sábado, 13 de marzo de 2010

El espirítu de la guerra



"La guerra es el mayor conflicto de estado, la base de la vida y la muerte, el Tao de la supervivencia y la extinción"
Sun Tzu (孫子 "El arte de la guerra"

“Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente que decía: "Ven".
Entonces salió otro caballo, rojo; al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; se le dio una espada grande”

Del libro de las Revelaciones de San Juan.

Hace muchos años viaje varias veces a Centroamérica, eran tiempos de guerra, vi en Nicaragua a jóvenes de una aldea a las afueras de Managua prepararse para el combate, niños muchos de ellos, los “Leones de Sandino”, una ceremonia, un festejo y al día siguiente abordar un camión que los llevaba por un año a la zona de combate, sus padres serios, conteniendo el llanto, sus madres, dándoles una servilleta (itacate en náhuatl) con algo para comer, sus hermanos más pequeños admirándolos, ellos con el temor en el estomago y los huesos abordando el camión, un mercedes Benz, color rojo, viejo, maltratado, con su fusil, también estaban algunos de los que habían regresado, jóvenes duros, muchos de ellos mutilados, con el alma rota, todo para defender su derecho a decidir, para ser humanos con dignidad.

La guerra es algo que me aterra profundamente, me es incomprensible, la necesidad de conquistar, oprimir, dominar, de que los conquistadores para poder serlo se consideran superiores, creen que los conquistados, los subyugados son inferiores, los primeros creen que su Dios es mejor y por ende más poderos y cuando comparten el mismo Dios, este, con la crueldad que lo caracteriza y la indiferencia de Dios, sencillamente juega con unos o con otros.

Yo me pregunto ¿Dios es indiferente y cruel?

Aprendí lo que llamo el espíritu de la guerra, el que nos dice, triunfa, lucha, no te des por vencido, vence, conquista, se fuerte, se valiente, haz lo que debas de hacer para ser fuerte, para ganar y ser alguien…

Hace varios años, en Guadalajara en México hubo una reunión de notables, escritores, intelectuales, ahí alguien le pregunto a García Márquez, que consideraría el que le hace falta a los humanos, a lo que él respondió Compasión.

Tiempo después leí por vez primera a Primo Levy “Esto es un hombre”, se suicido por el dolor, el era un sobreviviente de Auschwitz, el me enseño lo que es posible que hagamos, también me enseño lo que me sucede y que más adelante les transcribo.

Hay quien dice que en todas las guerras existen las barbaries y la crueldad, sin embargo los más de Once millones de vidas que se exterminaron por su raza, sus creencias políticas o religiosas, su opción sexual, no fue un hecho fortuito, fue planeado, normado, estructurado, en la Conferencia de Wansee strasse se define lo que es eufemísticamente llamado “la solución final al problema judío”, ahí no se hablo de mujeres, de hombres, de mujeres, de niños, es más ni de almas, solo de “unidades”, otro eufemismo para el asesinato, eso hace la diferencia, años después en Vietnam, los bravos y valientes boinas verdes, marines y demás soldados yankees demostraron que habían aprendido la lección, lo hicieron muy bien y en Camboya (Kampuchea) el Khmer Rouge hizo lo mismo para la pureza y redención de la nación Khmer, en Beirut, en los campos de refugiados palestinos (musulmanes) fueron objeto de la Masacre de Sabra y Chatila, los cristianos árabes los asesinaron, ancianos, mujeres niños, hombres degollados, el ejercito Israelí sencillamente ese día no hizo nada a pesar de estar bajo su cuidado las personas que vivían recluidas por su raza y religión en esos campos, la guerra de los Balcanes, serbios asesinando y violando a los musulmanes, limpieza étnica, durante los años que duro el mundo estuvo ciego, sordo, mudo y manco, al igual que en Camboya y en América Latina, como olvidar los secuestros de los jóvenes recluidos en la Escuela de Mecánica de la Armada, donde se torturaba, se rompían huesos y almas, donde los eran bebes robados y dados en adopción a los asesinos de sus padres (eso es aprender bien las cosas, eran los Lebensborn Argentinos) en Chile, la Guerra Sucia es patrimonio de América Latina.

Pero lo importante es saber si algún día, el espíritu de la guerra va desaparecer, como dice Charly García en “Los Dinosaurios”, escrita en 1983.

Los amigos del barrio pueden desaparecer,
los cantores de radio pueden desaparecer,
los que están en los diarios pueden desaparecer,
la persona que amas puede desaparecer.
Los que están en el aire pueden desaparecer en el aire,
los que están en la calle pueden desaparecer en la calle.
Los amigos del barrio pueden desaparecer,
pero los dinosaurios van a desaparecer


Quiero citar algo de Primo Levi, él habla de lo ominoso del alma del hombre, quien conoció el lado duro de la palabra, quien sabe decir la palabra con la exactitud y la precisión para la que fue creada:

“Debo admitir una inferioridad total mía: nunca he sabido devolver el golpe, no por santidad evangélica ni por aristocracia intelectualista sino por incapacidad intrínseca. Quizá por falta de educación política seria; en realidad no hay programa político, ni el más moderado y menos violento, que no admita algún tipo de defensa activa. Tal vez por falta de valor físico; lo tengo hasta cierto punto ante las catástrofes naturales y la enfermedad, pero he estado siempre totalmente desprovisto de él ante la persona que arremete.

Cambiar los códigos morales es siempre costoso: todos los herederos lo saben, los apostatas y los disidentes. Ya no somos capaces de juzgar el comportamiento nuestro (o el ajeno) que tuvimos bajo los códigos de entonces, basándonos en el código actual; pero me parece justa la cólera que nos invade cuando vemos que alguno de los “otros” se siente autorizado a juzgarnos a nosotros “apostatas” o, mejor dicho, convertidos otra vez.
La ascensión de los privilegiados, ( ) en todo lugar de convivencia humana, es un fenómeno angustioso pero inevitable: sólo en las utopías existe. Es deber del justo hacer la guerra a todo privilegio inmerecido, pero no debemos olvidar que se trata de una guerra sin fin. Donde hay poder ejercido por pocos, o por uno solo, contra muchos, el privilegio nace y prolifera, aun contra el deseo del poder mismo; pero es normal que el poder lo proteja y lo estimule”
Primo Levy “Esto es un hombre”

“El opresor sigue siéndolo, y lo mismo ocurre con la víctima: no son intercambiables, el primero debe ser castigado y execrado (pero, si es posible, debe ser también comprendido); la segunda debe ser compadecida y ayudada; pero ambos, ante la impudicia del hecho que ha sido cometido irrevocablemente, necesitan un refugio y una defensa, y van, instintivamente, en su busca. No todos, pero sí la mayoría; casi siempre durante toda la vida”.

Primo Levi; Los hundidos y los salvados.

La pregunta sigue siendo la misma ¿acaso existe alguna razón para la guerra, para la intolerancia, para la violencia, la crueldad y la opresión, para lo ominoso?

El video al iniciar es de “El Álbum de Auschwitz”, este es una excepcional colección fotográfica del Holocausto ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial. Se trata de fotos tomadas dentro de un campo de exterminio nazi localizado en Oświęcim, Polonia. Es el único testimonio pictórico del proceso de exterminio desde dentro del campo de concentración de Auschwitz Birkenau. Las fotos fueron en su mayoría tomadas por los propios nazis, salvo tres de ellas tomadas por prisioneros del grupo de Sonderkommandos judíos.

El propósito original de las fotos nunca fue determinado. Pudieron haber sido tomadas por Ernst Hofmann o por Bernhard Walter, dos hombres de las SS responsables de tomar huellas y fotos de identidad de aquellos prisioneros que no fueron seleccionados para exterminación.

El álbum consta de 56 páginas y 193 fotos. La colección tenía originalmente muchas más fotos, pero antes de ser donado al Museo de Israel, Yad Vashem, algunas de ellas fueron cedidas a sobrevivientes que reconocieron a parientes y amigos.

Las imágenes documentan detalladamente el proceso de los judíos recién llegados de Hungría a principios del verano de 1944. Documentan cómo eran bajados de los vagones de carga, el proceso de selección realizado por el personal médico de las SS y por guardias del campo, que separaban aquellos considerados aptos para el trabajo de aquellos que serían enviados a las cámaras de gas. El fotógrafo seguía tanto a los grupos seleccionados para el trabajo hasta la salida del campo y a los grupos seleccionados para morir hasta la entrada de los crematorios, donde tenían que esperar su turno para ser ejecutados.

El fotógrafo también documentó el trabajo en el área llamada Canadá, donde las pertenencias de los prisioneros eran clasificadas para ser enviadas a Alemania.

También les comparo, un video en ingles es sobre el Khmer Rouge, en Camboya, donde Pol Pot sembró de cadáveres los campos y de minas anti personales para que los vivos pudieran llorar y morir, ahora son los comunistas quienes asesinan.

El genocidio camboyano fue ejecutado por el régimen del khmer Rouge, el partido político que gobernó la llamada Kampuchea Democrática de ideología maoísta entre 1975 y 1979, con una concepción extremista de revolución. Durante su tiempo del gobierno desaparecieron entre dos y tres millones de personas, por lo cual se constituyó en 2006 un Tribunal internacional para llevar a cabo el en 2007.

En 1975 Phnom Penh se instauró el régimen de Pol Pot, máximo líder de los Khmer Rouge, quien lideraría el país hasta octubre de 1979. La aplicación literal del maoísmo y la declaración de una nueva era denominada Camboya Año Cero, dieron lugar al genocidio camboyano, cuya discusión está todavía en boga. Entre las primeras medidas que el régimen de Pol Pot implantó en el país estuvieron la eliminación literal de los conglomerados urbanos y la declaración de los habitantes de la ciudad como enemigos del Estado, la desaparición de la moneda, el comercio, el mercado, las escuelas, la literatura, toda forma de arte, cultura, y las religiones. La aniquilación sistemática de la oposición con sus familias y todos los que a los ojos del Estado eran declarados enemigos, como por ejemplo aquellos que fueran o parecieran intelectuales, hicieron que se instalaran prisiones de tortura en algunas de las antiguas escuelas, de las cuales la más célebre se encuentra en Phnom Penh, denominada Tuol Slang, la "colina de la muerte", hoy conocida como "museo del genocidio". Así mismo, a unos ocho kilómetros de Tuol Slang, en las afueras de Phnom Penh, se conserva hoy uno de los innumerables campos de exterminio en donde eran asesinados los llamados enemigos del Estado con sus familias después de caminar en condiciones infrahumanas desde las cárceles.

La comunidad internacional guardó silencio alrededor de esta situación; en medio de la Guerra Fría, a Estados Unidos le interesaba aislar a Vietnam. Por otra parte, el régimen aisló completamente el país no permitiendo el ingreso de ningún organismo extranjero. Durante 1975 y 1979 Camboya se convirtió en el primer productor mundial de arroz, mientras quienes lo cosechaban morían de hambre y desnutrición. Tímidas denuncias se hicieron de parte de países como Australia, India y Nueva Zelanda, pero Estados Unidos uso su poder de veto en las Naciones Unidas. Fue sólo con la invasión del Vietnam en octubre de 1979 y el derrocamiento del régimen Pol Pot, que se empezó un lento y doloroso descubrir de la realidad que se estaba viviendo en Camboya.

En principio algunas fuentes señalaban diferentes cifras de los ejecutados durante el Régimen de Pol Pot. Los vietnamitas decían que habían sido 3 millones de personas, la CIA decía que eran entre 50.000 y 100.000 personas, pero actualmente, y de acuerdo a investigaciones más detalladas, se calcula en 2.000.000 las personas muertas bajo el régimen de los Jemeres Rojos. Unas 700.000 personas murieron de hambre y enfermedades, entre 400.000 y 600.000 fueron ejecutadas, 400.000 fallecieron en la Regularización Obligatoria y otras 300.000 por otras causas diversas, hasta hacer el total aproximado de dos millones de víctimas.

Por último algunas citas sobre la guerra.

La guerra es el arte de destruir hombres; la política, el de engañarlos.
Cuando los ricos hacen la guerra, son los pobres los que mueren. Jean Paul Sartre
Matar a una persona por defender un ideal no es defender un ideal: es matar una persona.
Para hacer la paz se necesitan por lo menos dos; mas para hacer la guerra basta uno solo. Neville Chamberlain.
La civilización no suprime la barbarie, la perfecciona. Voltaire.
Las madres de los soldados muertos son jueces de la guerra. Bertolt Brecht.
La tendencia a la destrucción es uno de los medios empleados para la conservación del mundo. J. Joubert.
Lo maravilloso de la guerra es que cada jefe de asesinos hace bendecir sus banderas e invocar solemnemente a Dios antes de lanzarse a exterminar a su prójimo. Voltaire.
La única explicación para el Holocausto Judío está en la demonología. Eugene Ionesco.
Que un hombre muera por una causa no significa nada en cuanto al valor de la causa. Oscar Wilde.
Se puede morir, todos los días, por una idea; pero no se puede matar nunca por esa idea.
Un hombre, cualquier hombre, vale más que una bandera, cualquier bandera. Eduardo Chillida.
Todas las guerras son santas, os desafío a que encontréis un beligerante que no crea tener el cielo de su parte. Jean Anouilh.
La guerra es una masacre de gentes que no se conocen, para provecho de gentes que sí se conocen pero no se masacran.
El diablo es optimista si cree que puede hacer peores a los hombres. Kark Kraus.
El arte de la guerra consiste en ordenar las fuerzas de tal modo que no puedan huir. Anatole France.
La fuerza es el derecho de las bestias. Marco Tulio Ciceron.
¿Por qué tomas por la fuerza lo que podrías lograr por amor? Amerindio Powhatan.
Una era construye ciudades. Una hora las destruye. Séneca.
Ojo por ojo y el mundo acabará ciego. Gandhi.
La verdad es totalmente interior. No hay que buscarla fuera de nosotros ni querer realizarla luchando con violencia contra enemigos exteriores. Mahatma Gandhi.
Lo que desde arriba no se ve son las fronteras. Serguei Krikalev - astronauta ruso.
El patriotismo es el huevo de donde nacen las guerras. Guy de Maupassant.
Si hay victoria en vencer al enemigo la hay mayor cuando el hombre se vence a sí mismo. José de San Martín.
La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa. Erasmo de Rotterdam.
La violencia es el miedo a las ideas de los demás y la poca fe en las propias.
La persona que no está en paz consigo misma, será una persona en guerra con el mundo entero.
La guerra es una enfermedad como el tifus. Antoine de Saint-Exupery.
El hombre ha de fijar un final para la guerra. Si no, la guerra fijará un final para el hombre. John F. Kennedy.
No hay caminos para la paz; la paz es el camino. Gandhi.
La Humanidad camina hacia la barbarie... El 90 % de las víctimas durante la 1ª. Guerra Mundial eran soldados. Ya en la Segunda, la mitad fueron civiles. Ahora, el 95 % de las víctimas son civiles. Alberto Navarro.
La tecnología nos hace testigos de los horrores de la guerra, pero no proporciona medios para evitarla. Mary Robinson.
Jamás hubo una guerra buena o una paz mala. Franklin.
Combatirse a sí mismo es la guerra más difícil; vencerse a sí mismo es la victoria más bella.


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