domingo, 2 de febrero de 2014

Aunque ellos te hallan matado, aún vamos a andar





“Todos estamos en la cloaca, pero algunos miramos desde allí las estrellas”
Oscar Wilde

Había estado lloviendo toda la noche, un gran silencio, solo el sonido de la lluvia al golpear contra las láminas de los techos… de pronto un sonido ensordecedor como si el cielo y la tierra se abrieran, luces inmensa iluminando todo, los perros ladrando, mastines de caza, se escuchan los motores y como se detienen los vehículos, hombres gritando órdenes y otros bajando, los helicópteros cual aves de rapiña vuelan en círculos, de pronto se escuchan gritos, más gritos, órdenes y lamentos, puertas derribadas, el tableteo de las metralletas, personas que son sacadas rastras de sus camas y de sus casas, llantos, niños llorando…

“…Que partió a la sierra / que nunca hizo daño, / que partió a la sierra / y en cinco minutos, / quedó destrozado…” Dacia Víctor Jara que en “Te recuerdo Amanda” todo en un instante, todo sucedió. Ella, la buena camarada, la joven llena de alegría y solidaridad, ella amaneció dos días después comida por los perros en el basurero de San Salvador, ¿Cómo seguir viviendo?, ¿Cómo volver a reír?...¿cómo olvidar Guazapa, a los amigos, a los camaradas, a ella, la buena y maravillosa amiga, cómo?

Ahora te corresponde a ti querido amigo, recuerdas lo andado, en aquellos viejos y polvorosos caminos de Centroamérica y de México y aquí estamos, tu amaneciste como ella, destrozado, torturado, mordido por los perros en un basurero de Acapulco.

Es difícil escribir sobre la vida cuando te la roban porque has dicho NO, porque no cediste, porque no aceptaste, ellos, los asesinos solo conocen el miedo y el terror como dialogo.

Aunque sé que no volveremos a caminar juntos, aunque sé que no te reirás ni me harás bromas, sé que has sido un buen ser humano, un gran camarada, un buen padre y un amigo.

Por esto, por lo de ella ¿la recuerdas?, por ti, por lo andado, porque es tan sencillo aprender a matar, a torturar, es tan fácil dejar tu humanidad y convertirte en una bestia depredadora, sin esperanza, sin sueños. Sabes, por eso no creo que nosotros seamos las víctimas, porque hemos gozado de la poesía y la música, de la pintura, de caminar y conocer, que aprendimos a vivir con el arte, porque esto siempre nos hace humanos, si hemos vivido con el corazón abierto y el espíritu libre.

Por eso, ellos, los asesinos son las víctimas, no tienen alma, no tienen espíritu, están huecos, vacíos, son duros y fríos como el acero y el mármol, ellos viven solos, sin amor, sin sueños ni esperanzas, sin un amigo o un amor, solo con su dolor y crueldad, solos con la sangre de sus víctimas.


Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Cantares, Antonio Machado

Algún día, volveremos a vernos, caminaremos como lo hacíamos antes, algún día volveremos a cantar y a reír.

Alejandro, enero / febrero 2014
Vamos a andar, 
en verso y vida tintos, 
levantando el recinto 
del pan y la verdad. 

Vamos a andar, 
matando al egoísmo, 
para que por lo mismo, 
reviva la amistad. 

Vamos a andar, 
hundiendo al poderoso, 
alzando al perezoso, 
sumando a los demás. 

Vamos a andar, 
con todas las banderas 
trenzadas, de manera 
que no haya soledad. 

Que no haya soledad, 
que no haya soledad, 
que no haya soledad. 

Vamos a andar 
para llegar a la vida. 

"Vamos a andar" Sivio Rodríguez.

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