viernes, 14 de febrero de 2014

Un poco sobre el amor, la amistad, los sueños, las esperanzas, los dolores y los deseos, 14 de febrero



Nada tan raro y complejo para la humanidad como el amor y la amistad, de hecho ambas son las dos caras de la misma moneda.

La amistad llega a ser tan profunda como las raíces de esos árboles milenarios, fuertes y permanentes, son aquellas personas en las que confiamos y que sabemos que siempre están ahí.

El amor involucra el deseo, la necesidad del cuerpo, el compartir la cotidianidad.


Ambos conllevan la confianza, sin embargo, el amor, desde esa visión del amor romántico está lleno de mitos e historias.

El amor romántico, es ante todo una construcción cultural que se crea, más este amor permite volar, de hecho nace como parte de las leyendas del ciclo artúrico, la búsqueda de la doncella, su protección, rescate, su cuidado, esta idea se adapta muy bien al proceso cristiano.

Mas con el ingrediente de la belleza dado por los musulmanes el amor adquiere la luminosidad del cuerpo, de lo erótico y sensible, de la búsqueda del placer (cosa por demás denostada por la iglesia católica, aunque admitida en el mundo galante), los pueblos orientales agregan los sentidos, así el amor es aroma, sabor, vista, tacto y sonido, cuerpos que se recorren, geografías que se encuentran y suman, aromas que se mezclan y perfuman el deseo, sabores de tiempo, lugares, esperanzas y deseos, gozo de mirar y tocar, de recorrer con la vista los contornos, los pliegues, voces que se hablan, palabras que forman la creación.
 
Así el amor, ese es la búsqueda de un sueño, un lugar, un sentido, el amor por eso duele, por que esperamos encontrar lo que no se nos puede o quiere dar, sin embargo, la vida siempre ayuda a los enamorados, a que ellos se encuentren, a que ellos vuelen y amen, que sean amantes, que se sientan y gocen, que se sepan como un sueño, el de la creación.

La amistad solo requiere de confianza, solidaridad y aceptación.

Para la amistad les dejo lo que Cicerón escribió hace dos mil años, para el amor nada mejor que Venus y Adonis de W. Shakesperare, que el buen Eros les de amor, que la divina Venus les de deseo, que la vida les conceda amor y amistad.

Alejandro.
Cicerón, en Lelio, pone en guardia respecto de lo que se podría llamar “excesos de la amistad”, esto es, cuando el amigo, apelando precisamente a la amistad, solicita algo que es contrario a la virtud. De esta manera, según Cicerón, se puede afirmar que la primera ley de la amistad es pedir a los amigos sólo cosas honestas y hacer sólo cosas honestas en favor de los amigos . Por ello Cicerón afirma que sólo es dable una auténtica amistad entre quienes son virtuosos. Sin embargo, en esta ponencia se propondrá que no es la honestidad condición de la amistad, sino, por el contrario, la amistad es la forma propia como alguien puede llegar a ser virtuoso o, más aún, uno de los fundamentos del vicio es, precisamente, la ausencia de amistades. Así, pues, se afirma que la amistad es propiamente una escuela de virtud.

Como la amistad constituye una forma de comunidad en la que el único interés que vincula a los amigos es la amistad misma, la identidad que se construye en la comunión con amigos tiene como su primer tributo a la virtud el reconocimiento de que el verdadero valor no proviene de la utilidad. Así, pues, la amistad educa, no sólo respecto del amigo, sino sobre todo respecto de sí mismo.
Características positivas de la amistad
La amistad no es otra cosa que la concordia total de pareceres sobre todas las cosas divinas y humanas, sumada a la benevolencia y el afecto. Y no creo que, exceptuada la sabiduría, los dioses hayan hecho al hombre un regalo mejor. (...) ¿Qué vida merece ser vivida, como dice Enio, que no descanse en la mutua benevolencia de un amigo? ¿Qué es más dulce que tener a alguien con quien te atrevas a hablar de todo como contigo mismo? ¿Qué provecho tan grande habría en las ocasiones prósperas si no tuvieras a alguien que se alegrara por ellas tanto como tú mismo? Y sería difícil soportar las adversidades sin uno que las sintiera incluso más que tú. (...)

La amistad, a cualquier parte que nos volvamos, la encontramos dispuesta. Nunca está de sobra, nunca es inoportuna, jamás es molesta. (...) La amistad da mayor esplendor a  la prosperidad y hace más ligeras las desgracias compartiéndolas y haciéndolas comunes
.
Amistad viene de amor
El amor, del cual la amistad ha tomado el nombre, es lo principal para unir la benevolencia. Pues las ventajas se suelen recibir también de aquellos a quienes se les dedica una amistad simulada y son respetados por las circunstancias. Pero en la amistad nada hay fingido, nada simulado, todo lo que hay en ella es verdadero y voluntario.
Dificultades para conservar una amistad

Escipión aseguraba que no había nada más difícil que conservar una amistad hasta el final de la vida. Pues decía que con frecuencia se dividían los intereses o no se tenían las mismas opiniones políticas; que incluso cambiaba la forma de ser de los hombres a veces por las adversidades, otras veces por la vejez. Y ponía como ejemplo de esto a la niñez, porque los mayores afectos de los niños se abandonaban frecuentemente junto con la toga pretexta. Y si llegan hasta la juventud se rompen a veces por una rivalidad amorosa o cualquier otro tipo, al no poder conseguir los dos la misma cosa. Y si algunos llegan más lejos en la amistad, sin embargo se derrumba a menudo si caen en una lucha por los honores. Pues no hay  mal que dañe más a las amistades que la codicia de dinero para la mayoría y la rivalidad de honor y gloria entre los más selectos. De lo cual habían surgido frecuentemente las mayores enemistades entre los mejores amigos.

La amistad es lo mejor de la vida
Mas como las cosas humanas son frágiles y caducas, siempre tenemos que buscar a algunos a quienes amemos y por los que seamos amados. Porque si quitamos el cariño y la benevolencia, desaparece de la vida toda la felicidad.
Cicerón, Sobre la amistad, extractos de los capítulos VI, VIII, X, XXVII
Venus y Adonis (extracto)
W. Shakespeare.

Como un águila hambrienta, cayendo rápido,
Desgarrando con su pico plumas, carne y huesos,

Agitando sus alas, devorando todo a su paso,

Hasta que bien el hartazgo termine o la presa desaparezca;


Tal que así ella besa su frente, sus mejillas, su barbilla,

Y cuando termina empieza otra vez de nuevo.
Sé listo y juega, nuestro juego no está a la vista:

Estas violetas de venas azules donde nos tumbamos
Nunca podrán chismorrear, ni saber lo que decimos.
La suave primavera sobre tus tentadores labios

Te muestra inmaduro, pero que aun así puedes ser saboreado.


Haz uso del tiempo, no pierdas la oportunidad;


La belleza en tu interior no debe ser malgastada:


Las bellas flores que no se recogen en su mejor momento


Se corrompen y consumen a sí mismas en poco tiempo.
'Bella reina,' dijo él, 'si algún amor me debes,

Mide mi extrañeza con mis inmaduros años:


Antes de que yo me conozca, no busques conocerme;
Sofocado, desmayado y agotado, con ella abrazándolo fuerte,
Como un pájaro salvaje siendo domesticado con mano dura,

(…)

Él ahora obedece, y ahora ya más no se resiste,


Mientras ella toma todo lo que puede, no todo lo que quiere.


martes, 11 de febrero de 2014

Mis dos abuelos. Nicolas Guillen y los siete segundos de Youssou N'Dour




“Dilo como es, uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, todos los niños deben ir al cielo”.

Seven seconds, Youssou N'Dour & Neneh Cherry

Mira, así decía mi abuelo, mira decía cuando empezaba a hablar, Dios debe tener la piel de colores, porque cada quien cree que el color de su piel es el mejor, amarillos, negros, blancos, cobrizos, tantos tonos, ven, ven y siéntate aquí y yo me sentaba cerca de mi abuelo, lo escuchaba y miraba mientras él hablaba.

Imagina, hay quien cree que el color de su piel lo hace inteligente o fuerte, que por eso debe ser el amo y el otro el esclavo, pobre de Dios, con tantos colores en su piel, debe ser amo y esclavo.

Hace tiempo escuche una canción que decia:

Asumo que las razones que nos empujan para cambiar todo
Quisiera que olvidáramos su color para que puedan tener esperanza
Muchas opiniones de la raza que los hacen desesperar
Deseo que las puertas estén completamente abiertas
A los amigos para hablar de su dolor y su alegría
De modo que podamos dar información
Que no nos dividan para cambiar

7 segundos lejanos
El tiempo que me quede
Estaré esperando
No es un segundo
7 segundos lejanos
El tiempo que me quede
Estaré esperando
Estaré esperando
Estaré esperando

Y cuando un niño nace en éste mundo
No tiene ningún concepto
De él tono de la piel en la que está viviendo
Y hay un millón de voces
Y hay un millón de voces
Para decirte lo que deberías estar pensando
Así que mejor que tomes sobriedad por un segundo

Escucha, ahora lo que Nicolás Guillen decía sobre mis abuelos, tus ancestros, el blanco y el negro, el me decía lo que yo te digo a ti, todos somos iguales, no importa el color de tu piel, de tu cabello o de tus ojos, importa la solidaridad, la esperanza, la fortaleza y la sabiduría, importa el amar y ser amado, el caminar y mirar y aprender, importa el vivir.

Balada de los dos abuelos

Sombras que sólo yo veo,
me escoltan mis dos abuelos.
Lanza con punta de hueso,
tambor de cuero y madera:
mi abuelo negro.
Gorguera en el cuello ancho,
gris armadura guerrera:
mi abuelo blanco.
Pie desnudo, torso pétreo
los de mi negro;
pupilas de vidrio antártico
las de mi blanco!
África de selvas húmedas
y de gordos gongos sordos...
--¡Me muero!
(Dice mi abuelo negro.)
Aguaprieta de caimanes,
verdes mañanas de cocos...
--¡Me canso!
(Dice mi abuelo blanco.)
Oh velas de amargo viento,
galeón ardiendo en oro...
--¡Me muero!
(Dice mi abuelo negro.)
¡Oh costas de cuello virgen
engañadas de abalorios...!
--¡Me canso!
(Dice mi abuelo blanco.)
¡Oh puro sol repujado,
preso en el aro del trópico;
oh luna redonda y limpia
sobre el sueño de los monos!
¡Qué de barcos, qué de barcos!
¡Qué de negros, qué de negros!
¡Qué largo fulgor de cañas!
¡Qué látigo el del negrero!
Piedra de llanto y de sangre,
venas y ojos entreabiertos,
y madrugadas vacías,
y atardeceres de ingenio,
y una gran voz, fuerte voz,
despedazando el silencio.
¡Qué de barcos, qué de barcos,
qué de negros!
Sombras que sólo yo veo,
me escoltan mis dos abuelos.
Don Federico me grita
y Taita Facundo calla;
los dos en la noche sueñan
y andan, andan.
Yo los junto.
--¡Federico!
¡Facundo!   Los dos se abrazan.
Los dos suspiran.   Los dos
las fuertes cabezas alzan;
los dos del mismo tamaño,
bajo las estrellas altas;
los dos del mismo tamaño,
ansia negra y ansia blanca,
los dos del mismo tamaño,
gritan, sueñan, lloran, cantan.
Sueñan, lloran, cantan.
Lloran, cantan.
¡Cantan!

Nicolás Guillén.


domingo, 2 de febrero de 2014

Aunque ellos te hallan matado, aún vamos a andar





“Todos estamos en la cloaca, pero algunos miramos desde allí las estrellas”
Oscar Wilde

Había estado lloviendo toda la noche, un gran silencio, solo el sonido de la lluvia al golpear contra las láminas de los techos… de pronto un sonido ensordecedor como si el cielo y la tierra se abrieran, luces inmensa iluminando todo, los perros ladrando, mastines de caza, se escuchan los motores y como se detienen los vehículos, hombres gritando órdenes y otros bajando, los helicópteros cual aves de rapiña vuelan en círculos, de pronto se escuchan gritos, más gritos, órdenes y lamentos, puertas derribadas, el tableteo de las metralletas, personas que son sacadas rastras de sus camas y de sus casas, llantos, niños llorando…

“…Que partió a la sierra / que nunca hizo daño, / que partió a la sierra / y en cinco minutos, / quedó destrozado…” Dacia Víctor Jara que en “Te recuerdo Amanda” todo en un instante, todo sucedió. Ella, la buena camarada, la joven llena de alegría y solidaridad, ella amaneció dos días después comida por los perros en el basurero de San Salvador, ¿Cómo seguir viviendo?, ¿Cómo volver a reír?...¿cómo olvidar Guazapa, a los amigos, a los camaradas, a ella, la buena y maravillosa amiga, cómo?

Ahora te corresponde a ti querido amigo, recuerdas lo andado, en aquellos viejos y polvorosos caminos de Centroamérica y de México y aquí estamos, tu amaneciste como ella, destrozado, torturado, mordido por los perros en un basurero de Acapulco.

Es difícil escribir sobre la vida cuando te la roban porque has dicho NO, porque no cediste, porque no aceptaste, ellos, los asesinos solo conocen el miedo y el terror como dialogo.

Aunque sé que no volveremos a caminar juntos, aunque sé que no te reirás ni me harás bromas, sé que has sido un buen ser humano, un gran camarada, un buen padre y un amigo.

Por esto, por lo de ella ¿la recuerdas?, por ti, por lo andado, porque es tan sencillo aprender a matar, a torturar, es tan fácil dejar tu humanidad y convertirte en una bestia depredadora, sin esperanza, sin sueños. Sabes, por eso no creo que nosotros seamos las víctimas, porque hemos gozado de la poesía y la música, de la pintura, de caminar y conocer, que aprendimos a vivir con el arte, porque esto siempre nos hace humanos, si hemos vivido con el corazón abierto y el espíritu libre.

Por eso, ellos, los asesinos son las víctimas, no tienen alma, no tienen espíritu, están huecos, vacíos, son duros y fríos como el acero y el mármol, ellos viven solos, sin amor, sin sueños ni esperanzas, sin un amigo o un amor, solo con su dolor y crueldad, solos con la sangre de sus víctimas.


Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Cantares, Antonio Machado

Algún día, volveremos a vernos, caminaremos como lo hacíamos antes, algún día volveremos a cantar y a reír.

Alejandro, enero / febrero 2014
Vamos a andar, 
en verso y vida tintos, 
levantando el recinto 
del pan y la verdad. 

Vamos a andar, 
matando al egoísmo, 
para que por lo mismo, 
reviva la amistad. 

Vamos a andar, 
hundiendo al poderoso, 
alzando al perezoso, 
sumando a los demás. 

Vamos a andar, 
con todas las banderas 
trenzadas, de manera 
que no haya soledad. 

Que no haya soledad, 
que no haya soledad, 
que no haya soledad. 

Vamos a andar 
para llegar a la vida. 

"Vamos a andar" Sivio Rodríguez.