Hay
ciertas canciones mexicanas que por alguna razón me son íntimas, hoy deseo
compartir esa sensación, ese sentimiento, mis gustos son sobre todo la música
que se da entre 1915 a 1945, ese periodo en el que la guerra fratricida termina
con una nueva Constitución y un gobierno institucional, peo también es la época
en que salen a la luz Taboada, Orozco, Rivera, Antonieta Rivas Mercado, Tina
Modotti, Gabriel Figueroa, El cocodrilo (Efraín Huerta), Agustín Lara, Ricardo
Palmerin, Tata Nacho, Vasconcelos, Jorge Negrete, Pedro Infante, Medel,
Cantinflas, ese México que permitió que de entre el dolor y los bombardeos
surgiera la luz.
Yo
creo que la evocación musical trasciende el estricto sentido plástico, es un
poco de memoria, de la personal, de lo que se ha vivido, de lo histórico, el
momento, el lugar, porque solo puede crearse en un solo momento, en un solo
lugar y la historia propia de la pieza.
Así
tengo tres niveles de una misma dimensión, jugar con ellos es algo que llena mi
mundo.
Peregrina
para mí, tiene una cualidad única, es la cancón más bella que he escuchado jamás,
la primera vez que la oí tendría como 9 años y el cuerpo se paralizo, mis
sentidos pusieron atención, la piel se me “puso de gallina”, música del compositor
yucateco Ricardo Palmerín, letra del poeta Luis Rosado Vega. Interpreta Jorge
Negrete y lo acompaña su siempre fiel Trío Calaveras. Este concierto en vivo
pudo haberse dado en el año de 1944 también les dejo una versión de la Trova Yucateca, tan esplendida que lleno y sigue llenando el corazón y el alma humana.
La
historia es como puede suponerse una historia de amor entre Felipe Carrillo
Puerto, sucesor al gobierno de Yucatán del General Salvador Alvarado, ambos de
filiación zapatista, uno agrimensor, el otro militar, educados en la corriente
de los Flores Magón, anarquista-socialistas, y la bella Alma Reed, periodista “gringa”,
él le pide a Luis Rosado y a Ricardo Palmerin que le construyan algo que sirva
como deseo y esperanza para ella, así nace Peregrina, ellos construyen una
goleta musical y Carrillo Puerto le “lleva gallo” (canta al pie del balcón) e
interpreta ella su canción. La guerra contra los Dzules (demonios blancos, los
amos del Henequen), es el marco político, social y militar, que termina con la
vida de Felipe y Alma debe salir hacia los EUA.
Cuando
yo vivía en el corazón del universo, Santa Cruz de Juventino Rosas en
Guanajuato, la escuchaba con mucha frecuencia y Luis evidentemente se entero
que era mi canción favorita, así que varias borracheras incluyeron e incluyen a
Peregrina, esta canción hoy la comparto con ustedes y algún día, esta que es parte de lo intimo espero poder compartirla con mi Peregrina.
Cada
vez que la escucho, los imagino a Felipe y a Alma, ambos, jóvenes, enamorados, socialistas,
creyentes en la libertad y los derechos de todos, en la igualdad, los imagino deseándose,
caminando, soñando con un lugar donde vivir, sin guerras, sin escarnio ni
discriminación, sin Dzules.
Espero
que les guste y les produzca lo mismo que a mí.
Alejandro.
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