viernes, 13 de julio de 2012

Bab Aziz de Sufies y Derviches

Allá por los años 80´s me interese y de ahí mi interés ha ido aumentando en la poesía árabe, de la cual ya he compartido en este Blog algunas de las poesías que más me gustan, poco a poco fui internándome en ese mundo nuevo para mí, pero del cual alguno de mis antepasados vivió en Al-Ándalus, así me encontré con los Sufis, esa estructura de pensamiento que leva al hombre a encontrar a Dios, hombres sabios muchos Sufies, también descubri a los Derviches

Los derviches (del persa darvīsh, “mendigo”) son, en el sentido más habitual de la palabra, un miembro de una tariqa (cofradíareligiosa musulmana de carácter ascético o místico–sufí-). También designa, en Irán y Turquía particularmente, a un religioso mendicante, que en árabe se llama faqīr. En Marruecos y Argelia se usa más comúnmente la palabra ijwān (“hermanos”) para designar a los miembros de una cofradía, ellos a través de la danza, girando con sus largos y holgados atuendos giran para encontrar a Dios, su cabeza se apoya en el hombro derecho, sus brazos extendidos, la mano derecha hacia arriba y la izquierda hacia abajo, así sin que nada interrumpa fluye desde el cosmos lo divino que se recibe del lado derecho y se vierte en la tierra las bendiciendo a su derredor con la mano izquierda.



Hoy les quiero compartir un poco de ese mundo Sufi que es bellísimo, primero con un breve texto, un par de poemas y después con una bella película, un film que está hecho para ver y entender, para entender y aprender, para aprender y pensar BabAziz, el sabio sufí”, la música es como la cinta misma, extraordinaria, su autor Armand Amar, dirige Nacer Khemir, tunecino de origen, que disfruten.

Alejandro.

 ooOOoo
El islam representa la aceptación y sometimiento ante Dios.

La palabra árabe Allah, castellanizada como Alá, significa “Dios” y su etimología es la misma de la palabra semítica Él, con la que se nombra a Dios en la Biblia, el Islam se construye sobre sus cinco pilares


  • La profesión de fe, es decir, aceptar el principio básico de que sólo hay un Dios y que Mahoma es el último y más importante de sus profetas
  • La oración.
  • El zakat o azaque (traducido a veces como limosna), es decir, compartir los recursos con los necesitados.
  • El ayuno en el mes de ramadán.
  • La peregrinación a la Meca (para quien pueda) al menos una vez en la vida.

Mahoma dijo que Dios tenía 99 nombres; en este versículo del Corán se mencionan algunos: Es Alá "no hay más Dios que Dios", el Conocedor de lo oculto y de lo patente. Es el Compasivo, el Misericordioso. Es Alá "no hay más dios que Dios", el Rey, el Santísimo, la Paz, Quien da Seguridad, el Custodio, el Poderoso, el Fuerte, el Sumo. ¡Gloria a Alá! ¡Está por encima de lo que Le asocian! Es Allhá, el Creador, el Hacedor, el Formador. Posee los nombres más bellos. Lo que está en los cielos y en la tierra Le glorifica. Es el Poderoso, el Sabio
Corán 59:22-24.18

El sufismono es una rama, sino una derivación esotérica del islam. Distintas cofradías y órdenes practican esta versión del islam. El sufismo, si bien está asociado al islam como mística, es el camino de la práctica del tercer aspecto del islam, el ihsan o perfección espiritual.


El Sufismo es una experiencia y una forma de vida. Es una tradición de iluminación que lleva adelante la verdad esencial a través del tiempo. Tradición que, sin embargo, debe ser concebida en un sentido vital y dinámico. Su expresión no debe permanecer limitada a las formas religiosas y culturales del pasado. La verdad del Sufismo requiere reformulación y expresión nueva en cada época.

Es y seguirá siendo una crítica al espíritu mundano- gracias al cual nace todo lo que nos hace olvidadizos de la Divina Realidad. Es y debe ser una vía de escape del laberinto de una cultura materialista en bancarrota. Más importante, sin embargo, es una invitación a lo significativo y al bienestar.

El llamado del Sufismo a la universalidad se basa en el amplio reconocimiento de la existencia de un sólo Dios, el Dios de todas las personas y de todas las verdaderas religiones. El Sufismo entiende ser la sabiduría hecha realidad por los grandes profetas.

Comenzando con sus raíces en el tiempo de Muhammad, el Sufismo ha crecido orgánicamente como un árbol de muchas ramas. Un Sufí, en algunos casos, puede ser iniciado en más de una rama para recibir la gracia (baraka) y conocimientos de determinadas órdenes.

Entre los Sufis el carisma tiene valor en cuanto puede atar corazones de estudiantes a un ser humano que representa la verdad de la enseñanza, pero existen muchas salvaguardias para recordarles a todos que el culto a la personalidad y el orgullo excesivo por la propia afiliación son formas de idolatría, es decir, un gran pecado.

Si hay una verdad central que el Sufismo distingue, es la unidad de ser, el hecho de que estamos integrados con lo Divino. Esta es una verdad que nuestra era está en inmejorable posición de apreciar- emocionalmente, debido a la contracción del mundo gracias a las comunicaciones y el transporte, e intelectualmente, debido a los desarrollos de la física moderna. Somos Uno: una comunidad, una ecología, un universo, un ser. Si es que hay una verdad digna de ese nombre, es que formamos un todo con la Verdad, que no estamos separados de ella. El Sufismo tiene que ver con la comprensión de la corriente de amor que corre a través de toda forma de vida, con la unidad detrás de las formas.

Si es que el Sufismo tiene un método central, éste es el del desarrollo de la presencia y del amor. Sólo la presencia puede despertarnos de nuestra esclavitud respecto del mundo y de nuestros propios procesos sicológicos, y sólo el amor cósmico puede abarcar lo Divino. El amor es la más alta activación de la inteligencia, pues sin él nada grande se lograría, ya sea espiritualmente, artísticamente, socialmente, o científicamente.

El Sufismo es el atributo de aquellos que aman. Los amantes son personas que son purificadas por el amor, libres de sí mismas y de sus propias cualidades y completamente atentas al Amado. En otras palabras los Sufis no están inmersos en el servicio por alguna cualidad propia, pues ellos ven todo lo que son y tienen como perteneciente a la Fuente. Un antiguo Sufí, Shebli, decía: " El Sufí no ve nada más que a Dios en los dos mundos"

Abu Muhammad Mutaish dice: “El Sufi es aquel cuyo pensamiento va al mismo paso que su pie, es decir, está enteramente presente: su alma está donde su cuerpo está, y su cuerpo donde su alma está, y su alma donde su pie está, y su pie donde su alma está. Este es el signo de la presencia sin ausencia. Otros dicen lo contrario:‘El está ausente de sí mismo pero presente ante Dios’. No es así: el está presente consigo mismo y con Dios”

El verdadero Sufí es aquel que no reclama para sí ninguna virtud ni verdad, sino que vive una vida de presencia y amor abnegado. Más importante que lo que creemos es la forma en que vivimos.

La brisa de la mañana
guarda secretos para ti
no te vayas a dormir.
Debes pedir lo que realmente quieres
No te vayas a dormir.
La gente va y viene a través del umbral
Donde los dos mundos se tocan
No te vayas a dormir


Ahí afuera, mas allá de ideas de bien o mal, hay un lugar

Nos vemos ahí.
Cuando el alma yace sobre la yerba
El mundo esta demasiado lleno para hablar de él
Las ideas, el lenguaje, incluso la frase "cada uno"
No tienen sentido


No hay comentarios:

Publicar un comentario