domingo, 13 de junio de 2010

Solo son palabras...


"Vigilad de cerca chiapanecos todos los actos públicos de vuestros gobernantes: Elogiadlos cuando hagan bien, criticadlos siempre que obren mal. Sed imparciales en vuestras apreciaciones, decid siempre la verdad y sostenedla con vuestra firmeza entera y muy clara. Nada de anónimos ni seudónimos".

Belisario Domínguez Palencia (Comitán, Chiapas; 25 de abril de 1863 - Ciudad de México; 7 de octubre de 1913) La noche del 7 de octubre de 1913, fue sacado de su habitación en el hotel y conducido al cementerio de Xoco, en Coyoacán, donde se le martirizó y asesinó cruelmente. Sus verdugos, Gilberto Márquez, Alberto Quiroz, José Hernández Ramírez y Gabriel Huerta, sepultaron el cadáver. El doctor Aureliano Urrutia, enemigo profesional de B. Domínguez, le cortó la lengua al cadáver del senador y se la envió como un "trofeo" a su amigo Victoriano Huerta. Después de varias pesquisas de los senadores, los parientes y los amigos del doctor, se descubrió la verdad de los hechos. Su asesinato fue un factor decisivo en la caída del régimen de Victoriano Huerta, quien, a los pocos días del asesinato de B. Domínguez, disolvió el Congreso y encarceló a 90 diputados.

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