho, makamo ken mochiua in mix in moyolo makamo xikimakasi in
kokolistli, manose ok itla kokolistli, kokok teopouki.
|
120.
"Escucha, ponlo en tu corazón, hijo mío el menor, que no es nada lo que
te espantó, lo que te afligió; que no se perturbe tu rostro, tu corazón; no
temas esta enfermedad ni ninguna otra enfermedad ni cosa punzante, aflictiva.
|
121. ¿Kuix
amo nikan nika nimonantsin ¿Kuix amo noseualotitlan, nekauyotitlan in tika
¿Kuix amo neuatl in nimopakkayelis Kuix amo nokuixanko nomamaluasko in tika
¿Kuix ok itla in motech moneki
|
121. ¿No
estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estas bajo mi sombra y resguardo? ¿No
soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estas en el hueco de mi manto, en el
cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?
|
122.
Makamo ok itla mitstekipacho, mitsamana, makamo mitstekipacho in ikokolis
motlatsin, kamo ik mikis in axkan itechka; ma uel yu ye in moyolo ka ye opatik".
|
122. Que
ninguna otra cosa te aflija, te perturbe; que no te apriete con pena la
enfermedad de tu tío, porque de ella no morirá por ahora, ten por cierto que
ya esta bueno".
|
123. (Au ka niman uel ikuak
patik in itlatsin in yu santepan machistik.)
|
123. (Y
luego en aquel mismo momento sanó su tío, como después se supo).
|
124. Au in Juan Diego in
oyukikak in iiyotsin in itlatoltsin in Iluikak Siuapili, uel senka ik
omoyolali, uel ik pachiu in iyolo.
|
124. Y
Juan Diego, cuando oyó la amable palabra, el amable aliento de la Reina del
Cielo, muchísimo con ello se consoló, bien con ello se apaciguó su corazón,
|
125. Au
kimotlatlautili inik ma sa ye kimotitlanili inik kittatiu in Tlatoani Obispo
in kitkilis itla ineska, in ineltika, inik kineltokas.
|
125. y le
suplicó que inmediatamente lo mandara a ver al Gobernante Obispo, a llevarle
algo de señal, de comprobación, para que creyera.
|
126. Au in
Iluikak Siuapili niman ik kimonauatili inik ontlekos in ikpak tepetsintli, in
onkan kanin yeppa konmottiliaya;
|
126. Y la
Reina Celestial luego le mandó que subiera a la cumbre del cerrillo, donde
antes la veía;
|
127.
Kimoluili: "—Xitleko, noxokoyou in ikpak in tepetsintli, au in kanin
otinechittak iuan onimitsnanauati;
|
127. Le
dijo:—"Sube, hijo mío el menor, a la cumbre del cerrillo, a donde me
viste y te di órdenes;
|
128. Onkan
tikittas onok nepapan xochitl, xikteteki, xiknechiko, xiksentlali, ninam
xik—ualtemoui, nikan nixpan xik—ualuika".
|
128. allí
verás que hay variadas flores: córtalas, reúnelas, ponlas todas juntas; luego
baja aquí; tráelas aquí, a mi presencia".
|
129. Au in Juan Diego niman
ik kitlekaui in tepetsintli.
|
129. Y
Juan Diego luego subió al cerrillo,
|
130. Au in
oasito ikpak, senka kimauiso in ixkich onok, xotlatok, kuepontok in nepapan
kaxtilan tlasoxochitl, in ayamo imochiuyan,
|
130. y
cuando llegó a la cumbre, mucho admiró cuantas había, florecidas, abiertas
sus corolas, flores las más variadas, bellas y hermosas, cuando todavía no
era su tiempo;
|
131. ka nel uel ikuak in
motlapaltilia issetl;
|
131.
porque deveras que en aquella sazón arreciaba el hielo;
|
132. uel
senka auiaxtok, iuki in tlasoepyolotli inik youalauachyotok;
|
132.
estaban difundiendo un olor suavísimo, como perlas preciosas, como llenas de
rocío nocturno.
|
133. Niman ik peu in kiteteki,
uel moch kinechiko, kikuixanten.
|
133. Luego
comenzó a cortarlas, todas las juntó, las puso en el hueco de su tilma.
|
134. Au in
onkan ikpak tepetsintli, ka niman atle xochitl in imochiuyan, ka texkala,
netsola, uiuitstla, nopala, miskitla;
|
134. Por cierto
que en la cumbre del cerrito no era lugar en que se dieran ningunas flores,
sólo abundan los riscos, abrojos, espinas; nopales, mezquites,
|
135. au
intla xiutotontin mochichiuani, in ikuak in ipan Metstli Disiembre, ka moch
kikua kipopoloua issetl,
|
135. y si
acaso algunas hierbecillas se solían dar, entonces era el mes de diciembre,
en que todo lo come, lo destruye el hielo.
|
136. Au ka
niman ik ualtemok, kiualmotkilili in Iluikak Siuapili in nepapan xochitl
okitetekito,
|
136. Y en
seguida vino a bajar, vino a traerle a la Niña Celestial las diferentes
flores que había ido a cortar,
|
137. au in oyukimottili,
imatikatsinko konmokuili;
|
137. y
cuando las vio, con sus venerables manos las tomó;
|
138. niman
ye okseppa ikuexanko kiualmotemili kimoluili:
|
138. luego
otra vez se las vino a poner todas juntas en el hueco de su ayate, le dijo:
|
139. "—Noxokoyou, inin
nepapan xochitl yeuatl in tlaneltilis in neskayotl in tik—uikilis in Obispo.
|
139.
"Mi hijito menor, estas diversas flores son la prueba, la señal que
llevarás al Obispo;
|
140. Nopampa tikiluis ma ik
kitta in notlanekilis iuan ik kineltilis in notlanekilis, in nosialis.
|
140. de mi
parte le dirás que vea en ellas mi deseo, y que por ello realice mi querer,
mi voluntad.
|
141. Au in teuatl in tinotitlan
ka uel motech netlakanekoni;
|
141. Y
tú... , tú que eres mi mensajero... , en ti absolutamente se deposita la
confianza;
|
142. Au
uel nimitstlakuaunauatia san uel isel ixpan Obispo tiksouas in motilma, iuan
tiknextilis in tlein tik—uika:
|
142. y
mucho te mando con rigor que nada más a solas, en la presencia del Obispo
extiendas tu ayate y le enseñes lo que llevas.
|
143. Au
uel moch tikpouilis, tikiluis in kenin onimitsnauati inik titlekos in ikpak
tepetsintli in tiktetekitiu xochitl, iuan in ixkich otikittak, otimauiso,
|
143. Y le
contarás todo puntualmente, le dirás que te mandé que subieras a la cumbre
del cerrito a cortar flores, y cada cosa que viste y admiraste,
|
144. inik
uel tikyoloyeuas in Teopixkatlatoani inik niman ipan tlatos inik mochiuas, moketsas
in noteokal onikitlanili."
|
144. para
que puedas convencer al gobernante sacerdote, para que luego ponga lo que
está de su parte para que se haga, se levante mi templo que le he
pedido".
|
145. Au in
okonmonanauatili in Iluikak Siuapili kiualtokak in kuepotli Mexiko ualmelaua,
ye paktiuits.
|
145. Y en
cuanto le dió su mandato la Celestial Reina, vino a tomar la calzada, viene
derecho a México, ya viene contento.
|
146. Ye yu yetiuits in iyolo
ka yekkisakiu, kiyekitkis.
|
146. Ya
así viene sosegado su corazón, porque vendrá a salir bien, lo llevará
perfectamente.
|
147. Uel kimokuitlauitiuits
in tlein ikuixanko yetiuits in manen itla kimakau;
|
147. Mucho
viene cuidando lo que está en el hueco de su vestidura, no vaya a ser que
algo tire;
|
148. kimotlamachtitiuits in
iauiaka in nepapan tlasoxochitl.
|
148. viene
disfrutando del aroma de las diversas preciosas flores.
|
149. In
oasiko itekpanchan Obispo konnamikito in ikalpixkau iuan oksekin itlanenkauan
in Tlatokateopixki.
|
149.
Cuando vino a llegar al palacio del Obispo, lo fueron a encontrar el portero
y los demás servidores del Sacerdote gobernante,
|
150. Au
kintlatlauti inik ma kimoluilikan in kenin kimottilisneki, yese ayak seme
kinek, amo konmokakkaneke aso ye inik uel ok youatsinko.
|
150. y les
suplicó que le dijeran cómo deseaba verlo, pero ninguno quiso, fingían que no
le entendían, o tal vez porque aún estaba muy oscuro.
|
151. au
anose inik ye kiximatti san kintepachoa inik imixtlan pilkatinemi,
|
151. o tal
vez porque ya lo conocían que nomás los molestaba, los importunaba,
|
152. iuan ye okinonotske in
imikniuan in kipoloto in iquak kitepotstokake.
|
152. y ya
les habían contado sus compañeros, los que lo fueron a perder de vista cuando
lo fueron siguiendo.
|
153. Uel
uekautika in otlatolchixtikatka.
|
153.
Durante muchísimo rato estuvo esperando la razón.
|
154. Au in
okittake ye uel uekautika in onkan ikak, motololtitikak, tlatenmatikak in aso
notsalos, iuan in iukinma itla kiualitki, kikuixanotikak; niman ye ik itech
onasike inik kittiliske tlein kiuikats inik inyolo pachiuis.
|
154. Y
cuando vieron que por muchísimo rato estuvo allí, de pie, cabizbajo, sin
hacer nada, por si era llamado, y como que algo traía, lo llevaba en el hueco
de su tilma; luego pues, se le acercaron para ver qué traía y desengañarse.
|
155. Au in
okittak in Juan Diego ka niman auel kintlatilis in tlein kiuikats, ka ik
kitoliniske kitotopeuaske nose ik kimiktiske, tepiton kiualnexti ka xochitl.
|
155. Y
cuando vió Juan Diego que de ningún modo podía ocultarles lo que llevaba y
que por eso lo molestarían, lo empujarían o tal vez lo aporrearían, un
poquito les vino a mostrar que eran flores.
|
156. Au in
yukittake ka moch kaxtilan nepapan xochitl iuan in kamo imochiuyan in ikuak,
uel senka kimauisoke, iuan in kenin uel senka seltik, inik kueponki, inik
auiak, inik mauistik.
|
156. Y
cuando vieron que todas eran finas, variadas flores y que no era tiempo
entonces de que se dieran, las admiraron muy mucho, lo frescas que estaban,
lo abiertas que tenían sus corolas, lo bien que olían, lo bien que parecían.
|
157. Au keleuike inik
keskitetl konanaske, kikixtiliske;
|
157. Y
quisieron coger y sacar unas cuantas;
|
158. au
uel expa mochiuki inik motlapaloke konkuiskia; niman auel mochiuki,
|
158. tres
veces sucedió que se atrevieron a cogerlas, pero de ningún modo pudieron
hacerlo,
|
159. yeika
in ikuak kiitskiskia aokmo uel xochitl in kittaya, san yukima tlakuiloli,
nose tlamachtli, nose tlatsontli in itech kittaya tilmatli.
|
159.
porque cuando hacían el intento ya no podían ver las flores, sino que, a modo
de pintadas, o bordadas, o cosidas en la tilma las veían.
|
160. Niman ik kimoluilito in
Tlatoani Obispo in tlein okittake;
|
160.
Inmediatamente fueron a decirle al Gobernante Obispo lo que habían visto,
|
161. iuan
in kenin kimottilisneki in maseualtsintli ye iskipa ualau, iuan in ye uel
uekau in ye ik aso onka tlatlatolchixtok inik kimottilisneki.
|
161. cómo
deseaba verlo el indito que otras veces había venido, y que ya hacía
muchísimo rato que estaba allí aguardando el permiso, porque quería verlo.
|
162. Au in
Tlatoani Obispo in oyu kimokakiti, niman ipan ya in iyolotsin ka yeuatl in
ineltika inik iyolotsin masis, inik kimoneltililis in tlein ik nemi
tlakatsintli.
|
162. Y el
Gobernante Obispo, en cuanto lo oyó, dió en la cuenta de que aquello era la
prueba para convencerlo, para poner en obra lo que solicitaba el hombrecito.
|
163. Niman motlanauatili
inik niman kalakis, kimottilis.
|
163. En
seguida dió orden de que pasara a verlo.
|
164. Au in okalak
ixpantsinko mopechtekak, in yu yeppa kichiuani;
|
164. Y habiendo
entrado, en su presencia se postró, como ya antes lo había hecho.
|
165. au okseppa
kimotlapouilili in ixkich okittak in okimauiso iuan in inetitlanis.
|
165. Y de
nuevo le contó lo que había visto, admirado, y su mensaje.
|
166.
Kimoluili: "—Notekuiyoe, Tlatoanie, ka ye onikchiu, ka ye onikneltili in
yu otinechmonauatili,
|
166. Le
dijo:—"Señor mío, Gobernante, ya hice, ya llevé a cabo según me
mandaste;
|
167. ka
uel yu oniknoluilito in Tlakatl in Notekuiyo in Iluikak Siuapili Santa Maria
in Teotl Dios Itlasonantsin, in tikmitlania in tlaneskayotl inik uel
tinechmoneltokitis, inik tikmochiuililis in iteokaltsin in onkan
mitsmitlanililia, tikmokechilis;
|
167. así
fui a decirle a la Señora mi Ama, la Niña Celestial, Santa María, la Amada
Madre de Dios, que pedías una prueba para poder creerme, para que le hicieras
su casita sagrada, en donde te la pedía que la levantaras;
|
168. au ka
uel yu oniknoluili in onimitsnomakili in notlatol inik nimitsualnouikilis in
itla ineska in ineltika in itlanekilistsin inik nomak otikmokauili.
|
168. y
también le dije que te había dado mi palabra de venir a traerte alguna señal,
alguna prueba de su voluntad, como me lo encargaste.
|
169. Au ka okiuelmokakiti in
miiyotsin in motlatoltsin; au okimopakkaselili in tikmitlania in itla ineska,
ineltika, inik mochiuas moneltilis in itlanekilistsin.
|
169. Y
escuchó bien tu aliento, tu palabra, y recibió con agrado tu petición de la
señal, de la prueba, para que se haga, se verifique su amada voluntad.
|
170. Au ye in in axkan ok
youatsinko onechmonauatili inik oksepa nimitsnottilikiu;
|
170. Y
ahora, cuando era todavía de noche, me mandó para que otra vez viniera a
verte;
|
171. au
oniknitlanilili in itla ineska inik nineltokos, in yu onechmoluili
nechmomakilis, au ka san niman okimoneltilili.
|
171. y le
pedí la prueba para ser creído, según había dicho que me la daría, e
inmediatamente lo cumplió.
|
172. Au
onechmiuali in ikpak tepetsintli in kanin yeppa nokonnottiliani inik ompa
niktetekitiu in nepapan Kaxtilan xochitl.
|
172. Y me
mandó a la cumbre del cerrito en donde antes yo la había visto, para que allí
cortara diversas rosas de Castilla.
|
173. Au in oniktekito,
onichualnouikilili in onkan tlatsintlan;
|
173. Y
cuando las fui a cortar, se las fui a llevar allá abajo;
|
174. au ka
imatikatsinko konmokuili,
|
174. y con
sus santas manos las tomó y
|
175.
okseppa nokuixanko okonualmotemili,
|
175. de
nuevo en el hueco de mi ayate las vino a colocar,
|
176. inik
nimitsualnotkililis, in uel Teuatsin nimitsnomakilis.
|
176. para
que te las viniera a traer, para que a ti personalmente te las diera.
|
177.
Masiui in ka uel nikmattia kamo imochiuyan xochitl in ikpak tepetsintli, ka
san tetexkala, netsola, uitstla, tenopala, miskitla amo ik oninotsotson, amo
ik nomeyoloak.
|
177.
Aunque bien sabía yo que no es lugar donde se den flores la cumbre del
cerrito, porque sólo hay abundancia de riscos, abrojos, huizachez, nopales,
mezquites, no por ello dudé, no por ello vacilé.
|
178. In nasito in ikpak
tepetsintli in nitlachix ka ye xochitlalpan.
|
178.
Cuando fuí a llegar a la cumbre del cerrito miré que ya era el paraíso.
|
179. Onkan
senkistok in ixkich nepapan tlasoxochitl kaxtilankayotl auach, tonameyotok,
inik niman oniktetekito.
|
179. Allí
estaban ya perfectas todas las diversas flores preciosas, de lo más fino que
hay, llenas de rocío, esplendorosas, de modo que luego las fuí a cortar;
|
180. Au
onechmoluili inik ipampa nimitsnomakilis; au ka ye yu nik neltitlia inik
onkan tikmottilis in itla neskayotl in tikmitlanilia inik tikmoneltililis in
itlanekilistsin;
|
180. y me
dijo que de su parte te las diera, que ya así yo probaría; que vieras la
señal que le pedías para realizar su amada voluntad,
|
181. iuan inik nesi ka
neltilistli in notlatol, in nonetitlanis:
|
181. y
para que aparezca que es verdad mi palabra, mi mensaje,
|
182. Ka
iska, ma xikmoselili."
|
182. aquí
las tienes; hazme favor de recibirlas".
|
183. Au ka niman ik kiualsou
in istak itilma in okikuixanotikaka xochitl.
|
183. Y
luego extendió su blanca tilma, en cuyo hueco había colocado las flores.
|
184. Au in yu ualtepeu in
ixkich nepapan kaxtilan xochitl,
|
184. Y así
como cayeron al suelo todas las variadas flores preciosas,
|
185. niman onkan momachioti,
nestikis in itlasoixiptlatsin is senkiska Ichpochtli Santa Maria Teotl Dios
Inantsin in yukatsintli axkan moyetstika,
|
185. luego
allí se convirtió en señal, se apareció de repente la Amada Imagen de la
Perfecta Virgen Santa María, Madre de Dios, en la forma y figura en que ahora
está,
|
186. in onkan axkan
mopixtsinotika in itlasochantsinko in iteokaltsinko Tepeyakak, motokayotia
Guadalupe.
|
186. en
donde ahora es conservada en su amada casita, en su sagrada casita en el
Tepeyac, que se llama Guadalupe.
|
187. Au in
oyukimottili in Tlatoani Obispo iuan in ixkichtin onkan katka
motlankuaketske, senka kimauisoke,
|
187. Y en
cuanto la vio el Obispo Gobernante y todos los que allí estaban, se
arrodillaron, mucho la admiraron,
|
188.
kimotstimoketske, tlaokoxke, moyoltoneuke, yukin ajkoya in inyolo in
intlalnamikilis…
|
188. se
pusieron de pie para verla, se entristecieron, se afligieron, suspenso el
corazón, el pensamiento…
|
189. Au in
Tlatoani Obispo chokistika, tlaokoyalistika kimotlatlautili, kimitlanilili in
itlapopoluililoka inik amo niman okineltili, in itlanekilistsin, in iiyotsin
in itlatoltsin.
|
189. Y el Obispo
Gobernante con llanto, con tristeza, le rogó, le pidió perdón por no luego
haber realizado su voluntad, su venerable aliento, su venerable palabra,
|
190. Au in omokets kiualton
in ikechtlan ik ilpitikatka in itlaken, in itilma Juan Diego.
|
190. y cuando
se puso de pie, desató del cuello de donde estaba atada, la vestidura, la
tilma de Juan Diego
|
191. in itech omonexiti in
onkan omomachiotitsino in Iluikak Siuapili.
|
191. en la
que se apareció, en donde se convirtió en señal la Reina Celestial.
|
192. Au
niman ik kimouikili; ompa kimotlalilito in ineteochiuayan.
|
192. Y
luego la llevó; allá la fue a colocar a su oratorio.
|
193. Au ok onka osemiluiti
in Juan Diego in ichantsinko Obispo, ok kimotsikalui.
|
193. Y
todavía allí pasó un día Juan Diego en la casa del Obispo, aún lo detuvo.
|
194. Au in imostlayok kilui:
"—Sake, inik tikteittitis in kanin itlanekilistsin Iluikak Siuapili
kimokechililiske in iteokaltsin."
|
194. Y al
día siguiente le dijo:—"Anda, vamos a que muestres dónde es la voluntad
de la Reina del Cielo que le erijan su templo".
|
195. Niman ik tetlaluilok
inik mochiuas moketsas.
|
195. De
inmediato se convidó gente para hacerlo, levantarlo.
|
196. Au in Juan Diego in
oyukitteititi in kanin kimonauatili in Iluikak Siuapili moketsas iteokaltsin,
niman ik tenauati:
|
196. Y
Juan Diego, en cuanto mostró en dónde había mandado la Señora del Cielo que
se erigiera su casita sagrada, luego pidió permiso:
|
197. in ok
onasisneki in ichan inik konittatiu in itlatsin Juan Bernardino, in
uelanautok, in ikuak kiualkauteuak seme kinotsaskia Teopixke in onkan
Tlatilolko, inik kiyolkuitiskia, kisenkauaskia; in kimoluili Iluikak Siuapili
in ye opatik.
|
197.
quería ir a su casa para ir a ver a su tío Juan Bernardino, que estaba muy
grave cuando lo dejó para ir a llamar a un Sacerdote a Tlatilolco para que lo
confesara y lo dispudiera, de quien le había dicho la Reina del Cielo que ya
había sanado.
|
198. Au amo san isel kikauke
yas, ka kiuikake in ompa in ichan;
|
198. Pero
no lo dejaron ir solo, sino que lo acompañaron a su casa.
|
199. Au in oyu asito kittake
in itlatsin ye uel paktika, niman atle kikokoa,
|
199. Y al
llegar vieron a su tío que ya estaba sano, absolutamente nada le dolía.
|
200. Au in yeuatl senka
kimauiso in kenin imach ualuiko, iuan senka mauistililo;
|
200. Y él,
por su parte, mucho admiró la forma en que su sobrino era acompañado y muy
honrado;
|
201. kitlatlani in imach
tleika in yuki chiualo, in senka mauistililo:
|
201. le
preguntó a su sobrino por qué así sucedía, el que mucho le honraran;
|
202. Au in
yeuatl kilui in kenin ikuak ompa ualeuak in kinochiliskia teopixki in
kiyolkuitis, kisenkauas, in onkan Tepeyakak kimottilitsino in Iluikak
Siuapili;
|
202. Y él
le dijo cómo cuando lo dejó para ir a llamarle un sacerdote para que lo
confesara, lo dispusiera, allá en el Tepeyac se le apareció la Señora del
Cielo;
|
203. au kimotitlani in ompa
Mexiko in kittatiu in Tlatoani Obispo inik onkan kimokaltilis in Tepeyakak.
|
203. y lo
mandó a México a ver al Gobernante Obispo, para que allí le hiciera una casa
en el Tepeyac.
|
204. Au kimoluili in makamo
motekipacho in ka ye paktika; in ik senka moyolali.
|
204. Y le
dijo que no se afligiera, que ya su tío estaba contento, y con ello mucho se
consoló.
|
205. Kilui in itlatsin ka ye
neli ka niman ikuak in kimopatili,
|
205. Le
dijo su tío que era cierto, que en aquel preciso momento lo sanó,
|
206. iuan uel kimottili is
san no uel ye iukatsintli in yu kimottititsinoaya in imach,
|
206. y la
vio exactamente en la misma forma en que se le había aparecido a su sobrino,
|
207. iuan
kimoluili in kenin yeuatl ok okimotitlanili Mexiko in kittas Obispo;
|
207. y le
dijo cómo a él también la había enviado a México a ver al Obispo;
|
208. Au ma no in ikuak
kittatiu, ma uel moch ik kixpantis kinonotsas in tlein okittak,
|
208. y que
también, cuando fuera a verlo, que todo absolutamente le descubriera, le
platicara lo que había visto
|
209. iuan in kenin
tlamauisoltika okimopatili;
|
209. y la
manera maravillosa en que lo había sanado,
|
210. au ma
uel yu kimotokayotilis, ma uel yumotokayotitsinos is senkiska Ichpochtsintli
Santa Maria de Guadalupe in itlasoixiptlatsin.
|
210. y que
bien así la llamaría, bien así se nombraría: La Perfecta Virgen Santa Maria
de Guadalupe, Su Amada Imagen.
|
211. Au niman ik kiualuikake
in Juan Bernardino in ixpan Tlatouani Obispo in kinonotsako, in ixpan
tlaneltiliko.
|
211. Y
luego trajeron a Juan Bernardino a la presencia del Gobernante Obispo, lo
trajeron a hablar con él, a dar testimonio,
|
212. Au
ineuan in imach Juan Diego kinkaloti in ichan Obispo achi keskiluitl,
|
212. y
junto con su sobrino Juan Diego, los hospedó en su casa el Obispo unos
cuantos días,
|
213. inok
ixkich ika moketsino iteokaltsin Tlatoka Siuapili in onkan Tepeyakak in kanin
kimottitili in Juan Diego.
|
213. en
tanto que se levantó la casita sagrada de la Niña Reina allá en el Tepeyac,
donde se hizo ver de Juan Diego.
|
214. Au in
Tlatouani Obispo kikuani ompa in Iglesia Mayor in itlasoixiptlatsin in
Iluikaktlasosiuapili.
|
214. Y el
Señor Obispo trasladó a la Iglesia Mayor la amada Imagen de la Amada Niña
Celestial.
|
215.
Kiualmokixtili in ompa itekpanchan in ineteochiuayan moyetstikatka: inik
mochi tlakatl kittas kimauisos in Itlasoixiptlatsin.
|
215. La
vino a sacar de su palacio, de su oratorio en donde estaba, para que todos la
vieran, la admiraran, su amada Imagen.
|
216. Au uel senmochi is
semaltepetl olin, in kiualmottiliaya, in kimauisoaya in Itlasoixiptlatsin.
|
216. Y
absolutamente toda esta ciudad, sin faltar nadie, se estremeció cuando vino a
ver, a admirar su preciosa Imagen.
|
217.
Ualateomatia,
|
217.
Venían a reconocer su carácter divino.
|
218.
kimotlatlautiliaya.
|
218.
Venían a presentarle sus plegarias.
|
219. Senka
kimauisoaya in kenin teotlamauisoltika inik omonexiti,
|
219. Mucho
admiraron en qué milagrosa manera se había aparecido,
|
220. inik
niman ma aka tlaltikpak tlakatl okimikuilui in itlasoixiptlayotsin.
|
220.
puesto que absolutamente ningún hombre de la tierra pintó su amada Imagen.
|
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