
"A fin de cuentas, todo es un chiste."
"Algo hay tan inevitable como la muerte y es la vida."
"La vida no es significado; la vida es deseo."
"Trabajar es vivir y a mi me encanta vivir."
Este discurso es la expresión desde lo humano para el poder, sobre todo este se ejerce oculto, vedado, imponiendo sus deseos sin cortapisas, ese poder que hace el estado, el gobierno, los grandes dueños, ajenos al pueblo, distantes del alma del hombre.

«Lo lamento, pero yo no quiero ser un emperador, ése no es mi negocio, no quiero gobernar o conquistar a alguien. Me gustaría ayudar a todos si fuera posible: a los judíos y a los gentiles, a los negros y a los blancos. Todos deberíamos querer ayudarnos, así son los seres humanos. Queremos vivir con la felicidad del otro, no con su angustia. No queremos odiarnos y despreciarnos. En este mundo hay sitio para todos, y la tierra es rica y puede proveer a todos. El camino de la vida podría ser libre y hermoso...» The Great Dictator
El gran dictador
Dirección Charles Chaplin Producción Charles Chaplin
Guión Charles Chaplin
Sonido Percy Townsend y Glen Romynger
Fotografía Karl Struss, Roland Totheroh Montaje Willard Nico
Efectos especiales Jack Cosgrove
Reparto Charles Chaplin, Paulette Goddard, Jack Oakie, Reginald Gardiner, Henry Daniell, Billy Gilbert
País Estados Unidos
Año 1940
Género Comedia
Duración 124 minutos P
roductora United Artists
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