martes, 8 de enero de 2013

Me quieren robar la esperanza, pero esa, esa amigos míos, es ¡¡¡mía!!!





Son casi las dos y media de la mañana del martes ocho de enero del 2013, no puedo conciliar el sueño, hoy entraron a mi casa a robar, hoy volví a sentir el acre sabor del miedo…siento la inmensa necesidad de escribir…

"La vida da sorpresas, sorpresas te da la vida", así reza la canción de Ruben Blades, a mi me han asaltado 8 veces en la vida, la última fue hace como 15 años, el tipo me coloco la pistola en la cara y me pidió que le diera todo lo que traía, yo le di mi cartera, no uso reloj ni ningún tipo de alhajas y como nunca tengo dinero, realmente era muy poco lo que había en la cartera, el tipo me golpeo en la cara y yo me enoje, recuerdo que en ese momento le dije que si me iba a golpear mejor me regresara mis cosas, ante lo cual volvió a colocar el arma y me dijo que ya estaba muerto, sin arme cuenta, le respondí que si lo iba a hacer, que lo hiciera ya, que no fuera un cobarde, le tome la mano que empuñaba el arma mientras hablaba y la mantuve firme en mi cara, el tipo, no supo qué hacer, arrojo mi cartera a la acera y echo a correr, yo tampoco me di cuenta de lo que había hecho, ese día me dirigía a casa de mis entonces suegros, al llegar, le comente a Violeta y a sus papas lo que me había sucedido, el golpe en la cara lo hacía más que evidente, mi suegro que era una persona tranquila y sensata, de pronto me grito y me dijo si no me daba cuenta, si el tipo hubiese jalado el gatillo, en fin, de eso hace ya mucho tiempo.

También hace más de 15 años, entraron a mi casa se robaron una PC y algunos Cd`s, así como documentación personal, entonces yo trabajaba muy cerca de un Secretario de Estado y le comente, personal militar fue a investigar y resulta que todo era con el propósito de amedrentarme, en la mesa había cerca de cinco mil dólares que tenia y sencillamente ahí los botaron, como una advertencia de que el móvil no era el robo.

Hoy por la tarde, 7 de diciembre, después de haber pasado una de las fiestas de año nuevo más significativas y hermosas de mi vida con mis hijos, sus parejas, mi nieta y mi madre, recibo una llamada donde mi hijo me dice que se han metido a mi casa y me robaron, cuando llegue por la noche, saliéndome del trabajo casi sin avisar y con la solidaridad de un buen amigo, Javier, llego a la casa, mi madre ya había arreglado las cosas, abrieron todos los cajones, botaron papeles y ropa, se llevaron sólo algunos aparatos eléctricos (TV), mi madre fue quien se dio cuenta pues venia regresando después de haber pasado la tarde con una amiga, el problema es que tiene 87 años.

Ahora bien, hace poco una muy querida amiga me comento que yendo ella en su coche la asaltaron en plena vía pública a media tarde.

Y resulta que uno debe agradecer (no se a quien) que sólo fue eso, un robo, que las vidas están intactas, sin embargo como puede uno agradecer a nadie cuando nada de esto debería pasar, cuando el miedo te atosiga y es tu compañero, ¿acaso eso debe agradecérsele a la divinidad?, qué trajo el miedo a mi vida.

Claro, se harán las denuncias, acaso y detengan a los ladones (eso no sucede en este país, la policía no está para estos pusilánimes menesteres), sin embargo, la duda queda ¿Por qué?, no porque a mí, sencillamente ¿Por qué?-

No he logrado dormir, son casi las tres de la mañana, he estado vomitando y tengo fiebre, y aun así, debo agradecer…

Dice Maquiavelo en el Príncipe “que el príncipe debe ser más temido que amado”, si, se trata de aprender a vivir con miedo, a encerrarse y no salir, se trata de aislarse, ah!, pero agradezco que no paso a “mayores”.

No creo que se trate de vencer el miedo, el miedo, como el amor, el dolor o la tristeza forman parte de la condición humana, se trata de vivir con él, en su justa medida, no dejarlo que crezca, pero tampoco ser como los estúpidos que creen que es posible eliminar su propia condición, se trata de no permitir que los cobardes que reptan en la oscuridad y armados con todo tipo de violencia nos roben la tranquilidad, la esperanza, el futuro.

Se trata de buscar las causas, no se trata de ser punitivos, eso no soluciona y su costo social, político y económico supera en mucho a los miserables beneficios que otorga, se trata de abrir puertas, de construir caminos, de andar, pero de andar juntos, sin ser timoratos o cobardes, pero tampoco mártires, se trata de volver a hacer de la vida lo que debe ser, algo digno para cada persona, se trata de indignarse, no de “agradecer”, se trata de exigir justicia, no venganza, se trata, insisto de caminar juntos.

Ciudad de México, tres de la mañana del 8 de enero del 2013

1 comentario:

  1. Dolorosa situación la que atraviesas. Ojalá te responda la esperanza que reclamas; aunque al verlo de fuera, de México es mejor irse que seguir en la ruleta rusa que ha derivado de ése modo de ser gandalla que se desató por tanta injusticia y tanto hartazgo.
    Con la magnitud del problema se necesita más que un expresar voluntad política de arreglarlo.
    Las soluciones radicales necesarias nadie se avienta el tiro de aplicarlas.

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