viernes, 18 de abril de 2014

Viernes Santo 2014



Hoy es viernes 18 de abril del año 2014, viernes santo, hoy los cristianos celebran la crucifixión y muerte de Jesús, esta cuentan los evangelios Canónicos fueron durante la celebración de la pascua en Jerusalén.

Se dice en esos escritos que al morir a la hora nona (los romanos y en general en el imperio se consideraba como la hora prima cuando sale el sol, esto es al derredor de las seis de la mañana, así que la hora nona son aproximadamente las tres de la tarde), el cielo se oscureció y la tierra tembló, Jesús dijo; "¡Elí, Elí! ¿lemá sabactaní?", ("¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?")

Lo que fundamento el Cristianismo no es el nacimiento y vida de Cristo, sino su muerte y resurrección, ya que con ello abre las puertas de la esperanza y el perdón, por eso el viernes y el sábado santos son importantes, porque en estos días se celebran y se da testimonio del principio del Cristianismo.

Cuando era niño decían que el viernes santo, llovía, hoy tembló a las 9:30 am (7.2 grados Richter), es como si nos dijeran que e un día de luto para aquellos que creen en Cristo, recuerdo cuando vivía en Centroamérica como se trazaba una tregua entre el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y las Fuerzas Armadas del Salvador y sus guardias blancas, así que la gente iba a las playas.

En general estos días son de asueto, algunos buscan ir a las iglesias, otros van a alguna representación (en la Ciudad de México es famosa la de Iztapalapa), pero una gran mayoría sale y va a divertirse, es curioso, porque esa gran mayoría creen en Cristo y no cumplen con los preceptos de su religión (al menos no lo hacen plenamente) ni tiene una idea del significado original de la Pascua, a veces pienso que olvidan que su religión proviene de la de los Judíos, que su libro es el mismo que el de ellos, agregando lo que llaman El Nuevo Testamento.

Mi intención hoy, es compartir un poco de lo que escribieron los evangelistas y el significado y diferencia entre la pascua Judía y la Pascua Cristiana,

Por eso, hoy con todo respeto les dejo esto y algunas cosas que he escrito anteriormente:
http://alejandro-ellugardetodos.blogspot.mx/2013/03/algo-para-recordar-el-por-que-existe-la.html
http://alejandro-ellugardetodos.blogspot.mx/2012/04/semana-de-redencion-del-entendimiento.html
http://alejandro-ellugardetodos.blogspot.mx/2011/04/que-decia-maria-magdalena-judas-pedro-y.html
http://alejandro-ellugardetodos.blogspot.mx/2011/04/el-deber-de-todo-cristiano-es-ser.html

Alejandro.



Evangelios:

Mateo 27, 33-50

33 Llegados a un lugar llamado Gólgota, esto es, "Calvario",
34 le dieron a beber vino mezclado con hiel
35 Una vez que le crucificaron, se repartieron sus vestidos, echando a suertes.
36 Y se quedaron sentados allí para custodiarle.
37 Sobre su cabeza pusieron, por escrito, la causa de su condena: "Este es Jesús, el rey de los judíos."
38 Y al mismo tiempo que a él crucifican a dos salteadores, uno a la derecha y otro a la izquierda.
39 Los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo:
40 "Tú que destruyes el Santuario y en tres días lo levantas, ¡sálvate a ti mismo, si eres hijo de Dios, y baja de la cruz!"
41 Igualmente los sumos sacerdotes junto con los escribas y los ancianos se burlaban de él diciendo:
42 "A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es: que baje ahora de la cruz, y creeremos en él.
43 Ha puesto su confianza en Dios
44 De la misma manera le injuriaban también los salteadores crucificados con él.
45 Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona.
46 Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: "¡Elí, Elí! ¿lemá sabactaní?", esto es: "¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?"
47 Al oírlo algunos de los que estaban allí decían: "A Elías llama éste."
48 Y enseguida uno de ellos fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber.
49 Pero los otros dijeron: "Deja, vamos a ver si viene Elías a salvarle."
50 Pero Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu.
 
En el evangelio de Lucas, Jesús habla tres veces antes de morir. En primer lugar dice: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que están haciendo" (Luc. 23, 34); más tarde, se dirige al buen ladrón con estas palabras: "Te lo aseguro: Hoy estarás conmigo en el paraíso" (Luc. 23, 43); finalmente, antes de expirar, dice el evangelio que "Jesús clamó con voz muy fuerte: “Padre, en tus manos pongo mi espíritu" (Luc. 23, 46).

El evangelista Juan, por su parte, transmite otras tres frases no referidas por los evangelistas sinópticos. Jesús se dirige en la cruz a su madre y le dice: "Mujer, mira a tu hijo. Luego dijo al discípulo: Mira a tu madre" (Jn. 19, 26-27). Más adelante, "consciente de que ya todo iba quedando terminado, dijo: Tengo sed" (Jn 18, 28) y finalmente añade: "Queda terminado" (Jn 19, 30).

LAS TINIEBLAS CUBREN TODA LA TIERRA "Al llegar la hora sexta, la tierra entera quedó en tinieblas hasta la hora nona"-Lc 23, 44-45
"era ya como la hora sexta, cuando la tierra entera quedó en tinieblas hasta la hora nona, porque se eclipsó el sol (v.45)
-Jn 19, 17-30
Mt 27, 51 LA CORTINA DEL SANTUARIO SE RASGA “Entonces la cortina del santuario se rasgó en dos, de arriba abajo"-Mc 15, 38
y la cortina del santuario se rasgó en dos, de arriba abajo”
-Lc 23, 45b
“y la cortina del santuario se rasgó por medio"
-Mt 27, 51a:
LATIERRA TIEMBLA “la tierra tembló
Mt 27, 51b LAS ROCAS SE RAJAN “las rocas se rajaron”
Mt 27, 52 LAS TUMBAS SE ABREN “las tumbas se abrieron
Mt 27, 52ª MUERTOS RESUCITAN “y muchos cuerpos de santos que habían muerto resucitaron; después que él resucitó, salieron de las tumbas, entraron en la ciudad santa y se aparecieron a muchos”.
 

El sentido de la Pascua entre Judíos y Cristianos.


La pascua judía
Originalmente la pascua (pésaj) en el antiguo Israel era una fiesta agrícola (o pastoril) que ya existía en época cananea, celebrada el día 14 del primer mes del año (‘Abib antes del destierro babilónico y Nisán después del destierro) y que pone fin al tiempo del desierto al comer los frutos de la tierra y ya no el maná bajado del cielo. Así lo narra el libro de Josué (Jos 5,10-11). Posteriormente, se vincula esta fiesta con la cena del cordero y con la comida de los panes ázimos, estableciéndose -estas dos fiestas juntas- como conmemoración del acontecimiento salvífico del paso por el mar rojo, cuando Dios libera al pueblo de Israel de la esclavitud egipcia y lo conduce al desierto del Sinaí. En los libros del Éxodo, Números y Deuteronomio tenemos las primeras alusiones a la fiesta (Ex 12; Nm 9; Dt 16,1-8). En la época de la monarquía  hay registros de la celebración de la fiesta realizada por Salomón (1R 9,25; 2Cr 8,13) y en tiempo de la reforma de Josías se comienza a transformar en fiesta de peregrinación en Jerusalén (2R 23,21-23).

El judaísmo rabínico llegó a establecer normas muy precisas para la celebración de la pascua en el templo de Jerusalén, enfatizando el sacrificio. Así lo expresa un texto llamado la Misná:
 
“El cordero pascual era sacrificado por tres grupos, como está escrito: lo inmolará toda asamblea de la congregación de Israel. Cuando entraba el primer grupo, se llenaba el atrio. Cuando se cerraban las puertas del atrio, tocaban el sofar, luego la trompeta clamorosamente y luego de nuevo el sofar. Los sacerdotes estaban en pie formando dos filas y teniendo en sus manos vasos de plata y de oro. Una fila tenía todos los vasos de plata y la otra todos de oro. No estaban mezclados. Los vasos no disponían de base a fin de que no los pudieran posar y se coagulara la sangre. Un israelita lo inmolaba, el sacerdote recibía (la sangre) y la entregaba a su compañero y éste al suyo, recibía el (vaso) lleno y devolvía el vacío. El sacerdote que estaba más cercano al altar la vertía de una vez sobre las brasas (del altar)” (Misná Pesahim 5,5-6).

Todo este rito de sangre era parte del sacrificio del cordero realizado por la familia en el templo junto a los sacerdotes. La segunda parte de la celebración se realizaba en las casas mediante una cena íntima en la que se comía el cordero sacrificado, los panes ázimos, las hierbas amargas y cuatro copas de vino. Cada elemento de la cena tenía un significado específico que hacía memoria del gran acontecimiento liberador del éxodo. Este significado salvífico de la pascua estará siempre presente en el judaísmo, como bien lo indica otro texto rabínico llamado el Tárgum:
 
“Esta es la noche de la pascua para el nombre de YHWH, noche reservada y fijada para la liberación de todo Israel a lo largo de sus generaciones” (Targum de Éxodo 12, 41-42)

De: http://derek4messiah.wordpress.com/2010/03/08/
 

La pascua cristiana

La fiesta principal de los cristianos es la pascua en la que se celebra el gran acontecimiento de la resurrección de Jesús, el Señor. Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas (Mt 26,26-29; Mc 14,22-25; Lc 22,19-20) nos relatan la “última cena” celebrada por Jesús junto a sus discípulos como una cena de pascua. Está presente el pan ázimo, dos copas de vino (en Lc) y unas bendiciones pero el significado nuevo dado por Jesús a la comida es el anuncio de su propia muerte, ya no se conmemorará la salida de Egipto, sino la muerte del Señor como sacrificio pascual.  
La idea del sacrificio pascual la desarrollará más el evangelio de Juan al mostrar a Jesús como “el cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1,29). El cuarto evangelio hace coincidir la muerte de Jesús con el sacrificio de los corderos pascuales. Así en Jn 19,14 al momento de su sentencia a muerte y luego en Jn 19,36 aplicando a Jesús lo prescrito sobre los corderos en las leyes de Ex 12,46 y Nm 9,12. Es decir, Jesús muere al mismo tiempo en que las familias judías acudían al templo a sacrificar a los corderos para celebrar la pascua. Esta teología del cordero pascual del cuarto evangelio marcará profundamente el cristianismo primitivo y san Pablo en su primera carta a los Corintios la desarrollará diciendo: “eliminad la levadura vieja, para que seáis masa nueva ya que sois ázimos, porque nuestro cordero pascual, Cristo, ha sido sacrificado. De manera que celebramos la Pascua no con levadura vieja, ni con levadura de perversidad y maldad, sino con ázimos de pureza y verdad” (1Co 5,7-8). 
Así mismo la primera carta de Pedro exhorta diciendo: “Sabiendo que habéis sido liberados de la conducta estéril heredada por tradición, no con cosas corruptibles -oro o plata- sino con la sangre preciosa de Cristo, como cordero sin defecto ni mancha” (1P 1,18-19). Tanto la carta primera a los Corintios como la primera carta de Pedro insisten en la importancia del sacrificio redentor de Jesús. Su muerte dada gratuitamente para todo el mundo tiene un valor expiatorio superior a todos los sacrificios y leyes del antiguo Israel.
 
Para concluir pensemos que esta pascua que nos regala el Señor es un momento muy importante para la Iglesia al tener un nuevo Papa. Como una manera de reflexionar la importancia del acontecimiento pascual válido para nuestro tiempo actual, guardemos estas primeras palabras del santo Padre, llenas de sabiduría, que ponen el acento en los aspectos centrales de la pascua cristiana, a saber, la entrega de Jesús por amor, la eucaristía como fuente de unión con él y la alegría de la resurrección como acontecimiento del presente y no del pasado:
 
Palabras del Papa Francisco:

“Vivir la Semana Santa es entrar cada vez más en la lógica de Dios, en la lógica de la Cruz, que no es en primer lugar la del dolor y la muerte, sino la del amor y la de la entrega de sí mismo que da vida” (Audiencia general del 27 de marzo de 2013).

“En la Última Cena, con sus amigos, comparte el pan y distribuye el cáliz “para nosotros”. El Hijo de Dios se ofrece a nosotros, ofrece en nuestras manos su Cuerpo y su Sangre para estar siempre con nosotros, para habitar entre nosotros”. (Audiencia general del 27 de marzo de 2013)

“Lo que era un simple gesto, algo hecho ciertamente por amor – el ir al sepulcro -, ahora se transforma en acontecimiento, en un evento que cambia verdaderamente la vida. Ya nada es como antes, no sólo en la vida de aquellas mujeres, sino también en nuestra vida y en nuestra historia de la humanidad. Jesús no está muerto, ha resucitado, es el Viviente.” (Homilía vigilia pascual 30 de marzo de 2013).

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