lunes, 31 de octubre de 2011

La vida inútil de Pito Pérez - testamento



Pito Pérez es un personaje extraordinario, mezcla de revolucionario, hereje, borracho, mujeriego, enamorado, poeta, lleno de anhelos y de vida, de su vida, la cual uso como es debido, como él quería.

Les dejo con su testamento, la brutalidad y franqueza del mismo sólo nos habla de ese hombre único Pito Pérez, escrito por José Rubén Romero en 1944.

Alejandro.
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Testamento de Pito Pérez

“Lego a la Humanidad todo el caudal de mi amargura. “Para los ricos, sedientos de oro, dejo la mierda de mi vida.

“Para los pobres, por cobardes, mi desprecio, porque no se alzan y lo toman todo en un arranque de suprema justicia. ¡Miserables esclavos de una iglesia que les predica resignación y de un gobierno que les pide sumisión, sin darles nada en cambio!

“No creí en nadie. No respeté a nadie. ¿Por qué? Porque nadie creyó en mí, porque nadie me respetó. Solamente los tontos o los enamorados se entregan sin condición.

“¡Libertad, Igualdad, Fraternidad!

“¡Qué farsa más ridícula! A la Libertad la asesinan todos los que ejercen algún mando; la Igualdad la destruyen con el dinero, y la Fraternidad muere a manos de nuestro despiadado egoísmo.

“Esclavo miserable, si todavía alientas alguna esperanza, no te pares a escuchar la voz de los apóstoles: su ideal es subir y permanecer en lo alto, aun aplastando tu cabeza.

“Si Jesús no quiso renunciar a ser Dios, ¿qué puedes esperar de los hombres?...

“¡Humanidad, te conozco; he sido una de tus víctimas! “De niño, me robaste la escuela para que mis hermanos tuvieran profesión; de joven, me quitaste el amor, y en la edad madura, la fe y la confianza en mí mismo. ¡Hasta de mi nombre me despojaste para convertirlo en un apodo estrafalario y mezquino:

Hilo Lacre!

“Dije mis palabras, y otros las hicieron correr por suyas; hice algún bien, y otros recibieron el premio.

“No pocas veces sufrí castigo por delitos ajenos.

“Tuve amigos que me buscaron en sus días de hambre, y me desconocieron en sus horas de abundancia.

“Cercáronme las gentes, como a un payaso, para que las hiciera reír con el relato de mi aventuras, ¡pero nunca enjugaron una sola de mis lágrimas!

“Humanidad, yo te robé unas monedas; hice burla de ti, y mis vicios te escarnecieron. No me arrepiento, y al morir, quisiera tener fuerzas para escupirte en la faz todo mi desprecio.
“Fui Pito Pérez: ¡una sombra que pasó sin comer, de cárcel en cárcel! Hilo Lacre: ¡un dolor hecho alegría de campanas!

“Fui un borracho: ¡nadie! Una verdad en pie: ¡qué locura! Y caminando en la otra acera, enfrente de mí, paseó la Honestidad su decoro y la Cordura su prudencia. El pleito ha sido desigual, lo comprendo; pero del coraje de los humildes surgirá un día el terremoto, y entonces, no quedará piedra sobre piedra.

“¡Humanidad, pronto cobraré lo que me debes!...

Jesús Pérez Gaona.

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