domingo, 17 de octubre de 2010

El espíritu de dios en la humano


La creación.
Para Constanza, quien sin todavía estar es la luz de su abuelo.

Y Dios creó a Lilith y a Adán, él deseo dormir con ella, él encima de ella, ella debajo de él, ella se negó, quería estar arriba, ser igual a él, Dios se molesto y le dijo que ella habría de obedecer y servir, ella sencillamente se fue, ella fue difamada, se le quito del libro, pero ella ahí esta, esperando a que él, Adán, se de cuenta que ambos en escancia son iguales, mientras tanto ella camina enseñando a las mujeres y a los hombres que el paraíso está en ambos…
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Esto sucedió entre un amanecer y un pardear de la tarde…

Me he imaginado cuando Dios creó al hombre, a su imagen y semejanza, esta es la historia que me contaron los viejos y que ellos aprendieron de sus padres y así ha sido desde el principio.

Ya la gran parte de la creación estaba hecha, el universo estaba caminando, ese momento único cuando de la nada brota la luz y todo se inunda y así la nada se llena al principio de una luz brillante, al instante siguiente de colores, de sonidos, de formas increíbles, ese instante en que solo con la palabra Dios dijo “Hágase el Universo” y todo se hizo desde la palabra.

Así con todo el universo vivo, Dios camina sobre la tierra, poblada de todo tipo de aves, peces, animales, insectos, bosques y lagunas, mares y desiertos, montañas inmensas con blancas puntas, sin embargo, Dios se da cuenta que falta algo, algo que sirva para alegrar la vida.

Esto sucedió por la mañana, muy tempranito, Dios corto una mazorca de maíz de una milpa, era la mazorca más tierna, más madura, más fuerte, la mazorca estaba húmeda por el roció que la había cubierto y es que por las noches la luna y las estrellas lloran un poco para humedecer la tierra y a las plantas, para la vida, eso sucede cuando el cielo es malva y se une el día y la noche por un instante, como amantes que se desean, ese es el momento de deseo cuando todo puede ser…

Dios coloco la mazorca sobre la tierra para que ella, la madre la cuidara y el sol, el padre la calentara mientras le aconsejaba.

Por la tarde, Dios tomo la mazorca, madura, seca y comenzó a quitarle las hojas y al caer la tierra inmediatamente las cubría.

Con gran firmeza y ternura Dios fue desgranando con sus manos la mazorca hasta que este quedo un pequeño montículo y el olote desnudo.

Entonces a una nube que esta ahí le dijo que llorara un poco y con esa agua de lluvia Dios empezó a amasar el maíz, con lagrimas del cielo para que el dolor no nos doliera tanto y así la masa, siempre tuviera la frescura, la dulzura y la fortaleza del agua.

Dios comenzó a formar dos figuras con la masa, poco a poco les fue dando forma, así había una femenina y otra masculina, deposito las figuras en la tierra, la cual los recibió como a sus hijos, con sus manos les fue formando el rostro, al viento le pidió que soplara suavecito, cálido y refrescante para que la tierra al cubrirlos les diera el color de ella y del maíz, por eso este es nuestro color, por eso a veces volamos durante nuestros sueños, el viento nos lleva, así les dijo a las figuras tu eres hombre, tu eres mujer.

Tomo Dios de cada ser vivo de la creación un átomo y los unió todos, y los coloco en la cabeza de cada figura, para que tuvieran inteligencia, para que comprendieran el universo y supieran que formaban parte de él, como todo lo creado.

Después tomo un poco de polvo de estrellas, Dios vertió algunas lagrimas sobre el polvo y lo amaso, lo corto en dos pedazos iguales y abrió el pecho del hombre y de la mujer, deposito la masa y así nos fue dado el corazón para sentir, para saber.

Cortó un pedazo de luna y lo envolvió en una nube, del sol tomo un par de rayos, así hizo un manto de sol y de luna, de cielo y cubrió a hombre y mujer, para que con ese manto invisible andarán siempre, ese manto esta el amor, el deseo, la pasión, la ternura y la locura.

Entonces el alfarero divino soplo sobre ellos, despacito, muy suavemente y el alma y el espíritu de dios entraron en hombre y mujer, por eso inhalamos y exhalamos, porque que en árabe Dios se dice Al ha.

Hombre y mujer poco a poco se fueron moviendo, como despertando de un placido sueño, abrieron sus ojos, se sentaron y supieron que la tierra era la madre, miraron a su derredor y vieron el cielo y las estrellas, la luna, sintieron el viento en su rostro y su piel y supieron que el viento siempre lleva consejas, ambos escucharon una voz, venia de dentro de ellos, era su corazón que les hablaba con verdad, sin miedo, con amor.

Dios les hablo y les dijo tu hombre, tu mujer, son seres únicos en la creación, ambos son iguales, son independientes y libres, ambos se unirán para generar la vida humana y ambos educaran y enseñaran a sus hijos y esos a los hijos de sus hijos que la tierra es la madre, que se le debe de amar, que todo lo que existe no esta para vosotros, sino que ustedes forman parte de ese todo y deben amarlo, cuidarlo y respetarlo.

Les dijo que estaban desnudos porque sus cuerpos fueron hechos para la vida, descalzos para que al andar recordaran su origen, que sobre sus cabezas estaba el universo para recordarles que la creación era una.

Después les dio tortillas y frijoles para que comieran, para que saciaran su hambre y así supieran que la esperanza es el alimento del alma y el espíritu y les dio el sueño, para que al dormir pudieran volar y recrearse en cada estrella, en la luna, jugar con las nubes y vivir.

Entonces, ellos sintieron sueño y durmieron, Dios los miro y les dijo que ellos son la esperanza, así, él empezó a caminar…

Alejandro, marzo 2008

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