domingo, 15 de marzo de 2015

690 años Mexico - Tenochtitlan nace - La mexicaineidad no morirá jamás.




“Desde que vimos cosas tan admirables, no sabíamos qué decir, o si era verdad lo que por delante parecía, que por una parte en tierra había grandes ciudades, y en la laguna otras muchas... y por delante estaba la gran ciudad de México; y nosotros aún no llegábamos a cuatrocientos soldados». «Solamente el rumor y zumbido de las voces y palabras que allí había sonaba más que de una legua, y entre nosotros hubo soldados que habían estado en muchas partes del mundo, y en Constantinopla, y en toda Italia y Roma, y dijeron que plaza tan bien compasada y con tanto concierto y tamaña y llena de tanta gente no la habían visto». «…veíamos en aquella gran laguna tanta multitud de canoas, unas que venían con bastimentos y otras que volvían con cargas y mercaderías;... y veíamos en aquellas ciudades cúes y adoratorios a manera de torres y fortalezas, y todas blanqueando, que era cosa de admiración, y las casas de azoteas» (cp.88 - 92).
Bernal Díaz del Castillo – Historia verdadera de la conquista de la Nueva España.

Hoy es 13 de marzo del 2015 matlactli omome cuetzpalin, 12 lagartija, y hace 690 años, 281,250 días, casi 58 meses, según cuentan, un día de del año solar Xihuitl, del año lunar ce Tecpatl, del dia Tonalpohualli: Tonalli, 13 de marzo Anno Domini de 1325, en un islote en medio de un lago se funda la ciudad de Mexihco – Tenochtitlan (ambas sin tilde, la h suena como “j” aspirada, esto es en nahua).

Aun hoy, al caminar por las viejas y algunas arregladas y sofisticadas calles y otras abandonadas y sucias, se pueden encontrar construcciones cubiertas con el rojizo y poroso tezontle, algunas piedras provienen de la antigua ciudad Mexica, aun hoy la ciudad de los Tenochcas vive.

Su historia como la de los pueblos es única, mágica y donde existe un continuo andar entre lo divino y lo humano, así nace la leyenda, el mito, la historia de esta, la que fue años más adelante y por decreto de su Majestad el soberano Español la “Muy noble y leal Ciudad de Mejico”

César Macazaga hace cita de Alfonso Caso en su libro "Nombres Geográficos de México" más o menos así: "Alfonso Caso estableció en algunas páginas acerca de la fundación de Tenochtitlan que "Los aztecas arrivaron al lago de la Luna, donde al centro del mismo (Anepantla) había una isla cuyo nombre era México, de Metztli, luna; xictli, ombligo; y co lugar: El centro del lago de la Luna".

Gutierre Tibón hace referencia a un pasaje del ensayo de Alfonso Caso "El águila y el nopal" : "Tenochtitlan es la ciudad fundada en el centro de Metzilapan, que recuerda a otro lago que circundaba a la isla de Aztlán (...) la isla llamada México se encontraba alli (...) de Metztli (luna), xictli (ombligo, centro), y co(lugar), dando en su composición "En el centro de la luna", entonces "El centro del lago de la luna" era el nombre del gran lago de México" ("Historia del Nombre y de la Fundación de México" de Gutierre Tibón, editado por el Fondo de Cultura Económica. César Macazga Ordoño: "Nombres Geográficos de México" y "Diccionario de Geografía Náhuatl", ambos editados por Editorial Innovación) (tomado de: http://www.galeon.com/hechoenmexico/itl4.html)

Los mexicas no fueron el primer grupo nahua que llegó a poblar la meseta central de México, muy por el contrario, pues fueron los últimos. Cuando llegaron ya se encontraban asentados otros grupos de habla náhuatl emparentados con ellos, lingüística y étnicamente, desde muy antiguo. Nos referimos a los tepanecas, “los que se encuentran sobre la piedra”, situados hacia el sureste del Valle de México; los acolhuas, asentados al este del lago Texcoco; los chinanpanecas, “los que viven en las chinampas”, sitos hacia el suroeste y los chalcas, “moradores de chalco”, establecidos en el sureste de Valle. Además, se encontraban los grupos de tlatepotzcas, “los que viven a espaldas de los montes”, habitantes de Tlaxcala y Huexotzingo; y los tlahuicas, “gente de tierra”, que ocupaban los valles sureños, justamente en las ciudades de Cuernavaca, Oaxtepec y Tepoztlán.

El Códice Boturini cuenta la historia desde que los mexicas salieron de Aztlán (Tierra de la blancura o Lugar de las garzas) hasta que llegaron al valle de México, donde fundaron su ciudad capital Tenochtitlan. Según la leyenda, el dios principal de los mexicas, Huitzilopochtli (Colibrí Zurdo) les dijo que salieran de Aztlán en busca de una señal prometida, la cual era un águila posada sobre un nopal (La parte de la serpiente sería agregada después por los españoles), y que en donde encontraran esa señal fundaran su ciudad. Al salir de Aztlán, lo hicieron acompañados de ocho grupos más. Algún tiempo después, los mexicas se separaron de estos pueblos, por órdenes de su dios, quien les dijo que a partir de ese momento tendrían que buscar el sitio prometido solos.

Todas estas tribus habían surgido de la tierra y emergieron en Chicomoztoc o “lugar de las siete cuevas”. Es de suponer que el número siete hace referencia a las tribus que comprendía el grupo nahua contando, por supuesto, a los aztecas o mexicas. Por otra parte, dicho número siempre tuvo un carácter sagrado para los pueblos del altiplano mesoamericano, al igual que para los mayas, para quienes el dios de la agricultura era el Dios-Siete ligado al fenómeno astronómico que determina la estación de las lluvias.

Los Mexicas afirmaban que provenían de una ciudad que denominaban Aztlán, “el país del color blanco”, concebido como una isla en medio de un lago rodeado de carrizos y pleno de chinampas –podemos notar fácilmente la similitud con la posterior Tenochtitlan-, en una de cuyas orillas se levantaba el cerro de Colhuacan, “lugar de los nietos-sobrinos”, provisto de las famosas siete cuevas. (De la palabra aztlán, derivó el nombre de aztecas; es decir, “la gente de Aztlán”, aun cuando ellos mismos se denominaban mexicas), El vocablo Mexica proveniente del nombre de su héroe Mexitli, o Mecitli; aunque también usaban el término tenochcas, en referencia a su caudillo Tenoch.

Los Mexicas salieron de Aztlán posiblemente en el año de 1168, y llegaron por el norte al Valle de México, para establecerse en la orilla occidental del lago de Texcoco. Otra versión nos cuenta que arribaron, en el año 1256, a un bosque de ahuehuetes que tenía un manantial que brotaba de una fuente. Este bosque se llamaba Chapultepec, o “cerro del chapulín”. En este lugar se asentaron y tuvieron que soportar los continuos ataques de que fueron víctimas por parte de los otros grupos nahuas cercanos a ellos, hasta que éstos consiguieron arrojarlos del cerro. Entonces, vencidos y apesadumbrados, debieron someterse al príncipe de Colhuacan, quien ordenó asesinar a su caudillo. Sin embargo, aun débiles y pobres, los aztecas lograron escapar a esta sumisión y se refugiaron en unas islas situadas en el occidente del lago de Texcoco.

Después de una larga peregrinación de más de 200 años desde su lugar de origen, ubicado al norte de Mesoamérica, los mexicas llegaron a esta región que estaba densamente ocupada por diversos grupos humanos con desarrollos culturales complejos y florecientes. Esos grupos aprovechaban la gran cantidad de recursos naturales a su alcance: animales y plantas para la caza y recolección en bosques y lagos; piedras en las montañas como basalto, tezontle y pedernal; obsidiana en los derrames volcánicos; madera de los bosques, carrizos de los lagos y sal que obtenían en las costas. Hacia el año 1325 de nuestra era, se establecieron en un islote ubicado en la parte occidental del lago de Texcoco a cambio de pagar tributo a los tepanecas de Azcapotzalco, quienes eran dueños de esa parte del lago. De acuerdo con su historia, el lugar de la fundación les fue indicado mediante una señal por su dios tribal, Huitzilopochtli, quien se comunicaba con ellos a través de su sacerdote. El grupo errante estableció su ciudad en el lugar donde vieron dicha señal, la cual consistía en un águila parada sobre un nopal, y la llamó México-Tenochtitlan.

Durante los primeros tiempos de la colonización de las islas, los Mexicas fueron comandados por el gran Tenoch, a quien debió su nombre la ciudad, que viene a significar “el lugar de Tenoch”. Sin embargo, la etimología de la palabra también se presta para que se la pueda interpretar como “el lugar donde el nochtli (nopal), crece sobre la piedra (tetl).


   


El mito sobre la población de Tenochtitlan nos refiere que durante el peregrinaje que tuvieron que padecer los aztecas para asentarse definitivamente, dos de sus sacerdotes descubrieron en una isla un manantial de aguas cristalinas, en una de cuyas rocas cercanas se encontraba posada un águila devorando una serpiente, portento que según los sacerdotes constituía una señal inequívoca de que ahí se debía construir un templo a Huitzilopochtli, “Colibrí Zurdo”, y máxima deidad del panteón mexica. Por cierto que, ya construido el gran teocalli, aprisionó entre sus muros al mencionado manantial. Desde el punto de vista simbólico, el águila representaba al sol y al cielo diurno; y la serpiente al cielo nocturno,
  
 
En la mitología prehispánica se decía que los Mexicas recibieron un mensaje del Dios del Sol y de la Guerra, Huitzilopochtli (colibrí azul a la izquierda) para que abandonaran Aztlán, el lugar donde hasta entonces residían, porque era necesario buscar una tierra nueva. En ese lugar encontrarían riquezas y obtendrían poder sobre los demás pueblos.



Huitzilopochtli sentenció que aquella tierra prometida sería en donde se encontrara un águila encima de un nopal, devorando una serpiente.
  

De ahí que los Mexicas se dieron a la tarea de buscar esas nuevas tierras de las que hablaba la leyenda. Tardaron alrededor de 300 años para encontrar la señal que les había dicho su Dios. Fue así como fundaron la famosa ciudad de Tenochtitlán (lugar de pencas de nopal) ahora conocida como la Ciudad de México.
  

México Tenochtitlan (lugar de tunas sobre piedra/las tunas son las frutas que da el nopal), se fundó en una pequeña isla en medio de un lago donde en 1325 los antepasados de los aztecas vieron un águila sobre un cactus, o nopal, escena que vemos representada en el escudo de la bandera mexicana.









Finalmente los aztecas encontraron el sitio indicado en algún lugar del lago de Texcoco y allí fundaron su ciudad. Tal isla se encontraba en donde hoy está el centro de la ciudad. De acuerdo a la tradición calendárica y las crónicas, estos sucesos ocurrieron el día 18 de julio de 1318, de acuerdo con los códices Cuahuitlán y Vaticano, y en 1325 según códice de Mendoza. Más tarde los aztecas edificaron en el lugar sus templos.

La tradición legendaria de los pueblos nahuas explica que estos pueblos hicieron una peregrinación desde su lugar de origen, llamado Aztlán hasta lo que más tarde sería Tenochtitlan, y que esta peregrinación de los nahuas-aztecas duró 165 años, hasta encontrar el lugar deseado. Según a sus leyendas su dios Huitzilopochtli ('colibrí izquierdo'), les había prometido que encontrarían un lago con un islote, en el cual habría una roca y sobre la roca un nopal y, sobre el nopal un águila con alas extendidas y reconociendo al sol.
 
Etimológicamente Tenochtitlan significa literalmente 'lugar de tunas sobre piedra', las tunas son las frutas que da el nopal. Morfológicamente en náhuatl te-nōch-ti-tlān deriva de las palabras te(tl) 'piedra', y nōch(tli) (tuna), que integradas a -ti (estativo) y -tlān 'lugar (de), o donde abunda algo' se construye la palabra 'tunal'. Según ilustra el Códice Borgia, la palabra 'piedra' en este caso significa «corazón de la Tierra», ya que la forma con la que se representa se asemeja un corazón humano doble. El nopal, de donde se derivan las tunas, nace directamente de la diosa de la tierra. Esta representación le da el significado divino a la piedra original.

  

El Estado mexica (en náhuatl: Ēxcān Tlahtolōyān), llamado del común “Imperio azteca” (sic), fue la formación política mexica derivada del proceso de expansión territorial del dominio económico de la ciudad-estado México-Tenochtitlan, que floreció en el siglo XIV en Mesoamérica. Fue encabezado por los mexicas —también conocidos como aztecas—, un pueblo que, de acuerdo con algunos documentos históricos como la Tira de la Peregrinación, era originario de un sitio mítico conocido como Aztlán, al que se suele ubicar fuera de los confines de Mesoamérica.
 
Una dirección que deben visitar: http://www.mexicomaxico.org/introTenoch.htm




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