sábado, 17 de abril de 2010

La cama - carta a mi mismo 2



I Am Vertical
But I would rather be horizontal.
It is more natural to me, lying down.
Then the sky and I are in open conversation,
And I shall be useful when I lie down finally.
Sylvia Plath – I am vertical

La indiferencia que va dejando vacios los corazones, la terrible indiferencia ante la existencia, cuando el dolor se vuelve lo cotidiano y su ausencia es terrible porque no sabemos vivir sin él.
Ese deslizarse por la vida, ese dejarse ir y ser como una goleta guiada por el viento.
Por eso siempre imagino una clepsidra, sus formas suaves, sensuales, sobre las cuales se desliza suavemente el tiempo, ignorando todo, transcurriendo y determinando la existencia, suavemente, meciéndose en la eternidad, formas de viento y de nubes, formas dulces que embriagan los sentidos.

Has pensado en la cama, ese lugar, ese momento, eso tan nuestro, tan intimo, tan cercano a nosotros que se convierte en un parte de nuestro cuerpo, de nuestra alma, que es piedra de toque para la vida, el gozo, la tristeza, el dolor y la muerte, para la soledad y la compañía, para el recuerdo y para el horizonte, ese lugar donde dejamos vivir a los sueños, ahí fuimos hechos, ahí lloramos y reímos, ahí sentimos y gozamos, ahí nuestros sentidos se deslizan sobre otro cuerpo para encontrar los cuerpos, ahí nos enfermamos, convalecemos y comemos, ahí nos acariciamos y miramos, ahí nos avergonzamos o dejamos que el deseo flote y fluya por cada poro, ahí recuperamos el alma, ahí dormimos a veces con la tristeza, con el dolor, con el deseo, con la pasión, ahí llenamos nuestras soledades y vaciamos nuestros anhelos, ahí amamos y somos amados, en la cama, el lugar donde estas con tus hijos o solo, el lugar donde recuerdas y construyes futuros y recuerdos, en esa cama donde leíste a Konstantakis o a Cavafis, en esa cama donde te arropaste con otro cuerpo para cubrir y llenar tu soledad y desnudez, en esa cama que te ha visto llorar y languidecer, esa cama que comparte contigo, en ese pequeño lugar, en la cama, en tu cuerpo, en tu espíritu.
Alejandro

No hay comentarios:

Publicar un comentario