La
vida humana no es sencilla, es más. Conforme vamos viviendo vamos aprendiendo
que la vida es compleja, pero puede ser sencilla, también cada vez vamos
adquiriendo mayor conocimiento de lo frágil que es y vaya si lo sabré, algunos
somos tan tontos y necios que no logramos tener el cuidado que se debiera, pero
en general, esa fragilidad adquiere mayor relevancia en los dos extremos de la
vida, a su inicio, esto es sobre todo, la infancia y adolescencia y al final de
la misa, cuando somos viejos.
Javier
siempre me dice que soy “pesimista”, acaso es porque dentro de mi hay una
especie de átomo de Dickens y me dice, nada ha cambiado, ¡nada!, sin embargo,
no puedo dejar de hacer mención, hoy quiero hablar de esa parte de la vida que
existe y que como decía Jean Piaget “infancia es destino” porque no sólo en mi
país, sino en todo el mundo, ese sector de la población es el más frágil, el
qqe no cuidamos y del cual depende el futuro, ese futuro que nosotros les
estamos negando a varios cientos de millones de niños.
El
30 de abril se celebra y festeja en México el día del niño, ese día, se les
compran juguetes, se les invita a comer o se les lleva a algún lugar (lástima
que cada vez la vida sea a través de un aparato y no por medio de la vida
misma, pero en fin).
Sin
embargo, cuando lo pienso, ahora que mis hijos son adultos, profesionistas,
ahora que mi nieta apenas supera el año y 5 meses, ahora siento el horror, el
que causa el saber que millones de niños son utilizados y desechados como
despojos en cualquier parte del mundo, secuestrados, violados, humillados,
vendidos, prostituidos, y lo que es más terrible, negocio del vientre de sus
madres o brutalmente violentados por su propia familia, esa que sirve para
cuidar, proteger, educar y amar.
La
violencia es du destino, en varios países son usados como fuerza de trabajo sin
ningún derecho ni prestación, en otros se les explota sexualmente, en oros más
se hace leva y se les obliga a ser soldados o sicarios, en otros son solo niños
en situación de calle.
Ahora
la vergüenza me abruma y la indignación me agrede, porque ¿Cómo es posible que
esto suceda?, ¿Qué hicimos o mejor dicho, no hicimos para que esto suceda?, ¿acaso
la indiferencia nos elimina la responsabilidad?, es justo que si los niños
cometen actos criminales y de manera brutal se les juzgue y sentencie como
adultos (yo tengo mis reservas al respecto), pero pregunto ¿acaso no es justo
que se nos juzgue por indiferencia, por permisivos?, ¿acaso no es justo que los
adultos seamos juzgados por permitir sistemas políticos, económicos,
financieros y culturales injustos de esos niños?, ¿no se nos debe de juzgar por
permitir que la educación sea elitista y botén político de mediocres y
pusilánimes?
Por
último, estamos en un país que entra en elecciones federales y e varios
estados, valdría la pena saber, cuantos honestos y comprometidos políticos y
funcionarios han buscado y andado camino para que ya en México y en el mudo los
niños celebren el 30 de abril y toda su infancia y adolescencia con el derecho
a la vida como atuendo y la esperanza como alimento.
Ahora
deseo compartirles algo sobre los niños y niñas convertidos contra su voluntad
en soldados o sicarios, en objetos sexuales de desecho o trabajadores sin
posibilidades de vida.
Por
ello también les recomiendo que vean “Los Olvidados” de Luis Buñuel y que por
favor, digamos ¡YA BASTA!.
En
estas páginas pueden encontrar más información.
La
juventud opina; http://lajuventudopina.org/
ooOOoo
Los
derechos de los niños.
Convención
de los Derechos de los Niños, ONU, 20 de noviembre de 1989
No
discriminación: tú no deberías beneficiarte ni sufrir debido a tu raza, color,
género, idioma, religión, nacionalidad, origen social o étnico, o por ninguna
opinión política o de otro tipo; ni tampoco debido a tu casta, tu propiedad o
tu nacimiento; o porque tengas alguna discapacidad
El
interés superior del niño: las leyes y las medidas que afecten a la infancia
deben tener primero en cuenta tu interés superior y beneficiarte de la mejor
manera posible.
Supervivencia,
desarrollo y protección: las autoridades de tu país deben protegerte y
garantizar tu desarrollo pleno - físico, espiritual, moral y social.
Participación:
tienes derecho a expresar tu opinión en las decisiones que te afecten, y que
tus opiniones se tomen en cuenta.
Artículo
8
1.
Los Estados Partes se comprometen a
respetar el derecho del niño a preservar su identidad, incluidos la
nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares de conformidad con la ley
sin injerencias ilícitas.
2.
Cuando un niño sea privado ilegalmente de algunos de los elementos de su
identidad o de todos ellos, los Estados Partes deberán prestar la asistencia y
protección apropiadas con miras a restablecer rápidamente su identidad.
Artículo
9
1.
Los Estados Partes velarán por que el niño no sea separado de sus padres contra
la voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las
autoridades competentes determinen, de conformidad con la ley y los
procedimientos aplicables, que tal separación es necesaria en el interés
superior del niño. Tal determinación
puede ser necesaria en casos particulares, por ejemplo, en los casos en que el
niño sea objeto de maltrato o descuido por parte de sus padres o cuando éstos
viven separados y debe adoptarse una decisión acerca del lugar de residencia
del niño.
Artículo
11
1.
Los Estados Partes adoptarán medidas para luchar contra los traslados ilícitos
de niños al extranjero y la retención ilícita de niños en el extranjero.
2.
Para este fin, los Estados Partes promoverán la concertación de acuerdos
bilaterales o multilaterales o la adhesión a acuerdos existentes.
Artículo
14
1.
Los Estados Partes respetarán el derecho del niño a la libertad de pensamiento,
de conciencia y de religión.
2.
Los Estados Partes respetarán los derechos y deberes de los padres y, en su
caso, de los representantes legales, de guiar al niño en el ejercicio de su
derecho de modo conforme a la evolución de sus facultades.
3.
La libertad de profesar la propia religión o las propias creencias estará
sujeta únicamente a las limitaciones prescritas por la ley que sean necesarias
para proteger la seguridad, el orden, la moral o la salud públicos o los
derechos y libertades fundamentales de los demás
Artículo
16
1.
Ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida
privada, su familia, su domicilio o su correspondencia ni de ataques ilegales a
su honra y a su reputación.
2.
El niño tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o
ataques.
Artículo
18
1.
Los Estados Partes pondrán el máximo empeño en garantizar el reconocimiento del
principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta a
la crianza y el desarrollo del niño. Incumbirá a los padres o, en su caso, a los representantes legales
la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño. Su
preocupación fundamental será el interés superior del niño.
Artículo
19
1.
Hos Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas,
sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico
o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el
abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de
un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo.
2.
Esas medidas de protección deberían comprender, según corresponda,
procedimientos eficaces para el establecimiento de programas sociales con
objeto de proporcionar la asistencia necesaria al niño y a quienes cuidan de
él, así como para otras formas de prevención y para la identificación,
notificación, remisión a una institución, investigación, tratamiento y
observación ulterior de los casos antes descritos de malos tratos al niño y,
según corresponda, la intervención judicial.
Artículo
20
1.
Los niños temporal o permanentemente privados de su medio familiar, o cuyo
superior interés exija que no permanezcan en ese medio, tendrán derecho a la
protección y asistencia especiales del Estado.
2.
Los Estados Partes garantizarán, de conformidad con sus leyes nacionales, otros
tipos de cuidado para esos niños.
Artículo
23
1.
Los Estados Partes reconocen que el niño mental o físicamente impedido deberá
disfrutar de una vida plena y decente en condiciones que aseguren su dignidad,
le permitan llegar a bastarse a sí iismo y faciliten la participación activa
del niño en la comunidad.
Artículo
24
1.
Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al disfrute del más alto nivel
posible de salud y a servicios para el tratamiento de las enfermedades y la
rehabilitación de la salud. Los Estados Partes se esforzarán por asegurar que
ningún niño sea privado de su derecho al disfrute de esos servicios sanitarios.
Artículo
27
1.
Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida
adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social.
2.
A los padres u otras personas encargadas del niño les incumbe la
responsabilidad primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y
medios económicos, las condiciones de vida que sean necesarias para el
desarrollo del niño.
Los
Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación y, a fin de que se
pueda ejercer progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades ese
derecho, deberán en particular:
a)
Implantar la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todos;
b)
Fomentar el desarrollo, en sus distintas formas, de la enseñanza secundaria,
incluida la enseñanza general y profesional, hacer que todos los niños
dispongan de ella y tengan acceso a ella y adoptar medidas apropiadas tales
como la implantación de la enseñanza gratuita y la concesión de asistencia
financiera en caso de necesidad;
c)
Hacer la enseñanza superior accesible a todos, sobre la base de la capacidad,
por cuantos medios sean apropiados;
Artículo
30
En
los Estados en que existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas o
personas de origen indígena, no se negará a un niño que pertenezca a tales
minorías o que sea indígena el derecho que le corresponde, en común con los
demás miembros de su grupo, a tener su propia vida cultural, a profesar y
practicar su propia religión, o a emplear su propio idioma
.
Artículo
31
1.
Los Estados Partes reconocen el derecho del jiño al descanso y el
esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a
participar libremente en la vida cultural y en las artes
Artículo
32
1.
Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la
explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser
peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental,
espiritual, moral o social.
2.
Los Estados Partes adoptarán medidas legislativas, administrativas, sociales y educacionales
para garantizar la aplicación del presente artículo. Con ese propósito y
teniendo en cuenta las disposiciones pertinentes de otros instrumentos
internacionales, los Estados Partes, en particular;
a)
Fijarán una edad o edades mínimas para trabajar;
b)
Dispondrán la reglamentación apropiada de los horarios y condiciones de
trabajo;
c)
Estipularán las penalidades u otras sanciones apropiadas para asegurar la
aplicación efectiva del presente artículo.
Artículo
34
Los
Estados Partes se comprometen a proteger al niño contra todas las formas de
explotación y abuso sexuales. Con este fin, los Estados Partes tomarán, en
particular, todas las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral
que sean necesarias para impedir:
a)
La incitación o la coacción para que un niño se dedique a cualquier actividad
sexual ilegal;
b)
La explotación del niño en la prostitución u otras prácticas sexuales ilegales;
c)
La explotación del niño en espectáculos o materiales pornográficos.
Artículo
35
Los
Estados Partes tomarán todas las medidas de carácter nacional, bilateral y
multilateral que sean necesarias para impedir el secuestro, la venta o la trata
de niños para cualquier fin o en cualquier forma.
Artículo
36
Los
Estados Partes protegerán al niño contra todas las demás formas de explotación
que sean perjudiciales para cualquier aspecto de su bienestar.
Artículo
37
Los
Estados Partes velarán por qué:
a)
Ningún niño sea sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes. No se impondrá la pena capital ni la de prisión
perpetua sin posibilidad de excarcelación por delitos cometidos por menores de
18 años de edad;
b)
Ningún niño sea privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. La detención,
el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo de conformidad con
la ley y se utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante el
período más breve que proceda;
c)
Todo niño privado de libertad sea tratado con la humanidad y el respeto que
merece la dignidad inherente a la persona humana, y de manera que se tengan en
cuenta las necesidades de las personas de su edad. En particular, todo niño
privado de libertad estará separado de los adultos, a menos que ello se
considere contrario al interés superior del niño, y tendrá derecho a mantener
contacto con su familia por medio de correspondencia y de visitas, salvo en
circunstancias excepcionales;
d)
Todo niño privado de su libertad tendrá derecho a un pronto acceso a la
asistencia jurídica y otra asistencia adecuada, así como derecho a impugnar la
legalidad de la privación de su libertad ante un tribunal u otra autoridad
competente, independiente e imparcial y a una pronta decisión sobre dicha
acción.
Artículo
39
Los
Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para promover la
recuperación física y psicológica y la reintegración social de todo niño
víctima de: cualquier forma de abandono, explotación o abuso; tortura u otra
forma de tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes; o conflictos armados.
Esa recuperación y reintegración se llevarán a cabo en un ambiente que fomente
la salud, el respeto de sí mismo y la dignidad del niño.
Artículo
40
1.
Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño de quien se alegue que ha infringido
las leyes penales o a quien se acuse o declare culpable de haber infringido
esas leyes a ser tratado de manera acorde con al fomento de su sentido de la
dignidad y el valor, que fortalezca el respeto del niño por los derechos
humanos y las libertades fundamentales de terceros y en la que se tengan en
cuenta la edad del niño y la importancia de promover la reintegración del niño
y de que éste asuma una función constructiva en la sociedad.
2.
Con este fin, y habida cuenta de las disposiciones pertinentes de los
instrumentos internacionales, los Estados Partes garantizarán, en particular:
a)
Que no se alegue que ningún niño ha infringido las leyes penales, ni se acuse o
declare culpable a ningún niño de haber infringido esas leyes, por actos u
omisiones que no estaban prohibidos por las leyes nacionales o internacionales
en el momento en que se cometieron;
b)
Que a todo niño del que se alegue que ha infringido las leyes penales o a quien
se acuse de haber infringido esas leyes se le garantice, por lo menos, lo
siguiente:
i)
Que se lo presumirá inocente mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a
la ley;
Artículo
42
Los
Estados Partes se comprometen a dar a conocer ampliamente los principios y disposiciones
de la Convención por medios eficaces y apropiados, tanto a los adultos como a los
niños.
Artículo
43
1.
Con la finalidad de examinar los progresos realizados en el cumplimiento de las
obligaciones contraídas por los Estados Partes en la presente Convención, se
establecerá un Comité de los Derechos del Niño que desempeñará las funciones
que a continuación se estipulan.
2.
El Comité estará integrado por diez expertos de gran integridad moral y
reconocida competencia en las esferas reguladas por la presente Convención. Los
miembros del Comité serán elegidos por los Estados Partes entre sus nacionales
y ejercerán sus funciones a título personal, teniéndose debidamente en cuenta
la distribución geográfica, así como los principales sistemas jurídicos.
ooOOoo
Tan
solo un testimonio de una niña de los miles de niñas y niños objeto de la
violencia, que han sido secuestrados en África.
Natalia
Natalia
tiene 16 años. Procede de Kivu Meridional y fue reclutada por la RCD-Goma
cuando tenía 12 años: «Vivía en mi aldea con mi madre y mis hermanos y
hermanas. Un día los mayi-mayi atacaron nuestra aldea. Los soldados robaron
todo lo que teníamos. Unos días más tarde, la aldea volvió a ser atacada por la
RCD-Goma, que nos acusó de colaborar con los mayi-mayi y proporcionarles
comida. Presencié cómo los soldados mataban a muchos de mis familiares de la
aldea y violaban a mis dos hermanas y a mi madre.
»Estaba
escondida, pero vi cuántos soldados violaban a mis hermanas y a mi madre.
Estaba asustada y pensé que, si me alistaba en el ejército, estaría protegida.
Quería defenderme. Una vez en el ejército, aprendí a llevar y a utilizar un
fusil e hice guardias nocturnas y diurnas. Era horrible porque yo sólo tenía 12
años y los otros soldados a menudo me golpeaban y me violaban durante la noche.
Un día, un comandante quería convertirme en su esposa e intenté escapar. Me
capturaron, me azotaron y me violaron durante muchos días.
»Tuve
un hijo cuando sólo tenía 14 años. Ni siquiera sé quién es su padre. Me volví a
fugar y esta vez conseguí escaparme. Pero hoy no tengo adonde ir ni comida para
el bebé y temo volver a casa porque he sido soldado»
Situación
en África, Amnistía Internacional.
Es
paradójico que entre las guerras "olvidadas" se cuente la que fue
descrita por la anterior secretaria de estado norteamericana, Madeleine
Albright, como "primera guerra mundial africana". Cabe incluso
extremar la paradoja destacando que la guerra terrible que asola hoy día la
República Democrática del Congo, desde hace cinco años, tiene amplias
conexiones con la industria económica de los países más ricos, que trascienden
del continente africano. Pero si la guerra misma, con su cifra estimada de unos
tres millones de civiles muertos y casi otros tantos de desplazados y
refugiados, está más bien olvidada, qué habrá que decir de estas conexiones
decisivas que apuntan hacia fuera de África: la explotación depredadora de los
recursos naturales para su comercialización masiva, de un lado, y el silencioso
tráfico internacional de armas, de otro.
Esta
catástrofe humana más o menos desatendida tiene, sin embargo, una dimensión
interjacional decisiva, que propicia su perpetuación y que no es
fujdamentalmente, siquiera básicamente, africana. El Grupo de Expertos de
Naciones Unidas designado para investigar la situación e informar al Consejo de
Seguridad presentó en octubre pasado un listado de 85 empresas cuya actividad
en la zona supone una violación de las líneas orientativas de conducta para
empresas multinacionales aprobadas por la OCDE (Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos). Se trata de compañías de extracción,
procesamiento y comercialización de minerales, de industrias químicas y
madereras, y asimismo de compañías aéreas, bancos, empresas de seguridad, etc. Y
son empresas británicas, belgas, norteamericanas, alemanas, canadienses,
sudafricanas, y un muy restrictivo etcétera. Las acusaciones del informe son, o
bien de haber contribuido con ingresos o servicios a las facciones beligerantes
como pago para operar en la zona, o bien de haber adquirido directamente a las
partes combatientes los materiales y minerales deseados.
Este
círculo vicioso no se cierra por completo si no se destaca que los notables
ingresos obtenidos por las facciones combatientes sirven ante todo para la
adquisición de armamento: se hace la guerra para explotar la riqueza que
permite continuar con el conflicto y con el expolio. En ocasiones los mismos
aviones que extraían en dirección a Ruanda la columbotantalita de la provincia
de Kivu Meridional aprovechaban el viaje de regreso para transportar armas y
equipos bélicos. Pero yendo sólo un poco más atrás en la conexión, el armamento
que tan generosamente llega a todas las partes pagadoras procede de nuevo de:
Estados Unidos, Bélgica, Francia, Alemania, y ahora también de China y
Bulgaria, entre otros.
ooOOoo
Tratando
de poner fin a la situación de los niños soldado, Por el padre John Flynn, L. C.
El
debate del Consejo de Seguridad siguió a un informe sobre el tema del
secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Según el informe publicado el 21 de
diciembre del 2009, se sigue usando a niños en conflictos armados en más de una
docena de países.
El
informe nombraba Afganistán, Burundi, Chad, República Centroafricana, Colombia,
la República Democrática del Congo, Myanmar, Nepal, Filipinas, Somalia, Sudán,
Sri Lanka y Uganda, como los principales infractores. El informe, titulado
«Niños y Conflictos Armados», cubre el periodo de octubre de 2006 a agosto de
2007.
El
documento explicaba que, con frecuencia, el reclutamiento de niños está ligado
al problema de los refugiados forzados a huir de conflictos. Por un lago, las
familias se ven forzadas a huir de sus hogares y evitar que sus hijos sean
apresados por grupos armados. Por otro, los campos de refugiados suelen ser
objetivo de grupos armados puesto que tienen un gran número de niños indefensos.
Abusos
sexuales
Los
niños, tanto chicas como chicos, también sufren frecuentemente violaciones y
abusos sexuales durante su participación forzada en los conflictos. Dada la
extensión de este problema, el secretario general se mostró de acuerdo con la
reciente decisión del Tribunal Penal Internacional de abrir una investigación
en la República Centroafricana por acusaciones de violaciones y otros crímenes
sexuales cometidos durante el conflicto entre el gobierno y las fuerzas
rebeldes.
De
los abusos no sólo son culpables los grupos rebeldes. El informe observaba que
en algunos países los niños son usados como guías e informadores para las
operaciones militares del gobierno, normalmente bajo coacción.
El
4 de febrero el Consejo de Seguridad también publicaba un informe titulado:
«Niños y Conflictos Armados». Describiendo como «horrible» el impacto en los
niños de los conflictos armados, el informe calculaba en más de 2 millones el
total de niños asesinados en las zonas de guerra durante las últimas dos
décadas
Otros
seis millones han sufrido lesiones o han quedado discapacitados de forma
permanente, indicaba el informe. En cuanto al tema de los niños soldado, el
Consejo de Seguridad afirmaba que «más de un cuarto de millón de jóvenes han
sido explotados como niños soldado en al menos 30 países»-
Necesidad
de soluciones
Estos
éxitos han sido limitados, llevando al informe del Consejo de Seguridad de la
ONU “El Consejo de Seguridad y los Niños y los Conflictos Armados: Próximos
Pasos para poner Fin a las Violaciones contra los Niños”, la coalición
reconocía los avances de Naciones Unidas frente al problema.
Los
problemas de las chicas.
Otro
informe publicado con ocasión del debate de la ONU ha sido: «Bajas Olvidadas de
Guerra: las Chicas en los Conflictos Armados», de la Alianza Internacional Save
the Children. También con sede en Londres, la organización se ocupa de ayuda
humanitaria para niños.
8br />
Estimando
aproximadamente en 300.000 el número de niños que se han visto implicados en
conflictos a lo largo del mundo, el informe calculaba que más del 40% eran
chicas. Además de en la lucha activa, las chicas están implicadas en la
limpieza y en proporcionar ayuda médica, y también son usadas como posesiones
sexuales por los líderes de los grupos armados.
El
informe defendía que las chicas suelen ser víctimas invisibles, cuyas
necesidades no son tenidas en cuenta. Un caso ejemplar son los programas para
los antiguos niños soldados una vez que terminan los conflictos. La alianza
indicaba que con frecuencia se pasan por alto las necesidades de los niños y,
en especial, de las chicas.
De igual
forma, tras volver a casa, las chicas suelen ser marginadas y excluidas de sus
comunidades, observaba el informe, puesto que se las considera o violentas o
promiscuas. Esto ocurre incluso más si están embarazadas o vuelven con sus
bebés.
La
alianza pedía a la comunidad internacional que apoyase y financiase la
liberación de niños de grupos armados, y también proporcionara fondos para
programas que ayudasen en su integración a la comunidad. También pedía una
atención especial y fondos para ayudar a las chicas a volver a la vida normal.
Eliminar
la violencia.
El
Vaticano también ha mostrado su preocupación por el destino de los niños
atrapados en los conflictos. El 23 de marzo del año pasado, monseñor Silvano
Tomasi, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en
Ginebra, pronunciaba un discurso en la cuarta sesión del Consejo de Derechos
Humanos.
Los niños
suelen ser las primeras víctimas de las hambres y de las guerras, observaba
monseñor Tomasi. Tras enumerar algunos de los problemas a los que se enfrentan
los niños, el representante vaticano comentaba que: «El objetivo de eliminar la
violencia contra los niños y proporcionar un contexto constructivo y sano para
su desarrollo exige que el estado y la sociedad apoyen de forma concreta y
favorezcan a la familia para llevar a cabo su tarea»
«El
futuro de la sociedad depende de los niños y de cómo se preparen para ello, y
su vulnerabilidad pide una especial protección», observaba.
Niños sicarios en
México
El
peligro de los "niños sicarios" en México, Alberto Nájar, BBC Mundo,
México
No
existen datos oficiales sobre los niños y adolescentes involucrados en redes de
narcotráfico.
(…)
En febrero pasado la policía de Tabasco, al sureste del país, arrestó a una
niña de 13 años “entrenada para delinquir y matar”, según dijo el gobernador
Andrés Granier.
Y
no se ve que haya remedio, al menos en el corto plazo. Especialistas advierten
que muchos han crecido en un ambiente de violencia, pobreza y abandono
familiar.
Eso
los hace vulnerables ante los carteles de la droga, le dice a BBC Mundo Anabell
Pagaza, presidenta del independiente Consejo Mexicano de Psiquiatría.
“Hay
mucha falta de identidad en nuestros niños y adolescentes. De no ser nadie a
ser sicario, narcotraficante, eso les da un sentido como seres humanos”,
explica.
Vida corta
No
existen datos oficiales sobre los niños y adolescentes involucrados en redes de
narcotráfico o entrenados como sicarios.
Organizaciones
civiles mencionan que unos 25.000 estarían involucrados en delincuencia de
varios niveles, desde robos hasta asesinatos.
Pero
el fenómeno ha crecido al mismo tiempo que aumentó la violencia por la disputa
de carteles.
Muchos
de los adolescentes que se enganchan en bandas de narcotráfico inician como
consumidores, señalan especialistas y de ahí escalan posiciones hasta
convertirse en vendedores de droga, vigilantes de casas de seguridad o
sicarios.
Deben
tomarse medidas urgentes, porque otros chavitos lo pueden tomar como ejemplo
(…)
Según la Red por los Derechos de la Infancia, que agrupa a varias
organizaciones pro derechos de los niños, en los últimos cuatro años han muerto
unos 1.200 menores de 18 años por la violencia del narcotráfico.
(…)
El Senado analiza la posibilidad de reducir a 12 años la edad en que un menor
puede ser sujeto de sanciones penales, especialmente quienes se involucren en
narcotráfico u otras acciones de delincuencia organizada.
Actualmente
la edad mínima es de 16 años, según las leyes de cada estado.
La
propuesta no resolverá el problema, dice Anabel Pagaza, porque las causas que
originan la violencia, es decir, adicciones, crisis familiar y económica,
siguen vigentes.
México: niños sicarios,
¿víctimas o victimarios?, por Maximiliano Sbarbi Osuna, 23.06.11
Cada
vez es más frecuente que las organizaciones narcos recluten forzosamente a
niños y adolescentes en México. Ante la descomposición de las instituciones,
los menores de familias pobres son los más vulnerables. Los niños que son
obligados a matar por los cárteles, ¿deberían ser considerados desde el punto
de vista legal víctimas o asesinos? ¿Cómo se los debería preservar de las
organizaciones criminales?
En
diciembre de 2010, el Ejército capturó al "Ponchis", un joven de 14
años sospechado de trabajar como sicario para un cártel – AP
La
estrategia de enfrentar a los cárteles del narcotráfico, emprendida por el
gobierno del presidente Felipe Calderón, se salió de control desde hace varios
años. La cifra de 40 mil muertos desde diciembre de 2006 se suma a la
progresiva descomposición social y de las instituciones.
La
creciente y cotidiana violencia, que implica macabros secuestros, extorsiones y
amenazas a las autoridades comienza a dejar huellas indelebles en la
sociedad, principalmente en los niños,
que conforman el sector más vulnerable.
Nuevas tácticas de los
narcos.
El
año pasado se conoció un nuevo modo de operar de las organizaciones mafiosas:
la utilización de jóvenes y bellas sicarias, que seducían a las víctimas, que
eran principalmente miembros de cárteles enemigos, para luego asesinarlos a
sangre fría.
Actualmente,
el hallazgo de cada vez más cadáveres de niños y adolescentes torturados y
decapitados es un signo de que la guerra entre organizaciones, policías y
militares involucra directamente a menores de edad.
El
acercamiento de los narcos comienza con la localización de poblaciones y
familias vulnerables. Suelen integrar a los niños y adolescentes a
sus reuniones o fiestas sobornándolos con regalos lujosos y cuando se ganan su
confianza, les ofrecen trabajar para la organización o de lo contrario verán
morir a su familia.
La
Red de Derechos de ha Infancia de México (REDIM) detalló en un informe que en
promedio los menores reclutados tienen 13 años. Los varones son utilizados como
“halcones”, es decir informantes y espías de bandas rivales, mientras que a las
mujeres las usan para la explotación sexual.
De
acuerdo con varias organizaciones de Derechos Humanos, una vez que los menores
adquieren experiencia y entrenamiento dentro de la banda cobran alrededor de
mil dólares por cada asesinato, aunque en el estado de Morelos el salario de un
sicario menor supera los dos mil dólares por el mismo trabajo.
Al
igual que en Colombia, a los niños involucrados forzosamente en la guerra
contra el narcotráfico se los llama “desechables”, dado que la mayoría muere en
enfrentamientos o son asesinados si intentan desvincularse del grupo.
Pobreza y descomposición
social.
Uno
de cada cuatro menores vive en condiciones de pobreza en México, de acuerdo con
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, una entidad
presente en 34 países. La miseria sumada a la descomposición del tejido social,
que involucra a la familia y a la escuela, agravado por esta guerra, produce
que los menores sean cada vez más proclives a ser reclutados.
Un
ejemplo que resume la trágica situación que viven varios menores es la del
sicario de 20 años detenido por estar implicado en la masacre de Tamaulipas, en
la que se hallaron casi 200 cuerpos en fosas clandestinas. Confesó que fue
reclutado a los 11 años por el cártel del Pacífico Sur y que participó de 200
asesinatos.
Por
su parte, la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados aseguró
que 23 mil jóvenes han sido reclutados por
las organizaciones criminales, pero las cifras extra oficiales sitúan el número
en 15 mil solamente en el estado de Coahuila.
¿Víctimas o
victimarios?
Desde
que en el estado de Guerrero se encontraran varios cadáveres de menores, la
sociedad mexicana comenzó a debatir si los niños y adolescentes implicados en
asesinatos son víctimas o victimarios.
La
legislación vigente, que data de 2007, señala que los menores de 12 a 14 años
no pueden ser encarcelados y deberán recibir asistencia para una reeducación
con el apoyo `e sus padres y una institución oficial. De los 14 a los 16 la ley
aplica una pena máxima de tres años de prisión, aún cuando los delitos sean
graves, y desde los 16 a los 18 años, la pena máxima es de cinco años de cárcel.
Seguramente
que los sectores más reaccionarios intentarán combatir este mal endureciendo
las penas y bajando las edades de imputabilidad, pero de ninguna manera
atacando la raíz del problema. La manera de encarar la guerra narco -por parte
del gobierno federal- coincide con esa forma de pensamiento: lanzar al Ejército
contra los cárteles y no preservar y ayudar a las familias de bajos recursos e
impulsar redes de contención a los menores ante la descomposición de la
sociedad que se desintegra con tanta brutalidad.
Además,
el gobierno de Calderón evita presionar con énfasis a Estados Unidos para que
frene el flujo de armas hacia México y combata a las redes de narcotráfico
norteamericanas, que compran la droga a los cárteles mexicanos.
Los
niños y adolescentes sicarios que sobrevivan a los enfrentamientos serán en su
adultez asesinos, ya que si no se cambia la política gubernamental de
reforzamiento de las instituciones, se establece un programa de reinserción, de
prevención ante los reclutamientos y nuevos esquemas sociales educativos que
les garanticen la posibilidad de tener un futuro diferente, no van a tener otra
salida que formar parte de las sangrientas organizaciones narco.
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