domingo, 16 de noviembre de 2008

Desde mis recuerdos


Hace casi 30 años yo estaba en mi pueblo, un lugar como aquellos con los cuales Rius sitúa sus historias, con campesinos, peones, curas y caciques, bicicletas, un pueblo como hay tantos.

Y a veces, cuando camino y miro el cielo, es como si viera ese mismo cielo del bajío, ese cielo que en las noches se llena de estrellas y desde la sierra la luna baja y te abraza mientras miras todo el bajío, mientras te das cuenta que el humo que sale del incienso son los deseos y los anhelos que van a correr buscando donde anidar.

A veces la vida nos ofrece caminos únicos, poco transitados, caminos que al recorrerse son diferentes y distantes e los caminos que los demás recorren, asi conoces y aprendes cosas que pocos saben como son, es aprender a mirar y a sentir desde el corazón, a sentir desde el hígado y el estomago, a saborear el dolor en los huesos, es saber que los amigos serán siempre pocos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario