miércoles, 12 de diciembre de 2012

2012 diciembre 12 Guadalupe Tonatzin


 

En el cerro del Tepeyac se encuentra el templo católico más importante en America Latina, la Basílica de Guadalupe, antiguo lugar donde los Mexicas adoraban a Tonatzin “Nuestra Madre”, lugar que después del 13 de agosto de 1521 la Virgen María se aparece a Juan Diego, morena ella del color de los naturales de estas tierras, con los colores que casi 300 años más tarde serian los de la nación mexicana, constelaciones la bordean  querubines la sostienen, el cielo y la tierra nuestra madre surge nuevamente en el imaginario indígena y de la colonia, virgen india que se enfrenta a la blanca virgen de los Remedios, señora de los nuevos señores de lo que ahora es América Latina.

Se calcula que anualmente visitan el santuario mas de diez millones de personas, el 12 de diciembre se le festeja, bailes de antiguo cuño, con chirimías, teponaztles y caracoles, danzantes recreando el mundo desaparecido en la sangre y el fuego, recordando a Tonatzin, a nuestra madre, la Virgen de Guadalupe.

El 9 de diciembre del 2010, transcribí un breve cuento que ya es viejo en mi mente y mi mano: El milagro, El Dolor, La esperanza.

El 10 de diciembre del 2011 hice un breve recuento de algunas cosas escritas en derredor de la Virgen de Guadalupe, tratando de ubicar a la Malinche “Malinalli” con la pstrona de las Américas: “Gualalupe y Malinalli, dos mitos, dos madres, una nación”.

Hoy quiero escribir acerca del origen del Nicam Mopahua, sobre todo del ejemplar trabajo que hizo el Dr. Ángel Maríaa Garibay SJ y el Dr. Miguel Leòn Portilla.

El Nican Mopohua es un poema escrito en náhuatl que narra las cuatro apariciones de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego. Además de ser el texto relativamente más cercano a la fecha del suceso que relata. El texto fue escrito por un natural del valle de México, no únicamente por haber sido escrito en náhuatl, sino porque “presenta atributos que lo acercan a las formas de expresión muy frecuentes en los relatos debidos a autores indígenas.” (León Portilla, 2001: 22).

Antonio Valeriano fue discípulo del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, donde estudió las artes liberales, historia y filosofía (León Portilla, 2001: 35). Valeriano por lo tanto posee no únicamente el dominio literario del náhuatl, su lengua materna, sino que maneja las destrezas expresivas que la educación europea otorga mediante la disciplina liberal de la Retórica. Ello, en cierta medida, hace al texto un documento sincrético, en virtud de que el texto fue escrito en lengua vernácula amerindia, pero la composición del poema atiende a la elocuencia latina. 

Antonio Valeriano, nacido alrededor de 1522, depositario en su niñez de tradiciones indígenas, estudiante destacado del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, admirado por Bernardino de Sahagún y Juan de Torquemada, “que no era pilli [es decir noble] sino un gran sabio”, a la sazón gobernador de Azcapotzalco y posteriormente de los indios de México-Tenochtitlan. Aunque los franciscanos eran adversos al culto de Tonantzin-Guadalupe (Sahagún lo llamará ‘invención satánica’ y el provincial atacará al arzobispo por favorecer la adoración de la pintura mariana en la ermita del Tepeyac, lo que “provocó grande escándalo en la ciudad”), causado una conmoción en la audiencia porque planteó lo opuesto al mito, a la tradición, a la creencia popular y aceptada de facto por la iglesia católica. Sabemos que lo logró especialmente entre los clérigos y los políticos, porque fray Servando fue severamente castigado.
La característica más evidente del Nican Mopohua es la oralidad. La estructura textual combina la descripción con los diálogos, pues éstos contienen frases comunicativas que indican los turnos y expresiones metacomunicativas que al definir el acto verbal correspondiente denotan la personalidad divina de la in­terlocutora del indígena Juan Diego.

Ahora transcribo del texto: “Nuestra Señora de Guadalupe. Mito-narración-argumentación”, de Sara Martínez, publicado en :  Decires, Revista del Centro de Enseñanza para Extranjeros. ISSN 1405-9134, vol. 12, núm. 15, segundo semestre, 2010, pp. 53-70.

Dos siglos después, un religioso criollo fray Servando Teresa de Mier habrá de producir otro texto oral, un sermón. La inserción de narraciones en este tipo de textos es común y funciona como estrategia argumentativa
Fray Servando enunció cuatro proposiciones que planteaban otro origen de la presencia de la Virgen en la América hispana, fundamentando esa acción en el interés del monarca en conocer la verdadera historia “de este reino”. Es pertinente recordar que fue el virrey quien le pidió al Padre Mier que pro­nunciara el sermón el día de la Virgen de Guadalupe.
He aquí las cuatro proposiciones que desarrolla a lo largo de su discurso: En primer lugar afirma que la historia de la imagen de Guadalupe aún no se acaba de escribir y concordar… porque no se ha dado en el punto céntrico de la realidad” (Teresa de Mier) para dar como realidad una negación del mito de referencia, a saber que la imagen no está “pintada” en la tilma de Juan Diego, sino en la capa de Santo Tomás apóstol de este reino.
En la segunda proposición, este fraile tan singular explica como el propio Santo Tomás, el más incrédulo de los doce discípulos de Jesús, trajo la imagen de María hasta la sierra de Tenayuca y cristianizó a los indios.
La tercera proposición acusa a los indios apóstatas de maltratar la imagen por lo que Santo Tomás debió esconderla y la ocultó tan bien que tuvo que venir la mismísima “Reina de los Cielos” a entregársela a Juan Diego y a pedir su templo. "mi casina divina" del Nican Mopohua.
Y para que no quedara duda de su argumentación el sacerdote que desde el púlpito explicó que: La imagen de nuestra Señora es pintura de los principios del siglo primero de la iglesia, pero así como su conservación su pincel es superior a toda humana industria, como que la misma Virgen María se estampó naturalmente en el lienzo viviendo en carne mortal.
Al Nican Mopohua se le puede encontrar una intención propagandística o una mera publicidad del milagro, en tanto que la intención de fray Servando, aparentando ser una herejía, no es más que una intención política, a saber: De­mostrar que los americanos (en tanto que habitantes del nuevo mundo) no le debían a los españoles peninsulares la aparición de la Virgen de Guadalupe. Dice Héctor Perea (2001) “El vuelco al sentido de la leyenda era en el fondo el vuelco
El Sermón tiene tres destinatarios marcados sintácticamente: 1. el rey Carlos III, 2. la feligresía asistente a la misa de Guadalupe y 3. la misma Virgen de Guadalupe o Tonantzin o Coatlicue, tratadas como si fueran la misma persona, atrevimiento que debió provocar conmoción en las mentes de muchos de quienes escucharon el sermón.
El punto central de la argumentación es la puesta en duda del origen de la imagen de Guadalupe. Aquí es importante detectar los puntos de transfor­mación del mito. En el Nican Mopohua se narran tanto las cuatro apariciones como el milagro de la tilma, en donde aparece la imagen de la Madre Santísima. En la narración contenida en el Sermón guadalupano se cuestiona el origen de la imagen estampada en la tilma, pero no se niega la aparición de la Virgen:
Comencemos a probar, y desde luego nadie se equivoque pensando que yo niego las apariciones de María Santísima a Juan Bernardino y Juan Diego,* antes creo; firmísimamente que negarlas es una temeridad hija de la ig­norancia y de la malignidad. Lo que yo constantemente niego es que María Santísima se pintase en la tilma de Juan Diego. Y en esto no hago sino seguir la genuina tradición. (Teresa de Mier, 2001: 32)
Por lo tanto, el Sermón guadalupano aporta tres acontecimientos previos al mito de referencia: en primer lugar, la presencia de Santo Tomás en tierras americanas; en segundo lugar, la existencia de la imagen de la Virgen desde los primeros años del cristianismo y finalmente, su ocultamiento a raíz de la apostasía de grupos indígenas. Asimismo, cuestiona el origen y el modo de factura del ayate, siendo que se trata de una imagen estampada y no entramada. Por otra parte, no sólo no niega la aparición de Guadalupe, sino que tal acontecimiento constituye el último episodio de su narración.
El Nican Mopohua pone en imagen una creencia que durante siglos no fue reconocida por el Vaticano; es la puesta en imagen de un ideal. El Sermón de fray Servando pone en imagen la mexicanidad y antigüedad de la creencia en María, frente a la supuesta autoadjudicación española de haber salvado a estas tierras de la idolatría. Aquí opera la figuración simbólica de un catolicismo mexicano, figuración que no fue cabalmente comprendida, más bien fue castigada. Este atrevimiento inusitado ante una sociedad tan rígida, religiosamente hablando, como la sociedad virreinal y en un momento político, en el que el inconformismo de los criollos y las ideas de la ilustración eran peligrosos para la Corona ­ocasiono el encarcelamiento de este singular personaje de nuestra historia.

Dice Miguel León Portilla en “Tonatzin Guadalupe:

Se nos viene a la mente una hipótesis. Conociendo la fama de que gozaba Valeriano como hombre sabio y maestro en el dominio de su lengua y antigua cultura, ¿pudo ser que, en el contexto de esta notoria atracción que ejercía la ermita de Guadalupe en el Tepeyac, donde como él bien lo sabía, se había Adorado a Tonantzin (…) se sintiera atraído a escribir un relato que hablara sobre el origen de la pintura y la consiguiente devoción?
Valeriano había estado presente en algunos neixcuitilli, representaciones teatrales compuestas por los frailes, en las que se hacía ver a los indios cómo Dios, la Virgen su madre y los santos favorecían de muchos modos a quienes acudían a ellos. Lo que estaba ocurriendo en el Tepeyac parecía probar que la Madre de Dios había escogido ese lugar para manifestar allí su amor y protección a cuantos a ella acudieran. Si por eso tantos iban al Tepeyac, no era una suposición pensar que se estaba cumpliendo el deseo, la voluntad de Tonantzin, Nuestra Madre de Guadalupe, de tener allí su santuario. Valeriano (…) debió conocer también algunos relatos acerca de apariciones de la Virgen María en distintos lugares, principalmente de España. En esos relatos es muy frecuente encontrar que la Virgen, deseosa de que se le edifique un santuario, encarga a un pastor o un jornalero, en fin, a una persona del pueblo, sea su mensajero ante quien habrá de cumplir su voluntad. (…) Valeriano compondría entonces su relato, a la vez de gran fuerza teatral, en torno a un indio macehual,* hombre del pueblo, cuyo nombre hubo de dar. De no haber existido éste, su relato corría el peligro de ser tenido desde un principio como mera fantasía. (…) En realidad, más que inventar una historia, pudo conjugar varias tradiciones.

Nikan Mopoua


1. Nikan mopoua, motekpana, in kenin yankuikan ueytlamauisoltika monexiti in senkiska ichpochtli Sankta Maria Dios Inantsin tosiuapilatokatsin, in onkan Tepeyakak, moteneua Guadalupe.
1. Aquí se cuenta, se ordena, cómo hace poco, milagrosamente se apareció la perfecta virgen santa María Madre de Dios, nuestra reina, allá en el Tepeyac, de renombre Guadalupe.
2. Akattopa kimottititsino se maseualtsintli itoka Juan Diego; Au santenpan monexiti in Itlasoixiptlatsin in ixpan yankuikan Obispo Don Fray Juan de Zumarraga.
2. Primero se hizo ver de un indito, su nombre Juan Diego; y después se apareció su Preciosa Imagen delante del reciente Obispo Don Fray Juan de Zumárraga.
3. Ye yu matlak xiuitl in opeualok in atl in tepetl Mexiko, in ye omoman in mitl in chimali, in ye nouian ontlamatkamani in auakan in tepeuakan.
3. Diez años después de conquistada la Ciudad de México, cuando ya estaban depuestas las flechas, los escudos, cuando por todas partes había paz en los pueblos,
4. in maka san ye opeu, ye xotla, ye kueponi in tlaneltokilistli, in iximachokatsin in Ipalnemouani, neli Teotl Dios.
4. así como brotó ya verdece, ya abre su corola la fe, el conocimiento de Aquel por quien se vive: el verdadero Dios.
5. In uel ijkuak in ipan xiuitl mil y kinientos y treinta y uno, kin iu ikeskiluiok in metstli Disiembre mochiu: onkatka se maseualtsintli iknotlapalsintli.
5. En aquella sazón, el año 1531, a los pocos días del mes de diciembre, sucedió que había un indito, un pobre hombre del pueblo,
6. itoka katka Juan Diego, iu mitoa ompa chane Kuautitlan,
6. su nombre era Juan Diego, según se dice, vecino de Cuauhtitlan,
7. au in ika Teoyotl , ok mochompa pouia in Tlatilolko.
7. y en las cosas de Dios, en todo pertenecía a Tlatilolco.
8. Au Sabado katka, uel ok youatsinko, kiualtepotstokaya in Teoyotl iuan in inetititlanis.
8. Era sábado, muy de madrugada, venía en pos de Dios y de sus mandatos.
9. Au in asiko in inauak tepetsintli in itokayokan Tepeyakak, ye tlatlalchipaua,
9. Y al llegar cerca del cerrito llamado Tepeyac ya amanecía.
10. konkak in ikpak tepetsintli kuikoa, yukin nepapan tlasototome kuika; kakauani in intoski, iukin kinanankilia tepetl, uel senka teyolkima, teuelamachti in inkuik, kisenpanauia in koyoltototl, in tsinitskan iuan in oksekin tlasototome ik kuika.
10. Oyó cantar sobre el cerrito, como el canto de muchos pájaros finos; al cesar sus voces, como que les respondía el cerro, sobremanera suaves, deleitosos, sus cantos sobrepujaban al del coyoltototl y del tzinitzcan y al de otros pájaros finos.
11. Kimotstimokets in Juan Diego, kimolui: "—¿Kuix noluil, kuix nomaseual in ye nikkaki ¿Aso san niktemiki ¿Aso san nikkochitleua
11. Se detuvo a ver Juan Diego. Se dijo: ¿Por ventura soy digno, soy merecedor de lo que oigo? ¿Quizá nomás lo estoy soñando? ¿Quizá solamente lo veo como entre sueños?
12. ¿Kanin ye nika, kanin ye ninotta ¿Kuix ye onkan in kitoteuake ueuetke tachtouan tokokoluan, in xochitlalpan in tonakatlalpan, kuix ye onkan in iluikatlalpan "
12. ¿Dónde estoy? ¿Dónde me veo? ¿Acaso allá donde dejaron dicho los antiguos nuestros antepasados, nuestros abuelos: en la tierra de las flores, en la tierra del maíz, de nuestra carne, de nuestro sustento; acaso en la tierra celestial?
13. Ompa on itstikaya in ikpak tepetsintli in tonatiu ikisayampa, in ompa ualkistia in iluikatlasokuikatl.
13. Hacia allá estaba viendo, arriba del cerrillo, del lado de donde sale el sol, de donde procedía el precioso canto celestial.
14. Au in oyuseutikis in kuikatl, in omokaktimoman in yeekikaki ualnotsalo in ikpak tepetsintli, kiluia: "—Juantsin, Juan Diegotsin".
14. Y cuando cesó de pronto el canto, cuando dejó de oírse, entonces oyó que lo llamaban, de arriba del cerrillo, le decían: "Juanito, Juan Dieguito".
15. Niman san yemotlapaloa inik ompa yas in kanin notsalo, aken mochiua in iyolo, manose itla ik misauia, yese uel paki uelamachtia; kitlekauita in tepetsintli ompa itstia in kampa ualnotsalok,
15. Luego se atrevió a ir a donde lo llamaban; ninguna turbación pasaba en su corazón ni ninguna cosa lo alteraba, antes bien se sentía alegre y contento por todo extremo; fue a subir al cerrillo para ir a ver de dónde lo llamaban.
16. au in ye asitiu in ikpak tepetsintli, in ye okimottili se Siuapili onkan moketsinotikak,
16. Y cuando llegó a la cumbre del cerrillo, cuando lo vio una Doncella que allí estaba de pie,
17. kiualmonochili inik onyas in inauaktsinko.
17. lo llamó para que fuera cerca de Ella.
18. Au in oyuasito in ixpantsinko, senka kimomauisalui in kenin uelasenpanauia in ik senkiska mauistikatsintli;
18. Y cuando llegó frente a Ella mucho admiró en qué manera sobre toda ponderación aventajaba su perfecta grandeza:
19. in itlakentsin yukin tonatiu ik motonameyotia, inik pepetlaka;
19. su vestido relucía como el sol, como que reverberaba,
20. au in tetl in texkali in ik itech moketsa, inik kimina;
20. y la piedra, el risco en el que estaba de pie, como que lanzaba rayos;
21. in itlanexyotsin yuki in tlasochalchiuitl, makistli, in ik nesi;
21. el resplandor de Ella como preciosas piedras, como ajorca (todo lo más bello) parecía
22. yukin ayaukosamalokuekueyoka in tlali.
22. la tierra como que relumbraba con los resplandores del arco iris en la niebla.
23. Au in miskitl, in nopali iuan oksekin nepapan xiutototin onkan mochichiuani yukin ketsalistli, yuki in teoxiuitl in iatlapalo nesi. Au in ikuauyo, in iuitsyo, in iauayo yuki in kostikteokuitatl ik pepetlaka.
23. Y los mezquites y nopales y las demás hierbecillas que allí se suelen dar, parecían como esmeraldas. Como turquesa aparecía su follaje. Y su tronco, sus espinas, sus aguates, relucían como el oro.
24. Ixpantsinko mopechtekak, kikak in iyotsin in itlatoltsin in uel senka teuelamachti in uel tekpiltik yuki in kimokokonauilia, kimotlatlasotilia.
24. En su presencia se postró. Escuchó su aliento, su palabra, que era extremadamente glorificadora, sumamente afable, como de quien lo atraía y estimaba mucho.
25. Kimoluili: "—Tlaxikkaki noxokoyou Juantsin, kampa in timouika "
25. Le dijo:—"escucha , hijo mío el menor, Juanito. ¿a donde te diriges? "
26. Au in yeuatl kimonankilili: "—Notekuiyoe Siuapile, Nochpochtsine, ka ompa nonasis mochantsinko Mexiko Tlatilolko, nokontepotstoka in teoyotl, in techmomakilia, in techmomachtilia in ixiptlauan in Tlakatl in Totekuiyo, in toteopixkauan".
26. Y él le contestó:—"Mi Señora, Reina, Muchachita mía, allá llegaré, a tu casita de México Tlatilolco, a seguir las cosas de Dios que nos dan, que nos enseñan quienes son las imágenes de Nuestro Señor: nuestros Sacerdotes. "
27. Niman ye ik kimononochilia, kimixpantilia in itlasotlanekilistsin,
27. En seguida, con esto dialoga con él, le descubre su preciosa voluntad;
28. kimoluilia: "Maxikmatti, ma uel yu ye in moyolo, noxokoyou, ka neuatl in nisenkiska semikak Ichpochtli Sankta Maria, in Inantsin in uel neli Teotl Dios, in Ipalnemouani, in Teyokoyani, in Tloke Nauake, in Iluikaua, in Tlaltikpake. Uel nikneki, senka nikeleuia inik nikan nechkechiliske noteokaltsin,
28. le dice: "sábelo, ten por cierto hijo mío el mas pequeño, que yo soy la perfecta siempre virgen santa María, madre del verdaderísimo dios por quien se vive, el creador de las personas, el dueño de la cercanía y de la inmediación, el dueño del cielo, el dueño de la tierra. mucho quiero, mucho deseo que aquí me levanten mi casita sagrada
29. in onkan niknextis, nikpantlasas.
29. en donde lo mostrare, lo ensalzare al ponerlo de manifiesto:
30. Niktemakas in ixkich notetlasotlalis, noteiknoitlalis, in notepaleuilis, in notemanauilis,
30. lo daré a las gentes en todo mi amor personal, en mi mirada compasiva, en mi auxilio, en mi salvación:
31. Ka nel neuatl in namoiknouakanantsin,
31. porque yo en verdad soy vuestra madre compasiva,
32. in teuatl iuan in ixkichtin in ik nikan tlalpan ansepantlaka,
32. tuya y de todos los hombres que en esta tierra están en uno,
33. iuan in oksekin nepapantlaka, notetlasotlakauan, in notech motsatsilia, in nechtemoa, in notech motemachilia,
33. y de las demás variadas estirpes de hombres, mis amadores, los que a mi clamen, los que me busquen, los que confíen en mi,
34. ka onkan nikinkakilis in inchokis, in intlaokol, inik nikyektilis nikpatis in ixkich nepapan innetolinilis, intoneuis, inchichinakilis.
34. porque allí les escuchare su llanto, su tristeza, para remediar, para curar todas sus diferentes penas, sus miserias, sus dolores.
35. Au inik uelneltis in niknemilia in noteiknoittalis ma xiau in ompa in itekpanchan in Mexiko Obispo, au tikiluis in kenin neua nimitstitlani inik tikixpantis in kenin uel senka nikeleuia inik nikan nechkalti, nechkechili in ipan in tlalmantli noteokal; uel moch tikpouilis in ixkich in otikittak, otikmauiso, iuan in tlein otikkak.
35. y para realizar lo que pretende mi compasiva mirada misericordiosa, anda al palacio del obispo de México, y le dirás como yo te envió, para que le descubras como mucho deseo que aquí me provea de una casa, me erija en el llano mi templo; todo le contaras, cuanto has visto y admirado, y lo que has oído.
36. Au ma yu ye in moyolo ka uel niktlasokamattis, au ka nikixtlauas
36. y ten por seguro que mucho lo agradeceré y lo pagaré,
37. ka ik nimitskuiltonos, nimitstlamachtis,
37. que por ello te enriqueceré, te glorificaré;
38. iuan miek onkan tikmaseuaik nikkuepkayotiin mosiauilis, in motekipanoliin ik tiknemilitiu in tlein nimitstitlani.
38. y mucho de allí merecerás con que yo retribuya tu cansancio, tu servicio con que vas a solicitar el asunto al que te envió.
39. Okayeotikkak, noxokoyou, in niiyo, in notlatol; ma ximouikatiu, ma ixkich motlapal xikmochiuili."
39. ya has oído, hijo mío el menor, mi aliento, mi palabra; anda, haz lo que este de tu parte".
40. Au niman ik ixpantsinko onmopechtekak, kimoluili: "—Notekuiyoe, Siuapile, ka ye niyau inik nikyektilis in miiyotsin in motlatoltsin, ma ok nimitsnotlalkauili in nimoknomaseual".
40. E inmediatamente en su presencia se postró; le dijo:—"Señora mía, Niña, ya voy a realizar tu venerable aliento, tu venerable palabra; por ahora de Ti me aparto, yo, tu pobre indito".
41. Niman ik ualtemok inik kineltilitiu in inelitlanis: konnamikiko in kuepotli, ualamelaua Mexiko.
41. Luego vino a bajar para poner en obra su encomienda: vino a encontrar la calzada, viene derecho a México.
42. In oasiko itik altepetl, niman ik tlamelau in itekpanchantsinko Obispo, in uel yankuikan ualmouikak Teopixkatlatoani, itokatsin katka D. Fray Juan de Sumarraga, San Fransisko Teopixki.
42. Cuando vino a llegar al interior de la ciudad, luego fue derecho al palacio del Obispo, que muy recientemente había llegado, Gobernante Sacerdote; su nombre era D. Fray Juan de Zumárraga, Sacerdote de San Francisco.
43. Au in oasito niman ik moyeyekoa inik kimottilis, kintlatlautia in itetlayekoltikauan in itlanenkauan, inik konittotiue;
43. Y en cuanto llegó, luego hace el intento de verlo, les ruega a sus servidores, a sus ayudantes, que vayan a decírselo;
44. ye achi uekautika in konnotsako, in ye omotlanauatili in Tlatouani Obispo inik kalakis.
44. después de pasado largo rato vinieron a llamarlo, cuando mandó el Señor Obispo que entrara.
45. Au in onkalak niman ixpantsinko motlankuakets, mopechtekak, niman ye ik kimixpantilia kimopouilia in iiyotsin in itlatoltsin Iluikak Siuapili in inetitlanis: noiuan kimoluilia in ixkich okimauiso, in okittak, in okikak.
45. Y en cuanto entró, luego ante él se arrodilló, se postró, luego ya le descubre, le cuenta el precioso aliento, la preciosa palabra de la Reina del Cielo, su mensaje, y también le dice todo lo que admiró, lo que vió, lo que oyó.
46. Au in okikak in mochi itlatol, inetitlanis, yukin amo senka monelchiutsino,
46. Y habiendo escuchado toda su narración, su mensaje, como que no mucho lo tuvo por cierto,
47. kimonankili, kimoluili: "—Nopiltse ma okseppa tiualas, ok iuian nimitskakis, uel ok itsinekan nikittas, niknemilis in tlein ik otiuala in motlanekilis, in motlaeleuilis".
47. le respondió, le dijo: "Hijo mío, otra vez vendrás, aun con calma te oiré, bien aun desde el principio miraré, consideraré la razón por la que has venido, tu voluntad, tu deseo".
48. Ualkis; tlaokoxtiuits, inik amo niman oneltik in inetitlanis.
48. Salió; venía triste porque no se realizó de inmediato su encargo.
49. Niman ualmokuep is sa ye ikuak ipan semiluitl; niman onka ualamelau in ikpak tepetsintli,
49. Luego se volvió, al terminar el día, luego de allá se vino derecho a la cumbre del cerrillo,
50. au ipantsinko asito in Iluikak Siuapili, is san ye onkan in kanin akattopa kimottili, kimochialitika.
50. y tuvo la dicha de encontrar a la Reina del Cielo: allí cabalmente donde la primera vez se le apareció, lo estaba esperando.
51. Au in oyukimottili, ixpantsinko mopechtekak, motlalchitlas, kimoluili:
51. Y en cuanto la vio, ante Ella se postró, se arrojó por tierra, le dijo:
52. "—Notekuiyoe, Tlakatle, Chiuapile, Noxokoyoue, Nochpochtsine, ka oniuia in ompa otinechmotitlanili, ka onikneltilito in miiyotsin in motlatoltsin; masiui in ouiuitika in onikalak in ompa iyeyan in teopixkatlatoani, ka onikittak, ka oixpan niktlali in miiyotsin in motlaltotsin in yu otinechmonanauatili,
52. "Patroncita, Señora, Reina, Hija mía la más pequeña, mi Muchachita, ya fui a donde me mandaste a cumplir tu amable aliento, tu amable palabra; aunque difícilmente entré a donde es el lugar del Gobernante Sacerdote, lo vi, ante él expuse tu aliento, tu palabra, como me lo mandaste.
53. onechpakkaseli, au okiyekkak; yese inik onechnankili yukin amo iyolo omasik, amo monelchiua.
53. Me recibió amablemente y lo escuchó perfectamente pero, por lo que me respondió, como que no lo entendió, no lo tiene por cierto.
54.—Onechilui: —Okseppa tiualas, ok iuiyan nimitskakis, uel ok itsinekan nikittas in tlein otiuala, motlayeleuilis, motlanekilis.
54. Me dijo: Otra vez vendrás; aun con calma te escucharé, bien aun desde el principio veré por lo que has venido, tu deseo, tu voluntad.
55.—Uel itech onikittak in yu onechnankili ka momatti in moteokaltsin tikmonekiltia mitsmochiuililiske nikan, aso san neuatl nikyoyokoya, akasomo motenkopatsinko;
55. Bien en ello miré, según me respondió, que piensa que tu casa que quieres que te hagan aquí, tal vez yo nada más lo invento, o que tal vez no es de tus labios;
56. ka senka nimitsnotlatlautilia Notekuiyoe, Siuapile, Nochpochtsine, manoso aka seme in tlasopipiltin, in iximacho, in ixtilo, in mauistilo, itech xikmokauili in kitkis in kiuikas in miiyotsin in motlaltoltsin inik neltokos.
56. mucho te suplico, Señora mía, Reina, Muchachita mía, que a alguno de los nobles, estimados, que sea conocido, respetado, honrado, le en—cargues que conduzca, que lleve tu amable aliento, tu amable palabra para que le crean.
57. Ka nel niknotlapaltsintli, ka nimekapali, ka nikakaxtli, ka nikuitlapili, ka natlapali, ka nitko ka nimamaloni, kamo nonenemian, kamo noneketsayan in ompa tinechmiualia, Nochpochtsine, Noxokoyoue, Tlakatle. Siuapile.
57. Porque en verdad yo soy un hombre del campo, soy mecapal, soy perihuela, soy cola, soy ala; yo mismo necesito ser conducido, llevado a cuestas, no es lugar de mi andar ni de mi detenerme allá a donde me envías, Virgencita mía, Hija mía menor, Señora, Niña;
58. Ma xinechmotlapopoluili niktekipachos in mixtsin in moyolotsin, ipan nias, ipan niuetsis in mosomatsin in mokualantsin, Tlakatle, Notekuiyoe".
58. por favor dispénsame: afligiré con pena tu rostro, tu corazón; iré a caer en tu enojo, en tu disgusto, Señora Dueña mía".
59. Kimonankilili in Senkiska Mauisichpochtsintli:
59. Le respondió la Perfecta Virgen, digna de honra y veneración:
60. "Tlaxikkaki noxokoyou ma uel yu ye in moyolo kamo tlasotin in notetlayekoltikauan in notititlanuan, in uel intech nikkauas in kitkiske in niiyo in notlatol, in kineltiliske in notlanekilis:
60. "escucha, el mas pequeño de mis hijos, ten por cierto que no son escasos mis servidores, mis mensajeros, a quienes encargue que lleven mi aliento, mi palabra, para que efectúen mi voluntad;
61. yese uel yu moneki inik uel teuatl ik tinemis, ipan titlatos, uel momatika neltis, mochiuas, in nosialis, in notlanekilis.
61. Pero es muy necesario que tú, personalmente vayas, ruegues, que por tu intercesión se realice, se lleve a efecto mi querer, mi voluntad.
62. Au uel nimitstlatlautia noxokoyou, iuan nimitstlakuaunauatia ka uel okseppa tias in mostla tikittatiu in Obispo.
62. Y mucho te ruego, hijo mío el menor, y con rigor te mando, que otra vez vayas mañana a ver al obispo.
63. Au nopampa xiknemachti, uel yu xikkakiti in nosialis, in notlanekilis, inik kineltilis inik kichiuas noteokal nikitlanilia.
63. Y de mi parte hazle saber, hazle oír mi querer, mi voluntad, para que realice, haga mi templo que le pido.
64. Iuan uel okseppa xikilui in kenin uel neuatl nisemikak Ichpochtli Sankta Maria in niinantsin Teotl Dios in ompa nimitstitlani".
64. Y bien, de nuevo dile de que modo yo, personalmente, la siempre virgen santa María, yo, que soy la madre de dios, te mando".
65. Au in Juan Diego kimonankilili kimoluili: —"Notekuiyoe, Siuapile, Nochpochtsine, makamo niktekipacho in mixtsin in moyolotsin, ka uel nosenyolokakopa nonyas, nokonneltilitiu in miiyotsin in motlatoltsin ka niman amo niknokakaualtia, manose niktekokokamatti in ojtli.
65. Juan Diego, por su parte, le respondió, le dijo:—"Señora mía, Reina, Muchachita mía, que no angustie yo con pena tu rostro, tu corazón; con todo gusto iré a poner por obra tu aliento, tu palabra; de ninguna manera lo dejaré de hacer, ni estimo por molesto el camino.
66. Ka nonyas nokonchiuatiu in motlanekilistsin, san uel ye in aso kamo niyekkakos; in tlanose ye onikakok akasomo nineltokos.
66. Iré a poner en obra tu voluntad, pero tal vez no seré oído, y si fuere oído quizás no seré creído.
67. Ka tel mostla ye teotlak in ye onkalaki tonatiu nikkuepakiu in miiyotsin in motlatoltsin in tlein ik nechnankilis in Teopixkatlatoani;
67. Mañana en la tarde, cuando se meta el sol, vendré a devolver a tu palabra, a tu aliento, lo que me responda el Gobernante Sacerdote.
68. Ka ye nimitsnotlalkauilia, Noxokoyoue, Nochpochtsine, Tlakatle, Siuapile, ma ok ximoseuitsino".
68. Ya me despido de Ti respetuosamente, Hija mía la más pequeña, Jovencita, Señora, Niña mía, descansa otro poquito".
69. Au niman ik in ya ichan moseuito.
69. Y luego se fue él a su casa a descansar.
70. Au in imostlayok Domingo, uel ok youatsinko tlatlayouatok, ompa ualkis in ichan ualamelau in Tlatilolko, kimattiuits in teoyotl iuan inik tepoualos: niman ye inik kittas Teopixkatlatoani.
70. Al día siguiente, Domingo, bien todavía en la nochecilla, todo aún estaba oscuro, de allá salió, de su casa, se vino derecho a Tlatilolco, vino a saber lo que pertenece a Dios y a ser contado en lista; luego para ver al Señor Obispo.
71. Au aso ya ipan matlaktli jora in onesenkaualok inik omokak Misa, iuan otepoualok, in ualxin in ixkich maseuali.
71. Y a eso de las diez fue cuando ya estuvo preparado: se había oído Misa y se había nombrado lista y se había dispersado la multitud.
72. Au in yeuatl Juan Diego niman ik ya in itekpanchantsinko in Tlatoani Obispo.
72. Y Juan Diego luego fue al palacio del Señor Obispo.
73. Au in oasito ixkich itlapal okichiu inik okimottilis; au uel ouitika in okseppa kimottili;
73. Y en cuanto llegó hizo toda la lucha por verlo, y con mucho trabajo otra vez lo vió;
74. ikxitlantsiko motlankuakets, choka, tlaokoya in ik kimononochilia, in ik kimixpantilia in iiyotsin in itlatoltsin in Iluikak Siuapili,
74. a sus pies se hincó, lloró, se puso triste al hablarle, al descubrirle la palabra, el aliento de la Reina del Cielo,
75. inik aso sanen neltokos in inetitlanis in itlanekilistsin Senkiska Ichpochtli, inik kimochiuililiske, inik kimokechililiske in iteokaltsin in kanin omotlateneuili in kanin kimonekiltia.
75. que ojalá fuera creída la embajada, la voluntad de la Perfecta Virgen, de hacerle, de erigirle su casita sagrada, en donde había dicho, en donde la quería.
76. Au in Tlatoani Obispo uel miak tlamantli inik kitlatlani, kitlatemoli, inik uel iyolo masis, kampa in kimottili, kenamekatsintli; uel moch kipouilili in Tlatoani Obispo.
76. Y el Gobernante Obispo muchísimas cosas le preguntó, le investigó, para poder cerciorarse, dónde la había visto, cómo era Ella, todo absolutamente se lo contó al Señor Obispo.
77. Au masiui in uel moch kimomelauilili in yukatsintli, iuan in ixkich okittak, okimauiso inka uel yu nesi ka Yeuatsin is Senkiska Ichpochtsintli in Itlasomauisnantsin in Totemakixtikatsin Totekuiyo Jesukristo;
77. Y aunque todo absolutamente se lo declaró, y en cada cosa vió, admiró que aparecía con toda claridad que Ella era la Perfecta Virgen, la Amable, Maravillosa Madre de Nuestro Salvador Nuestro Señor Jesucristo,
78. yese amo niman ik omonelchiu.
78. sin embargo, no luego se realizó
79. Kito ka amo san ika itlatol itlaitlanilis mochiuas moneltilis in tlein kitlani,
79. Dijo que no sólo por su palabra, su petición se haría, se realizaría lo que él pedía,
80. Ka uel ok itla ineska moneki inik uel neltokos in kenin uel Yeuatsin kimotitlanilia in Iluikak Sipuapili.
80. que era muy necesaria alguna otra señal para poder ser creído cómo a él lo enviaba la Reina del Cielo en persona.
81. Au in oyukikak in Juan Diego kimoluili in Obispo:
81. Tan pronto como lo oyó Juan Diego, le dijo al Obispo:
82. "Tlakatle, Tlatoanie, ma xikmottili katleuatl yes in ineska tikmitlanilia ka niman niyas nikitlanililitiu in Iluikak Siuapili onechualmotitlanili."
82. "Señor Gobernante, considera cuál será la señal que pides, porque luego iré a pedírsela a la Reina del Cielo que me envió".
83. Au in okittak in Obispo ka uel monelchiua ka niman atle ik meleltia, motsotsona, niman ik kiua.
83. Y habiendo visto el Obispo que ratificaba, que en nada vacilaba ni dudaba, luego lo despacha.
84. Au in ye uits, niman ik kinmonauatili keski in ichantlaka, in uel intech motlakaneki, kiualtepotstokaske, uel kipipiaske kampa in yau, iuan akin konitta konnotsa.
84. Y en cuanto se viene, luego les manda a algunos de los de su casa en los que tenía absoluta confianza, que le vinieran siguiendo, que bien lo observaran a dónde iba, a quién veía, con quien hablaba.
85. Tel iu mochiu. Au in Juan Diego niman ik ualamelau, kitokak in kuepotli.
85. Y así se hizo. Y Juan Diego luego se vino derecho. Siguió la calzada.
86. Au in kiualtepotstokaya onkan atlautli kisa inauak Tepeyakak, quaupantitlan kipoloko, manel ok nouian tlatemoke aokkan kittake.
86. Y los que lo seguían, donde sale la barranca cerca del Tepeyac, en el puente de madera lo vinieron a perder. Y aunque por todas partes buscaron, ya por ninguna lo vieron.
87. San yu ualmokuepke, amo saniyo in ik omoxixiutlatito, noiuan ik okimelelti okinkualankakuiti.
87. Y así se volvieron. No sólo porque con ello se fastidiaron grandemente, sino también porque les impidió su intento, los hizo enojar.
88. Yu kinonotsato in Tlatoani Obispo, kitlauelalilike inik amo kineltokas, kiluike inik san konmostlakauilia, san kipipiki in tlein kiualmoluilia, anose san okitemik, san okikochitleu in tlein kimoluilia in tlein kimitlanililia;
88. Así le fueron a contar al Señor Obispo, le metieron en la cabeza que no le creyera, le dijeron cómo nomás le contaba mentiras, que nada más inventaba lo que venía a decirle, o que sólo soñaba o imaginaba lo que le decía, lo que le pedía.
89. Au uel yu kimoluike intla okseppa ualas, mokuepas, onkan kitsitskiske, iuan chikauak kitlatsakuiltiske inik aokmo seppa istlakatis, tekuamanas.
89. Y bien así lo determinaron que si otra vez venía, regresaba, allí lo agarrarían, y fuertemente lo castigarían, para que ya no volviera a decir mentiras ni a alborotar a la gente.
90. In okixkichika Juan Diego kakta ixpantsinko Semikak Ichpochtsintli, kiluiaya itenankililis in kitkilito itenkopa Uey Teopixkatlatoani;
90. Entre tanto, Juan Diego estaba con la Santísima Virgen, diciéndole la respuesta que traía del Señor Obispo;
91. in oyukimokakilti in Tlatokasiuapili kilui:
91. la que, oída por la Señora, le dijo:
92. "—Ka ye kuali, ka ye yuki, noxokoyou, nikan mostla okseppa tiualas inik tikitkilitiu Uey Teopixki in tlaneltilistli in neskayotl in mitstlatlanilia;
92. "bien esta, hijito mío, volverás aquí mañana para que lleves al obispo la señal que te ha pedido;
93. Ik niman mitstlatolkakilis, iuan itechpa ayokik mitschikomattis, nion motech chikoyolouas;
93. con eso te creerá y acerca de esto ya no dudará ni de ti sospechará;
94. Iuan ma uel yu ye in moyolo, noxokoyu, ka nimitstlaxtlauis monetlakuitlauilis, motlatekipanolis mosiammikilis, in nopampa titlapopolotok.
94. y sábete, hijito mío, que yo te pagaré tu cuidado y el trabajo y cansancio que por mí has impendido;
95. Tlakuele, notelpotsin, ka tel mostla ye nikan nimitsonchixtos".
95. ea, vete ahora; que mañana aquí te aguardo".
96. In imostlayok Lunes in ikuak kiuikaskia in Juan Diego in itla ineska inik neltokos aokmo oualmokuep:
96. Y al día siguiente, lunes, cuando debía llevar Juan Diego alguna señal para ser creído, ya no volvió.
97. Ye ika in ikuak asito in ichan, se itla, itoka Juan Bernardino, oitechmotlali in kokolistli, uel tlanautok.
97. Porque cuando fue a llegar a su casa, a un su tío, de nombre Juan Bernardino, se le había asentado la enfermedad, estaba muy grave.
98. Ok kitisinochilito, ok ipan tlato, yese aokmo inman, ye uel otlanau:
98. Aun fue a llamarle al médico, aun hizo por él, pero ya no era tiempo, ya estaba muy grave.
99. Au in ye youak, kitlatlauti in itla in ok youatsinko, ok tlatlayouatok ualkisas, kimonochilikiu in onkan Tlatilolko seme in teopixke inik mouikas, kimoyolkuitilitiu, iuan kimosenkauilitiu,
99. Y cuando anocheció, le rogó su tío que cuando aún fuere de madrugada, cuando aún estuviere oscuro, saliera hacia acá, viniera a llamar a Tlatilolco algún Sacerdote para que fuera a confesarlo, para que fuera a prepararlo,
100. ye ika ka uel yuka in iyolo ka ye inman, ka ye onkan inik mikis ka aok meuas aokmo patis.
100. porque estaba seguro de que ya era el tiempo, ya el lugar de morir, porque ya no se levantaría, ya no se curaría.
101. Au in Martes, uel ok tlatlayouatok in ompa ualkis ichan in Juan Diego in kimonochilis teopixki in ompa Tlatilolko,
101. Y el martes, siendo todavía mucho muy de noche, de allá vino a salir, de su casa, Juan Diego, a llamar el Sacerdote a Tlatilolco,
102. au in ye asitiuits inauak tepetsintli Tepeyakak in ikxitlan kistika ojtli tonatiu ikalakiampa, in onkan yeppa kisani, kito:
102. y cuando ya acertó a llegar al lado del cerrito terminación de la sierra, al pie, donde sale el camino, de la parte en que el sol se mete, en donde antes él saliera, dijo:
103. "Intla san nikmelaua ojtli, manen nechualmottiliti is Siuapili, ka yeppa nechmotsikaluis inik nik uikilis tlaneskayotl in teopixkatlatoani, in yu onechmonauatili;
103. "Si me voy derecho por el camino, no vaya a ser que me vea esta Señora y seguro, como antes, me detendrá para que le lleve la señal al gobernante eclesiástico como me lo mandó;
104. ma ok techkaua in tonetekipachol, ma ok nik nonochilitiuetsi in teopixki motolinia, in notlatsin amo sa kimochialitok".
104. que primero nos deje nuestra tribulación; que antes yo llame de prisa al sacerdote religioso mi tío no hace más que aguardarlo"
105. Niman ik kontlakolui in tepetl; itsalan ontlekok yenepa sentlapal, tonatiu ikisayampa kisato, inik isiuka asitiu Mexiko inik amo kimotsikaluis in Iluikak Siuapili,
105. En seguida le dio la vuelta al cerro, subió por en medio y de ahí, atravesando, hacia la parte oriental fue a salir, para rápido ir a llegar a México, para que no lo detuviera la Reina del Cielo.
106. in momatti ka in ompa in otlakolo ka auel kimottilis in uel nouiampa motstilitika.
106. Piensa que por donde dio la vuelta no lo podrá ver la que perfectamente a todas partes está mirando.
107. Kittak kenin ualmotemoui ikpak in tepetsintli ompa ualmotstilitok in ompa yeppa konmottiliani.
107. La vio cómo vino a bajar de sobre el cerro, y que de allí lo había estado mirando, de donde antes lo veía.
108. Konmonamikiliko in inakastlan tepetl, konmotsakuililiko, kimoluili:
108. Le vino a salir al encuentro a un lado del cerro, le vino a atajar los pasos; le dijo:
109. "—Aux noxokoyou, kampa in tiyau; Kampa in titstiu "
109. "¿Qué pasa, el mas pequeño de mis hijos? ¿A dónde vas, a dónde te diriges? "
110. Au in yeuatl kuix achi ik melelma Kuix nose pinauak kuix nose ik misaui, momauti
110. Y él, ¿tal vez un poco se apenó, o quizá se avergonzó? ¿o tal vez de ello se espantó, se puso temeroso?
111. Ixpantsinko mopechtekak, kimotlapalui, kimoluili:
111. En su presencia se postró, la saludó, le dijo:
112. "Nochpochtsine, Noxokoyoue, Siuapile, maximopakiltitie, ken otimixtonalti Kuix tikmouelmachitia in motlasonakayotsin, Notekuiyoe, Nopiltsinsine
112. "Mi Jovencita, Hija mía la más pequeña, Niña mía, ojalá que estés contenta; ¿cómo amaneciste? ¿Acaso sientes bien tu amado cuerpecito, Señora mía, Niña mía?
113. Niktekipachos in mixtsin in moyolotsin: ma xikmomachiltitsino, Nochpochtsine, ka uelanautok se momaseualtsin notla,
113. Con pena angustiaré tu rostro, tu corazón: te hago saber, Muchachita mía, que está muy grave un servidor tuyo, tío mío.
114. Uey kokolistli in itech omotlali; ka yeppa ik momikilis.
114. Una gran enfermedad se le ha asentado, seguro que pronto va a morir de ella.
115. Au ok nonisiutiu in mochantsinko Mexiko, nokonnonochilis seme in itlasouan Totekuiyo in toteopixkauan, konmoyolkuitilitiu, iuan konmosenkauilitiu,
115. Y ahora iré de prisa a tu casita de México, a llamar a alguno de los amados de Nuestro Señor, de nuestros sacerdotes, para que vaya a confesarlo y a prepararlo,
116. ka nel ye inik otitlakatke in tikchiako in tomikistekiu.
116. porque en realidad para ello nacimos, los que vinimos a esperar el trabajo de nuestra muerte.
117. Au intla onokonneltilito, ka niman nikan okseppa niualmokuepas, inik nonyas nokonitkis in miiyotsin in motlatoltsin, Tlakate Nochpochtsine.
117. Mas, si voy a llevarlo a efecto, luego aquí otra vez volveré para ir a llevar tu aliento, tu palabra, Señora, Jovencita mía.
118. Ma xinechmotlapopoluili, ma ok ixkich xinechmopakkaijiyouilti kamo ik nimitsnokeluia, Noxokoyoue, Nopiltsine, ka niman mostla nikistiuetsikiu."
118. Te ruego me perdones, tenme todavía un poco de paciencia, porque con ello no te engaño, Hija mía la menor, Niña mía, mañana sin falta vendré a toda prisa".
119. Au in oyukimokakiti itlatol in Juan Diego kimonankili in Iknouakasenkiskaichpochtsintli:
119. En cuanto oyó las razones de Juan Diego, le respondió la Piadosa Perfecta Virgen:
120. "Maxikkaki, ma uel yu ye in moyolo, noxokoyou, maka tle tlein mitsmauti, mitstekipacho, makamo ken mochiua in mix in moyolo makamo xikimakasi in kokolistli, manose ok itla kokolistli, kokok teopouki.
120. "Escucha, ponlo en tu corazón, hijo mío el menor, que no es nada lo que te espantó, lo que te afligió; que no se perturbe tu rostro, tu corazón; no temas esta enfermedad ni ninguna otra enfermedad ni cosa punzante, aflictiva.
121. ¿Kuix amo nikan nika nimonantsin ¿Kuix amo noseualotitlan, nekauyotitlan in tika ¿Kuix amo neuatl in nimopakkayelis Kuix amo nokuixanko nomamaluasko in tika ¿Kuix ok itla in motech moneki
121. ¿No estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estas bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estas en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?
122. Makamo ok itla mitstekipacho, mitsamana, makamo mitstekipacho in ikokolis motlatsin, kamo ik mikis in axkan itechka; ma uel yu ye in moyolo ka ye opatik".
122. Que ninguna otra cosa te aflija, te perturbe; que no te apriete con pena la enfermedad de tu tío, porque de ella no morirá por ahora, ten por cierto que ya esta bueno".
123. (Au ka niman uel ikuak patik in itlatsin in yu santepan machistik.)
123. (Y luego en aquel mismo momento sanó su tío, como después se supo).
124. Au in Juan Diego in oyukikak in iiyotsin in itlatoltsin in Iluikak Siuapili, uel senka ik omoyolali, uel ik pachiu in iyolo.
124. Y Juan Diego, cuando oyó la amable palabra, el amable aliento de la Reina del Cielo, muchísimo con ello se consoló, bien con ello se apaciguó su corazón,
125. Au kimotlatlautili inik ma sa ye kimotitlanili inik kittatiu in Tlatoani Obispo in kitkilis itla ineska, in ineltika, inik kineltokas.
125. y le suplicó que inmediatamente lo mandara a ver al Gobernante Obispo, a llevarle algo de señal, de comprobación, para que creyera.
126. Au in Iluikak Siuapili niman ik kimonauatili inik ontlekos in ikpak tepetsintli, in onkan kanin yeppa konmottiliaya;
126. Y la Reina Celestial luego le mandó que subiera a la cumbre del cerrillo, donde antes la veía;
127. Kimoluili: "—Xitleko, noxokoyou in ikpak in tepetsintli, au in kanin otinechittak iuan onimitsnanauati;
127. Le dijo:—"Sube, hijo mío el menor, a la cumbre del cerrillo, a donde me viste y te di órdenes;
128. Onkan tikittas onok nepapan xochitl, xikteteki, xiknechiko, xiksentlali, ninam xik—ualtemoui, nikan nixpan xik—ualuika".
128. allí verás que hay variadas flores: córtalas, reúnelas, ponlas todas juntas; luego baja aquí; tráelas aquí, a mi presencia".
129. Au in Juan Diego niman ik kitlekaui in tepetsintli.
129. Y Juan Diego luego subió al cerrillo,
130. Au in oasito ikpak, senka kimauiso in ixkich onok, xotlatok, kuepontok in nepapan kaxtilan tlasoxochitl, in ayamo imochiuyan,
130. y cuando llegó a la cumbre, mucho admiró cuantas había, florecidas, abiertas sus corolas, flores las más variadas, bellas y hermosas, cuando todavía no era su tiempo;
131. ka nel uel ikuak in motlapaltilia issetl;
131. porque deveras que en aquella sazón arreciaba el hielo;
132. uel senka auiaxtok, iuki in tlasoepyolotli inik youalauachyotok;
132. estaban difundiendo un olor suavísimo, como perlas preciosas, como llenas de rocío nocturno.
133. Niman ik peu in kiteteki, uel moch kinechiko, kikuixanten.
133. Luego comenzó a cortarlas, todas las juntó, las puso en el hueco de su tilma.
134. Au in onkan ikpak tepetsintli, ka niman atle xochitl in imochiuyan, ka texkala, netsola, uiuitstla, nopala, miskitla;
134. Por cierto que en la cumbre del cerrito no era lugar en que se dieran ningunas flores, sólo abundan los riscos, abrojos, espinas; nopales, mezquites,
135. au intla xiutotontin mochichiuani, in ikuak in ipan Metstli Disiembre, ka moch kikua kipopoloua issetl,
135. y si acaso algunas hierbecillas se solían dar, entonces era el mes de diciembre, en que todo lo come, lo destruye el hielo.
136. Au ka niman ik ualtemok, kiualmotkilili in Iluikak Siuapili in nepapan xochitl okitetekito,
136. Y en seguida vino a bajar, vino a traerle a la Niña Celestial las diferentes flores que había ido a cortar,
137. au in oyukimottili, imatikatsinko konmokuili;
137. y cuando las vio, con sus venerables manos las tomó;
138. niman ye okseppa ikuexanko kiualmotemili kimoluili:
138. luego otra vez se las vino a poner todas juntas en el hueco de su ayate, le dijo:
139. "—Noxokoyou, inin nepapan xochitl yeuatl in tlaneltilis in neskayotl in tik—uikilis in Obispo.
139. "Mi hijito menor, estas diversas flores son la prueba, la señal que llevarás al Obispo;
140. Nopampa tikiluis ma ik kitta in notlanekilis iuan ik kineltilis in notlanekilis, in nosialis.
140. de mi parte le dirás que vea en ellas mi deseo, y que por ello realice mi querer, mi voluntad.
141. Au in teuatl in tinotitlan ka uel motech netlakanekoni;
141. Y tú... , tú que eres mi mensajero... , en ti absolutamente se deposita la confianza;
142. Au uel nimitstlakuaunauatia san uel isel ixpan Obispo tiksouas in motilma, iuan tiknextilis in tlein tik—uika:
142. y mucho te mando con rigor que nada más a solas, en la presencia del Obispo extiendas tu ayate y le enseñes lo que llevas.
143. Au uel moch tikpouilis, tikiluis in kenin onimitsnauati inik titlekos in ikpak tepetsintli in tiktetekitiu xochitl, iuan in ixkich otikittak, otimauiso,
143. Y le contarás todo puntualmente, le dirás que te mandé que subieras a la cumbre del cerrito a cortar flores, y cada cosa que viste y admiraste,
144. inik uel tikyoloyeuas in Teopixkatlatoani inik niman ipan tlatos inik mochiuas, moketsas in noteokal onikitlanili."
144. para que puedas convencer al gobernante sacerdote, para que luego ponga lo que está de su parte para que se haga, se levante mi templo que le he pedido".
145. Au in okonmonanauatili in Iluikak Siuapili kiualtokak in kuepotli Mexiko ualmelaua, ye paktiuits.
145. Y en cuanto le dió su mandato la Celestial Reina, vino a tomar la calzada, viene derecho a México, ya viene contento.
146. Ye yu yetiuits in iyolo ka yekkisakiu, kiyekitkis.
146. Ya así viene sosegado su corazón, porque vendrá a salir bien, lo llevará perfectamente.
147. Uel kimokuitlauitiuits in tlein ikuixanko yetiuits in manen itla kimakau;
147. Mucho viene cuidando lo que está en el hueco de su vestidura, no vaya a ser que algo tire;
148. kimotlamachtitiuits in iauiaka in nepapan tlasoxochitl.
148. viene disfrutando del aroma de las diversas preciosas flores.
149. In oasiko itekpanchan Obispo konnamikito in ikalpixkau iuan oksekin itlanenkauan in Tlatokateopixki.
149. Cuando vino a llegar al palacio del Obispo, lo fueron a encontrar el portero y los demás servidores del Sacerdote gobernante,
150. Au kintlatlauti inik ma kimoluilikan in kenin kimottilisneki, yese ayak seme kinek, amo konmokakkaneke aso ye inik uel ok youatsinko.
150. y les suplicó que le dijeran cómo deseaba verlo, pero ninguno quiso, fingían que no le entendían, o tal vez porque aún estaba muy oscuro.
151. au anose inik ye kiximatti san kintepachoa inik imixtlan pilkatinemi,
151. o tal vez porque ya lo conocían que nomás los molestaba, los importunaba,
152. iuan ye okinonotske in imikniuan in kipoloto in iquak kitepotstokake.
152. y ya les habían contado sus compañeros, los que lo fueron a perder de vista cuando lo fueron siguiendo.
153. Uel uekautika in otlatolchixtikatka.
153. Durante muchísimo rato estuvo esperando la razón.
154. Au in okittake ye uel uekautika in onkan ikak, motololtitikak, tlatenmatikak in aso notsalos, iuan in iukinma itla kiualitki, kikuixanotikak; niman ye ik itech onasike inik kittiliske tlein kiuikats inik inyolo pachiuis.
154. Y cuando vieron que por muchísimo rato estuvo allí, de pie, cabizbajo, sin hacer nada, por si era llamado, y como que algo traía, lo llevaba en el hueco de su tilma; luego pues, se le acercaron para ver qué traía y desengañarse.
155. Au in okittak in Juan Diego ka niman auel kintlatilis in tlein kiuikats, ka ik kitoliniske kitotopeuaske nose ik kimiktiske, tepiton kiualnexti ka xochitl.
155. Y cuando vió Juan Diego que de ningún modo podía ocultarles lo que llevaba y que por eso lo molestarían, lo empujarían o tal vez lo aporrearían, un poquito les vino a mostrar que eran flores.
156. Au in yukittake ka moch kaxtilan nepapan xochitl iuan in kamo imochiuyan in ikuak, uel senka kimauisoke, iuan in kenin uel senka seltik, inik kueponki, inik auiak, inik mauistik.
156. Y cuando vieron que todas eran finas, variadas flores y que no era tiempo entonces de que se dieran, las admiraron muy mucho, lo frescas que estaban, lo abiertas que tenían sus corolas, lo bien que olían, lo bien que parecían.
157. Au keleuike inik keskitetl konanaske, kikixtiliske;
157. Y quisieron coger y sacar unas cuantas;
158. au uel expa mochiuki inik motlapaloke konkuiskia; niman auel mochiuki,
158. tres veces sucedió que se atrevieron a cogerlas, pero de ningún modo pudieron hacerlo,
159. yeika in ikuak kiitskiskia aokmo uel xochitl in kittaya, san yukima tlakuiloli, nose tlamachtli, nose tlatsontli in itech kittaya tilmatli.
159. porque cuando hacían el intento ya no podían ver las flores, sino que, a modo de pintadas, o bordadas, o cosidas en la tilma las veían.
160. Niman ik kimoluilito in Tlatoani Obispo in tlein okittake;
160. Inmediatamente fueron a decirle al Gobernante Obispo lo que habían visto,
161. iuan in kenin kimottilisneki in maseualtsintli ye iskipa ualau, iuan in ye uel uekau in ye ik aso onka tlatlatolchixtok inik kimottilisneki.
161. cómo deseaba verlo el indito que otras veces había venido, y que ya hacía muchísimo rato que estaba allí aguardando el permiso, porque quería verlo.
162. Au in Tlatoani Obispo in oyu kimokakiti, niman ipan ya in iyolotsin ka yeuatl in ineltika inik iyolotsin masis, inik kimoneltililis in tlein ik nemi tlakatsintli.
162. Y el Gobernante Obispo, en cuanto lo oyó, dió en la cuenta de que aquello era la prueba para convencerlo, para poner en obra lo que solicitaba el hombrecito.
163. Niman motlanauatili inik niman kalakis, kimottilis.
163. En seguida dió orden de que pasara a verlo.
164. Au in okalak ixpantsinko mopechtekak, in yu yeppa kichiuani;
164. Y habiendo entrado, en su presencia se postró, como ya antes lo había hecho.
165. au okseppa kimotlapouilili in ixkich okittak in okimauiso iuan in inetitlanis.
165. Y de nuevo le contó lo que había visto, admirado, y su mensaje.
166. Kimoluili: "—Notekuiyoe, Tlatoanie, ka ye onikchiu, ka ye onikneltili in yu otinechmonauatili,
166. Le dijo:—"Señor mío, Gobernante, ya hice, ya llevé a cabo según me mandaste;
167. ka uel yu oniknoluilito in Tlakatl in Notekuiyo in Iluikak Siuapili Santa Maria in Teotl Dios Itlasonantsin, in tikmitlania in tlaneskayotl inik uel tinechmoneltokitis, inik tikmochiuililis in iteokaltsin in onkan mitsmitlanililia, tikmokechilis;
167. así fui a decirle a la Señora mi Ama, la Niña Celestial, Santa María, la Amada Madre de Dios, que pedías una prueba para poder creerme, para que le hicieras su casita sagrada, en donde te la pedía que la levantaras;
168. au ka uel yu oniknoluili in onimitsnomakili in notlatol inik nimitsualnouikilis in itla ineska in ineltika in itlanekilistsin inik nomak otikmokauili.
168. y también le dije que te había dado mi palabra de venir a traerte alguna señal, alguna prueba de su voluntad, como me lo encargaste.
169. Au ka okiuelmokakiti in miiyotsin in motlatoltsin; au okimopakkaselili in tikmitlania in itla ineska, ineltika, inik mochiuas moneltilis in itlanekilistsin.
169. Y escuchó bien tu aliento, tu palabra, y recibió con agrado tu petición de la señal, de la prueba, para que se haga, se verifique su amada voluntad.
170. Au ye in in axkan ok youatsinko onechmonauatili inik oksepa nimitsnottilikiu;
170. Y ahora, cuando era todavía de noche, me mandó para que otra vez viniera a verte;
171. au oniknitlanilili in itla ineska inik nineltokos, in yu onechmoluili nechmomakilis, au ka san niman okimoneltilili.
171. y le pedí la prueba para ser creído, según había dicho que me la daría, e inmediatamente lo cumplió.
172. Au onechmiuali in ikpak tepetsintli in kanin yeppa nokonnottiliani inik ompa niktetekitiu in nepapan Kaxtilan xochitl.
172. Y me mandó a la cumbre del cerrito en donde antes yo la había visto, para que allí cortara diversas rosas de Castilla.
173. Au in oniktekito, onichualnouikilili in onkan tlatsintlan;
173. Y cuando las fui a cortar, se las fui a llevar allá abajo;
174. au ka imatikatsinko konmokuili,
174. y con sus santas manos las tomó y
175. okseppa nokuixanko okonualmotemili,
175. de nuevo en el hueco de mi ayate las vino a colocar,
176. inik nimitsualnotkililis, in uel Teuatsin nimitsnomakilis.
176. para que te las viniera a traer, para que a ti personalmente te las diera.
177. Masiui in ka uel nikmattia kamo imochiuyan xochitl in ikpak tepetsintli, ka san tetexkala, netsola, uitstla, tenopala, miskitla amo ik oninotsotson, amo ik nomeyoloak.
177. Aunque bien sabía yo que no es lugar donde se den flores la cumbre del cerrito, porque sólo hay abundancia de riscos, abrojos, huizachez, nopales, mezquites, no por ello dudé, no por ello vacilé.
178. In nasito in ikpak tepetsintli in nitlachix ka ye xochitlalpan.
178. Cuando fuí a llegar a la cumbre del cerrito miré que ya era el paraíso.
179. Onkan senkistok in ixkich nepapan tlasoxochitl kaxtilankayotl auach, tonameyotok, inik niman oniktetekito.
179. Allí estaban ya perfectas todas las diversas flores preciosas, de lo más fino que hay, llenas de rocío, esplendorosas, de modo que luego las fuí a cortar;
180. Au onechmoluili inik ipampa nimitsnomakilis; au ka ye yu nik neltitlia inik onkan tikmottilis in itla neskayotl in tikmitlanilia inik tikmoneltililis in itlanekilistsin;
180. y me dijo que de su parte te las diera, que ya así yo probaría; que vieras la señal que le pedías para realizar su amada voluntad,
181. iuan inik nesi ka neltilistli in notlatol, in nonetitlanis:
181. y para que aparezca que es verdad mi palabra, mi mensaje,
182. Ka iska, ma xikmoselili."
182. aquí las tienes; hazme favor de recibirlas".
183. Au ka niman ik kiualsou in istak itilma in okikuixanotikaka xochitl.
183. Y luego extendió su blanca tilma, en cuyo hueco había colocado las flores.
184. Au in yu ualtepeu in ixkich nepapan kaxtilan xochitl,
184. Y así como cayeron al suelo todas las variadas flores preciosas,
185. niman onkan momachioti, nestikis in itlasoixiptlatsin is senkiska Ichpochtli Santa Maria Teotl Dios Inantsin in yukatsintli axkan moyetstika,
185. luego allí se convirtió en señal, se apareció de repente la Amada Imagen de la Perfecta Virgen Santa María, Madre de Dios, en la forma y figura en que ahora está,
186. in onkan axkan mopixtsinotika in itlasochantsinko in iteokaltsinko Tepeyakak, motokayotia Guadalupe.
186. en donde ahora es conservada en su amada casita, en su sagrada casita en el Tepeyac, que se llama Guadalupe.
187. Au in oyukimottili in Tlatoani Obispo iuan in ixkichtin onkan katka motlankuaketske, senka kimauisoke,
187. Y en cuanto la vio el Obispo Gobernante y todos los que allí estaban, se arrodillaron, mucho la admiraron,
188. kimotstimoketske, tlaokoxke, moyoltoneuke, yukin ajkoya in inyolo in intlalnamikilis…
188. se pusieron de pie para verla, se entristecieron, se afligieron, suspenso el corazón, el pensamiento…
189. Au in Tlatoani Obispo chokistika, tlaokoyalistika kimotlatlautili, kimitlanilili in itlapopoluililoka inik amo niman okineltili, in itlanekilistsin, in iiyotsin in itlatoltsin.
189. Y el Obispo Gobernante con llanto, con tristeza, le rogó, le pidió perdón por no luego haber realizado su voluntad, su venerable aliento, su venerable palabra,
190. Au in omokets kiualton in ikechtlan ik ilpitikatka in itlaken, in itilma Juan Diego.
190. y cuando se puso de pie, desató del cuello de donde estaba atada, la vestidura, la tilma de Juan Diego
191. in itech omonexiti in onkan omomachiotitsino in Iluikak Siuapili.
191. en la que se apareció, en donde se convirtió en señal la Reina Celestial.
192. Au niman ik kimouikili; ompa kimotlalilito in ineteochiuayan.
192. Y luego la llevó; allá la fue a colocar a su oratorio.
193. Au ok onka osemiluiti in Juan Diego in ichantsinko Obispo, ok kimotsikalui.
193. Y todavía allí pasó un día Juan Diego en la casa del Obispo, aún lo detuvo.
194. Au in imostlayok kilui: "—Sake, inik tikteittitis in kanin itlanekilistsin Iluikak Siuapili kimokechililiske in iteokaltsin."
194. Y al día siguiente le dijo:—"Anda, vamos a que muestres dónde es la voluntad de la Reina del Cielo que le erijan su templo".
195. Niman ik tetlaluilok inik mochiuas moketsas.
195. De inmediato se convidó gente para hacerlo, levantarlo.
196. Au in Juan Diego in oyukitteititi in kanin kimonauatili in Iluikak Siuapili moketsas iteokaltsin, niman ik tenauati:
196. Y Juan Diego, en cuanto mostró en dónde había mandado la Señora del Cielo que se erigiera su casita sagrada, luego pidió permiso:
197. in ok onasisneki in ichan inik konittatiu in itlatsin Juan Bernardino, in uelanautok, in ikuak kiualkauteuak seme kinotsaskia Teopixke in onkan Tlatilolko, inik kiyolkuitiskia, kisenkauaskia; in kimoluili Iluikak Siuapili in ye opatik.
197. quería ir a su casa para ir a ver a su tío Juan Bernardino, que estaba muy grave cuando lo dejó para ir a llamar a un Sacerdote a Tlatilolco para que lo confesara y lo dispudiera, de quien le había dicho la Reina del Cielo que ya había sanado.
198. Au amo san isel kikauke yas, ka kiuikake in ompa in ichan;
198. Pero no lo dejaron ir solo, sino que lo acompañaron a su casa.
199. Au in oyu asito kittake in itlatsin ye uel paktika, niman atle kikokoa,
199. Y al llegar vieron a su tío que ya estaba sano, absolutamente nada le dolía.
200. Au in yeuatl senka kimauiso in kenin imach ualuiko, iuan senka mauistililo;
200. Y él, por su parte, mucho admiró la forma en que su sobrino era acompañado y muy honrado;
201. kitlatlani in imach tleika in yuki chiualo, in senka mauistililo:
201. le preguntó a su sobrino por qué así sucedía, el que mucho le honraran;
202. Au in yeuatl kilui in kenin ikuak ompa ualeuak in kinochiliskia teopixki in kiyolkuitis, kisenkauas, in onkan Tepeyakak kimottilitsino in Iluikak Siuapili;
202. Y él le dijo cómo cuando lo dejó para ir a llamarle un sacerdote para que lo confesara, lo dispusiera, allá en el Tepeyac se le apareció la Señora del Cielo;
203. au kimotitlani in ompa Mexiko in kittatiu in Tlatoani Obispo inik onkan kimokaltilis in Tepeyakak.
203. y lo mandó a México a ver al Gobernante Obispo, para que allí le hiciera una casa en el Tepeyac.
204. Au kimoluili in makamo motekipacho in ka ye paktika; in ik senka moyolali.
204. Y le dijo que no se afligiera, que ya su tío estaba contento, y con ello mucho se consoló.
205. Kilui in itlatsin ka ye neli ka niman ikuak in kimopatili,
205. Le dijo su tío que era cierto, que en aquel preciso momento lo sanó,
206. iuan uel kimottili is san no uel ye iukatsintli in yu kimottititsinoaya in imach,
206. y la vio exactamente en la misma forma en que se le había aparecido a su sobrino,
207. iuan kimoluili in kenin yeuatl ok okimotitlanili Mexiko in kittas Obispo;
207. y le dijo cómo a él también la había enviado a México a ver al Obispo;
208. Au ma no in ikuak kittatiu, ma uel moch ik kixpantis kinonotsas in tlein okittak,
208. y que también, cuando fuera a verlo, que todo absolutamente le descubriera, le platicara lo que había visto
209. iuan in kenin tlamauisoltika okimopatili;
209. y la manera maravillosa en que lo había sanado,
210. au ma uel yu kimotokayotilis, ma uel yumotokayotitsinos is senkiska Ichpochtsintli Santa Maria de Guadalupe in itlasoixiptlatsin.
210. y que bien así la llamaría, bien así se nombraría: La Perfecta Virgen Santa Maria de Guadalupe, Su Amada Imagen.
211. Au niman ik kiualuikake in Juan Bernardino in ixpan Tlatouani Obispo in kinonotsako, in ixpan tlaneltiliko.
211. Y luego trajeron a Juan Bernardino a la presencia del Gobernante Obispo, lo trajeron a hablar con él, a dar testimonio,
212. Au ineuan in imach Juan Diego kinkaloti in ichan Obispo achi keskiluitl,
212. y junto con su sobrino Juan Diego, los hospedó en su casa el Obispo unos cuantos días,
213. inok ixkich ika moketsino iteokaltsin Tlatoka Siuapili in onkan Tepeyakak in kanin kimottitili in Juan Diego.
213. en tanto que se levantó la casita sagrada de la Niña Reina allá en el Tepeyac, donde se hizo ver de Juan Diego.
214. Au in Tlatouani Obispo kikuani ompa in Iglesia Mayor in itlasoixiptlatsin in Iluikaktlasosiuapili.
214. Y el Señor Obispo trasladó a la Iglesia Mayor la amada Imagen de la Amada Niña Celestial.
215. Kiualmokixtili in ompa itekpanchan in ineteochiuayan moyetstikatka: inik mochi tlakatl kittas kimauisos in Itlasoixiptlatsin.
215. La vino a sacar de su palacio, de su oratorio en donde estaba, para que todos la vieran, la admiraran, su amada Imagen.
216. Au uel senmochi is semaltepetl olin, in kiualmottiliaya, in kimauisoaya in Itlasoixiptlatsin.
216. Y absolutamente toda esta ciudad, sin faltar nadie, se estremeció cuando vino a ver, a admirar su preciosa Imagen.
217. Ualateomatia,
217. Venían a reconocer su carácter divino.
218. kimotlatlautiliaya.
218. Venían a presentarle sus plegarias.
219. Senka kimauisoaya in kenin teotlamauisoltika inik omonexiti,
219. Mucho admiraron en qué milagrosa manera se había aparecido,
220. inik niman ma aka tlaltikpak tlakatl okimikuilui in itlasoixiptlayotsin.
220. puesto que absolutamente ningún hombre de la tierra pintó su amada Imagen.

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