viernes, 10 de junio de 2011

Perdón que incista...



Perdón que incista, pero sigo creyendo que el derecho de cada niño y niña de este mundo es el de soñar, el de jugar, el de reír, el de ser amado y cuidado, creo que cada niño tiene el derecho a ser libre, a que se le quiera y respete.

Sin embargo, al ver los noticiarios en la televisión, al escucharlos en la radio o al mirar tan solo los periódicos solo veo dolor, pobreza, incertidumbre, pero sobre todo indiferencia, antes creía que el principal pecado capital era la soberbia, ahora estoy convencido de que es la indiferencia.

Nos sorprende el que niñas y niños estén dentro del narcotráfico, que sean esclavizadas y explotadas sexualmente, que vivan en cloacas y se droguen, que sean obligados a usar fusiles en guerras que no entienden, que sencillamente tienen que comer, eso es lo justo, cuanto valía un niño esclavo, hoy la trata de personas también existe, aunque claro, un mundo civilizado como el nuestro lo hace clandestino, así no lo vemos, así creemos que no existe, pero claro, ante todo esto, de vez en cuando ah! y nos escandalizamos.

No entiendo por qué nos sorprendemos de que se filmen mientras es violada una niña o que ingieran alcohol o drogas hasta perder la conciencia o que se golpeen sin sentido, más pareciera una prueba de que hemos llegado al límite de la indiferencia, entonces ¿de qué se sorprende usted?

La indiferencia nos hace cómplices de la violencia, la indiferencia nos hace víctimas.

Sé que los gobiernos y los políticos no hacen nada, de que los grandes empresarios no hacen nada, pero y todos los demás, los otros millones de personas ¿Por qué no hacemos algo?

Decía el buen Pablo Milanés en una canción que como todas las de él vivieron conmigo y con muchos que crecimos y aprendimos escuchándolas y cantándolas “La vida no vale nada si no es para merecerla!!!”

A la mejor es hora de preguntarnos si realmente le hemos dado valor a nuestras vidas.

Alejandro





DIA INTERNACIONAL CONTRA EL TRABAJO INFANTIL

Informe de la Organización Internacional del Trabajo sobre el trabajo infantil 2011.

La Recomendación núm. 190 de la OIT ofrece orientación sobre algunos de los factores que deben tenerse en cuenta para determinar el trabajo peligroso. Entre éstos:

§ los trabajos en que el niño queda expuesto a abusos de orden físico, psicológico o sexual;

§ los trabajos que se realizan bajo tierra, bajo el agua, en alturas peligrosas o en espacios cerrados;

§ los trabajos que se realizan con maquinaria, equipos y herramientas peligrosos, o que conllevan la manipulación o el transporte manual de cargas pesadas;

§ los trabajos realizados en un medio insalubre en el que los niños estén expuestos, por ejemplo, a sustancias, agentes o procesos peligrosos, o bien a temperaturas o niveles de ruido o de vibraciones que sean perjudiciales para la salud, y

§ los trabajos que implican condiciones especialmente difíciles, como los horarios prolongados o nocturnos, o los trabajos que retienen injustificadamente al niño en los locales del empleador.

¿Cuántos niños están implicados en este tipo de trabajo y en qué sectores?

La OIT estima que de los 215 millones de niños en situación de trabajo infantil del mundo, 115 millones están involucrados en trabajos peligrosos, de los cuales 41 millones son niñas y 74 millones son niños. Cincuenta y tres millones de niños tienen de 5 a 14 años de edad y 62 millones de 15 a 17 años. Además, se observa con preocupación un incremento del número de niños, de 15 a 17 años de edad, en trabajos peligrosos. La más alta concentración de trabajo infantil peligroso se registra en la agricultura (59 por ciento), seguida por un 30 por ciento en el sector de servicios (por ejemplo, en el trabajo doméstico y el trabajo callejero) y un 11 por ciento en la industria (por ejemplo, en los pequeños talleres, la minería, la construcción).

¿Cuáles son algunos de los peligros específicos para los niños en estos sectores?

§ En la agricultura, los niños están expuestos a pesticidas o fertilizantes tóxicos, cuchillas y herramientas peligrosas, cargas pesadas, o pueden sufrir ataques o mordeduras de animales o insectos (por ejemplo, de mosquitos que trasmiten el paludismo y otras enfermedades).

§ En la minería, los niños están expuestos al uso de sustancias químicas peligrosas, a riesgos de derrumbes de minas y, en algunos casos, a trabajar con explosivos.

§ En la construcción, los niños están expuestos a trabajar en grandes alturas, a levantar cargas pesadas, y a riesgos de lesiones causadas por el uso o contacto con maquinaria peligrosa.

§ En la manufactura, los niños están expuestos al uso de solventes tóxicos, a realizar tareas repetitivas en posiciones dolorosas y a riesgos de lesiones con herramientas cortantes.

§ En el trabajo doméstico, los niños podrían ser víctimas de distintas formas de abuso, estar expuestos a largas horas de trabajo y a vivir en condiciones de aislamiento lejos de sus familias y pares.

§ En la recolección de basura o de residuos, los niños están expuestos a riesgos de infección por exposición a sustancias químicas y residuos tóxicos.



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