miércoles, 26 de noviembre de 2008

El espíritu del viento


El viento

Imagina, tan solo imagina que estas en medio de un valle, al horizonte las montañas, dibujando su silueta contra el cielo, la noche estrellada, los árboles rodeándolo todo, el pasto suave, fresco, ahí estas, abres los brazos y empiezas a girar, giras y giras mientras el viento sopla y te acaricia, recorre tu rostro y tu cuerpo, te hace sentir vivo el mirar el cielo lleno de estrellas, el pasto rozando tus pies, los brazos abiertos, eres libre, eres tu sin ataduras, tal como eres, solo el viento lo sabe, por eso sopla, por eso vuela.

Cuentan que cuando los amantes se acercan y uno le dice al otro al oído, son las consejas, las viejas palabras que han sido dichas por todos los amantes de todas partes de todos los tiempos, son voces que vuelan y anidan en los amantes, son voces llevadas por el viento.

Cuando buscas un lugar donde atracar, donde poder descansar, es cuando miras y el viento, sabiendo que necesitas llegar a nuevas tierras sopla fuerte y te conduce a buen puerto, para que descanses, para que comas, para que sueñes.

Sin embargo, a veces el viento se enoja, forma grandes tornados y camina por mar y tierra, lo hace para recordarnos que también somos hijos del viento.

Los espíritus viven en el aire, por eso cuando sopla un poco y haces una bocanada de aire fresco, son los espíritus quienes te refrescan y te ayudan en tu andar.

El viento no sopla siempre, a veces decide descansar un poco, ha recorrido tantos lugares, visitado tantos pueblos y visto tantas caras que se sienta a recordar, a soñar y sueña que va caminando mientras el viento fresco le ayuda en su andar.

Alejandro

1 comentario:

  1. Muy bonito. Me gusta tanto la naturaleza y hago largas caminatas por el monte, sóla, disfruto mucho sóla, y cuando llego a la cumbre siempre abro los brazos al viento y doy gracias por estar ahí, en ese momento... creo que es lo más parecido a sentir una paz con la naturaleza y uno mismo...

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