domingo, 3 de junio de 2012

Llega el momento, es el momento del tiempo del tiempo, tic, tac, tic, tac…


  
¡Y bien! aquí estás ya... sobre la plancha
donde el gran horizonte de la ciencia
la extensión de sus límites ensancha.
Ante un cadáver, Manuel Acuña

Ahí estoy, apenas y me reconozco, sin embargo sé que soy yo, no hay dolor, ni miedo, tampoco tristeza ni alegría, solo paz, una inmensa paz.

Es como ese momento en que la noche llega y el día se va, ese momento en el que el malva pardea en cielo y todo adquiere tonos cobrizos y azules, hay una calidez, sin frio ni calor, como cuando esta templado y el viento suavemente te golpea y refresca, así es cuando llega el tiempo del tiempo.

No recuerdo que mi vida pasara ante mis ojos, solo una paz inmensa y el lugar que me gusta y al cual hasta hoy, después de tantos años pude regresar.

En ese preciso momento, la soledad desaparece y sin ver a nadie se que no estoy solo, que todo el cosmos está conmigo, aunque solo escuche Kommt, ihr Töchter, helft mir klagen de Bach.

Es como si no hubiera tiempo, ni pasado ni presente, el tiempo no existe, por que todo está dado en un mismo momento, en un solo lugar, es como si fuesen niveles que se yuxtaponen unas en otras sin afectarse, siendo así los recuerdos adquieren mayor valor, el real, aquel de que fueron, por que siempre están conmigo y su vigencia no caduca, porque siguen siendo desde el primer momento en que fueron, por eso el tiempo divino, el cósmico se mide con un péndulo, sin importar cuantas veces se mueve siempre está en permanente movimiento, es como un astrolabio, encontrando siempre el camino, por eso ahora estoy cierto que el péndulo es el reloj y la brújula de Dios.

Así esa cosa que es el vivir, eso que hacemos todos los días se mueve como un huracán, se mueve sin dirección, solo se mueve, se eleva formando espirales y une las nubes y la tierra, con potentes truenos y rayos, destruye para volver a crear y así aprender de las ruinas para levantar una nueva opción que se cimenta en lo viejo, rejuveneciendo, innovando, transformando, pero en escancia el mismo por su origen.

Es curioso, se que aquí estoy, se que existo y sin embargo no logro verme, como a los demás, se que ahí están, todos ellos, están esperando por mí, mis abuelos y mis hermana, ahí están todos con quienes compartí en Centroamérica y que la barbarie y el miedo los arrebato, mujeres y hombres libres, ahora sé que ellos se fueron para que la libertad y la dignidad pudieran ser, no falta nadie.

Escucho una voz potente, fuerte, pero que habla suavecito como si solo se dirigiera a mí, no lo veo, solo lo siento y sé que como todos ahí está, pero es más sabio, mucho más que los demás, me dice que no todo termina, que este es el camino, que lo he caminado otras veces para aprender, para conocer, para entender, me dice que sienta, que todo en la escancia del cosmos esta dado en el sentir.

Intento buscar mis gafas, pero no las necesito, todo pasa a mi derredor y yo no me muevo, esa voz me dice que es el cosmos el que está en pernee movimiento, que no hay un solo universo, que hay tantos como las posibilidades y que en cada uno de ellos, en algún lugar y en algún momento hay alguien como yo, también aprendiendo y que el camino para todos terminara cuando todos y cada uno hayamos aprendido, conocido, entendido, compartido y entonces todos volveremos a ser uno en Él, porque Él es la unidad, el principio y el fin y todo está contenido en Él.

Veo cuando nací, me mito a mi mismo y me siento contento, esta fue la vida que elegí, ahora comprendo que para continuar mi aprendizaje voy y vengo, que yo decidí de quien, en donde y en qué momento nacer para continuar mi aprendizaje. Mi trabajo más importante lo hice con Karina y Federico, ellos sabrán si lo hice bien, hoy no los veo por qué deben seguir su camino, su aprendizaje, su construcción, ahora ellos deberán compartir y ser compasivos, por eso no los veo, pero cuando nuevamente sea el tiempo del tiempo, yo vendré por ellos para volver a caminar juntos, cada uno al lado mío, dándome la mano y jugando mientras cantamos y caminamos, mi madre, ella llegara cuando sea el momento y también estaré aquí esperando para volver a sentarme en sus piernas mientras me canta una canción.
  
También entiendo que el decidir sobre el camino, en donde iniciar, retroceder o virar, de quien acompañarse o alejarse y en qué tiempo se debe de andar o detener, esto es solo el principio de esa etapa de conocimiento, que lo importante es hacer, porque así se aprende, que caminar es la única manera de avanzar, de que hay varios caminos y formas de recorrerlos, que la compasión es la esencia del espíritu, que al final todos llegamos al mismo punto y que solo podremos caminar cuando hayamos aprendido, compartido, sido compasivos, cuando caminamos y nos damos cuenta de que debemos construir y caminar juntos, unos con otros.

Hoy que ya no estoy, que ya no soy, hoy se que no somos marionetas de nada ni de nadie, que el destino no es el camino sino su inicio y su fin, que el camino lo hacemos nosotros y lo recorremos como queramos, cuando y con quien así lo decidamos.

También me he dado cuenta que Dios no es un rito ni una ortodoxia, ni una construcción ni nada que se le parezca, que no fuimos creados a su imagen y semejanza, tampoco para su regocijo y aceptación, que todo se paga y recompensa, que donde hay luz puede haber oscuridad y donde hay oscuridad siempre habrá luz, que no se trata de ser mejores que los demás, ni de conquistarlos ni dominarlos, que los animales y las plantas están ahí para compartir, no para obstaculizar, que la alegría, la verdadera alegría proviene del trabajo, del entendimiento, de la compasión, de la solidaridad, del respeto, del amor y de la tolerancia.

Ahora entiendo que todos aquellos que caminaron y compartieron su vida conmigo, son los mismos que lo han hecho anteriormente, que es como en una obra de teatro, donde los actores según el momento asumen diferentes papeles, así algunos amigos serán los padres, estos los amantes, acaso y los hijos o los sobrinos o tíos, etc., que esto nos permite aprender y entender que son las diferentes color de un mismo prisma.

También se que las ausencias son las que nos hacen sentir, que solo nos damos cuenta cuando sentimos la ausencia, extrañamos el obsequio, el abrazo, la palabra o el grito, es en ese momento cuando aceptamos la ausencia como un hecho contundente, pero no entendemos que en el cosmos nada se desperdicia, nada se pierde, solo se transforma para seguir siendo.

Ahora, desde aquí he entendido, ahora sé que el amor no es una entelequia, es siempre un acto subversivo, contundente, único, es una ruptura y un camino, es la necesidad de saber que podemos unirnos para encontrarnos a nosotros mismos, pero también que podemos romper y destruir, se que el amor eres tu y yo, que es lo que ambos queramos ser, es libertad, son preguntas y respuestas, es confianza y fraternidad, también he aprendido que para amar y ser amado se requiere de sabiduría, tolerancia, entendimiento y perdón, se que el amor es tu cuerpo y el mío, el deseo de ambos, la posibilidad de gritar y callar, de cantar y llorar, de la alegría, la tristeza y el dolor, que requiere de cuerpos, deseos, espíritus y de mucha, mucha ternura.

También se que el amor es caminar con todos, enseñar, compartir, saber aprender y agradecer, amar todo lo existente por que forma parte de mi como yo formo parte de todo, que requiere de respeto, comprensión y compasión, de entendimiento y sabiduría, de humildad y de afecto, verdadero cariño.

Que el amor, sin importar cual sea el objeto de ello, siempre es un desafío, un camino que debe ser andado aceptando la existencia y el derecho del otro, una construcción cotidiana, un aprendizaje y una enseñanza, por que se requiere aprender a amar el cosmos y o que en él está dado para poder saber que podemos ser amadas con igual reciprocidad e intensidad.


Desde aquí veo el cosmos, no sé cómo, pero puedo verlo y sentirlo en toda su gloriosa inmensidad, puedo ver el momento de la creación, ese estallido de luz, sonido y colores inundando todo, llenando todo, veo también como se conforman las galaxias y como soles y galaxias enteras desparecen con un gran estruendo y estallido, como las se estrellan rocas y planetas y la violencia del origen y la transformación, ahora sé que la violencia no es un acto de crueldad, que cuando se asume con deseo de dañar, de destruir, de humillar, de violar o de saquear, solo es un acto de crueldad, un acto que no corresponde al universo ni al cosmos, es un acto de cobardía y de miedo, soberbia cruel y despiadada.

La magia, los hechizos de la vida y de la muerte son los mismos, solo que unos inician y otros terminan para volver a empezar, así la magia esta en cada uno de nuestros actos, la magia es un acto de sabiduría, los hechizos son el báculo para apoyar el andar, son un acto de fe.

 Ahora sé que ya no soy más, que eso ya no es, que viví como quise, lo cual es un privilegio, que cometí muchos yerros y aciertos. Y sin embargo, ahí estoy, tendido, como si nunca hubiese existido, solo como cuando nací, ahora esa voz me dice que es hora de irnos, de caminar para poder ser, que los antiguos caminos ya han sido andados, que es hora de guardar la esperanza y los sueños bajo el brazo y arroparse con la fantasía y el deseo, caminando vamos…

Antonio Machado - Caminante
Caminante, son tus huellas 
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

Rafael Alberti - Marinero en Tierra
No sabe que ha muerto el mar
la esquila de los tranvías
-tirintín- de la ciudad.

No lo sabe nadie, nadie.
!Mejor, si nadie lo sabe!

Ni tú, verde cochecillo,
que hacia la verdulería
llevas tu tintinear.

No lo sabe nadie, nadie.
!Mejor, si nadie lo sabe!

Ni tú, joven vaquerillo,
que llevas tus dos vaquitas
tan de mañana a ordeñar.

No lo sabe nadie, nadie.
!Mejor, si nadie lo sabe


Ahora solo dejo algo que “Gabo” Gabriel García Márquez ha dicho mejor que yo.

Alejandro.

Si por un instante Dios se olvidara
de que soy una marioneta de trapo
y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero en definitiva pensaría todo lo que digo. 

Daría valor a las cosas, no por lo que valen,
sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más,
entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos,
perdemos sesenta segundos de luz. 

Andaría cuando los demás se detienen,
Despertaría cuando los demás duermen.
Escucharía cuando los demás hablan,
y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate. 

Si Dios me obsequiara un trozo de vida,
Vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, 
dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma. 
Dios mío, si yo tuviera un corazón,
escribiría mi odio sobre hielo,
y esperaría a que saliera el sol. 

Pintaría con un sueño de Van Gogh
sobre las estrellas un poema de Benedetti,
y una canción de Serrat sería la serenata
que les ofrecería a la luna. 

Regaría con lágrimas las rosas, 
para sentir el dolor de sus espinas,
y el encarnado beso de sus pétalo...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... 

No dejaría pasar un solo día 
sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos 
y viviría enamorado del amor. 

A los hombres les probaría cuán equivocados están,
al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen,
sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas,
pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. 

A los viejos les enseñaría que la muerte
no llega con la vejez sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres
He aprendido que todo el mundo quiere vivir
en la cima de la montaña,
Sin saber que la verdadera felicidad está
en la forma de subir la escarpada. 

He aprendido que cuando un recién nacido
aprieta con su pequeño puño,
por vez primera, el dedo de su padre,
lo tiene atrapado por siempre. 

He aprendido que un hombre
sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo,
cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes,
pero realmente de mucho no habrán de servir,
porque cuando me guarden dentro de esa maleta,
infelizmente me estaré muriendo.



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