“Creo que en la vida existen varios lugares, algunos íntimos, otros abiertos, los primeros son solitarios y únicos, los segundos son de todos, lugares donde todos podemos reinventarnos, recrearnos, redimirnos, lugares para compartir, para ser generosos, lugares para amar y reír, lugares donde llorar y estar con alguien, lugares para construir entre todos” Alejandro
Estas
citas me han significado algo en la vida, no tan solo por la fortuna de leer el
texto cuando sucede algo que se contextualiza en la cita, es porque en cierto
sentido, son las me han servido como constelaciones, conforme vaya recordando
el momento y la cita las ire agregando a este texto.
Alejandro,
2014
"Duda que cada
estrella sea una hoguera, duda que el sol camine el año entero, duda que la
verdad sea sincera, pero no dudes nunca que te quiero" Shakespeare, Hamlet, 2o. acto (carta de Hamlet a Ofelia
leída por Polonio)
"¿Dónde estabas
tú cuando yo fundaba la tierra?" Libro de Job, 38,4.
Reina Valera.
Quosque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?.¿Hasta cuándo, Catilina, vas a abusar de nuestra
paciencia? Primer discurso de Cicerón
ante el Senado contra Lucio Sergio Catilina (Catilinarias)
“Verte desnuda es recordar la tierra”.Federico García Lorca. Casida
de la mujer tendida.
“De la luna, te lo juro. Érase una vez un hombre en la luna, y
era yo”. "Estamos hechos de la misma materia que los sueños".W. Shakespeare La tempestad.
"... pasamos por el presente con una venda en los ojos, sólo
cuando todo ha pasado podemos destaparnos los ojos para ver lo ocurrido"Milan
Kundera. El libro de los amores ridículos.
“Dans la
poussière des mots naissent les rêves”, "In the dust of the words
are born the dreams",“En el polvo de las palabras nacen los
sueños” - Sandra
Dullier.
Confucio dijo alguna vez que hay tres formas de
obtener sabiduría: "Primero, por
reflexión, que es la forma más noble. Segundo, por imitación, que es la forma
más fácil. Tercero, por experiencia, que es la forma más amarga".
Acumular sabiduría, la más preciada de las virtudes a lo largo de todas las
culturas, es un ejercicio de aprendizaje de vida, análisis cuidadosa y acción
reflexiva.
“Mira Macario,
esta es la humanidad. Aquí ves arder las vidas tranquilamente. A veces soplan
los vientos de la guerra, los de la peste, y las vidas se apagan por millares
al azar. Las altas, las pequeñas, las derechas y las torcidas. Ahora reina la
calma. Míralas arder. Son de distintas ceras, cada una es única, duran más o
menos según la materia que alimenta la flama.“ Macario
Yo
he visto la vida, sin embargo nunca la he sentido, tan solo soy el Omega, el
fin, el camino termina en mí, yo soy quien corta el hilo, yo soy quien conduce
la barca y al que se le da el óbolo en la Estigia.
Yo
estoy aquí, a tu lado, todo el tiempo, todos los días, a cada minuto, a cada día,
cada acto de tu vida, cada momento, yo estoy ahí, contigo, junto a ti,
caminando al lado tuyo.
Cuando
debes de cerrar el libro de la vida, yo soy la última letra, la última hoja, pero
tú, tu empuñas la pluma, tu escribes.
Hoy
que todo se llena de mí, la sangre que riega la tierra, el polvo que llega a
los ojos, esa la haces tú, tu destruyes, tu depredas, tu, eso, lo haces tú, tu
ambición, tu vanidad, tu megalomanía, tu ceguera, tu quemas las ideas y los
niños, las piras arden, la vida se va, tú lo haces, la impunidad eres tú, la
injusticia eres tú, la indiferencia eres tú, el silencio, el silencio y sigues caminando sin ver, sin sentir, sin indignarte.
Yo,
yo solo soy el punto del final, ese que tú colocas o que la vida pinta.
Honra
la muerte como lo que es, tu única compañera, honra la vida como lo que es, tu única
oportunidad de ser feliz, la esperanza de que lo único que tenemos es la vida, lo único que tienes es tu derecho inalienable de vivir, de ser feliz, de buscar que todos lo sean, de luchar, de no permitir, de no callar, de no cerrar los ojos ni los oidos, de gritar y decir fuerte sin miedo.
"Cuántas posibles muertes dará a la vida o al olvido"
Jorge Luis Borges
Fuente: Pacarina del Sur - http://www.pacarinadelsur.com/home/oleajes/58-olvido-y-memoria-tomochic-de-heriberto-frias - Prohibida su reproducción sin citar el origen.
Solo la muerte
Pablo
Neruda
Hay cementerios solos, tumbas llenas de
huesos sin sonido, el corazón pasando
un túnel oscuro, oscuro,
oscuro, como un naufragio
hacia adentro nos morimos, como ahogarnos en
el corazón, como irnos cayendo
desde la piel del alma.
Hay cadáveres, hay pies de
pegajosa losa fría, hay la muerte en
los huesos, como un sonido puro, como un ladrido de
perro, saliendo de ciertas
campanas, de ciertas tumbas, creciendo en la
humedad como el llanto o la lluvia.
Yo veo, solo, a
veces, ataúdes a vela zarpar con difuntos
pálidos, con mujeres de trenzas muertas, con panaderos
blancos como ángeles, con niñas
pensativas casadas con notarios, ataúdes subiendo el
río vertical de los muertos, el río morado, hacia arriba, con
las velas hinchadas por el sonido de la muerte, hinchadas por el
sonido silencioso de la muerte.
A lo sonoro llega
la muerte como un zapato sin
pie, como un traje sin hombre, llega a golpear con
un anillo sin piedra y sin dedo, llega a gritar sin
boca, sin lengua, sin garganta.
Sin embargo sus
pasos suenan y su vestido suena,
callado como un árbol.
Yo no sé, yo
conozco poco, yo apenas veo, pero creo que su
canto tiene color de violetas húmedas, de violetas
acostumbradas a la tierra, porque la cara de
la muerte es verde, y la mirada de la
muerte es verde, con la aguda
humedad de una hoja de violeta y su grave color de
invierno exasperado.
Pero la muerte va
también por el mundo vestida de escoba, lame el suelo
buscando difuntos; la muerte está en
la escoba, en la lengua de la
muerte buscando muertos, es la aguja de la
muerte buscando hilo.
La muerte está en
los catres: en los colchones
lentos, en las frazadas negras vive tendida, y de
repente sopla: sopla un sonido
oscuro que hincha sábanas, y hay camas
navegando a un puerto en donde está
esperando, vestida de almirante.
"Yo nací un día en que Dios estuvo enfermo, grave"
Hay
golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos,
como cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido se empoza,
como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
EL RECLUTA
José
Asunción Silva
Hasta
que manos piadosas
Algún
sepulcro le dieron,
Al
bajar de la cañada
Junto
á las matas de helecho,
Destrozada
la cabeza
Por
una bala de remington;
Con
la blusa de bayeta
Y la
camisa de lienzo,
Un
escapulario santo
Colgado
al huesoso cuello,
Los
pantalones de manta
Manchados
de barro fresco,
Las
rudas manos crispadas,
Los ojos
aún abiertos,
Y la
sangre, ya viscosa,
Pegándole
los cabellos,
Estuvo
toda la noche
De
aquel combate sangriento
Abandonado
el cadáver
Del
pobre recluta muerto.
Su
nombre ?... Un oscuro nombre...
Difunto
Fuan Abudelo,
Cuando
hablan de la campaña
Lo
nombran los compañeros...
Su
madre ?... Una pobre madre,
Que
en el rancho, al pie del cerro,
Abandonada
y estúpida
Pasa
los días inciertos.
Su
vida ?...Una oscura vida,
La
vida vaga de un cuerpo,
Que
fué tranquila y sin odios
Hasta
en el cuartel infecto,
Do
penetrado de frío,
Que
le calaba los huesos
Y que
tiritar le hacia
Bajo
el bayetón deshecho,
Conoció
toda la angustia
De
largas noches sin sueño,
Y de
tristes soledades,
El
pobre recluta muerto.
Los
soldados que seguían
En
titánicos esfuerzos,
De Egipto
á los arenales
Y de
Rusia á los desiertos,
Al
hombre de ojos de águila
Y de
caprichos de hierro,
Tenían
tras del reñido
Batallar,
largo y supremo,
En
cada voz, un halago,
En
cada mandato, un premio.
Mas
del Capitán Londoño,
Que
fué su Jefe en el Cuerpo,
Sólo
conoció dos órdenes
De
detención y de cepo,
Un
planazo en las espaldas
Y el
modo de gritar-juego!
Hasta
la tarde en que, herido
En el
combate siniestro,
Cayó,
gritando-¡adíós, mama!
El
pobre recluta muerto.
"El
espejo":
Omar Ortiz
No es verdad que los ojos sean el espejo del alma.
Si tal ocurriera, los asesinos caerían fulminados
y nada sucede cuando el torturador cruza y se
peina.
Llanura de Tuluá
Fernando Charry Lara
Al borde del camino, los dos
cuerpos
uno junto del otro,
desde lejos parecen amarse.
Un
hombre y una muchacha, delgadas
formas cálidas
tendidas en la hierba, devorándose.
Estrechamente
enlazando sus cinturas
aquellos brazos jóvenes,
se
piensa:
Soñarán entregadas sus dos bocas,
sus silencios, sus manos, sus miradas.
Mas
no hay beso, sino el viento,
sino el aire
seco del verano sin movimiento.
Uno
junto del otro están caídos,
muertos,
al borde del camino, los dos cuerpos.
Debieron
ser esbeltas sus dos sombras
de languidez
adorándose en la tarde.
Y
debieron ser terribles sus dos rostros
frente a las
amenazas y relámpagos.
son
cuerpos que son piedra, que son nada,
son cuerpos de mentira, mutilados,
de su suerte ignorantes, de su muerte,
y ahora, ya de cerca contemplados,
ocasión de voraces negras aves.
A Cali ha llegado
la muerte.
Emilia Ayarza de Herrera, De
El universo es la patria (1962)
No.
Ni la sangre de polvo.
Ni el rumor de las venas sub-terrestres.
Ni los ojos de antiguas polillas vagabundas.
Ni los hombres de párpados doblados.
Ni la casulla del viento.
Ni la tierra pintada de frutos en la tarde.
No.
Nada.
Ni el sexo que comienza en la lengua de los niños.
Ni los pastores de culebras.
Ni las esquinas infieles sobre las ventanas.
Ni la dignidad de los trapiches
sostenida en el breve equilibrio de la caña.
Ni el transparente río que se hunde por los muslos de Cali.
No.
Nada.
Ni las almadías del sueño.
Ni el somnoliento camello de la cordillera.
Ni el monólogo amarillo del sol en el espacio.
Ni la paz de los escarabajos.
Ni la mariposa pintora.
Ni el grillo concertista.
Ni la boñiga de oro.
Ni los geranios, ni las bicicletas
que absorben con sus esponjas de silencio
la tibia pereza de los muros
No.
Nada.
Ni el candor de las escuelas que traza palotes de ausencia en los tableros.
Ni los borrachos que miran fijamente a la ventera
y le derraman el corazón entre las trenzas.
Ni las polleras de los siete-cueros.
Ni la barba de cristal de los torrentes.
Ni los panales detrás de las ortigas
Ni los bueyes de artificial melancolía.
No.
Nada pudo detener la muerte.
Llegó a Cali navegando
y los corceles del Océano Pacífico
la saludaron volcando sus belfos espumeantes en la playa.
Llegó por el pito de los buques
por las banderas de los guacamayos
por el ojo de las agujas que remienda el pudor de las modistas
por la voz de los muertos en los árboles
por los billetes rubios
por el alma incolora de los camioneros
por los ojos trasnochadores de los naipes
por la felina displicencia de los grandes
por la rosa ignorante
por el paisaje de zapatos sin huella.
Llegó sin pasaporte y cruzó la
frontera
caminando sobre el miedo rosado de los niños
por el clavicordio dorado de los campanarios
por el pelo de agua de los cosos
por la sencillez de los pueblos
donde los campesinos y las almojábanas se encaran con el sol
y los mendigos pegan su coto a las ventanillas del tren.
Llegó sin autorización de los muertos
que se salieron de sus tumbas
a protestar en un mitin putrefacto y amarillo.
Llegó por en medio de las garzas
los taladros
por entre el múltiple corazón de pitahayas
por la flor que se colocan las solteronas tras la oreja
por los solares donde hacen venias al viento los interiores parroquiales
y un tulipán oye misa diariamente.
Por cerca de los gallos
que creen en la blancura de los huevos
por los tejados donde los zuros escriben la epopeya de los celos
y los gatos y la luna
forman siete lechos y un violín.
Invadió los palacios, las haciendas
los ranchos y las niñas de capul.
Invadió el cielo y sus altos corderos extraviados.
Invadió la secreta desnudez de los cadáveres.
(La ciudad era un racimo de plomo derretido
y la muerte le salía a bocanadas).
La historia de Cali dejó de ser un río
deliberadamente puro
por cuyas ondas los días eran barcos de vidrio.
El rojo fue una lluvia sostenida en el
aire
y entre los montes de cristal la sangre
dibujará para siempre vitrales en la sombra!
¡Hay que llorar desesperadamente!
La muerte, solo la muerte....
En Chile, en Argentina y en toda
esta, nuestra a América, los asesinos, los dueños del terror y la violencia,
han escondido los cuerpos, han tratado de esconder la muerte, pero la
ignominia, lo obsceno, lo ominoso ahí queda.
El 16 de Julio de 1945 se realizaba
la prueba nuclear Trinity, que consistía en hacer estallar una bomba de
plutonio en un lugar apartado de Nuevo México. Faltaba menos de un mes para que
Hiroshima y Nagasaki fueran víctimas de la fisión nuclear. Militares y
científicos de primer orden fueron, desde varios kilómetros de distancia,
testigos directos de la prueba, encontrándose entre ellos el que se puede
considerar su principal artífice, Robert Oppenheimer. Cuando se llevó a
cabo la explosión de prueba en Nuevo México, Oppenheimer citó las anteriores
palabras del texto sagrado hindú Bhagavad Gita.
“We knew the world would
not be the same. A few people laughed, a few people cried, most people were
silent. I remember the line from the Hindu scripture, the Bhagavad-Gita. Vishnu
is trying to persuade the Prince that he should do his duty and to impress him
takes on his multi-armed form and says: "Now
I am become Death, the destroyer of worlds." I suppose we all thought
that one way or another”.
“Supimos que el mundo no sería el mismo. Unas pocas
personas rieron, unas pocas lloraron, muchas estuvieron en silencio. Recuerdo
la línea de la escritura Hindú, el Bhagavad-Gita. Vishnu está tratando de
persuadir al Príncipe para que haga su deber y para impresionarlo toma su forma
con múltiples brazos y dice, “Ahora, me
he convertido en la muerte, destructora de mundos.” Supongo que todos
pensamos eso, de una u otra forma”.
Yo Vengo A Ofrecer Mi Corazón
Letra y música Fito Paez
¿Quién
dijo que todo está perdido?
yo vengo a ofrecer mi corazón,
tanta sangre que se llevó el río,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
No
será tan fácil, ya sé qué pasa,
no será tan simple como pensaba,
como abrir el pecho y sacar el alma,
una cuchillada del amor.
Luna
de los pobres siempre abierta,
yo vengo a ofrecer mi corazón,
como un documento inalterable
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Y
uniré las puntas de un mismo lazo,
y me iré tranquilo, me iré despacio,
y te daré todo, y me darás algo,
algo que me alivie un poco más.
Cuando
no haya nadie cerca o lejos,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
cuando los satélites no alcancen,
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Y
hablo de países y de esperanzas,
hablo por la vida, hablo por la nada,
hablo de cambiar ésta, nuestra casa,
de cambiarla por cambiar, nomás.
¿Quién
dijo que todo está perdido?
yo vengo a ofrecer mi corazón.
"Frecuentemente el bien queda sepultado con sus huesos."
William Shakespeare, Julio Cesar, III Acto, Escena II
Nuevamente
es 12 de octubre, Día de la Hispanidad, Día de la Raza y algunos epitomes más
para conmemorar el aniversario nacido en 1492, hoy deseo invitarles a
reflexionar sobre esta fecha, los muertos fueron demasiados, por eso presento
algunos datos de la población indoamericana anterior a Colón y algunos que se
ubican un poco más de los 100 años de la llegada de Cortes a las playas de
Yucatán.
Desde
hace varios años se ha hablado del genocidio cometido, los millares de muertes,
no voy a tratar si este suceso puede ser clasificado como tal, pero si puedo
decir que la sangre lavo el continente y que no hubo nación, reino o imperio
europeo que no se hiciera rico con esa sangre, con el despojo y la humillación,
con el dolor.
Más
hay que ubicarse en el contexto de la época, Bizancio (Constantinopla) en 1453,
quedando bajo el dominio Otomano la ley
del Islam, el baluarte del cristianismo que en sus últimos casi 500 años fue
despojado por sus hermanos cristianos (el saqueo de Bizancio por los Venecianos
al mando del Dux Dondolo es una referencia de la avaricia, del despojo y del
desprecio), en la península Ibérica, ese año, pero en uno de enero Al-Andalus
deja de existir, Granada ve por última vez a su Emir y queda en manos
cristianas, la de sus majestades Isabel de Castilla y Fernando de Aragón y
León, en ese mismo año sus majestades hacen del conocimiento el Edicto de
Granada, con lo cual la nueva Diáspora inicia, los judíos son expulsados de
Sefarad.
Quienes
vienen a estas nuevas tierras son estos hombres que no terminan de salir de la
edad media y de comenzar a vivir el Renacimiento, estos hombres ambiciosos,
deseosos de fama y fortuna conseguida a través de las armas, cosa de harto
honor, llenaron las naos todo tipo de personas, filibusteros, aventureros, reos,
porquerizos, leguleyos, pero con algo en común, ambiciosos.
Con
ellos vinieron también el idioma, que considero el máximo y mejor legado que
nos fue dado, la palabra y la posibilidad de leerla, de escribirla, de
hablarla.
Pero
la palabra llego convertida en evangelio y los Dioses antiguos fueron
derrotados, la guerra había llegado al alma de los vivos, de las mujeres,
niños, la antigua religión fue enclaustrada, encadenada, experiencia conocida
por los europeos, lo mismo habían hecho durante el medioevo, destruir la
antigua palabra.
Hoy
a 522 años de distancia pareciera que la única heredad que ha sido fija
permanece y permea la vida y los corazones de cada persona que vive en esta,
nuestra América.
Así, llegaron los europeos, pero hubo
quienes marcaron e hicieron la diferencia, acaso por ser ellos y su
circunstancia, acaso por convicción, lo importante es que esos pocos lograron
modificar la visión y ya sea con su actuar o con sus escritos o las memorias
que algún cronista recoge, dejaron una posibilidad y una esperanza abierta.
Cuenta Bernal Díaz del Castillo en su “Historia
verdadera de la conquista de la Nueva España” que cuando en 1519 Hernán Cortés
llegó a la isla de Cozumel, en la península de Yucatán, se enteró de que en
aquellas tierras se encontraban varios náufragos españoles, miembros de
expediciones anteriores, que habían sido tomados prisioneros por los mayas.
Dispuso
entonces que los buscaran y que los rescataran para que se unieran a su
expedición; fue así como uno de aquellos náufragos, Jerónimo de Aguilar,
oriundo de Ecija, se enteró de la llegada de Cortés y fue a otro pueblo en
busca de Gonzalo Guerrero, nacido en Palos, para llevarle la grata nueva.
Menuda sorpresa debió de llevarse Aguilar, pues ante la noticia de que naves
españolas los esperaban en Cozumel, Guerrero respondió con estas palabras, que
han quedado grabadas en la historia y que llegan a nosotros gracias a Bernal
Díaz del Castillo, quien las relata en su Historia verdadera de la conquista de
Nueva España:
“Hermano
Aguilar, yo soy casado y tengo tres hijos, y tiénenme por cacique y capitán
cuando hay guerras. Id vos con Dios, que yo tengo labrada la cara y horadadas
las orejas. ¿Qué dirán de mí cuando me vean esos españoles ir de esta manera? Y
ya veis estos mis hijicos cuán bonicos son”.
La
mujer de Gonzalo Guerrero no se quedó atrás e increpó así a Jerónimo:
“Mira con qué
viene este esclavo a llamar a mi marido; íos vos y no curéis de más pláticas”. Aguilar tornó
a hablar a Gonzalo, que mirase que era cristiano, que por una india no se
perdiese el ánima, y si por mujer e hijos lo hacía, que los llevase consigo si
no los quería dejar. Y por más que le dijo y amonestó, no quiso venir.
Al
final, la historia se convierte en leyenda, hoy uno es un héroe para los
mexicanos (chovinismo puro) y el otro un conquistador, pero ambos tuvieron la
oportunidad de decidir y así lo hicieron.
A
lo largo de poco más de un siglo, la brutalidad, la barbarie, la violencia han
ido convirtiéndose en las formas de expresión, las Dictaduras, que
prácticamente cubren un poco más de las dos terceras partes del siglo XX,
Se
calcula que la población del flamante continente Americano cuando fue descubierto
(sic) un 12 de octubre del año del señor de 1492 era de aproximadamente de 13.385.000 de almas (referencia en internet en:http://pueblosoriginarios.com/textos/rosenblat/1492.html)
Se considera que tan solo en lo que es
el Valle del Anáhuac (Valle de México). Para 1595 la población indígena había
disminuido de ente un 45 a un 70% De acuerdo a los datos del Padre De las
Casas, extracta de su Destrucción el siguiente resumen
de los indios muertos por los conquistadores:
üEn Santo Domingo.
3
millones y más.
üEn San Juan, Jamaica, Cuba, Lucayas y otras
islas.
3
millones.
üEn Nicaragua.
1 millón y más en sólo 14 años.
üEn Méjico.
4
millones y más en sólo 12 años.
üEn Honduras.
2 millones y más en menos de 20 años.
üEn Guatemala.
5
millones y más.
üEn Costa de Paria.
2 millones y más
üEn el Perú.
4
millones y más
Total:
24 millones y más, sin contar los muchos millares exterminados en Quito, en
el reino de Granada, en Popayán, Xalisco, costa de Santa Marta, etc. y los
muertos después de esos 14 años en Nicaragua, de los 20 en Honduras y los 12
en Méjico.
Entre
1519 a 1535 murieron más de 20 millones de personas originarias de Mesoamérica
y un siglo después solo sobrevivía el 3% del total de la población
mesoamericana a la llegada de los europeos, estas muertes básicamente
sucedieron por tres epidemias de viruela, enfermedad importada de Europa y
contra la cual los pobladores originales no poseían elementos biológicos de
defensa.
Enfermedad
Fechas
Porcentaje de mortandad
Gripe
1494-1514
20%
Viruela
1519-1528
35%
Sarampión
1531-1534
25%
Tifus
1545-1546
20%
Peste
neumónica
1545-1546
15%
Sarampión
1557-1563
20%
Viruela
1576-1591
20%
Sarampión
1576-1591
12%
Tifus
1576-1591
15%
Sarampión
1595-1597
8%
Sarampión
1611-1614
8%
Tifus
1630-1633
10%
Georges Montandon, en la Enciclopedia
Italiana, XII, 112-113 (s. v. cicli cultarali), dice que los sacrificios
humanos costaban entre los aztecas de Méjico 100.000 vidas por año, de donde
deduce que esta civilización estaba condenada y que su destrucción por la
conquista española era inevitable. Sobre los cautivos de guerra y los
sacrificios sangrientos, véase también Carlos Bosch García, La esclavitud
prehispánica entre los aztecas, Méjico, 1944, págs. 91-105.
Hoy
coloco esto, no en memoria, no como acto de redención o de venganza,
sencillamente lo coloco aquí, porque después de 522 años, de 190,530 días, el
dolor y el sufrimiento siguen en pie en esta América, al igual que en África y
Asia.
Octubre 2014
“Devolver odio
por odio multiplica el odio, añade una oscuridad más profunda a una noche ya
desprovista de estrellas. La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad: sólo
la luz puede hacer eso. El odio no puede expulsar al odio: solo el amor puede
hacer eso.
“Where Do We
Go From Here?: Chaos or Community?” (1967)