domingo, 28 de agosto de 2011

Ya volveremos a caminar juntos Carlota...



Es difícil escribir cuando la tristeza esta sentada a tu lado, cuando hay una gran ausencia en tu corazón, cuando has llorado, yo sé, vaya que sí lo sé, que la muerte es acaso lo único que nos hace terriblemente democráticos, es algo que sin excepción nos sucede a todos y a todo, todo se extingue para generar nueva vida, esto es por demás paradójico, las ausencias llevan en su vientre la nueva vida.

Y cuando nos vamos es como en Blade Runner dice Roy:
Roy: Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.

Creo que hay personas que poseen un derrotero cierto, el cual siguen y que es como la estrella que te guía a través de los caminos, personas que tejen con cuidado, con amor, con rectitud, con honestidad, personas de las cuales puedes aprender y compartir, personas que cuando dejan de ser no se siente su ausencia, porque están ahí, atreves de su vida, de sus actos.

Hay amistades que nacen solo para morir y no por ello son menos valiosas, hay otras que nacen para vivir y son importantes, pero hay otras que nacen para compartir, esas son las verdaderas.

No importa el tiempo que vivan, no importa donde se encuentren, no importa que ya no estén, lo que realmente es importante es lo que vivimos juntos, lo que compartimos, lo que aprendimos.

Así lo importante es caminar, y en ese andar con quien recorremos los caminos, con quien corremos y cantamos, quien comparte nuestros pecados y nuestros gozos, quien mira lo que somos.

Parafraseando al rabino Alvin Fine, quien fuera rabino jefe de la comunidad Bet El de San Francisco, podemos decir que “el nacer es un comienzo y la muerte un destino, pero la vida es una jornada, un andar, un crecer de fase en fase”.

COPLAS A LA MUERTE DE DON RODRIGO MANRIQUE

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo después, de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiera tiempo passado
fue mejor.


Con todo el respeto, el cariño, la alegría y la fortalece.

Para Carlota Botey y Estapé.



Allanamiento.
Guitarra negra
- Alfredo Zitarrosa.
Hoy anduvo la muerte buscando entre mis libros alguna cosa... Hoy por la tarde anduvo, entre papeles, averiguando cómo he sido, cómo ha sido mi vida, cuánto tiempo perdí, cómo escribía cuando había verduleros que venían de las quintas, cuando tenía dos novias, un lindo jopo, dos pares de zapatos, cuando no había televisión, ese mundo a los pies, violento, imbécil, abrumador, esa novela canallesca escrita por un loco... Hoy anduvo la muerte entre mis libros buscando mi pasado, buscando los veranos del 40, los muchachitos bajo la manguera, las siestas clandestinas, los plátanos del barrio, asesinados, tallados en el alma... Hoy anduvo la muerte revisando mi abono del tranvía, mis amigos, sus nombres, las noches del Café Montevideo, las encomiendas por la Onda con olor a estofado, revisando a mi padre, su Berreta, su Baldomir, revisando a mi madre, su hemiplejia, al Uruguay batllista, a Arístides querido, a mis anarcos queridos bajo bandera, bajo mortaja, bajo vinos y versos interminables... Hoy anduvo la muerte revisando los ruidos del teléfono, distintos bajo los dedos índices, las fotos, el termómetro, los muertos y los vivos, los pálidos fantasmas que me habitan, sus pies y manos múltiples, sus ojos y sus dientes, bajo sospecha de subversión... Y no halló nada... No pudo hallar a Batlle, ni a mi padre, ni a mi madre, ni a Marx, ni a Arístides, ni a Lenin, ni al Príncipe Kropotkin, ni al Uruguay ni a nadie... ni a los muertos Fernández más recientes... A mí tampoco me encontró... Yo había tomado un ómnibus al Cerro e iba sentado al lado de la vida... Pasé frente al Nocturno y la vida había pintado unos carteles... Pregunté en una esquina por la hora, y en la bolsa del hombre que me dijo la hora iba la vida, junto con su almuerzo... Hoy dejaré las puertas y las ventanas de mi casa abiertas... y la noche entrará por todas las ventanas de mi casa, por todas las ventanas de todo el barrio, por todas las ventanas de todos los cuarteles y de todas las cárceles, por todas las ventanas de los hospitales... la noche entrará, cabeceando, saltará para adentro, sombra a sombra a la luz del farol... y se echará en el piso como un perro... y aguardará hasta la madrugada... Hoy... dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas, para siempre...





domingo, 21 de agosto de 2011

Un poco sobre las leyendas Arturicas



Desde hace algún tiempo, las leyendas Artúricas se han vuelto a poner de moda, sobre todo con el Grial, creo que es importante hacer aunque sea de manera breve un recorrido por algunos de los autores, quienes vivieron entre el siglo VI y el XII de nuestra era, Thomas Mallory funde los contenidos de libros anteriores que recogen leyendas remotas: el romance anónimo Perlesvaus o el Alto Libro del Graal; Vida de Merlín e Historia Regum Britanniae, ambas de mano de Geoffrey de Monmouth y la secuela de Wace, Roman de Brut; El Caballero del León de Chrétien de Troyes; Li Livres dou Graal, de Robert de Boron; Parzival, de Wolfram von Eschenbach; y los libros del llamado Ciclo de La Vulgata, de autoría desconocida: Estoire del Sant Graal, Estoire de Merlín, Lancelot Propre, Queste del Saint Graal y Mort Artu.

Así está el Grial, Arturo y Lancelot du Lac, Ginebra, Percifal, Melín, Morgana la Fey, Uther y otros más que construyen la leyenda que sirve como eslabón entre el Imperio Romano ya desaparecido y la nueva Europa Cristiana con grandes restos de su paganismo materno, nace la caballeria que termina con Alonso Quijano y el amor cortes, ese que todavía hace suspirar y envuelve el alma y los sentidos.

Les dejo para que los gocen, por cierto, editorial Siruela tiene varios de estos textos, como acostumbra hacerlo, con esplendidas traducciones e ilustraciones y bastante caros, pero vale la pena el esfuerzo, que gocen la lectura:
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Geoffrey de Monmouth: de Vita Merlini

El siguiente es un fragmento de la Vita Merlini, poema en hexámetros latinos compuesto hacia 1150. Se trata de la segunda obra de Geoffrey de Monmouth, autor también de la célebre Historia regum Britanniae, una crónica histórica que, pese a su pretensión de veracidad, funda para la literatura la tradición del rey Arturo y sus nobles caballeros. Estos versos corresponden al momento en que Merlín, enloquecido por la guerra que ha debido enfrentarlo al rey de Escocia, escapa al bosque para convertirse en un homo silvester, hombre de los bosques. En ellos se ve claramente el vínculo estrecho que muestran entre naturaleza y locura, por sabiduría que, en su furor, encuentra Merlín entre los árboles y los animales. Hay aquí, además, una pintura del invierno que conmueve por su melancolía; como el lobo, el mundo entero parece envejecer en los meses de frío, así, está el texto latino y su traducción.

nde novas furias, cum tot tantisque querelis
Aera complesset, cepit, furtimque recedit,
Et fugit ad silvas, nec vult fugiendo videri,
75 Ingrediturque nemus, gaudetque latere sub ornis,
Miraturque feras pascentes gramina saltus.
Nunc has insequitur, nunc cursu praeterit illas ;
Utitur herbarum radicibus, utitur herbis,
Utitur arboreo fructu morisque rubeti.
80 Fit silvester homo, quasi silvis editus esset.
Inde per aestatem totam, nullique repertus,
Oblitusque sui cognatorumque suorum,
Delituit silvis obductus more ferino.
At, cum venit hiems, herbasque tulisset et omnes
85 Arboreos fructus, nec quo frueretur haberet,
Diffudit tales miseranda voce querelas :
« Caeli Christe deus, quid agam ? qua parte morari
terrarum potero, cum nil quo vescar adesse
Inspicio, nec gramen humi, nec in arbore glandes?
90 Tres quater et juges septenae poma ferentes
Hic steterant mali : nunc non stant. Ergo quis illas,
Quis mihi surripuit ? Quo devenere repente ?
Nunc illas video, nunc non. Sic fata repugnant,
Sic quoque recordant, cum dant prohibentque videre.
95 Deficiunt nunc poma mihi, nunc cetera quaeque.
Stat sine fronde nemus, sine fructu. Plector utroque,
Cum neque fronde tegi valeo, neque fructibus uti.
Singula bruma tulit pluviisque cadentibus auster.
Invenio si forte napes tellure sub ima,
100 Concurrunt avidaeque sues aprique voraces,
Eripiuntque napes mihi quas de cespite vello.
Tu, lupe care comes, nemorum qui devia mecum
Et saltus peragrare soles, vix praeteris arva :
Et te dura fames et me languere coegit.
105 Tu prior has silvas coluisti, te prior aetas
Protulit in canos, nec habes, nec scis quid in ore
Projicias. Quod miror ego, cum saltus abundet
Tot capreis aliisque feris, quas prendere posses.
Forsitan ipsa tibi tua detestanda senectus
110 Eripuit nervos cursumque negavit habendum.
Quod solum superest, comples ululatibus auras,
At resupinus humi consumptos dejicis artus.

Habiendo henchido el aire con tantos y tan grandes lamentos, coge entonces nuevas furias y se aparta en secreto, y escapa a los bosques, y no quiere ser descubierto en la huida. Penetra en la selva y se alegra de estar oculto bajo los fresnos, y admira las fieras que pacen las hierbas del prado: ya las sigue, ya las adelanta en la carrera. Se alimenta de raíces de pastos, de hierbas, se alimenta del fruto de los árboles y de las moras de la zarza. Se vuelve un hombre del bosque, como si el bosque lo hubiera engendrado. Durante todo el verano, perdido para todos y olvidado de sí mismo y de sus parientes, se esconde en los bosques, oculto al modo de las fieras.

Pero el invierno en su venida se lleva las hierbas y todos los frutos de los árboles. Sin tener de qué alimentarse vierte con voz lastimosa estas quejas:

“Cristo, Dios del Cielo, ¿qué hacer? ¿En qué parte de la tierra podré vivir, pues descubro que nada hay de qué alimentarse, ni hierbas en el suelo ni bellotas en el árbol? De tres, de cuatro y hasta de siete en siete cargaban sus frutos estos manzanos: ya no hay ninguno. ¿Quién, entonces, quién me los robó? ¿Dónde se fueron de pronto? Un momento los veo, al otro ya no. De este modo los hados son contrarios, y así también es como se muestran: cuando otorgan y luego vedan hasta la vista. Me faltan los frutos y todo lo demás. Los bosques ya no tienen hojas ni fruta: sufro por ambas cosas, pues ni puedo hallar cobijo en el follaje ni puedo alimentarme de sus frutos. El invierno y el austro, con sus lluvias, se lo han llevado todo. Si por fortuna encuentro unas raíces bajo la tierra más profunda, vienen en tropel ávidas jabalinas y cerdos voraces, y me arrebatan las raíces que arranco del suelo.

Tú, lobo, querido compañero que sueles ir conmigo a lugares apartados de los bosques y las breñas, apenas recorres ahora un prado, y el hambre cruel nos obliga, a ti y mí, a languidecer. Tú primero habitaste estos bosques: a ti primero la edad puso entre los ancianos, y no tienes ni sabes qué cosa echarte a la boca. Yo me admiro de ello, pues el prado rebosa de corzos y otras fieras que puedes atrapar. Quizá tu misma detestable vejez te arrebató el vigor y te negó la carrera y la caza. Solo te resta llenar con aullidos el aire y, abandonado en el suelo, abatir tus consumidas coyunturas.


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Este texto es sobre Percifal, aquel que impactara tanto a Wagner, y se escribió en la baja edad media.

Perlesvaus o El Alto Libro del Grial

El alto libro del Graal comienza en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Estas tres personas son una sustancia y esa sustancia es Dios y de Dios procede el alto cuento del Graal.

Mientras soñaba, pensó que se dirigiría hasta la capilla, pues imaginó que el rey habría entrado allí a rezar. Se dirigió hacia aquella parte y desmontó. Ató su rocín y entró en la capilla. No vio a nadie; ni en un lado ni en otro, excepto a un caballero que yacía en el centro de la capilla sobre una litera y estaba cubierto con una rica tela de seda y a su alrededor había cuatro candelas ardientes en cuatro candelabros de oro. Mucho le maravilló al doncel que hubieran abandonado así a aquel cuerpo, pues no había nadie con él más que las imágenes. Y mucho más le maravilló no encontrar al rey, pues ya no sabía dónde buscarle. Saca una de las candelas, coge el candelabro de oro y se lo mete entre las calzas y el muslo. Sale de la capilla y monta en su rocín. Se marcha, atraviesa el cementerio y sale fuera de la landa para penetrar en el bosque. Y pensó que no se detendría hasta que hubiera encontrado al rey.

En cuanto entró en su camino vio a un hombre negro y horrible que se le acercaba, y era más grande a pie de lo que él lo era a caballo y le pareció que llevaba en la mano un gran cuchillo punzante de dos filos. El doncel se aproxima a él a una gran velocidad y le pregunta:

—Vos que venís por aquí, ¿habéis encontrado en este bosque al rey Artús?

—No, pero os he encontrado a vos y eso me alegra mucho, pues salisteis de la capilla como ladrón y traidor. Os habéis llevado de mala manera el candelabro de oro con el que era honrado el caballero que yace muerto en la capilla. Quiero que me lo entreguéis y lo volveré a llevar allí, o, de otro modo, os desafío.

—A fe mía, no os lo pienso devolver. Me lo llevaré y se lo regalaré al rey Artús.
—Os aseguro que lo pagaréis muy caro si no me lo devolvéis ahora mismo.
Y el doncel pica espuelas creyendo que le va a vencer. Pero el otro se le adelanta, le hiere con el cuchillo en el costado y se lo mete en el cuerpo hasta el mango. El doncel, que yacía en la sala de Carduel, se despierta del sueño y lanza un grito:

—¡Santa María! ¡El sacerdote! ¡Ayudadme, ayudadme, muero!
El rey, la reina y el chamberlán oyeron el grito. Se levantaron y dijeron al rey:
—Señor, ya podéis partir. Ha amanecido.
El rey ordena que le visten y calcen. Y aquél grita con todas sus fuerzas.
—¡Traedme un sacerdote, muero!

El rey se dirige rápidamente hacia allí y la reina y el chamberlán le acompañan con gran cantidad de antorchas. El rey le pregunta qué le ocurre y él le explica lo que ha soñado.

—¡Ah!—exclama el rey—, ¿era sólo un sueño?
—Sí, señor—le responde—. Pero se ha hecho terriblemente verdad.
Alza el brazo izquierdo y continúa diciendo:
—Señor, mirad esto. Ved el cuchillo que me atraviesa el cuerpo hasta el mango.
Luego introduce la mano en sus calzones donde estaba el candelabro de oro. Lo saca y se lo muestra al rey.
—Señor, por este candelabro estoy mortalmente herido. Os lo regalo.
El rey coge el candelabro y lo contempla maravillado, pues nunca había visto uno tan precioso. El rey se lo enseña a la reina.
—Señor—dice el doncel—, no me saquéis el cuchillo del cuerpo hasta que me haya confesado.


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Vita Merlini, 3 Geoffrey dice:

Morgana, discípula de Merlín.


Allí nueve hermanas gobiernan según ley que no está escrita a los que a ellas de nuestras partes llegan. La mayor de ellas es sabia en el arte de curar, y por su espléndida belleza supera a sus hermanas. Morgana es su nombre, y conoce la utilidad de todas las hierbas para la curación de los cuerpos enfermos. También conoce el arte de mudar su figura y como Dédalo sabe cortar los aires con plumas nuevas […]

Allí, después de la batalla de Camblan, llevamos herido a Arturo […] y Morgana […] dijo que ella podía devolverle la salud si con ella estaba largo tiempo y quería tomar sus medicamentos

“Morgana, dice el cuento, odiaba a su hermano, el rey Arturo, más que a nadie: no porque le hubiera hecho algún daño, sino porque es costumbre de la gente desleal y mala odiar a los hombres nobles y guardarles siempre rencor. Morgana odiaba al rey Arturo porque lo veía más valiente y agraciado que cualquier otro hombre de su linaje”.

“Creo que eran ministros del diablo las que tan altamente nos sirvieron, pues ninguna doncella en el mundo habría podido servirnos como éstas lo hicieron”.

“Decid a mi hermano, el rey Arturo, que tengo tales poderes que puedo transformar a mi séquito en estatuas de piedra como él mismo lo vio. Y también podéis decirle que hubiera podido hacerle más daño si no fuera porque la Doncella Cazadora lo protege contra mis encantamientos, pues ella, sin duda alguna, sabe más de necromancia y encantamientos que nadie en el mundo, pues el soberano de los adivinos, a quien enterró vivo, le enseñó”.

domingo, 14 de agosto de 2011

The Grapes of Wrath - Las viñas de la ira


"De todos los animales de la tierra, el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir".
"El arte del descanso es una parte del arte de trabajar."
"Por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo."
"En uno de los extremos del pueblo, de casas bajitas, un perro se quejaba del frío y de la soledad, y, levantando el hocico hacia su dios, le daba su elocuente opinión sobre el mundo tal como él lo veía. "


John Ernst Steinbeck, Jr. (nacido el 27 de febrero de 1902 – fallecido el 20 de diciembre de 1968)



El final no muestra esperanza, todo se sume en el agua que cae del cielo y que inunda los campos, Rosa pierde a su niño y alimenta a un hombre que muere de hambre con sus senos llenos del néctar

Las uvas –viñas- de la ira es una novela titulada negra por su realismo describe la historia de una familia de granjeros americanos de Oklahoma que decide emigrar hacia la “tierra prometida” californiana. Los Joad una familia protestante típicamente norteamericana; cuyos antepasados conquistaron el suelo de Oklahoma, se ven obligados ha abandonar sus tierras: resecas por el polvo, la sequía eterna, que les es expropiada por el banco, arma extraordinaria del sistema capitalista, que se constituye en un fantasma sin palabras, violento y de una eficacia total contra aquellos pobres hombres

El, en pleno crecimiento como dice la novela un gallo que despierta a las mujeres, y los niños Ruthie y Winfield, acompañan está travesía el Tío John hermano del padre y el ex pastor Noa. Un viaje plagado de dificultades la travesía del desierto a lo largo de la carretera 6, la ruta del exilio en busca de la libertad, desde el oeste a través del norte de Texas, para seguir por Nueva México y Arizona, hasta llegar a California siguiendo hacia el valle fértil de san Joaquín, donde se encontraran que el arco iris no tiene la olla de oro y romperán sus sueños ante un cruda realidad de miseria y odio de sus propios hermanos blancos y rubios como ellos. Novela llena de verdad poética, convierte a la carretera 66 en río sin retorno que reproduce un ciclo vital temporal donde se nace, crece, muere, se expresan características humanas de debilidad, traición, vulnerabilidad, con una raíz vital la familia. La madre es el núcleo de sustentación familiar y la fuerza de la lucha por seguir siempre adelante. Los abuelos al ser sacados de su raíz mueren en plena carretera, el hijo diferente se marcha detrás de río y no vuelve a saberse de él, Tom el mayor se convierte en el padre y el padre adquiere un rol de receptor. El lector se estremece por la vulnerabilidad del género humano que en la pobreza se arma de un valor extraordinario compartiendo la misma con los de su propio gremio sin perder la dignidad, el hambre es un hilo conductor que lleva al paroxismo de la desesperación, se siente el olor a la miseria, la explotación y el deshumanización del poder nos muestran que el ser humano puede ser cruel y asesino con los de su misma especie prefiriendo quemar la cosecha antes de darla a los “okie” (tono despectivo que usaban los californianos con los sureños pobres que buscaban trabajo). Los sueños de los personajes de la historia al principio son tener una casita blanca, estudiar, hacer una vida normal con trabajo honesto cuñado van pasando los capítulos los sueños decrecen son tener carne para comer, al igual que el precio del hombre por el trabajo ya no es un porcentaje monetario es un pan para que sus hijos no mueran de hambre. La violencia de la autoridad policíaca es demencial no les importa quemar los paupérrimos campamentos hechos de carpas donde la gente ansiosa de trabajo ya no sueña con un futuro vive el presente de hambre y malos tratos. La figura el ex predicador Noa es interesante, se ha dado cuenta que el hombre no puede vivir de oír predicar el evangelio, si no tiene un pan para sostener una familia, lo llaman “rojo” por pelear por su derecho al trabajo y muere defendiendo este derecho. La familia tranco fundamental de la sociedad va desgajándose, aunque la madre desea mantenerla unida, primero como se escribe antes mueran las raíces más fuertes los abuelos en la carretera sin haber llegado a el “puerto salvador” que en este caso es de muerte y sobrevivencia, luego se va el diferente de la familia por que no entiende el tremendo sufrimiento que pasa la familia dejando su casa, huye el marido de la joven preñada al darse cuenta que el sueño se hizo añicos al llegar a estas tierras, debe huir Tom por golpear al asesino del predicador y por ultimo Al debe cumplir con su obligación de hombre casándose con una joven.
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Las viñas de la ira

"Y los grandes propietarios, los que deben ser desposeídos de su tierra por un cataclismo, los grandes propietarios con acceso a la historia, con ojos para leer la historia y conocer el gran hecho: cuando la propiedad se acumula en unas pocas manos, acaba por serles arrebatada. Y el hecho que siempre acompaña: cuando hay una mayoría de gente que tiene hambre y frío, tomará por la fuerza lo que necesita. Y el pequeño hecho evidente que se repite a lo largo de la historia: el único resultado de la represión es el fortalecimiento y la unión de los reprimidos. Los grandes propietarios hicieron caso omiso de los tres gritos de la historia. La tierra fue quedando en menos manos, aumentó el número de los desposeídos y los propietarios dirigieron todos sus esfuerzos a la represión. El dinero se gastó en armas, y en gasolina para mantener la vigilancia en las enormes propiedades y se enviaron espías que recogieran las instrucciones susurradas para la revuelta, de forma que ésta pudiera ser sofocada. La economía en proceso de cambio fue ignorada, al igual que los planes del cambio; y sólo se consideraron los medios para extinguir la revuelta, mientras persistían las causas de la misma.
Se incrementó el número de tractores que dejan a la gente sin trabajo, de líneas de transporte que acarrean las cargas, de máquinas que producen; más y más familias corrieron por las carreteras, buscando las migajas de las grandes propiedades, ansiando las tierras a los lados de los caminos. Los grandes propietarios formaron asociaciones para protegerse y celebraron reuniones en las que discutían formas de intimidación, de asesinato, de gasearles. Y siempre temerosos de que surgiera un jefe..., trescientos mil..., si alguna vez se unen bajo un líder..., el fin. Trescientas mil personas, hambrientas y abatidas, si alguna vez llegan a tomar conciencia de ellos mismos, la tierra será suya. Y no habrá gas ni rifles suficientes para detenerlos. "

"La podredumbre se extiende por el Estado y el dulce olor es una desgracia para el campo. Hombres que pueden hacer injertos en los árboles y hacer la semilla fértil y grande, no saben cómo hacer para dejar que gente hambrienta coma los productos. Hombres que han creado nuevos frutos en el mundo no pueden crear un sistema para que sus frutos se coman. Y el fracaso se cierne sobre el Estado como una enorme desgracia. Los frutos de las raíces de las vides, de los árboles, deben destruirse para mantener los precios y esto es lo más triste y lo más amargo de todo. Cargamentos de naranjas arrojados en el suelo. La gente vino de muy lejos para coger la fruta, pero no podía ser. ¿Cómo iban a comprar naranjas a veinte centavos la docena si podían salir y recogerlas? Y hombres con mangueras arrojan chorros de queroseno en las naranjas y se enfurecen ante semejante crimen y se enfadan con la gente que ha venido a por la fruta. Un millón de personas hambrientas, que necesitan la fruta... y el queroseno rociado sobre las montañas doradas. Y el olor a podrido llena el campo. Quemar café como combustible en los barcos. Quemar maíz para calentarse, hace un cálido fuego. Tirar patatas a los ríos y poner vigilantes a lo largo de las orillas para evitar que la gente hambrienta las pesque. Matar a los cerdos y enterrarlos y dejar que la putrefacción se filtre en la tierra. Eso es un crimen que va más allá de la denuncia. Es una desgracia que el llanto no puede simbolizar. Es un fracaso que supera todos nuestros éxitos. La tierra fértil, las rectas hileras de árboles, los rubustos troncos y la fruta madura. Y niños agonizando de pelagra deben morir por no poderse obtener un beneficio de una naranja. Y los forenses tienen que rellenar los certificados – murió de desnutrición– porque la comida debe pudrirse, a la fuerza debe pudrirse. La gente viene con redes para pescar en el río y los vigilantes se lo impiden; vienen en coches destartalados para coger las naranjas arrojadas, pero han sido rociadas con queroseno. Y se quedan inmóviles y ven las patatas pasar flotando, escuchan chillar a los cerdos cuando los meten en una zanja y los cubren con cal viva, miran las montañas de naranjas escurrirse hasta rezumar podredumbre; y en los ojos de la gente se refleja el fracaso; y en los ojos de los hambrientos hay una ira creciente. En las almas de las personas las uvas de la ira se están llenando y se vuelven pesadas, cogiendo peso, listas para la vendimia."


Existe una película del mismo nombre, esta es su ficha y les dejo una pequeña parte.

TÍTULO ORIGINAL The Grapes of Wrath
AÑO 1940
DURACIÓN 129 min
PAÍS USA
DIRECTOR John Ford
GUIÓN Nunnally Johnson (Novela: John Steinbeck)
MÚSICA Alfred Newman
FOTOGRAFÍA Gregg Toland (B&W)
REPARTO Henry Fonda, Jane Darwell, John Carradine, Charley Grapewin, Dorris Bowdon, Russell Simpson, John Qualen
PRODUCTORA 20th Century Fox. Productor: Darryl F. Zanuck
PREMIOS 1940: 2 Oscars: Mejor director, actriz secundaria (Jane Darwell). 7 nominaciones
GÉNERO Drama | Pobreza. Gran Depresión. Vida rural (Norteamérica)

Andrzej Wajda



Allá por mediados de los años 70´s, la Escuela Nacional de Antropología se ubicaba e el Museo de Antropología, yo asistía en ese tiempo a la escuela en el museo, en la parte de abajo hay un auditorio que mucho tiempo funciono como Cine Club, ahí tuve la oportunidad de conocer las obras de Tarkovsky, Wadja, Fassbinder, Paul Verhoeven, Littin, esto junto con las exhibiciones en el Salón Rojo de aquella Cineteca Nacional que se incendio (o ¿incendiaron?) fueron los cimientos de mi gusto por el cine, al que alguien llama de “arte” y hace e este tipo de cine algo distante y un cliché pequeñoburgués.

Hoy quiero compartirles un poco de Wadja, el es Polaco y es un cronista fílmico, es un excelente narrador y analista político, comunista anti soviético (como muchos), más sus filmes son escritos y conducidos con los ojos del pueblo, de la justicia, tiene algo de Einsestein en esa plasticidad, pero a diferencia de este, describe visualmente la crueldad del poder, su falta de escrúpulos, también de las abluciones de aquellos que sufren, en cierto sentido se podría decir que sus películas se pueden ubicar el lo que dijo Chejov “en el hombro de cada uno de nosotros debería haber un pequeño hombrecito con un martillo, para que nos golpeara el lóbulo del oído y así recordarnos que hay alguien que es torturado, humillado, desplazado, asesinado para que nosotros gocemos de la libertad y todo lo que tenemos”

Obras cinematográficas:

• A Generation (Pokolenie, 1954)
• Towards the Sun (Idę do słońca, documental sobre Xawery Dunikowski, 1955)
• Kanal (1956)
• Cenizas y diamantes (Popiół i diament 1958)
• Lotna (1959)
• Innocent Sorcerers (Niewinni czarodzieje, 1960)
• Siberian Lady Macbeth (Powiatowa lady Makbet, 1961)
• Samson (1961)
• Love at Twenty (L'amour à vingt ans, 1962)
• Ashes (Popioły, 1965)
• Everything For Sale (Wszystko na sprzedaż, 1968)
• Roly Poly (Przekładaniec, 1968)
• Bramy Raju (The Gates to Paradise, 1968)
• Hunting Flies (Polowanie na muchy, 1969)
• The Birch Wood (Brzezina, 1970)
• Landscape After the Battle (Krajobraz po bitwie, 1970)
• Pilate and Others (Pilatus und andere, 1971)
• The Wedding (Wesele, 1972)
• The Promised Land (Ziemia obiecana, 1974)
• The Line of Shadow (Smuga cienia, 1976)
• El hombre de mármol (Człowiek z marmuru, 1977)
• Sin anestesia (película) (Bez znieczulenia, 1979)
• The Maids of Wilko (Panny z Wilka, 1979)
• The Orchestra Conductor (Dyrygent, 1980)
• El hombre de hierro (Człowiek z żelaza, 1981)
• Danton (1983)
• Love in Germany (Eine Liebe in Deutschland, 1983)
• A Chronicle of Amorous Incidents (Kronika wypadków miłosnych, 1985)
• The French as seen by... (Proust contre la déchéance, 1988)
• Los poseídos (Les possédes, 1988)
• Korczak (1990)
• The Crowned-Eagle Ring (Pierścionek z orłem w koronie, 1992)
• Nastasja (1994)
• The Holy Week (Wielki Tydzień, 1995)
• Miss Nobody (Panna Nikt, 1996)
• Pan Tadeusz de 1999.
• Wyrok na Franciszka Kłosa de cine en 2000.
• Przerwane milczenie de 2002.
• La venganza de 2002.
• Katyn 2007.

Man of Iron ganó la prestigiosa Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes en 1981. Cuatro de las obras de Wajda, The Promised Land, The Maids of Wilko, Man of Iron y Katyn han sido nominadas para el Óscar a la mejor película de habla no inglesa. En 2000, Wajda recibió un premio honorífico de la AMPAS.

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La tierra de la gran promesa

Espléndido reflejo del nacimiento de un capitalismo atroz y sin escrúpulos en Polonia y de cómo se exacerban las diferencias de clases y el conflicto social.

Excelentemente filmada, formalmente cuidadísima, prodigiosa en sus encuadres, los contrastes de color y en su ritmo narrativo; Wajda logra comunicar una amplísima polivalencia de contenidos en cada fotograma, explotando al máximo las posibilidades significativas y connotativas que sólo los grandes maestros son capaces de extraer del lenguaje cinematográfico, para conseguir que los propios espectadores sean intérpretes y no sólo meros receptores de lo que observan. Wajda articula así un mensaje poderoso, cuasiexpresionista; en ocasiones delirante y paródico, en otras seco, duro y crudo, fiel reflejo de la deshumanización de las relaciones sociales y de la consiguiente pérdida de valores humanitarios en la sociedad de las máquinas y la producción masiva. Al mismo tiempo, logra una magistral, dolorosa y ofensiva contraposición entre el lujo y la miseria; una atroz demostración de la incultura y la memez de los grandes peces gordos (gloriosa la orgiástica escena del teatro) y una contundente demostración del cinismo, la avaricia, la maquinación, la explotación, los abusos de poder, etc, que subyacen bajo tanto oropel y apariencia.

A finales del siglo XIX, la ciudad de Lodz se ha convertido en el epicentro de la industria textil, con la consiguiente necesidad de mano de obra inmigrante. Tres jóvenes estudiantes de Riga: un polaco católico, hijo de nobles terratenientes, un ambicioso judío y un alemán luterano deciden abrir una fábrica en esa ciudad para hacer fortuna y, sin escrúpulos ni prejuicios, se lanzan a acumular dinero y poder.

AÑO 1975
DURACIÓN 168 min.
PAÍS Polonia.
DIRECTOR Andrzej Wajda
GUIÓN Andrzej Wajda (Novela: W.S. Reymont)
MÚSICA Wojciech Kilar
FOTOGRAFÍA W. Sobocinski
REPARTO Daniel Olbrychski, Wojciech Pszoniak, Andrzej Seweryn, Anna Nehrebecka.
PRODUCTORA Film Polski / Zespól Filmowy
PREMIOS 1975: Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa
1975: Festival de Seminci: Espiga de Oro: Mejor película
GÉNERO Drama | Siglo XIX


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Katyń

Katyń es una película polaca de 2007 acerca de la masacre de Katyn de 1940, basada en el libro Post Mortem: The Story of Katyn de Andrzej Mularczyk. Fue nominada al Óscar a la mejor película de habla no inglesa en la convocatoria de 2007.

Katyn recrea uno de los episodios más oscuros de la historia de Polonia: el asesinato de miles de oficiales polacos a manos de la policía secreta rusa en 1940. La verdadera autoría de esta masacre ha estado oculta durante años, sirviendo como excusa a intereses partidistas de nazis y soviéticos. Andrzej Wajda retrata la angustia de las mujeres que esperaban el regreso de sus seres queridos y procurando dar a los caídos la memoria merecida.

En septiembre de 1939 Polonia fue invadida: por el Oeste por las tropas de Hitler y por el Este por el Ejército Rojo. En la primavera de 1940 por orden expresa de Stalin 22.000 oficiales polacos (uno de ellos el padre del propio Wajda) fueron asesinados de un tiro en la nuca y enterrados en fosas comunes. En Katyn (nombre de un bosque cercano a Kiev, en Ucrania) se narran los últimos días de estos oficiales y de sus familias y de su angustia ante un destino incierto. Rusia sólo reconoció la autoría de este horrendo crimen en 1990, tras la caída del comunismo. Antes se lo había atribuido a los nazis.

La obra de Wajda ha estado siempre ligada a la historia de su país. “Katyn” no sólo rememora la terrible matanza de 22.000 polacos a manos de policía de Stalin, sino también la manipulación que de la misma hicieron tanto los nazis como los propios soviéticos. Con una estructura temporal que refuerza el dramatismo al soslayar durante buena parte del metraje las imágenes, tan secas como desoladoras, del hecho en sí, la película posee buena factura y una medida intensidad. Sin embargo, se echan de menos la brillantez visual y la audacia formal del primer Wajda, sustituidas aquí por un academicismo -convenientemente modernizado- que amortigua la tensión y mantiene a cierta distancia al espectador. Daniel Andreas

"Con ambientación de lujo y precisión dramática (...) 'Katyn' posee fuerza expresiva, pero también tienes la sensación de que ya la has visto en el cine demasiadas veces." (Carlos Boyero: Diario El País)

"Katyn ejerce a la perfección su doble papel de denuncia y de recordatorio de la barbarie (...) Sin embargo, en el retrato de personajes Wajda, nunca alcanza a componer un dibujo coral que resulte vivo." (Javier Ocaña: Diario El País)

TÍTULO ORIGINAL Katyn
AÑO 2007
DURACIÓN 115 min.
PAÍS Polonia.
DIRECTOR Andrzej Wajda
GUIÓN Andrzej Wajda, Andrzej Mularczyk
MÚSICA Krzysztof Penderecki
FOTOGRAFÍA Pawel Edelman
REPARTO Andrzej Chyra, Magdalena Cielecka, Artur Zmijewski, Danuta Stenka, Maja Komorowska, Wladyslaw Kowalski, Pawel Malaszynski, Stanislawa Celinska, Marek Kondrat, Krzysztof Kolberger, Krzysztof Globisz PRODUCTORA Akson Studio
WEB OFICIAL http://karmafilms.es/katyn/
PREMIOS 2007: Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa
GÉNERO Drama | II Guerra Mundial. Basado en hechos reales

sábado, 13 de agosto de 2011

Desde la locura Sylvia Plath



Sobre Sylvia Plath hay mucho que decir, era una loca, es una terrible poeta, sin embargo, su poesía habla de lo que el alma guarda y la boca calla, habla desde el dolor, desde la angustia, cuando supe de ella fue en una obra de teatro hace ya bastantes años, cuando una de las actrices dice, refiriéndose al momento mismo del parto y que Plath escribió “¿Cómo es posible que algo que causa tanto placer produce tanto dolor? ¿is it possible that something that causes so much pain as pleasure produces?, esta sencilla frase encierra tanto de la vida, así era ella, la que se fue.

A continuación les dejo co el poema “Daddy” (papi) tanto en español como leído por Sylvia Plath, a muchos posiblemente no les guste, pero lo contundente y la brutalidad de la vida deben ser necesariamente descritas y si se hace asì vale la pena.

Alejandro.
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Papi
Por Sylvia Plath

Ya no, ya no,
ya no me sirves, zapato negro,
en el cual he vivido como un pie
durante treinta años, pobre y blanca,
sin atreverme apenas a respirar o hacer achís.

Papi: he tenido que matarte.
Te moriste antes de que me diera tiempo…
Pesado como el mármol, bolsa llena de Dios,
lívida estatua con un dedo del pie gris,
del tamaño de una foca de San Francisco.

Y la cabeza en el Atlántico extravagante
en que se vierte el verde legumbre sobre el azul
en aguas del hermoso Nauset.
Solía rezar para recuperarte.
Ach, du.

En la lengua alemana, en la localidad polaca
apisonada por el rodillo
de guerras y más guerras.
Pero el nombre del pueblo es corriente.
Mi amigo polaco

dice que hay una o dos docenas.
De modo que nunca supe distinguir dónde
pusiste tu pie, tus raíces:
nunca me pude dirigir a ti.
La lengua se me pegaba a la mandíbula.

Se me pegaba a un cepo de alambre de púas.
Ich, ich, ich, ich,
apenas lograba hablar:
Creía verte en todos los alemanes.
Y el lenguaje obsceno,

una locomotora, una locomotora
que me apartaba con desdén, como a un judío.
Judío que va hacia Dachau, Auschwitz, Belsen.
Empecé a hablar como los judíos.
Creo que podría ser judía yo misma.

Las nieves del Tirol, la clara cerveza de Viena,
no son ni muy puras ni muy auténticas.
Con mi abuela gitana y mi suerte rara
y mis naipes de Tarot, y mis naipes de Tarot,
podría ser algo judía.
Siempre te tuve miedo,
con tu Luftwaffe, tu jerga pomposa
y tu recortado bigote
y tus ojos arios, azul brillante.
Hombre-panzer, hombre-panzer: oh Tú...

No Dios, sino un esvástica
tan negra, que por ella no hay cielo que se abra paso.
Cada mujer adora a un fascista,
con la bota en la cara; el bruto,
el bruto corazón de un bruto como tú.

Estás de pie junto a la pizarra, papi,
en el retrato tuyo que tengo,
un hoyo en la barbilla en lugar de en el pie,
pero no por ello menos diablo, no menos
el hombre negro que

me partió de un mordisco el bonito corazón en dos.
Tenía yo diez años cuando te enterraron.
A los veinte traté de morir
para volver, volver, volver a ti.
Supuse que con los huesos bastaría.
Pero me sacaron de la tumba,
y me recompusieron con pegamento.
Y entonces supe lo que había que hacer.

Saqué de ti un modelo,
un hombre de negro con aire de Meinkampf,

e inclinación al potro y al garrote.
Y dije sí quiero, sí quiero.
De modo, papi, que por fin he terminado.
El teléfono negro está desconectado de raíz,
las voces no logran que críe lombrices.

Si ya he matado a un hombre, que sean dos:
el vampiro que dijo ser tú
y me estuvo bebiendo la sangre durante un año,
siete años, si quieres saberlo.
Ya puedes descansar, papi.

Hay una estaca en tu negro y grasiento corazón,
y a la gente del pueblo nunca le gustaste.
Bailan y patalean encima de ti.
Siempre supieron que eras tú.
Papi, papi, hijo de puta, estoy acabada.

domingo, 7 de agosto de 2011

La condición humana, André Malraux



Así termina “La condición humana” de Malraux, no es una obra filosófica, es sobre todo un texto humano, no es una obra épica sobre el Kuomitang ni el Partido Comunista Chino, describe lo que nos hominiza a pesar de nosotros mismos, sin alardes, sin más pretenciones que decir sobre lo fundamental de nuestras vidas, lo humano.

Gisors le cogió una mano.
–Ya conoce usted la frase: «Se necesitan nueve meses para hacer un hombre, y un solo día para matarlo.» Lo hemos sabido tanto como puede saberse, el uno y el otro... May, escúcheme: ¡no se necesitan nueve meses; se necesitan cincuenta años para hacer un hombre; cincuenta años de sacrificio, de voluntad, de... tantas cosas! Y, cuando ese hombre está hecho; cuando ya no queda en él nada de la infancia ni de la adolescencia; cuando, verdaderamente, es un hombre, no sirve más que para morir.
Ella le miraba, aterrada; él contemplaba las nubes.
–He querido a Kyo como pocos hombres quieren a sus hijos: usted lo sabe...
Retenía la mano de May; la atrajo hacia él y la tomó entre las suyas.
–Escúcheme: hay que amar a los vivos, y no a los muertos.
–No voy a Moscú para amar.
Gisors contemplaba la bahía magnífica, saturada de sol. Ella había retirado su mano.
–En el camino de la venganza, mi buena May, se encuentra la vida...
–No es una razón para llamarla.
Se levantó y le dio la mano, en señal de despedida. Pero él le tomó el rostro entre las manos y lo besó. Kyo la había besado así, el último día, exactamente así, y nunca, desde entonces, las manos de nadie habían vuelto a tomar su cabeza.
–Apenas lloro ya –dijo May, con amargo orgullo.


Alejandro.


¿Cuál es esa condición humana que pesa como una fatalidad sobre todos estos personajes? Malraux no nos da en realidad una respuesta definitiva, si bien apunta hacia ella en varias ocasiones. «Es muy raro que un hombre pueda soportar su condición de hombre», dirá Gisors, a Ferral. Y esta afirmación alberga en sí todo un abanico de posibilidades que sitúan a Malraux en la línea más pura del existencialismo. La silueta de un destino propio se cierne sobre los protagonistas, decíamos, como un deber singular e intransferible, porque, como le responderá Ferral, “un hombre es la suma de sus actos, de los que ha hecho y de los que puede hacer. “ ¿Cuál es, pues, la condición humana? Sin duda podrían darse, desde el libro mismo, diversas respuestas a esta pregunta, pero es fácil advertir que si una circunstancia es común a todos los personajes que recorren el texto, sin excepción alguna, es la soledad: la soledad absoluta de saberse frente a un destino que a nadie más atañe, de saberse responsable de las propias decisiones, o en términos de Sarte, de enfrentarse solos a la temible libertad de elegir. También la dignidad, cierto, se erige como emblema de la condición humana, pero el precio a pagar por ella es muy alto. Esto lo saben, o cuanto menos lo intuyen, todos los personajes, y por ello su lucha no será tanto para conquistar esa dignidad como para evadirse de su responsabilidad, para emanciparse de su condición de hombres sea por el camino que sea, como señalará nuevamente Gisors: Aparecida en el 1933, La condición humana gira en torno a los sucesos que habían sacudido China pocos años antes, en el 1927. La gran revolución que había unido el partido nacionalista Kuomintang, liderado por Chiang Kai-shek, y el Partida Comunista Chino contra la autocracia militar feudal de los conocidos como Señores de la guerra, estaba en el punto de mira del mundo entero. Algunos la contemplaban con miedo, es cierto, pero muchos otros la miraban como una promesa: la esperanza de una segunda gran revolución comunista, una revolución que traspasara los límites de Rusia y alargara su mano hacia el mundo entero. Sin embargo, las medidas que Kai-shek tomó para evitarlo fueron drásticas y brutales, y mostraron su decisión de atacar el problema en su raíz; el resultado fue una purga contra los comunistas que se selló con centenares de muertos, dando lugar a una terrible guerra civil que duraría hasta el 1950, año del triunfo comunista y del establecimiento de la República Soviética de la China.

"Quizás el amor sea, sobre todo, el medio que emplea el occidental para emanciparse de su condición de hombre…
Bajo sus palabras, se deslizaba una contracorriente confusa y oculta de figuras: Chen y el crimen; Clappique y su locura; Katow y la revolución; May y el amor: él mismo y el opio… Sólo Kyo se resistía a aquellos dominios"


La condición humana pasa, pues, según vemos, por la aceptación de las propias limitaciones y por la renuncia a la búsqueda del absoluto, puesto que la aspiración que nos lleva a él nos aleja de los demás hombres y, por ende, de nuestra propia circunstancia humana. Claro que ello no implica, ni mucho menos, renunciar a la individualidad para sumergirse en la masa anónima; por el contrario, esta sería también otra vía hacia el absoluto, la vía de Katow, que a pesar de sus virtudes acaba errando el camino, puesto que un colectivo humano sin individuos (el del sueño comunista) carece igualmente de sentido.

Publicado el 26 julio 2010 por Unlibroabierto

“ -(…) Además, los hombres son, quizá, indiferentes al poder… Lo que les fascina ante esa idea, ya ve usted, no es el poder real; es la ilusión del buen placer. El poder del rey es gobernar, ¿no es cierto? Pero el hombre no tiene deseo de gobernar: siente el deseo de dominar; usted lo ha dicho. De ser más que hombre, en un mundo de hombres. Escapar a la condición humana, le decía yo. No poderoso, sino todopoderoso. La enfermedad quimérica cuya justificación intelectual no es más que la voluntad de potencia, es la voluntad de deidad: todo hombre sueña con ser un dios.” - F. Nietzche.

El espíritu de la cocina.



Ella comenzó a amasar con las manos desnudas, cernía todos los ingredientes mientras sus ojos se cerraban y una leve sonrisa se dibujaba en sus labios, recordaba cuando era niña y con las manos en el lodo, amasándolo jugaba el viejo juego de Dios. Ella era nuevamente la niña sin miedos, sin prejuicios, que jugaba a preparar el alimento, el recuerdo le hacia sonrreir y disfrutar entre sus dedos de las texturas.

Se dio cuenta de que en la cocina, participaban todos los sentidos, el gusto, el olfato, la vista, el tacto y el oído, era un mundo de sensaciones, se dio cuenta también que cocinar era un gozo, un acto de amor, de solidaridad, de compartir lo que somos, asì la cocina se convierto en su refugio.

Ella entreabrió los ojos, continuo amasando suavemente, despacio, sin prisas, suavemente, evocando todo mientras con sus manos amasaba sus recuerdos para compartirlos con sus comensales…

A mí me gusta la cocina, me gusta cocinar, los olores, los colores, las formas, las texturas, los sabores, de hecho yo creo que Dios debe ser u gran cocinero.

En la cocina sencillamente somos inventores, aventureros navegantes, pequeños artesanos, en la cocina se encuentran los olores y sabores de la infancia o de esas sabrosas sobremesas con los amigos aderezadas de charlas y a veces hasta de canciones y bailes.

Si, la cocina es el lugar donde podemos gozar y compartir, donde aprendemos, ahí nos enamoramos al preparar alimentos llenos de esperanza y amor, ahí lloramos y así les agregamos ua pizca de tristeza.

Por eso, cuando comemos sabemos si estamos compartiendo alegrías, amores o tristezas.

Alejandro.

Hearts & Minds (Corazones y Mentes )

"Nada es más querido que la Independencia y la Libertad"
"Mientras existan ríos y montañas, mientras queden hombres, vencido el agresor yanqui construiremos un Vietnam diez veces más hermoso".

Ho Chi Minh -


Campaña del gobierno Estadounidense y de Survietnam "Corazones y Mentes" en vietnam (si entregabas un arma te daban dinero y provisiones)

La sala era pequeña, no recuerdo, pero no creo que hubiese más de 100 butacas, estaba en el Museo Nacional de Antropología, en el bosque de Chapultepec, lugar donde yo asistía a clases de Antropología (alguna vez un francés al preguntarme por el museo dijo: antropofagia•, y era cierto, solo que nosotros formábamos en esa escuela parte de la cadena alimenticia), inicia la película, es un documental gringo, el primero que realmente me cimbro “Hearts & Minds” (Corazones y Mentes de Peter Davis), era sobre Vietnam y aquí solo sabíamos de la guerra por los noticieros de radio y televisión y por la prensa, claro, la censura era dura en este país, así que realmente solo sabíamos que el buen Tío Sam estaba salvando a Vietnam del horrible comunismo y claro, del Tío Ho (Ho Chi Minh).

Pero este documenta sencillamente abrió la puerta de la verdad, evidentemente en una sala casi exclusiva para los alumnos de la Escuela Nacional de Antropología y algunos cinéfilos, paso, como muchas otras cintas sin mayor gloria, era casi una burla, si se exhibe pero nadie la ve.

Hoy a más de 30 años de haberla vista y de haberme cuestionado (y todavía no término de hacerlo), la he vuelto a ver, la encontré en Google videos en esta dirección:
http://video.google.com/videoplay?docid=-8502739857306070849#

El título de este documental fue inspirado por el mantra recitado por los responsables de la guerra de Vietnam: "Para ganar la guerra, tenemos que ganar los corazones y las mentes de la gente".

La versión creo que esta completa, solo que es en ingles, pero para quien no lo habla, no es difícil entenderlo.

Les dejo con algunos comentarios de María Luisa Ortega al film y la ficha técnica.

Alejandro.
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• Título original: Hearts & Minds
• Año: 1974
• País: EE.UU
• Duración: 112 min.
• Director y Guión: Peter Davis.
• Fotografía: Richard Price (Eastmancolor).
• Montaje: Lynzee Klingman & Susan Martin.
• Productor: Henry Lange & Bert Schneider.
• Producción: BBS Prod. / Rainbow Releasing.
• v.o.s.e.
• Oscar al mejor documental



“Mira, nos están filmando. Primero bombardea, como les place, después filman” (Un vietnamita anónimo en Corazones y Mentes)

Las manifestaciones estudiantiles, la guerra del Vietnam y otras desastrosas acciones internacionales (como Bahía de Cochinos), la batalla intergeneracional, la degeneración de la cultura y la clase política americanas, la lucha por los derechos civiles y otras luchas más duras lidiadas por la población negra, la vulneración de derechos sociales de mujeres, trabajadores, presos o nativos americanos no fueron pasto exclusivo de los grupos radicales o documentalistas independientes “fuera del Sistema”. La televisión fue un escaparate, más acomodado y menos crítico quizás, pero igualmente relevante para todos estos problemas socio-políticos que sacudían la vida nacional. Y Hollywood tampoco se quedó al margen del documental nacional que los abordara: después de premiar a filmes extranjeros sobre el más conflictivo de los problemas de la política nacional como La Section Anderson (Pierre Schoendoerffer, 1967), las miradas locales no complacientes sobre la guerra de Vietnam serían también reconocidas en CORAZONES Y MENTES (Peter Davis, 1974) e Interviews with My Lai Veterans (Joseph Strick, 1970).

Conforme la década de los 60 languidecía y los 70 avanzaban, el documental parecía gozar de una salud envidiable revitalizada por autores como Emile De Antonio, pero también por otros muchos artesanos dentro y fuera de la pequeña pantalla que no se amilanaban en el tratamiento de los problemas sociales más duros. Construían otras historias morales, escritas no tanto desde la radicalidad política sino a partir de la buena conciencia social o el intento de expresar la moral y el espíritu del pueblo americano ante la adversidad y resistiendo los devenires de una clase política que no parecía nunca estar a la altura de las circunstancias. En el lenguaje el documental avanzaba hacia un neo-clasicismo ecléctico que lo hacía moverse desde el directo -como el que desplegaban continuadores, aunque no fundamentalistas, del vérité como William Jersey en A Time for Burning (1966), uno de los mejores trabajos sobre la lucha por la integración cuando aún esta no era sinónimo de traición a la causa de los negros y que nunca se emitiría en televisión, o American Against Itself (1968), uno entre otros muchos documentales conmocionados por la represión policial de los manifestantes en la Convención Demócrata de Chicago- al mestizaje del cine más observacional con elementos asentados en el documental televisivo, como la narración y las entrevistas, pero que jugaban con las posibilidades de la polifonía en las voces y el montaje en la imagen en la imagen llegando al collage.

Y así, lidiando siempre con los límites de permisividad de las cadenas televisivas -en ocasiones editando dobles versiones o saltando a la distribución en salas- irán desfilando diversos males sociales. La pobreza, el capitalismo y la neoesclavitud serán los temas de películas como Hunger in America (Martin Carr y Peter David, 1968), para la CBS, mostrando a familias que morían de hambre en difentes partes del país más rico; o What Harvest for the Reaper? (Morton Silverstein, 1967), denuncia de las condiciones de los emigrantes negros del sur en las granjas de Long Island; y Banks and Poor (Morton Silverstein, 1970), acerca de la violencia económica ejercida por los bancos y las entidades de préstamo sobre los pobres urbanos (ambas producidas para la televisión pública). Mientras Hard Times in the country (Jack Willis, 1970) mostraba cómo mientras granjeros y agricultores tenían que abandonar una forma de vida con la que no podían subsistir, unas pocas cadenas de alimentación monopolizaban la distribución de alimentos en el país, decidiendo el presente y el futuro de una parte de la nación con sus políticas de precios. Las revueltas estudiantiles y la radicalización política de los universitarios que documentara el grupo Newsreel en Columbia Revolt (1968), y cuya deriva en la acción violenta contra el imperialismo americano de la Weather Underground Organization (una escisión del Students for a Democratic Society) fascinara a De Antonio en Underground (1976, filmada por Haskell Wexler), tendría su correlato televisivo en The Berkeley Rebels (1965) realizado por Arthur Barron para la CBS. Barron se acercaba con demasiada simpatía a cuatro jóvenes “comunistas” de la Universidad de California, lo que costaría el remontaje del film para su emisión y la adopción de temáticas menos controvertidas en el futuro, como las preocupaciones de los adolescentes acomodados en Sixteen in Webster Graves (1966), que le valdría el premio al mejor documental del American Film Festival.

Aunque la política nacional e internacional fue objeto de infinidad de aproximaciones más o menos críticas, incluyendo numerosos documentales financiados por el propio gobierno, dos películas de Peter Davis representan el mejor exponente de cómo los problemas estrella de la sociedad y del cine americano de la década de los 70 -las corrupciones y maquinaciones de las instituciones del estado y la guerra del Vietnam- adoptaban unas formas documentales que aunaban la puesta en cuestión de quienes llevaban las riendas del país con una mirada que casi todos los americanos podían compartir desde la decepción o el dolor. The Selling of the Pentagon (1971) y CORAZONES Y MENTES (1974) operaban una suerte de domesticación en el terreno tanto político como audiovisual de las películas y los temas abordados por De Antonio, y representan los logros que esa construcción de un lenguaje ecléctico efectivo, que utiliza todo tipo de estrategias con efectos cognitivos y emocionales calculados, puede alcanzar en los dos espacios de presencia del documental: la televisión y las salas.

CORAZONES Y MENTES, financiada por la Columbia Pictures, quien se deshizo de ella ante las presiones desde las más altas esferas para evitar su distribución (de hecho su estreno en Estados Unidos se retrasó un año), salía cuando la guerra del Vietnam se había extinguido, aunque aún perduraba el humo. Desde luego no era un film antibélico a la manera de los otros documentales que sobre la cuestión venían realizando cineastas independientes, sino una espectacular y ambiciosa producción que suponía una especie de catarsis colectiva para el pueblo americano a través del sufrimiento propio y del infringido sobre la población vietnamita, que también llora y entierra a sus muertos. En ella, aquellas imágenes de los niños abrasados por el napalm o el tiro en la sien a un sospechoso vietcong, cientos de veces reproducidas hasta convertirse en sombras de sí mismas, como diría Peter Biskind, se mostraban ahora en todo su terrible esplendor. El color contrastaba con el blanco y negro que se había fijado en las retinas, y se hacían protagonistas de largas secuencias no ancladas por voz alguna cuyo aura nos forzaba a redescubrir la violencia y el sufrimiento más allá del carácter simbólico forjado en torno a ellas por las infinitas reproducciones en todo soporte y contexto. Junto a ellas, otras imágenes filmadas en Vietnam enfatizan la paz de las acciones y las vidas humildes truncadas por el sonido de los aviones y la irrupción de hombres uniformados y armados, mientras las entrevistas con gentes vietnamitas inciden tanto en el dolor por las perdidas y las vejaciones (encarcelamientos y tort

El análisis histórico y político que en In the Year of the Pig (Emile De Antonio, 1969) soportaban las entrevistas, se veía ahora sustituido por el mea culpa que impregnaba todo el film y que muchos veteranos y políticos entonaban, racional o emocialmente, ante la cámara, narrando las experiencias irreales en combate o la surrealista maquinaria del poder político que había ofuscado sus mentes. Y el film sufría igualmente junto a los desertores y sus familias, ahora representados como una víctima más de una guerra incomprensible. Este espíritu y esta moral parecían sitiar las declaraciones de otros: las de los sucesivos presidentes y su rosario de mentiras para justificar la implicación de los Estados Unidos; las de los militares como Westmoreland que seguían creyendo en la causa y que ponía en entredicho el sufrimiento del pueblo vietnamita con un antológico “los orientales no dan el mismo valor a la vida que los occidentales”; y las espeluznantes exclamaciones de satisfacción del coronel George S. Patton III recordando la determinación en los rostros de su escuadrón en la ceremonia funeraria de cuatro compañeros, rostros que indicaban su naturaleza como “un buen grupo sanguinario de asesinos” (una imagen de archivo que De Antonio también utilizara, y que ahora veríamos en color). También arrojaba a un lugar incierto, entre el patetismo, el dolor y la complacencia, las palabras de David y Mary Emerson de Concord hablando sobre su joven y prometedor hijo, educado en Harvard y caído en combate, que aún confiaban ciegamente en el sistema y en el liderazgo de Nixon; o los discursos, que van puntuando todo el film, del veterano George Coker, prisionero de guerra que a su regreso habla ante niños en la escuela, desfiles de homenaje y reuniones de madres y abuelas cantando las alabanzas y el espíritu que ha presidido la gesta.

La narración ha desaparecido por completo, las escenas observacionales filmadas por el equipo de Davis y las imágenes de archivo eran tratadas casi con el mismo tempo, y pocas veces éstas últimas estaban al servicio de un sistema ilustrativo o explicativo (y cuando lo hacían, operaban antes en la vía emocional que como referente visual). Y el montaje de “puesta en evidencia” de De Antonio se domesticaba vaciándolo de la mordaz crítica política, aunque sirviendo a diferentes juegos de diálogo, enfrentamiento y desmentidos, así como a las connotaciones y adjetivación de las entrevistas y del material de archivo o al conflicto cognitivo y emocional. En este contexto, son especialmente relevantes el uso de fragmentos de películas de ficción como This is the Army (Michael Curtiz, 1943), con un espectacular musical casi íntegro, o Mi hijo John (My Son John; Leo McCarey, 1952) y Objetivo Birmania (Objective, Burma!; Raoul Walsh, 1945) que rezuman la locura anti-comunista y la impronta racista contra los pueblos amarillos , irónicos insertos en los que la sonrisa se congela cuando, arrancados de su contexto, desvelan la profundidad e inconsciencia con la que estos valores se arraigaban en la sociedad americana. Similar propósito cumplen los fragmentos que puntúan algunos momentos del film en que un entrenador de fútbol instiga a sus chicos a aniquilar al enemigo y lograr la victoria por encima de todo y con Dios de su parte. En otras, el conflicto cognitivo y emocional es demoledor, como la secuencia de dos soldados en un burdel charlando mientras sus manos están ocupadas en “otras cosas” -desde luego una escena no apta para todos los públicos, dado que roza el porno- y que termina con un corte a un primer plano de una mano “empuñando” un zippo con el que será incendiada una pobre vivienda vietnamita.

CORAZONES Y MENTES pretendía ser un cierre, el documental definitivo sobre Vietnam. De hecho pocos se producirían después. Atrás quedaban los arriesgados y tempranas esfuerzos de ir más allá de la cobertura de la guerra por televisión o los complacientes ejercicios mostrando el lado humano de los soldados en el frente, como el que realizara Felix Green en Inside North Vietnam (1968) para la CBS, pero que no se atrevería a emitir (lo haría la pública PBS); o aquellos que se adentraban ya en los 70 a reconstruir atrocidades por boca de los veteranos -como Joseph Strick en Interviews with My Lai Veterans (1970)-; o la amargura de la guerra, como hiciera el colectivo Winterfilm con Jane Fonda y Donald Sutherland a la cabeza en Winter Soldier (1972).

Texto: María Luisa Ortega, “Historias naturales e historias morales: el nuevo documental americano” en Roberto Cueto & Antonio Weinrichter (Ed.) Dentro y fuera de Hollywood: la tradición independiente en el cine americano, Festival de Cine de Gijón, 2004.

sábado, 6 de agosto de 2011

¿¡¡¡Buen provecho!!!?



Hoy en algún lugar del universo posiblemente algún pueblo o nación este festejando una gran victoria, acaso algunos millones festejen su natalicio, pero en todos los casos o sino en la mayoría, lo que hay es comida, bebida, frutas, verduras, carnes de ave, de cerdo o res, pescados o mariscos, se celebra comiendo, bebiendo, es una parte fundamental del festejo.

La gran mayoría de nosotros acaso y conocemos el sentido del hambre, pero siempre hay alguien que nos acerca un poco de comida, pero no sabemos lo que es la hambruna, esa plaga, ese jinete del Apocalipsis ya no comparte al parecer nuestro camino y solo lo hace cuando en ese noble acto hacemos la guerra, si, a las estupideces las ennoblecemos, más la hambruna, la carencia total de alimentos y bebidas nos es prácticamente desconocida.

Hoy, agosto del 2011, sin guerras como las que concluyo en 1945, sin las sequias de hace 80 o más años, no creemos que sea posible la hambruna, el desarrollo tecnológico nos permite producir alimentos en cantidades nunca imaginadas por generación anterior alguna.

Hoy en este año, en África, continente saqueado, violado, desangrado por más de 500 años de cultura civilizatoria, hoy miles, millones están padeciendo hambre, si, ese jinete no se ha ido, sencillamente ahora cabalga lejos de los emporios financieros, industriales y tecnológicos, ahora vive en el hambre de cada niño africano, de cada madre seca que no puede amamantar a sus hijos, de cada padre sin ánimos ni fuerzas para caminar mientras ve a su familia morir de hambre.

Varias veces en mi vida me han dicho que yo siempre veo vasos medio vacios, ahora yo pregunto ¿acaso la solidaridad se ha hecho presente?, ¿Cuántos de nosotros hemos sido menos sordos y ciegos?.

Sin embargo, yo sigo creyendo firmemente que el espíritu humano será capaz de unirse, de ser solidario, de hacer que todos los seres humanos caminemos juntos.

Les dejo con algunos datos y un breve articulo de la Dolce Welle.
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La gran hambruna del 2011

Según reportó la ONU en enero pasado, los precios de los alimentos han llegado a cifras récord. El azúcar, por ejemplo, cotiza a niveles inéditos en 30 años. Las economías emergentes (con China e India a la cabeza) se enfrentan a la disyuntiva de exportaciones masivas o el desabasto. Los precios al interior producen un lastre que acaba con el brillo de las perspectivas de crecimiento de los nuevos rectores de la economía: la inflación. India enfrenta niveles inflacionarios que llegan a un 18% anua.

Ese es el panorama con que el 2011 y en donde la constantes es el amenaza del hambre a una escala mundial.

Con una población mundial que aumenta a razón de 80 millones de comensales por año, el aumento en el precio de los alimento se ha visto impulsado por la especulación, las leyes de la oferta y la demanda y la escasez provocada por el empobrecimiento de los suelos, el cambio climático y el creciente uso de los granos como combustible.

Dentro de la demanda, hay que colocar en un sitial especial a las economías emergentes, cuya capacidad adquisitiva ha aumentado su demanda de carnes, leche y huevo. La población china consume, ahora mismo, el doble que la norteamericana

El aumento en los precios de los alimentos amenaza a las poblaciones más débiles, pero no sólo de los países económicamente más débiles, sino también a las de las llamadas “economías emergentes”, con China y la India a la cabeza.

La especulación en el precio de carne, leche, granos proviene, irónicamente, del ascenso de las clases medias de esas economías, que al adoptar un estilo de vida “más occidental”, aumenta la demanda de los productos básicos, y con ello su precio. También influyen el aumento en el precio de los combustibles y la demanda de granos para la producción de biocombustibles.

Hay, además, una causa que, según los expertos, irá aumentando su marco de influencia en el precio de los alimentos, pues es un empuje negativo para su producción: el cambio climático.

A la cada vez más escasa producción de alimento debido a los cambios en la climatología, se suma la desaparición de “la moral económica” que, hasta hace algunas décadas, disponía políticas y estrategias para que los más pobres tuviesen acceso a la comida.

Hoy en día esas políticas de aprovisionamiento popular son vistas como innecesarias y redundantes: si algún alimento falta en una región, se adquiere en otra. Adquirida al precio que señala la demanda, sin que se estimule el acceso a ellos.

Con el recorte de programas sociales en todo el mundo y un aumento de 75 millones de desempleados, el 2011 no tendrá una crisis alimentaria como la del 2008, sino algo mucho peor… Eso sí: muchos especuladores serán más ricos y estarán bien nutridos.

Tras recolectar las tres cosechas más grandes de la historia de la humanidad: Niveles de desnutrición aguda por encima del 30%, dos muertes por cada 10.000 habitantes al día, menos de 2.100 kilocalorías por persona al día, menos de cuatro litros de agua diarios para consumo humano, desplazamientos masivos de población y conflicto de gran intensidad. Todo esto y más puede atribuirse hoy Somalia, que el imaginario colectivo ubica sólo como “el país de los piratas” o, los menos, como uno de los “estados fallidos” del planeta.

Pero, no nos engañemos, la declaración oficial de hambruna que Naciones Unidas acaba de hacer no se limita a una distinción semántica o técnica. Es más bien el fracaso de la humanidad de lograr una gobernanza global en la era de las comunicaciones, en un momento en que todas las barreras físicas y espaciales parecían poder ser abatidas y 63 años después de que se proclamase que hay unos derechos que son universales. ¿Cómo explicar si no a un niño desnutrido, que ya no quiere ni puede comer, el hecho de que esta sea una crisis anunciada, de la que las organizaciones humanitarias presentes en el país veníamos alertando desde hace semanas?

El factor desencadenante ha sido esta vez una sequía (la mayor de los últimos 60 años), la consecuente pérdida de cosechas y ganado y la subida brutal del precio de los alimentos básicos. Pero Somalia ha venido viviendo en una situación de continua inseguridad alimentaria, violencia y fragilidad durante los últimos 20 años. Hoy hablamos de una emergencia dentro de otra emergencia que se traduce en un hambre masivo, brutal, letal. No veíamos nada igual desde 1992, cuando otra hambruna se cobró la vida de 300.000 somalíes. En todas las mentes está el recuerdo de Biafra, donde murieron, en 1984, un millón de personas.

¿Qué hacer ante una situación así? Actuar. Responder. Prevenir. Resolver en el corto plazo pero proyectarse también en el medio y el largo plazo. Hoy, con la etiqueta oficial de hambruna, la comunidad internacional debe sin mayor dilación liberar todos los fondos necesarios para aliviar el sufrimiento de los 2,5 millones de somalíes que han dejado sus hogares huyendo del hambre. Proteger a los once millones de personas amenazadas por esta sequía en el Cuerno de África. Asegurar la próxima siembra a principios de 2012. Los gobiernos de la región deben también facilitar el acceso inmediato a la ayuda humanitaria. Naciones Unidas debe coordinar la respuesta y las organizaciones no gubernamentales asegurar el uso más eficiente de los recursos disponibles sobre el terreno. Los ciudadanos, que sistemáticamente señalan en las encuestas el hambre como primera causa de preocupación global, tienen la oportunidad de hacer real su solidaridad. Pero esto no se resuelve salvando un puñado de vidas y relegando después otra vez al olvido al Cuerno de África, al que nadie le importa un cuerno.

Toda esta indignación que despiertan las imágenes de vientres hinchados por el hambre debe transformarse en algo concreto. Podemos empezar por dejar de considerar la desnutrición aguda como una fatalidad y empezar a verla como una enfermedad. Diagnosticable, prevenible y tratable. Ojalá Somalia pueda abrirnos los ojos.
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Hambre en África, producto de la corrupción

Se dice a menudo que las catástrofes alimentarias son una consecuencia del cambio climático, pero las causas del hambre son, sobre todo, la corrupción, los malos gobiernos y una administración ineficiente.

Dadaab, en el norte de Kenia, es el campamento de refugiados más grande del mundo. A él llegan, día tras día, entre 1.000 y 2.000 refugiados de Somalia huyendo del hambre y de un Estado que ya ha dejado de ser tal, abandonando a su gente.

“La situación es tan terrible e intrincada en el sur de Somalia que hasta para nosotros es peligroso llegar hasta allí. Los grupos rebeldes crean un clima de violencia y, además, hay una sequía extrema. Por eso, el precio de cereales como el mijo –un alimento muy importante en Somalia- se ha duplicado en un corto tiempo. La gente no tiene otra alternativa”, explica Ralf Südhoff, del Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés).

Violencia, sequía y muerte

No sólo se trata de la sequía permanente, sino, sobre todo, de la violencia continua que hace imposible que llegue ayuda externa. Se trata de seres humanos abandonados a su suerte, Somalia es un estado fallido, sin gobierno, subraya Michael Brüntrup, experto en Ciencias Agropecuarias del Instituto Alemán de Desarrollo (DIE). Y esa es una de las típicas características de las crisis alimentarias.

“A un conocido economista, Amartya Sen, se le otorgó el Premio Nobel en parte por haber demostrado que en los sistemas democráticos casi no hay muertes por hambre. Y lo demostró en su propio país, India, que estaba asolado por crisis alimentarias y ahora ya no lo está”, señala Michael Brüntrup. Sin embargo, según él, el hambre crónica también es un fenómeno común en democracia.

El hambre afecta a más de 1.000 millones de personas

Pero el mal que se extiende por el Cuerno de África no es el hambre normal que sufren más de 1.000 millones de personas en todo el mundo, sino una crisis alimentaria que cobra dimensiones de catástrofe. La gente muere huyendo de ella, los niños fallecen, luego de caminatas a pie que duran semanas, antes de llegar al campamento de refugiados de Dadaab porque están completamente debilitados. Llegan de Somalia o de Etiopía, uno de los países más pobres del mundo, cuyos habitantes luchan desesperadamente contra el hambre.

“Etiopía es un país muy pobre que ha invertido mucho en el sector agrario y que logró reducir el número de personas que sufren de hambre en un 1 a un 1,5 por ciento anual. La mitad de la población de Etiopía está subalimentada. A eso se suma el crecimiento poblacional. Se puede decir que se ha hecho mucho, pero que aún no es suficiente en absoluto”, advierte Michael Brüntrup.

“No hay suficiente dinero”

El experto del Instituto Alemán de Desarrollo aplaude la Declaración de Maputo de la Unión Africana, en la que los países africanos se comprometieron en 2003 a invertir el 10 por ciento de su presupuesto en la agricultura. Sólo así es posible combatir las catástrofes alimentarias como la que afecta al Cuerno de África, dice Michael Brüntrup.

“En caso de crisis agudas como la actual, se debe invertir reservas de dinero o de alimentos para poder alimentar a la población. O, en su defecto, se debe solicitar ayuda a la comunidad internacional, como se ha hecho ahora”, señala Brüntrup.

Pero, a pesar de todas las promesas, estas ayudas adicionales de la comunidad internacional han sido bastante escasas y no alcanzan en absoluto para combatir una catástrofe alimentaria de esta magnitud. “Tenemos el siguiente problema: sólo para la segunda mitad de este año nos faltan aproximadamente 140 millones de euros para ayudar a cientos de miles de niños y adultos que están a punto de morir de hambre. Eso significa que nuestra tarea, que también fue encomendada por los gobiernos, es ayudar a esas personas, pero no tenemos el dinero suficiente”, alerta Ralf Südhof, del Programa Mundial de Alimentos.

Es por eso que muchas organizaciones humanitarias advierten que ya se avecina la próxima crisis alimentaria, y será en Sudán del Sur, el Estado más joven en la organización de las Naciones Unidas desde que declaró su independencia, en julio de 2011. Y la espiral del hambre sigue en aumento.

Autora: Helle Jeppesen/ Cristina Papaleo - Editor: Enrique López Magallón, DW-WORLD.DE